Fanfic Name / Nombre del Fanfic: Resolución de Año Nuevo

Chapter / Capitulo: 10

Author / Autor: Polaris

Rating / Clasificacion: AP15 (For Teenagers = Para Adolescentes)

Romance

Angst / Drama

Fanfic: Capítulo 10: Primera semana. 
 
 
Lisa despertó en el medio de la noche por un ruido que provenía de la sala. Se levantó silenciosamente y asomó su cabeza por la puerta de su habitación. Agudizó la vista para poder ver mejor en la oscuridad y notó que Rick tenía un sueño agitado. Se movía intranquilo, estaba sudando y murmuraba algo que Lisa no lograba entender. Caminó hasta el sillón y se agachó junto a Rick para tratar de despertarlo. 
- Rick, tranquilo, es solo una pesadilla – le dijo suavemente. 
- Déjenlos, no les hagan daño – murmuraba mientras se movía inquieto. 
- Todo está bien, abre los ojos – trataba de tranquilizarlo. 
- No los maten!!!” – dijo agitado. 
- Rick despierta – dijo más fuerte. 
- NO!!! – gritó Rick y de un salto despertó. Puso su cabeza entre sus manos y repetía – lo siento – mientras se le escapaban las lágrimas. 
A Lisa solo se le ocurrió abrazarlo para tratar de tranquilizarlo. Rick se dejó abrazar y apoyó su cabeza en el hombro de Lisa mientras trataba de calmarse. Cuando Rick se calmó, Lisa se separó de él y se levantó. Rick rápidamente se aferró a una de sus manos. 
- Espera, no te vayas – dijo con un hilo de voz. 
- Te voy a buscar un poco de agua – dijo Lisa. 
- No es necesario. 
Lisa se sentó junto a Rick y esperó a que el dijera algo. 
Después de unos minutos en silencio Rick preguntó cabizbajo – por qué sigues apoyándome Lisa?. 
A Lisa la pregunta la sorprendió – porque eres mi amigo. 
- No entiendo como puedes seguir siendo mi amiga si te he hecho la vida imposible. Rayos, si casi acabe con tu carrera!. 
Lisa no sabía que decir. 
- Merezco que me odies, que me saques de tu vida, que te olvides de que existo – dijo apesadumbrado. 
Lisa tratando de aliviar la situación dijo - como me voy a olvidar de que existes si cada cinco minutos me provocas un dolor de cabeza. 
Rick alzó la vista y se detuvo a mirar a Lisa.  
- Qué? – preguntó Lisa al ver que Rick no decía nada. 
- Es solo que sin importar lo que haga, tú siempre estas ahí para darme una mano. Sé que intercediste por mi en la audiencia, y sabes que?, no tenía ninguna duda de que me ibas a ayudar. No sé que habré hecho para merecerte. 
- Ya te lo dije una vez, estoy loca – dijo sonriendo. 
- Como te puedo agradecer todo lo que has hecho por mí?. 
Lisa se quedó pensando un momento – lo mejor que puedes hacer Rick es aprender de tus errores y no volver a cometerlos – y pensó – especialmente si se trata de Minmei. 
- Sé que tengo que aprender de mis errores, pero lo que quiero saber es como puedo darte las gracias. 
- Tal vez con un desayuno a lo Hunter sea suficiente – dijo bromeando. 
Rick sonriendo asintió.  
Lisa al notarlo más tranquilo le preguntó – estás mejor?. 
- Sí. 
- Trata de dormir algo, mañana va a ser un día difícil. 
- Lo sé… gracias por… 
- No hay problema. Buenas noches Rick. 
- Buenas noches Lisa. 
Lisa volvió a su habitación y dejó la puerta abierta por si Rick necesitaba algo. 
 
… 
 
Lisa despertó en la mañana con el sonido de la alarma. Se levantó y se alistó para ir a trabajar. Cuando entró a la cocina se encontró con Rick vistiendo su uniforme y sirviendo el desayuno. 
- Lo del desayuno era broma Rick. 
Rick sonrió – es lo menos que puedo hacer por ti. 
Lisa sentándose a la mesa le preguntó – dormiste algo?. 
Rick asintió con la cabeza mientras se sentaba frente a Lisa. 
- Sabes que vas a tener que hacer este mes?- preguntó Lisa. 
- Solo sé que voy a tener que trabajar en la ciudad. Cuando llegue a la base me van a dar mis órdenes. Al menos el Skull va a quedar en buenas manos. 
- Max hará un buen trabajo – le aseguró Lisa. 
- Lo sé. Solo espero que no lo haga mucho mejor que yo porque me voy a quedar sin trabajo – dijo Rick tratando de bromear. 
Terminaron de comer en un cómodo silencio. 
- Gracias por lo de anoche Lisa – dijo Rick avergonzado. 
- Anoche?, que pasó anoche? – preguntó Lisa haciéndose la despistada. 
Rick incomodo le dijo – tu sabes, yo… 
Sabiendo lo difícil que era para Rick, Lisa lo interrumpió – no sé de que estas hablando, dormí toda la noche. 
Rick la miró extrañado, pero al ver la sonrisa cómplice de Lisa, sonrió tristemente, puso su mano sobre la de ella y la apretó suavemente como señal de agradecimiento. 
- Hipotéticamente hablando, si anoche me hubiese quebrado… hipotéticamente te doy las gracias por haber estado a mi lado. 
Lisa sonriendo le dijo – hipotéticamente, de nada. 
Se levantaron y recogieron la mesa. 
Mientras Lisa lavaba los platos, Rick dudando le preguntó – crees que George acepte mis disculpas? 
Lisa mirando por la ventana de la cocina le respondió – por qué no se lo preguntas tú?, está cruzando la calle. 
Rick miró nervioso a Lisa. Lisa sonrió divertida y fue a esperar a George a la puerta. 
- Hola Lisa, aun estas enojada conmigo? – preguntó preocupado George. 
- No estoy enojada contigo, pero me debes una explicación. 
- Por supuesto que te debo una explicación – al ver a Rick en la sala le dijo – pero te la voy a dar en privado. 
Rick no pudo evitar una mueca de disgusto. 
George evitando sonreír por la reacción de Rick le dijo a Lisa – ayer se me quedó el bolso. 
- Lo sé, y fue bueno que se te quedara porque me fue útil – dijo Lisa sonriendo. 
George miró extrañado a Lisa. 
Lisa le dio una mirada de advertencia y le dijo – voy a buscar tu bolso, compórtense como adultos mientras no estoy – y se dirigió a su habitación. 
Rick se acercó a George y le dijo avergonzado – quiero disculparme por como me he comportado estos últimos días contigo. 
- Quieres que te perdone por haber sido un completo imbécil? – preguntó irónicamente. 
Rick manteniendo la calma le respondió resignado – sí, realmente me he comportado como un imbécil. 
- Mira Rick, si peleas conmigo no hay problema, lo podemos arreglar. Si tratas mal a Lisa, te voy a dar una paliza solo si ella me lo permite… – y agarrándolo del uniforme y con una mirada asesina le dijo – … pero si te vuelves a limpiar la boca con mi esposa o con mi hijo, te mato. 
Rick sorprendido ante la reacción de George solo atinó a asentir con la cabeza.  
George lo soltó y más tranquilo le dijo – pero me caes bien, no sé por qué, pero es así. Y Mark te adora, así que creo que por esta vez voy a aceptar tu disculpa. 
- Gracias George – dijo aliviado - y gracias por ayudar el otro día a Minmei. 
- Era mi deber – dijo restándole importancia. 
Lisa volvió con el bolso de George. 
- Aquí tienes, discúlpame por haberlo registrado, pero anoche Rick necesitaba ropa seca. 
George bromeando les dijo – hey, si quieren jugar al doctor les puedo conseguir unas batas de su talla. 
Rick y Lisa se pusieron como tomates. 
- George!!! – dijo Lisa exasperada. 
George riéndose les dijo – que les parece si el sábado cenamos en mi casa?, algo pequeño para agradecer que seguimos vivos?. 
- Claro – aceptó Lisa. 
Rick guardó silencio. 
- Tu también estas invitado Rick – dijo George sonriendo. 
- Estás seguro?. 
- Sí, y tranquilo, no te voy a hacer daño… todavía – respondió bromeando. 
- Está bien – dijo Rick sonriendo. 
- Genial, nos vemos. 
George se fue y Lisa y Rick se terminaron de alistar para ir a la base. 
- Estás listo? – preguntó Lisa. 
- Sí – respondió desganado. 
Lisa lo miró preocupada – quien te va a dar tus nuevas órdenes?. 
- El General Jackson. 
- Oh… no permitas que se desquite contigo. Si tienes algún problema… 
- No. Te lo agradezco pero tengo que asumir mis errores, y si el General me quiere poner a limpiar el suelo con mi cepillo de dientes, lo haré. 
Lisa no pudo evitar sentir una punzada de orgullo, pero no lo demostró. 
- Entonces, nos vamos? – preguntó Rick. 
- Guíe el camino Comandante. 
 
