Fanfic Name / Nombre del Fanfic: Rick y Lisa: La saga de la familia Hunter-Hayes

Chapter / Capitulo: IV

Author / Autor: Cindy Rubattino

Rating / Clasificacion: AP (All People = Todo espectador)

Romance

Action / Accion

Adventure / Aventura

Suspense / Suspenso

Angst / Drama

Humor

Fanfic: Memorias de tiempos mejores 
 
Varias semanas habían transcurrido desde la reaparición de Edwards. El capitán Rick Hunter caminaba por los avances de la remodelación del Satélite fábrica en compañía de Max, el Dr. Lang y un séquito de Asistentes. Se veía muy imponente, con su uniforme en negro y unas botas del mismo color hasta las rodillas. 
 
-Capitán Hunter, me gustaría, si usted así lo desea que viera también los avances de los nuevos prototipos de Veritech: el Alpha 2, Apolo y Beta. –indicó Lang. 
-Está bien Doctor pero debe ser breve, recuerde que debemos reunirnos con el Almirante Global y los demás en media hora. 
 
En el hangar, el Dr. Lang explicó que los nuevos modelos tienen muchas mejoras en cuanto a armamento, e incluso la posibilidad de acoplarse unos con otros, mientras su colaborador, el Dr. Zand le facilitaba la información escrita y el Dr. Penn mostraba algunas gráficas. 
 
-Cree usted que esto resultará Doctor? Allá arriba todo sucede tan rápido que apenas habría tiempo de acoplamiento mientras se da una batalla. 
-Es cierto, además imagino que solo pilotos experimentados podrían usar este tipo de armamento –indicó Max- un novato estaría muerto en menos de dos segundos con el enemigo en frente. 
-No se preocupen, capitanes, ya había pensado en eso, estamos hablando de acomplamiento magnético en micro segundos. En un principio será un poco caótico, pero en base a lo que tenemos planeado, luego de algunos ajustes, el ensamble se hará justo por fuerza magnética, como si fuera un imán. –dijo Lang mientras siguió explicando durante varios minutos cada detalle del diseño. 
-Si el ensamble es de la manera que usted me explica, me parece brillante. Por lo demás me parece bien el diseño. Lo felicito Dr. Lang, siga así. Continúe en esto, me interesa mucho. Cualquier otro avance manténgame informado, si estoy en alguna misión, por favor, déle la información a Khonda– indicó Rick. 
 
Continuaron su recorrido hasta llegar al salón principal dentro de la Unión. Allí aguardaban Global, Breetai, Exedore, otros oficiales y…un persona mas que estaba sentada en una gran silla de espalda mirando hacia el ventanal. 
 
-Buenos días Rick, Max, doctores Lang, Penn, Zand y los demás. Me alegra que hayan venido a tiempo, la Capitana Hayes y sus oficiales llegarán dentro de unos momentos– indicó Global. 
-Señores, como se habrán dado cuenta, los avances de la construcción del SDF-3 se han ido llevando a cabo de manera brillante- prosiguió Global. Me siento orgulloso en la manera en que todo se está llevando acabo hasta ahora. 
-Hemos tenido informes que tropas invids en otras hemisferios de la galaxia han conquistado algunos planetas, por consiguiente, señores, debemos seguir trabajando en equipo y haciendo lo que quede a nuestro alcance para que la expedición sea un éxito. Por consiguiente, muy pronto Lord Breetai y mi persona les tendremos una propuesta sobre la nave. Aún no la hemos presentado para no levantar expectativas, pero creemos que será necesaria con tal de viajar con menos riesgo de ataque. Ya que debemos de evitar que en otros hemisferios sepan que esta nave no está en la Tierra sino en el espacio exterior- indicó Exedore. 
 
- Estoy de acuerdo. –indicó el hombre que estaba sentado mientras se iba incorporando y se daba la vuelta. 
-T.R! indicaron Rick y Max. 
-Hola capitanes, pensaron que se iban a deshacer fácilmente de mi? 
 
Frente a ellos estaba el temible T.R. Edwards. Su cara era reconocible, pero en parte de su lado derecho usaba un antifaz especial, el cual ocultaba la cicatriz que le había quedado pese a la cirugía reconstructiva que le habían realizado para arreglarle esa parte del rostro.  
 
-Vaya Capitán Hunter, felicidades, ya veo que será usted nuestro General líder en esta expedición, junto a la capitana Hayes, claro.  
-Rick, por indicaciones de la RDF el capitán Edwards se incorpora a partir de hoy a la misión- indicó Global. El Coronel Anatole me informó que ya está totalmente recuperado y deseoso de colaborar. Podrás contar con el incondicionalmente en tus labores, como él mismo me lo ha hecho saber en el departamento de Estrategia. 
 