… 
 
Rick llegó a la base y se dirigió al despacho del General Jackson. Nervioso llamó a la puerta y el General lo hizo pasar. 
- Comandante Hunter reportándose Señor – dijo mientras se cuadraba. 
- Comandante Hunter, que lástima tenerlo por aquí – dijo molesto el General Jackson, quien estaba sentado en su escritorio hojeando un expediente. 
Rick se mantuvo en posición firme y en silencio. 
- No sé que vea en usted el Almirante Gloval, pero para mi no es más que un muchacho indisciplinado y arrogante. Y tampoco sé que potencial dicen que tiene si hay pilotos mucho mejores que usted. Solo llegó al mando del escuadrón Skull por ser amigo del Comandante Fokker, que era otro arrogante. Pero al menos era un buen piloto, nunca lo derribaron, no como a usted. 
Rick tuvo que concentrarse en su respiración para no responderle al General. 
Mientras hojeaba el expediente le dijo - si yo estuviera a cargo no hubiese permitido nunca que un acróbata de circo aéreo piloteara algo tan complejo como un Varitech. Pero con el tiempo demostró tener agallas y no es tan mal piloto, pero insisto, hay mucho mejores – se tomó un momento para pensar y continuó – no entiendo como llegó tan alto en tan poco tiempo. Tal vez tengan razón y usted sea un buen piloto. Pero eso no sirve de nada si deja a sus compañeros y su deber de lado por motivos personales. Eso no lo hace confiable, e incluso lo transforma en un peligro para nosotros. 
Rick miraba la pared que estaba detrás del General, con los dientes apretados y haciendo un esfuerzo por mantener la calma. 
- Pero desgraciadamente el Almirante Gloval tiene razón, estamos escasos de personal experimentado y a pesar de ser usted una excusa de oficial de la RDF, lo necesitamos – el General se levantó de su asiento y se paró frente a Rick – espero que sepa utilizar una pala y un martillo, porque ni sueñe que en este mes le voy a permitir subirse a un Varitech. 
Rick miró al General incrédulo. 
- Que espera Comandante?, trabajar desde su Varitech dando instrucciones?. No señor!, usted se va a ensuciar las manos, va a hacer el trabajo pesado como cualquier soldado. Se va a reportar todas las mañanas en la base y desde acá será transportado en un camión a la ciudad para que ayude a los damnificados y en la tarde el mismo camión lo traerá de vuelta. Entendido?. 
- Sí Señor. 
- Más le vale. Retírese de mi vista – le ordenó. 
- Sí señor, a la orden Señor. 
Rick se dio media vuelta para salir cuando el General lo llamó. 
- Comandante, tenga mucho cuidado. Cometa el más pequeño error y me encargaré personalmente de que su carrera se vaya al tacho de la basura. Y una recomendación, utilice un uniforme de campaña, no querrá que su preciado uniforme de piloto este todo rasgado cuando vuelva a comandar al escuadrón Skull… si es que vuelve, claro – terminó burlonamente el General. 
Rick respiró hondo y salió del despacho. 
 
… 
 
El camión transportó a Rick al área residencial más afectada por el ataque de Khyron. No quedaba ninguna casa en pie y gran parte de los escombros ya habían sido retirados, dando paso a la reconstrucción del sector. 
Rick caminó junto a los otros ocupantes del camión hasta donde se estaba comenzando a levantar una casa. Cogió un cinturón con herramientas y se puso a trabajar en ella. 
Después de trabajar un par de horas sin parar, salió para darse un pequeño descanso. Notó que frente a la casa había un anciano apoyado en uno de los camiones, observando la reconstrucción de la casa con los ojos humedecidos. 
Rick se acercó al anciano y le preguntó – se encuentra usted bien?. 
El anciano sin mirarlo le respondió – ya perdí la cuenta de cuantas veces nos han atacado los Zentraedi desde que volvimos a la Tierra. Y lo más preocupante de todo es que cada vez sus ataques son más brutales. Mire a su alrededor joven, antes solo atacaban objetivos militares, ahora quieren destruirlo todo. Usted pertenece al ejército… por qué no los envían al espacio para que regresen a su hogar y nos dejen tranquilos?. 
- Desgraciadamente no es tan sencillo. 
- Entonces envíenlos al otro lado del mundo, lo más lejos posible de nosotros. Que su sed de guerra la sacien entre ellos mismos. 
Rick sonrió comprensivamente – así nos evitarían muchos problemas. Pero no todos los Zentraedi son así. Yo tengo el gusto de conocer a los que se unieron a la RDF y puedo decir con toda seguridad que ansían la paz al igual que nosotros. 
- Lo entiendo joven, y por favor no me tome como alguien que odia a todos los Zentraedi. Sólo quiero que hagan algo respecto a los malcontentos y a ese tipo que los lidera. No se hasta cuando los que nos gobiernan se van a quedar con los brazos cruzados permitiendo que sigamos viviendo a la sombra del miedo. 
Rick solo asintió con la cabeza. 
El anciano se colocó unas gafas para poder ver mejor a Rick – usted me es cara conocida. 
- Yo?, no lo creo – dijo Rick. 
El anciano hizo memoria – claro, usted es el joven que acompañaba a la señorita que tan amablemente bailó conmigo el otro día. 
Rick sonrió sorprendido y pensó – el novio de Lisa. 
- Como está su novia? – le preguntó el anciano. 
- Mi novia?.. no, solo somos amigos – le corrigió sonrojado. 
- Por la manera en que se miraban juraría que son algo más que amigos – dijo el anciano sonriendo. 
Rick avergonzado desvió la mirada. 
- Por qué no la invita a salir?. 
- Porque cuando lo hice terminé arruinándolo todo. Solo doy gracias de que me siga dirigiendo la palabra – confesó Rick. 
- En el amor no hay nada que no se pueda perdonar. Excepto que usted salga corriendo detrás de otra mujer. 
Rick lo miró completamente avergonzado. 
El anciano negó con la cabeza – no entiendo a la juventud actual. Pareciera que les gusta torturarse, como si no les bastara con la guerra. 
- Pero quiero arreglar las cosas con Lisa – le confesó Rick. 
- Ojalá así sea joven, porque sería un tonto si no lo hace. Solo espero que no haya otro hombre de por medio porque la señorita se le puede escapar. 
Rick incomodo prefirió cambiar de tema – usted que esta haciendo por acá? 
- La casa que usted está ayudando a reconstruir es la mía – contestó el anciano apesadumbrado. 
- Lo siento. Su familia está bien? 
- Lo perdimos todo, pero doy gracias porque ninguno resultó herido. Eso es lo que al final del día importa. 
Rick miró su reloj y le dijo – tengo que volver a trabajar. 
- Gracias por su ayuda joven, espero algún día poder compensarlo. 
- No hay de que señor, solo estoy cumpliendo con mi deber. 
El anciano asintió sonriendo tristemente – entonces déjeme decirle que hoy en día es muy difícil encontrar la felicidad. Tenemos que saber apreciar lo bueno que nos otorga la vida y no desperdiciar las oportunidades que nos da. Tómelo como que se lo está diciendo alguien que ya ha vivido varias décadas y varias guerras. 
Rick le dio una sonrisa de agradecimiento y volvió a sus labores. 
 
… 
 
Lisa salió del puente y se encaminó a la cafetería. Toda la mañana y parte de la tarde se había dedicado a supervisar las tareas de reconstrucción y estaba exhausta, necesitaba una alta dosis de cafeína para continuar trabajando. 
Estaba por entrar a la cafetería cuando escuchó que alguien la llamaba. Se dio vuelta y se le acercó un hombre de casi dos metros de estatura, pelo negro entrecano y ojos verdes. 
- Coronel Kovac, que puedo hacer por usted?. 
- Si no le importa, me gustaría hablar con usted. Está ocupada?. 
- No, solo voy a la cafetería. 
- Le molesta si la acompaño?. 
- Para nada. 
Entraron, hicieron sus pedidos y se sentaron en una mesa apartada. 
- Antes que todo, quiero disculparme por haber sido parte de la supuesta audiencia que tuvo ayer. 
- No se preocupe Coronel, usted solo obedecía órdenes. 
- De todas maneras me disculpo, no me agradó ser parte de su inquisición – dijo con una media sonrisa. 
- Entonces puedo asumir que inteligencia no tiene nada en mi contra. 
- Absolutamente nada. Los que quieren deshacerse de usted pertenecen al Alto Mando. 
Lisa sorprendida le preguntó – por qué asume eso Coronel?. 
- Porque es un secreto a voces. Y tengo algunas ideas del por qué están procediendo así con usted, pero desgraciadamente no tengo pruebas. Y usted comprenderá que sería imprudente de mi parte levantar acusaciones sin poder respaldarlas. Pero no se preocupe, apenas pueda demostrar algo se lo voy a informar. 
- Gracias Coronel. 
- No hay problema. 
Lisa dudó un momento antes de preguntarle – Coronel, por qué inteligencia no informó sobre los planes de Khyron?. 
El coronel miró hacia los lados asegurándose de que nadie más podía escucharlos – lo que le voy a decir es estrictamente confidencial y estoy autorizado por el Almirante para decírselo. En los últimos meses hemos tratado de infiltrar espías entre los malcontentos, pero no alcanzan a terminar el primer día de su misión. Apenas llegan los identifican y los matan. Eso nos ha llevado a suponer de que hay un soplón entre nosotros. 
Lisa lo miró sorprendida. 
- Y eso no es todo. Plan que ponemos en práctica, ellos lo destruyen. Van un paso delante de nosotros – dijo molesto. 
- Eso reafirma la teoría de un infiltrado. 
- Exacto, pero no hemos logrado saber quien es. Quien quiera que sea sabe cubrir muy bien sus pasos – el Coronel se levantó de la mesa – debo retirarme, tengo que llevar a cabo varios interrogatorios esta tarde – dijo desganado. 
- Por casualidad, usted va a interrogar a la Teniente Miriya Sterling? – preguntó preocupada. 
- Sí, pero no se preocupe, no pretendo acusar de nada a la Teniente. Es solo una formalidad para que los peces gordos se queden tranquilos. Que tenga un buen día Capitana. 
- Igualmente Coronel. 
 
… 
 
Rick llegó a su casa y sin ánimo entró. Lo único que quería era darse una ducha caliente, comer algo y dormir el máximo posible. Entró a su habitación y se encontró con Minmei recostada sobre su cama leyendo una revista. 
- Hola Rick. Mira, según esta encuesta soy la más popular del mundo – dijo sonriendo mientras le mostraba a Rick la revista. 
Rick sarcásticamente le respondió – que bueno, me alegro. 
A Minmei no le gustó el tono de Rick – por qué no te alegras por mí?, no todos los días se recibe esta distinción – dijo molesta. 
- Si no te has dado cuenta Minmei, casi toda la población del mundo estaba dentro de la SDF-1 – respondió malhumorado. 
- Pero a ti que te pasa?, no puedes apreciar las cosas buenas de la vida?. 
- No me puedo alegrar por el resultado de una estúpida encuesta, si durante todo el día he visto la destrucción y el sufrimiento provocado por los malcontentos. 
- Pero en unos días todo volverá a la normalidad. 
- No es cierto Minmei. Tal vez la ciudad se vea igual que antes, pero no podemos traer de vuelta a toda la gente que pereció durante el ataque. 
- Por lo que ví en las noticias murieron pocos civiles, la mayoría solo resultaron heridos. 
- Pero perdimos a muchos militares, sobre todo pilotos. 
- Que juraron dar su vida si fuese necesario. 
Rick la miró incrédulo – crees que por pertenecer al ejercito nuestra vida vale menos?. 
- No he dicho eso, pero ustedes son los que se dedican a andar peleando y arriesgando sus vidas. Si se esforzaran por conseguir la paz no tendrían que lamentarse como lo hacen ahora. 
- Y dime, quien los protegería?. 
- Si estamos en paz, no habría necesidad de que nos protegieran. 
- Crees que peleamos porque nos gusta hacerlo?. 
- No lo sé. Pero lo que si sé es que no han trabajado mucho la diplomacia. 
- Es que acaso no recuerdas como es Khyron?, es un psicópata, con el no se puede dialogar. 
- No lo han intentado. 
Rick estaba tan agotado que prefirió cambiar el tema – cuando vuelves a tu casa?. 
- No sé, no he ido a ver a mis tíos. 
- Y que pretendes hacer?. 
- No lo he pensado. Creo que me voy a quedar un tiempo contigo mientras decido que voy a hacer – dijo sonriendo. 
Rick incomodo le sugirió – hay hoteles muchos más acogedores que mi casa. 
Minmei casi con un puchero le preguntó – quieres que me vaya?. 
- Es solo que podrías estar más cómoda en otro lugar. 
- Tal vez, pero tu estas aquí. 
Rick la miró sorprendido y sonrió. 
- Que mejor que quedarme con un amigo – dijo sonriendo. 
A Rick la sonrisa se le borró rápidamente. Se quedó pensando un momento y le preguntó – que hiciste anoche?. 
- Nada, me quedé dormida temprano. Por qué lo preguntas?. 
- Por nada – y pensó decepcionado – ni siquiera se preocupó porque no llegué. 
Cogió un poco de ropa limpia y se metió al baño, no sin antes observar a Minmei que volvió a sumergirse en su lectura – Lisa se hubiese preocupado – pensó. 
 