Rick tuvo que ser diplomático y recibir, como buen líder de misión, al nuevo “estratega”. 
-Supimos todo lo que te sucedió T.R. y lo lamento mucho, pero lo importante es que estás vivo y con ganas de ayudar. No tengo inconveniente en que te incorpores. –indicó Rick 
-Vaya, Capitán, muchas gracias. Cada vez me sorprendo más; si que hay gente con suerte en esta vida, el más joven de los antiguos capitanes y al pasar del tiempo resultas el líder de la misión más importante del planeta. Qué se siente ser tan joven y tener tanta responsabilidad? –indicó Edwards en tono irónico. 
 
La pregunta incomodó a Rick, quien se dijo a sí mismo que no sucumbiría ante la ya común impertinencia de Edwards.  
 
Cuando estaba a punto de contestarle Lisa entró al recinto, seguida por Claudia, Miriya, Sammy y otros asistentes. Lisa y Edwards no se habían visto hasta ahora.  
 
Al verla, T.R. sintió un vuelco en su corazón ahora lleno de rencor. Estaba más hermosa que nunca. Así la recordaba él en sus sueños y pesadillas mientras estuvo cautivo en la nave de Khyron. La amaba y la odiaba al mismo tiempo. 
 
-Lisa.- Esbozó en voz baja mientras Rick observaba su reacción sin él darse cuenta. 
 
-Quiero decir, capitana Hayes….me….me alegro de volver a verla, dijo bajando la mirada. Se sentía apenado de que Lisa lo viera en esas condiciones. Jamás volvería a ser el apuesto hombre que era. Siempre rodeado de chicas, había sido muy admirado y perseguido por ellas, algo de los que siempre se jactaba, había salido con muchas mujeres de la armada, pero solo había amado a la única que lo había rechazado en su vida: Lisa Hayes 
 
Recordó la primera vez que la vio. Tenía su cabello recogido adelante con su gorro de oficial cadete, y suelto atrás. Entró por equivocación en la sala de los capitanes de los escuadrones pensando que era el puente principal de comandos. Era su primer día como oficial junto a Global.  
 
-Disculpe capitán Global yo…oh-oh!!, creo que me equivoqué,- dijo Lisa ante la mirada atónita de Justin Bernard, Jonathan Wolf y él, mientras que Roy fokker se limitaba a mirarlo a él sonriendo. 
-A quien busca señorita?, dijo Wolf. 
- Eh…la sala de comandos de la nave… yo pensé que era aquí- Indicó una apenada Lisa. 
- Lisa, es al lado-, indicó Roy. 
-Roy!, jaja! que diga, capitán Fokker, me alegra verte aquí!..eh, jajaja!...eh… bueno, disculpen caballeros, con permiso…y dando un saludo militar se retiró. 
 
Fueron tan solos unos segundos, pero Edwards la había observado detenidamente; su largo cabello, sus bellos ojos verdes, la blancura nívea de su piel, su sonrisa, su espectacular cuerpo…. 
-Wow!!... demonios, Fokker, quien es ese bombón?,- preguntó un excitado Edwards. 
-Es Lisa Hayes, nada más y nada menos que la hija del General Hayes. 
- No sabía que el almirante tuviera una hija en el ejército, y de paso una tan hermosa,- indicó Wolf. 
- Al diablo con el General, no le tengo miedo….y ni se te ocurra Wolf, esa mujer es mía! te lo digo desde ahora, que nadie se meta en mi camino!- dijo Edwards. 
-Ja!, ya lo veremos,- indicó Wolf… 
- Quién te crees que eres Edwards, el dueño de todas las mujeres de la armada?...y qué si a mí también me da la gana de conquistarla?- indicó Bernard. 
-Jajajajajaja! qué estúpidos los tres…ninguno lleva chance...se me había olvidado decirles que la teniente Hayes es la prometida de Karl. 
-Queeeeé? dijeron los tres al unísono. 
-Suerte que Karl está haciendo ronda. Hubieran metido la pata horrorosamente- indicó Roy. 
 
Al día siguiente en la cafetería del SDF-1 Edwards veía a Lisa nuevamente, pero esta vez del brazo de su amigo, El capitán del escuadrón Delta, Karl Riber, y sintió envidia. 
 
Acaso sería el capaz de dejar de lado una amistad de años con el capitán Riber, por la creciente pasión que sentía hacia su bella novia? 
 
-Que te sucede T.R?....Hacen bonita pareja?,- indicó un irónico Bernard quien estaba sentado a su lado mientras tomaban un café y veían a lo lejos a la mesa de Lisa y Karl.  
 