… 
 
Lisa acababa de llegar a su casa cuando alguien llamó a la puerta. La abrió y se encontró con George con una caja de pizza en sus manos. 
- Entrega especial para la Capitana Hayes – dijo bromeando. 
Lisa lo hizo pasar y se sentaron en el sillón a comer. 
- Mucho trabajo? – preguntó George. 
- Ni te imaginas – respondió agotada – y tu?. 
- Mi número de pacientes creció considerablemente – respondió cansado – como está Rick?. 
- Lo destinaron a trabajar durante todo un mes en la ciudad, y por lo que dijo el trío, lo tienen trabajando sin su Varitech. No me he podido comunicar con el durante todo el día. 
- Por qué no lo llamas a su casa?. 
Lisa lo miró alzando una ceja. 
- Se me olvidó… lo siento.  
- Al menos continúa en la RDF y cuando vuelva a liderar al escuadrón Skull, va a estar tres meses a prueba. 
- Por lo menos sigue con su cabeza sobre los hombros. Si yo hubiese hecho eso cuando estaba en el ejército, mi propio batallón me hubiese fusilado… no dejábamos a nadie atrás, aunque perdiéramos a algunos en el camino. 
- Espero que Rick saque algo positivo de lo ocurrido… y sobreviva al oficial que lo está supervisando – dijo con una media sonrisa. 
- Es muy estricto?. 
- Hago mal en decirlo, pero es un idiota. El fue quien llevó mi audiencia, y trató de culparme por lo ocurrido el viernes. 
- Crees que se va a desquitar con Rick?. 
- Espero que no. 
- Como se llama?. 
- Brigadier General Alexander Jackson. 
- Ese inútil es Brigadier General? – preguntó sorprendido. 
- Lo conoces?. 
- Sí, lo ví una sola vez, era uno de mis superiores. No sé si lo sepas, pero el es hijo de un General excepcional, un gran estratega. Lamentablemente hizo todo lo posible para que su querido hijo entrara al ejército – se tomó un momento para recordar – la única vez que tuve contacto con el fue cuando lo enviaron a supervisar mi compañía. Estaba pasando revista cuando nos atacaron por sorpresa, y sabes que hizo?, cuando escuchó la primera explosión corrió hasta un jeep y desapareció – contó riéndose. 
- Estas bromeando, verdad? – preguntó Lisa. 
- No. Ahí se ganó el apodo de “el fantasma Jackson”. Ahora lo ves… ahora no lo ves – dijo mientras seguía riéndose. 
Lisa sonriendo irónicamente dijo – y tiene cara de acusarme de que manejé la situación con ineptitud?. Al menos la enfrenté. 
- Es un hipócrita – y sonriendo le dijo – ahora lo que quiero saber es por qué Rick necesitaba mi ropa. 
- Ayer cuando llegué lo encontré sentado junto a la puerta. No sé cuanto tiempo llevaba esperándome, pero estaba empapado. Así que lo hice pasar y le di una de tus batas para que se cambiara. 
George se quedó pensando – cuando lo ví en la mañana llevaba puesto su uniforme así que… pasó la noche contigo? – preguntó sonriendo. 
- No quiso irse a su casa, me pidió prestado el sillón. Lo ví tan abatido que le permití quedarse. Durante la noche tuvo una pesadilla y cuando despertó se quebró, nunca lo había visto así, se veía tan… – se quedó pensando. 
- Arrepentido?, angustiado?, deprimido? – George trataba de adivinar. 
- Irresistible – dijo Lisa sin pensar. 
- Capitana Hayes! – dijo George tratando de contener la risa. 
Lisa avergonzada cambió rápidamente de tema – como es eso de que yo te gusto?. 
George dejó de reírse y preocupado le dijo – antes de contártelo quiero que me prometas que no me vas a matar. 
- Por qué tendría que matarte? – preguntó extrañada. 
- Solo promételo. 
Lisa lo miró sospechosamente y no muy convencida aceptó. 
- Muy bien, voy a comenzar desde el principio – respiró hondo y prosiguió – para año nuevo mi cabeza no andaba muy bien y quería cometer una locura… estaba solo y quería olvidar. Iba llegando al bar cuando te ví entrar y pensé que quizás esa mujer que no estaba nada de mal tuviera mis mismos planes. Y no te voy a mentir, cuando me acerqué a ti mis intenciones no eran para nada amistosas – admitió avergonzado. 
Lisa lo miró sorprendida. 
George continuó – pero cuando comenzamos a conversar me di cuenta que tu no eres del tipo de chica que conoces en un bar, te vas con ella y a la mañana siguiente te das cuenta de que ni siquiera sabes su nombre. Eres todo lo contrario, una mujer decente, una dama. Y aunque no me creas, esa noche me salvaste de cometer la estupidez más grande de mi vida haciéndome recordar a Susan. No me quiero ni imaginar como pude haber terminado esa noche o el daño que le pude haber causado a mi hijo – confesó cabizbajo y se tomó un momento para pensar - mientras veíamos los fuegos artificiales me di cuenta de eso y me sentí en deuda contigo, por eso te ofrecí mi amistad. Y mientras más te voy conociendo, más me gusta como eres como persona. No puedo pedir una amiga mejor que tu. 
- No tienes sentimientos por mi? – preguntó preocupada. 
- No, y dudo que sienta por alguien algo tan fuerte como lo que siento por mi esposa. Así que parece que voy a estar solo por bastante tiempo – dijo sonriendo tristemente. 
- Entonces para ti soy solo tu amiga – dijo aliviada. 
- Amiga… casi hermana. 
- Casi hermana? – preguntó divertida. 
- Sí, con mi hermana tenía una relación muy parecida a la que tengo contigo. Era menor que yo y podía contar siempre con ella. Aunque se enojaba conmigo porque según ella era sobre protector. Cuando presentaba a un novio, yo me lo llevaba a un lado y lo amenazaba para que la tratara bien. No permitía que nadie le faltara el respeto – recordó sonriendo. 
Lisa sonriendo le dijo – aún no me has dicho por que le dijiste a Rick que yo te gusto. 
- Lo que pasa es que en un par de ocasiones le he aconsejado a Rick que se porte bien contigo, y dos veces me salió con que al parecer tu me gustas, y las dos veces le dije que sí. 
- Le mentiste. 
- No le mentí, me gusta como eres. 
- Pero sabías a lo que se refería. 
- Solo omití parte de la información – dijo inocentemente – pero valió la pena, viste lo celoso que se puso cuando me vio ayer aquí? – preguntó riéndose. 
Lisa sonrojada asintió con la cabeza – pero también está enojado contigo porque a Minmei le gustas. 
- Que?. 
- No lo sabías?. 
- Me coqueteó, pero… no, gracias – dijo sonriendo. 
- Casi todos los hombres se mueren por ella y tu que tienes una oportunidad la rechazas? – preguntó divertida. 
- No es mi tipo, las prefiero inteligentes. 
Lisa no pudo evitar reírse. 
- Bien, es hora de irme – dijo mientras se levantaba del sillón. 
- Gracias por la pizza… y por la explicación. Necesitas un taxi?. 
- No, ando en el coche de mis suegros. 
Mientras Lisa acompañaba a George al coche le preguntó – cuando vuelve Mark? 
- El viernes. Fue idea de él juntarnos el sábado. 
George iba a entrar al coche cuando Lisa lo detuvo – espera un segundo. 
- Si?. 
Lisa lo vio desprevenido y aprovechó de darle un puñetazo en el brazo. 
- Hey - se quejó George sonriendo. 
- Eso es por haber tenido malas intenciones hacía mi persona – dijo Lisa riéndose. 
- Prometiste que no me ibas a hacer nada – se quejó. 
- Prometí que no te iba a matar. 
George la miró divertido mientras se subía al coche – buenas noches enana. 
Lisa puso sus manos en las caderas y dándoselas de ofendida le preguntó – como que enana?. 
- Desde hoy eres oficialmente mi hermana menor putativa. Así que si necesitas cualquier cosa puedes contar conmigo… incluso para darle una patada en el trasero abridora de ojos a cierto piloto – le dijo con un guiño. 
- Lo tendré en cuenta – dijo sonriendo. 
- Buenas noches. 
 
… 
 
 
Llegó el viernes y Rick contaba las horas para que su turno terminara. Había tenido una semana pesada, todo el cuerpo le dolía y saber que el día siguiente lo tenía libre le hacía desear que el día terminara pronto. 
Seguía trabajando en el mismo sector, que con el paso de los días, poco a poco estaba comenzando a lucir como antes. 
Vió que a unos metros de él se detuvo un jeep, y que de este descendió Lisa. Sorprendido se acercó para saludarla. 
Cuadrándose le dijo – buenos días Capitana. 
- Buenos días Comandante, descanse. 
Rick manteniendo el tono formal le preguntó – necesita ayuda Señora?. 
- La verdad es que sí. El Almirante Gloval me envió a supervisar en terreno la reconstrucción de la ciudad y necesito hablar con el encargado de este sector. 
- Si quiere la puedo acompañar hasta donde se encuentra el Capitán. 
- No quiero causarle problemas Comandante. 
- No me va a causar ninguno Señora, estoy en mi hora libre. 
- Entonces acepto su ofrecimiento. 
Comenzaron a caminar hacia una tienda de campaña. 
- Como estas Rick?. 
- Bien Señora. 
Lisa sonriendo le dijo – nadie nos escucha, puedes dejar el protocolo de lado. 
- Es que no quiero darle motivos al General Jackson para darme de baja Señora - admitió. 
- No veo al General por ninguna parte. En serio, como estas?, casi no he sabido de ti esta semana. 
- Estoy muerto. No sabía que el cuerpo podía doler en tantas partes a la vez. 
- Aguanta, ya queda poco – dijo Lisa tratando de animarlo. 
- Hacía mucho tiempo que no pasaba tanto tiempo lejos de un Varitech. 
- No ha pasado una semana y ya echas de menos volar – dijo Lisa sonriendo mientras meneaba la cabeza. 
- Echo de menos a mi escuadrón… y a ti también. Rayos, si feliz aceptaría que me regañaras todo el día – admitió sonriendo. 
Lisa sonrojada le dijo bromeando – las transmisiones han estado muy tranquilas, no tengo con quien pelear. 
- A que no sabes con quien me encontré?. 
- Con quien?. 
- Con tu novio. 
- De quien estas hablando? – preguntó extrañada. 
- Del anciano con el que bailaste en el salón de té – contestó sonriendo. 
Lisa sonriendo le preguntó – en donde lo viste?. 
- Estoy ayudando a reconstruir su casa. 
- El se encuentra bien? – preguntó preocupada. 
- Sí, a pesar de todo… y tu como estás?. 
- Agotada. No teníamos tanto trabajo desde que llegamos a la Tierra. 
Llegaron a la tienda de campaña y Rick se quedó perdido en sus pensamientos. 
- Que ocurre? – preguntó Lisa. 
- Es solo que hace exactamente una semana la vida parecía más sencilla. 
Lisa asintió comprensivamente – ojalá todo acabe pronto. 
- Tengo que volver al trabajo – dijo Rick. 
- Y yo tengo que continuar con el mío – y sonriendo le dijo – si ves de nuevo a mi “novio”, salúdalo de mi parte, quieres?. 
Rick sonriendo le respondió – no hay problema – y cuadrándose se despidió – que tenga un buen día Capitana. 
- Igualmente Comandante. 
 
… 
 
Lisa acababa de terminar su turno cuando el Almirante la mandó llamar a su despacho. Cuando entró se dio cuenta de que el Almirante estaba acompañado por el Coronel Kovac. 
- Buenas noches Lisa. Lamento llamarla a esta hora, se que debe estar cansada, pero necesito a alguien de confianza para tratar lo que me va a informar el Coronel, y no se me ocurre nadie mejor que usted. 
- Gracias por confiar en mí Almirante – dijo Lisa sonrojada. 
- Coronel, si es tan amable. 
- Claro Almirante. Aun seguimos tratando de encontrar a quien pueda estar entregando información a los malcontentos. A una semana del ataque, esta persona ha mantenido un perfil bajo, lo que ha impedido que podamos rastrearla. Lo que si hemos podido averiguar a través de un comunicado enviado por nuestro último infiltrado en las líneas enemigas, es que Khyron ha establecido su posición en algún lugar de la selva amazónica de difícil acceso. Lamentablemente no tuvo oportunidad de enviarnos las coordenadas, pero al menos ya sabemos donde buscar. 
- Terminó de interrogar a los Zentraedi que pertenecen a la RDF? – preguntó el Almirante. 
- Sí Señor, y como era de esperar, ninguno de ellos nos ha traicionado. 
- Y si sabían que ellos son inocentes, para que los interrogaron? – preguntó Lisa. 
- Órdenes del Alto Mando. Desgraciadamente perdimos tiempo valioso que pudimos haber aprovechado en seguirle la pista al soplón – dijo enojado. Miró al Almirante y le dijo – lo siento Señor, sé que mi deber es obedecer órdenes sin cuestionarlas, pero a veces es difícil hacerlo – admitió. 
- Entiendo a lo que se refiere Coronel. Como siguen las investigaciones en el sector de la Alcaldía?. 
- Aun se están estudiando los impactos en el lugar. 
- Capitana, como están las cosas en la ciudad? – preguntó el Almirante. 
- Todo está empezando a volver a la normalidad Almirante. Las labores de reconstrucción van avanzando según lo estimado y si todo sigue como hasta ahora, las zonas afectadas deberían de estar terminadas dentro de las próximas tres semanas Señor. 
- Y las personas que fueron afectadas por el ataque?. 
- Casi todas han vuelto a sus hogares, algunos se están alojando con familiares o amigos. Ya no queda nadie en los refugios. Y casi todos los heridos han dejado el hospital, solo quedan internados los que sufrieron heridas de gravedad. 
El Almirante se quedó un momento en silencio jugando con su pipa. 
- Capitana, no la mandé llamar solo para que me diera un reporte de la situación en la ciudad. 
Lisa lo miró con curiosidad. 
- No quiero que vuelva a ocurrir lo que pasó hace una semana. Siento que no puedo confiar plenamente en el Alto Mando si me están ocultando información y más encima si tratan de deshacerse de mi gente. Pero aunque no me guste tengo que seguir trabajando con ellos y para eso estoy formando un equipo de trabajo. Con la nueva información proporcionada por el Coronel Kovac se van a comenzar a preparar misiones en la selva amazónica, y espero poder contar con usted Lisa para que se haga cargo. 
Lisa lo miró sorprendida. 
- Pero para eso faltan algunos meses. Primero tenemos que tener algunas coordenadas para poder establecer una base de operaciones. Por el momento nos vamos a tener que conformar enviando más agentes para que se infiltren – dijo el Coronel. 
- Puede contar conmigo para lo que estime conveniente Almirante – le aseguró Lisa. 
El Almirante sonriendo le dijo – sé que es así – y seriamente continuó – cuando tengamos alguna idea de donde realmente se encuentran los malcontentos, como dijo el Coronel, se procederá a establecer una base de operaciones en el área para monitorearlos de cerca. No queremos que tengan otra oportunidad para destruir esta ciudad ni ninguna otra. Por eso quiero que cuando empiecen allá las operaciones, usted se haga cargo. Se que lo que le estoy pidiendo es arriesgado, pero usted es a la única persona que puedo confiarle esta misión. 
Lisa avergonzada le agradeció con la mirada al Almirante. 
- Así que en los próximos meses se va ha tener que reunir con el Coronel Kovac y conmigo para discutir los progresos que se logren para dar con Khyron y su gente. 
- Sí Señor. 
- Bien Lisa, puede retirarse. Con el Coronel tenemos otros asuntos que discutir. 
- Buenas noches Almirante – y girándose hacía el Coronel le dijo – buenas noches Coronel. 
- Ya que vamos a estar trabajando juntos, le importaría si nos llamamos por nuestro nombre de pila?. 
Lisa incomoda admitió – no sé su nombre de pila. 
- No hay problema, soy Marko. Buenas noches Lisa. 
- Buenas noches Marko. 
 
… 
 
Lisa estaba terminando de alistarse para ir donde George cuando llamaron a la puerta. La abrió y se encontró con George y Mark, quien rápidamente se lanzó sobre ella para abrazarla.  
- Hola, ya estaba por salir para tu casa. 
- Cambio de planes. Rick me llamó para decirme que no iba a cenar con nosotros porque la espalda lo está matando – dijo George mientras entraban a la casa. 
- Así que le dije a papá que nosotros fuéramos a la casa de Rick porque el puede curarlo – dijo Mark sonriendo. 
Lisa preocupada miró a George – y que te dijo Rick?. 
- No lo sabe. Mark quiere darle una sorpresa. 
- Sí!. Si él no puede cenar con nosotros, nosotros vamos con la cena – dijo Mark contento. 
Lisa miró incomoda a George. 
- Enano, no querías pasar al baño?. 
Mark asintió y entró al baño. 
- Créeme que no fue idea mía – dijo George. 
- Creo que será mejor que yo no vaya – dijo Lisa. 
- Como se te ocurre?, tienes que ir. 
- Va a estar Minmei, George. 
- Por eso. Si tú no vas, quien me va a proteger de ella? – preguntó bromeando. 
Lisa sonriendo le dijo – eres imposible. 
- Pero sabes?, esta cena puede servir para que Rick abra los ojos. 
- No lo creo. 
- Pero yo sí. Va a tener a las dos en frente y va a poder compararlas. 
- No sé George – dijo desanimada. 
- Vamos, donde esta la súper chica que conozco?. 
- George! – le advirtió. 
- Mira lisa, no dejes pasar esta oportunidad. 
- Pero es que Minmei… 
- Pero es que nada – la interrumpió – tu eres mucho mejor que Minmei y hasta Rick se ha dado cuenta de eso. No tienes nada que temer, solo compórtate como la Lisa que Mark y yo conocemos, y te aseguro que Rick sacará su cabeza del trasero y se olvidará de ella. 
- Y si no lo hace?. 
- No creo que sea tan estúpido – al ver que todavía no la convencía le dijo con su mejor sonrisa rompecorazones – por favor?. 
Lisa sonriendo le dijo – tus encantos no funcionan conmigo. 
George se llevó una mano al pecho y fingió estar herido. 
- Y eres pésimo actor – dijo Lisa riéndose. 
- Entonces hazlo por Mark. 
Lisa dejó de reírse y derrotada le dijo – está bien… manipulador. 
- Solo por tu propio bien… y si no reacciona ahora, voy a utilizar el método Carter, y créeme que no le va a gustar. 
Lisa no puedo evitar sonreír. 
- Así me gusta – dijo George sonriendo. 
- Qué vamos a cenar?. 
- Comida italiana. Me tomé la libertad de traer todo preparado. 
Mark que acababa de volver del baño le dijo a Lisa – la abuela preparó suficiente para todos. 
Lisa miró burlonamente a George. 
- No sé cual es el gusto de este enano de delatarme – dijo sonriendo – señorita Hayes, por favor acompáñenos hasta el coche. 
 
… 
 
Después de un corto recorrido llegaron a casa de Rick. Mientras Lisa y George bajaban la cena, Mark se apresuró en bajar el maletín de George y corrió hasta la puerta para tocar el timbre. 
Cuando esperaban que les abrieran la puerta, George le preguntó en voz baja a Lisa para que Mark no escuchara – estás lista?. 
- Eso creo – respondió insegura. 
Les abrió la puerta Rick, que estaba ojeroso, despeinado y con pijama. 
Sorprendido les preguntó – que hacen aquí?. 
George le respondió bromeando – hola Rick, tanto tiempo, estamos bien, y tu?. 
- Te trajimos la cena – dijo Mark mientras lo abrazaba. 
- Además de una visita médica a domicilio – dijo Lisa sonriendo. 
- No debieron haberse molestado – dijo Rick agradecido mientras los hacía pasar. 
- Todo fue idea de Mark – dijo George – te importa si cenamos primero y después te atiendo?. 
- Lo de la visita médica no era broma?. 
- No, y no te preocupes porque es gratuita – bromeó George. 
- Voy a servir la cena antes de que se enfríe – dijo Lisa. 
- Yo pongo la mesa – dijo Mark. 
- Yo te ayudo – dijo Rick. 
- De ninguna manera. Tú te vas a quedar ahí sentado mientras nosotros preparamos todo – dijo Lisa. 
- Está bien. 
- Rick…cuantos platos coloco? – preguntó George incomodo. 
- Cuatro – al ver que Lisa y George lo miraban con curiosidad continuó – Minmei salió en la mañana y no he sabido de ella en todo el día. 
Aprovechando que Rick miraba hacia otro lado, George se acercó a Lisa y le dijo sonriendo al oído – punto para Lisa. 
- Rick, por qué estas durmiendo en el sillón? – preguntó Mark. 
- Porque una amiga se está quedando conmigo. 
- Su casa fue destruida?. 
- No. 
- Entonces?. 
- Mark, deja tranquilo a Rick – dijo George. 
- No hay problema George. Lo que pasa Mark, es que esta amiga no tiene donde quedarse y mientras soluciona unos problemas se va a quedar conmigo. 
- Va a cenar con nosotros?. 
- No lo sé. 
- Y ella te ha cuidado estos días?. 
- No tiene que hacerlo, es solo mi amiga. 
- Y como Lisa?. 
Lisa se apresuró en servir la cena y los llamó a comer, sin darle tiempo a Rick para responder. 
Se sentaron a la mesa y empezaron a comer. 
- Como te ha ido con tus nuevas labores? – le preguntó George a Rick. 
- Es difícil, pero recompensante. Creo que cada miembro de la RDF debería tener que hacer al menos en una oportunidad lo que estoy haciendo yo. A veces desde nuestras cabinas o de nuestras estaciones de trabajo, no apreciamos el, por decirlo de una manera, drama humano. Y lo más decepcionante es que durante toda la semana no he visto a ningún miembro del Alto Mando o político en las zonas afectadas. Sí hicieran su trabajo en terreno se darían cuenta de cómo depende la población de nosotros. 
George bromeando le dijo – no te estarás candidateando. 
- Ni loco – le respondió sonriendo. 
- Sabes que más vas a tener que hacer en las siguientes semanas? – preguntó Lisa. 
- No, pero creo que voy a continuar en el mismo sector. 
- Lisa, me llamó la atención cuando el otro día pasé por la Alcaldía, que tienen el perímetro cerrado y solo entran unos tipos que parecen científicos. Sabes lo que está ocurriendo? – preguntó George. 
- Lo siento mucho, pero no puedo hablar de eso – respondió Lisa.  
Rick y George se quedaron mirando a Lisa. 
- No me miren así. 
- Vamos, solo una pista – dijo Rick sonriendo. 
- No voy a traicionar la confianza del Almirante Gloval. 
- Me parece excelente Lisa – dijo George – pero si necesitas contárselo a alguien – sugirió divertido. 
- Nos lo puedes contar a nosotros – concluyó Rick. 
Lisa los miró divertida - eso no va a ocurrir. 
- Rick, tu me dijiste que cuando fuera más grande me enseñarías a volar. Cuanto más grande tengo que ser para que lo hagas? – preguntó Mark. 
George sonriendo murmuró mirando al techo – aquí vamos de nuevo. 
- Por qué lo preguntas?. 
- Es que en dos meses entero seis años… y quería saber si voy a ser lo suficientemente grande para aprender a volar. 
Rick antes de responder miró a George que le hacía todo tipo de gestos para que se negara – no lo sé Mark, eso tendríamos que verlo en dos meses. Que opinas Lisa?. 
- No va a ser lo suficientemente grande para volar en un Varitech, pero hay otras alternativas. 
Rick sonriendo le dijo – tienes toda la razón Lisa. 
- De que están hablando? – preguntó George. 
- Solo espera y verás – respondió Rick mientras que con Lisa compartían una sonrisa cómplice. 
- Entonces me vas a enseñar a volar? – preguntó Mark emocionado. 
- Eso ya lo veremos – dijo seriamente George – no sé que estarán planeando ustedes dos, pero no me gusta nada. 
Rick y Lisa se largaron a reír, pero se quedaron en silencio cuando vieron que la puerta se abría y entraba Minmei. 
- Rick me voy a dar una ducha y me voy a poner a dormir, estoy agotada – dijo sin mirarlos y entró en la habitación de Rick. Como no recibió respuesta se devolvió y vio que Rick no estaba solo. 
- Doctor Carter, que alegría verlo otra vez – dijo sonriendo – vino a verme? – preguntó esperanzada. 
- La verdad es que vine a ver como estaba mi buen amigo Rick – respondió incomodo. 
Minmei no ocultó su decepción – Rick, por qué no me dijiste que iba a venir?. 
- Rick no sabía que íbamos a venir, quisimos darle una sorpresa – dijo George. 
Minmei en ese momento reparó en que había más gente en la sala – Capitana Hayes, y usted que hace acá?. 
- George me pasó a buscar para que viniéramos a ver a Rick. 
- A la base?. 
- A mi casa. 
- Y hace cuando tiempo que Rick le presentó al doctor Carter?. 
- De hecho Minmei, fue Lisa quien me presentó a George – respondió Rick. 
Minmei se sentó a la mesa y vio que estaban cenando – Rick, me puedes servir un poco?, es que estoy agotada – dijo sonriendo dulcemente. 
A Rick el malhumor se le empezó a notar en la cara. Lisa puso su mano sobre la de Rick y le dijo – no te preocupes, yo lo hago. 
Rick la miró agradecido y le dedicó una sonrisa. 
Minmei no se percató porque no quitaba su vista de George – se juntan muy seguido a cenar?. 
- Tratamos de hacerlo todas las semanas, pero como Rick no podía ir hoy a mi casa, Mark pensó que sería una buena idea traer la cena a Rick – dijo sonriendo mientras que con la mirada le pedía ayuda a Lisa. 
- Y quien es Mark?. 
- Soy yo – respondió Mark entre molesto y avergonzado. 
- Mark es mi hijo. 
- Hola Mark, soy Minmei. 
- Hola, sí sé quien es. 
- En serio?, te gustan mis canciones?. 
- No, son canciones para niñas. 
George y Lisa tuvieron que hacer un esfuerzo para no reírse. 
- Oh, y has visto mis películas?. 
- Solo una. 
- Y te gustó?. 
Mark negó con la cabeza y hasta Rick tuvo que contener la risa. 
Lisa le entregó un plato a Minmei y se sentó. Como Minmei no le prestó atención, Rick miró avergonzado a Lisa tratando de disculparse con la mirada. Lisa le sonrió de vuelta. 
George le dijo a Rick – supe que te está supervisando Alexander Jackson. 
- Sí, lo conoces?. 
- Yo lo conozco – dijo Minmei – es un hombre muy dulce. 
Rick, Lisa y George se quedaron mirando a Minmei como si hablara en un idioma que no entendían. 
- Sí, lo conocí hace varios años atrás. Una vez fue a pasarle revista a mi compañía y nos atacaron. Con la primera explosión huyó. 
- Por eso le dicen el fantasma? – preguntó Rick sonriendo. 
- Así es – respondió George riéndose. 
- Por qué se burlan del pobre General. En una situación así cualquiera puede esconderse – dijo Minmei. 
- No es así Minmei – dijo Lisa – en ese tipo de situaciones los oficiales deben de darle el ejemplo a sus tropas y liderar la defensa y el contraataque. 
- Y si lo matan, que ejemplo le va a dar a los soldados?, como recibir una herida mortal? Y que le van a decir a su familia?, que murió con honor?, eso es una gran mentira, no existe tal cosa como morir con honor. 
Rick sin ocultar su molestia le preguntó – y la gente que da sus vidas por proteger a los más débiles no mueren con honor?. 
- No creo que nadie deba morir por proteger a otro. Por eso es necesario que logremos la paz. 
Lisa le preguntó – Minmei, y los militares que han dado su vida por protegerte, se sacrificaron en vano?. 
- Yo no le pedí a nadie que diera su vida por mí. 
- Entonces para la próxima avisa – dijo enojado Rick. 
George miró a Lisa divertido y le gesticuló - otro punto. 
- Es que no entiendo cual es su gusto por vivir peleando, matando y destruyendo. Les están dando un pésimo ejemplo a las nuevas generaciones – y mirando a Mark dijo – tú pareces ser muy inteligente. Que te gustaría ser cuando grande?... abogado?, doctor?, artista?. 
- Yo quiero ser piloto – respondió Mark. 
A George le estaba costando no reírse. 
- Por qué quieres pertenecer al ejercito si tu papá es doctor? – preguntó incomoda. 
- Porque mi papá también perteneció al ejercito. 
Minmei miró decepcionada a George – al menos fue inteligente y dejó el Servicio. 
Lisa y sobre todo Rick trataban de mantener la calma. 
- Señorita Minmei, tuve que dejar el Servicio por razones que no le voy a explicar porque son personales. Pero lo que sí le voy a decir, es que si se me ofreciera la oportunidad de volver a unirme al ejército, lo aceptaría de inmediato. 
- Y dejaría solo a su hijo?. 
- A mi me encantaría ver a papá con uniforme – dijo Mark sonriendo. 
- Señorita Minmei, hay veces en que no podemos pensar solo en nosotros. Y a veces hay que hacer sacrificios para que nuestras personas amadas tengan un futuro mejor, aunque eso nos pueda costar la vida. Y esa es la razón por la que tanto Rick como Lisa pertenecen al ejército y día a día arriesgan sus vidas. Si eso no es honorable, no se que pueda ser. 
Lisa y Rick sonrieron ante el comentario de George. 
Minmei al verse derrotada volvió a cambiar de tema – Rick me contó que usted es viudo. 
Mark miró enojado a Minmei y George se movió incomodo en su asiento – así es, pero prefiero no hablar de eso porque es muy reciente. 
- No ha pensado en buscar pareja?. 
Rick y Lisa miraron incrédulos a Minmei. 
- No, no estoy preparado para eso. Y creo que no lo estaré por mucho tiempo – y mirando a Mark continuó – y si llegase a salir con alguien, tiene que tener primero la aprobación de Mark – dijo sonriendo. 
- Yo pensé que estaba saliendo con la Capitana – dijo irónicamente Minmei. 
- Aunque Lisa sería una excelente esposa, madre y compañera, no creo que sería justo que estuviera con ella mientras aún estoy enamorado de mi esposa. Sería un canalla de lo más bajo si jugara de esa manera con sus sentimientos. Ella merece a alguien que solo tenga ojos para ella – dijo con toda seguridad. 
Lisa sonrió sonrojada, Rick se miró las manos avergonzado y a Minmei se le dibujo el disgusto en el rostro. 
Mark rompió el repentino silencio – papá, si te preocupa, yo apruebo a Lisa. 
Todos quedaron mirando a Mark sorprendidos. 
- Mark, a tu papá lo quiero mucho, pero no creo que alguna vez seamos algo más que amigos. Para mí el es como un hermano – dijo Lisa. 
- Eso es porque tu estás…? – Mark no alcanzó a terminar la pregunta porque George lo interrumpió. 
- Y usted tiene a alguien especial en su vida?. 
Rick puso toda su atención en Minmei. 
- No. Con mi carrera es algo difícil encontrar un pretendiente que quiera salir conmigo sin importarle mi fama. 
Lisa miró a Rick y vió que estaba con la mirada perdida en su plato. 
- Al menos tengo a Rick que es como un hermano para mí – dijo sonriendo. 
Rick negó con la cabeza y le preguntó a George – me puedes ver la espalda?. 
- Claro, en donde te puedo atender?. 
- En mi habitación. 
George cogió su maletín y acompañó a Rick hasta su cuarto. 
Lisa se puso a recoger la mesa con la ayuda de Mark. 
Minmei le preguntó a Mark – que te gusta hacer para divertirte?. 
- Me gusta jugar con mis aviones. 
- Te gustan los coches?. 
- No mucho. 
- Si quieres te puedo llevar a ver las carreras de coches. Un amigo es el presidente del club de automovilismo. 
Mark negó con la cabeza – las carreras de coches son peligrosas. Hay accidentes. 
- Solo un tonto tendría un accidente – dijo Minmei sonriendo. 
Mark la miró con los ojos llorosos y corrió a encerrarse al baño. 
- Que fue lo que dije? – preguntó sin entender la reacción de Mark. 
Lisa enojada le dijo – la madre de Mark murió en un accidente automovilístico – y corrió hacía el baño. 
Golpeó suavemente la puerta y dijo – Mark, soy Lisa… puedo entrar?. 
Después de un momento Mark abrió la puerta, permitiéndole entrar. 
- Estás bien? – preguntó preocupada. 
Mark asintió mientras se secaba con un puño las lágrimas. 
Lisa se agachó para quedar a su altura y lo abrazó – no hagas caso a las tonterías que dice la gente. Tu mamá era una gran persona y te quería mucho. El resto no interesa. 
Después de unos minutos Lisa se enderezó y le ofreció una mano – tu papá ya debe haber terminado con Rick y no queremos que se preocupe, verdad?. 
Mark asintió y dijo – Minmei es una tonta. 
Lisa sonrió y salieron del baño. 
Entraron a la cocina y vieron que Rick y George habían terminado de ordenar. 
- Minmei nos contó – dijo George molesto. 
Rick le dijo a Mark – perdón por lo que ocurrió Mark. 
- Tú no hiciste nada, fue ella – dijo Mark enojado. 
- Como está Rick? – le preguntó Lisa a George. 
- No era nada que una buena inyección no pueda solucionar – dijo sonriendo, mientras que Rick inconscientemente se sobaba el trasero. 
- Y Minmei? – preguntó Lisa. 
- Se sintió tan mal que se encerró en la habitación de Rick – respondió George irónicamente. 
- Quiero disculparme con ustedes por como se comportó Minmei. Pareciera que Kyle le lavó el cerebro – dijo avergonzado. 
- No tienes nada de que disculparte Rick – dijo Lisa. 
- Mejor nos vamos. La medicina te está por hacer efecto – dijo George. 
- Gracias por venir. Aunque no lo crean me alegraron el día – admitió sonriendo. 
- Para eso estamos – dijo George mientras le estrechaba la mano. 
- Enano, despídete de Rick. 
Mark le dio un abrazo y le dijo al oído – no me gustó Minmei. 
Rick le sonrió tristemente y le revolvió el pelo. 
George se llevó a Mark al coche permitiendo que Rick se despidiera de Lisa. 
- Rick, si necesitas cualquier cosa no dudes en llamarme. 
- Gracias Lisa, no se que haría sin ti – dijo sonriendo. 
- Serías el hombre más feliz de la tierra – dijo Lisa bromeando. 
- No lo creo – se acercó a Lisa y la envolvió en un fuerte abrazo. 
Lisa se sorprendió por la reacción de Rick, pero se dejó abrazar. 
Rick la soltó, la besó en la frente y le dijo – buenas noches Lisa. 
- Buenas noches Rick, que descanses. 
Salió de la casa y en el camino al coche pensaba en la manera en que se había despedido Rick. Aún no quería darse esperanzas. 
Se subió al coche y vio que Mark se había quedado dormido. Miró a George y le dijo – lo que sea que le diste a Rick, necesito otra dosis – dijo bromeando. 
George se rió y puso en marcha el coche, dejando atrás la casa de Rick. 

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