Debía admitirlo, a Karl Riber le sobraban pretendientes femeninas. Era alto, de buena contextura. Las chicas le decían que mataban por sus ojos verdes y su cabello castaño pero él siempre le era fiel a su novia, siempre hablaba de ella. Y al conocer a Lisa, Edwards entendió porqué. Además, Karl era una persona sencillamente extraordinaria, como pocos: excelente piloto además de tener cualidades para ser un buen científico. De hecho había ganado un puesto en la Base Sara como Líder del Departamento de Ciencias y pronto se iría hacia allá. Era igualmente un hombre noble y bondadoso y muchas veces repudió la manera en que Edwards trataba a quienes quería entrar al escuadrón Ghost o a cualquiera de sus subalternos. 
 
-Eres un patán y un idiota T.R., así no se trata a los seres humanos! pareces sentraedi…vas a terminar sin escuadrón,- le decía Karl. 
 
Y aunque era su amigo, ya después de desear a escondidas y por tanto tiempo a Lisa, su pasión había cedido ante la amistad. El día que trasladaron a Riber, él sintió que se quitaba un peso de encima… y para su propio desconcierto, lo mismo sintió el día que le anunciaron su muerte en Base Sara… 
De pronto, atormentado con esos recuerdos, volvió nuevamente a la realidad 
 
-Capitán Edwards, me escucha?... el placer es mío. Me alegra que esté con vida- dijo una apenada Lisa. En su mente ella a veces se sentía culpable, ya que Edwards finalmente había ido a Base Alaska con la finalidad de escoltarla. 
 
Lisa se acercó a Edwards y le brindó la manó para saludarlo. El apretó la mano de Lisa, sintiendo la suavidad de su piel, mientras Rick seguía observándolo fijamente. 
 
-Agradezco sus buenos deseos capitana y me pongo su disposición.- indicó mirándola profundamente. 
 
Luego su atención se fijó en Miriya, y al verla allí parada con el uniforme de Capitán de los Ghost le lanzó una mirada amenazante. Ya Global y el Dr. Lang le habían explicado la situación, y no le quedaba más que resignarse, por ahora. Odiaba solamente de pensar que un Zentraedi fuera el líder de su escuadrón.  
 
Miriya, quien venía en son de paz no se dejó intimidar y devolvió la misma mirada amenazadora a Edwards. 
 
-Bueno señores, es todo por hoy.- indicó Global –mañana continuaremos con los nuevos procedimientos.  
 
Esa noche, Rick y Lisa cenaron con los Sterling. Miriya en la sala contaba a Lisa que Max y ella preferían dejar a Dana al cuidado de los Emerson, tal como harían los Grants con su hijo, ya que los niños estaban muy apegados al planeta. Estudiaban en el colegio y tenían sus amistades allí y lloraban solo de pensar en irse a la expedición con sus padres. 
-Me parece bien, amiga. La decisión es dura, pero es preferible eso a causar algún tipo de trauma en Dana. Además, se supone que debemos volver… 
 
En el balcón de la entrada principal, Rick contaba a Max las extrañas sensaciones de repudio que sentía hacia Edwards. 
 
-Estoy seguro que ese desgraciado aún siente algo por Lisa. No soporto siquiera que la mire o que la toque. 
-No te preocupes Rick, eso era una obsesión enfermiza de su parte, quizás ya no sienta nada... además, si toda marcha bien, pronto tú y Lisa se van a casar y si aún sentía algo, quizás termine olvidándola… 
-Max, por favor, somos hombres, y sé cuando un hombre desea a una mujer. Ese mequetrefe quiere a Lisa! Lo mantendré vigilado. Cuando me habló pude ver en sus ojos un odio visceral contra mí. Debo mantenerme alerta con ese tipo. Si cree que me va hacer quedar mal ante el consejo de las RDF se equivoca; Primero lo saco a patadas de la expedición! 
-Sé que es de temer. Mira hoy cómo miró a Miriya; con odio, jajaja! 
-Y porqué te ríes?, deberías estar molesto. 
-Porque él no sabe con quién se mete, Miriya es capaz de darle una paliza y destruirle lo que le queda de rostro, jajajaja!- ambos rieron por el comentario. 
 
-Mmmmm, de qué se reirán éstos dos?, dijo Miriya 
-Es extraño, al verlos así me recuerdan cuando estaban empezando. Eran dos chicos atolondrados.- dijo Lisa. 
-Lisa, sé que tendré ronchas con Edwards por del Ghost, pero no me rendiré. Ya llevo un ritmo y no pienso retroceder. 
-Así se habla Miriya. Sabes que Rick y yo te apoyamos en todo. 
-Crees que Edwards aún siente algo por ti? 
-No lo creo, es más, creo que nunca sintió nada especial. El era muy bien parecido y siempre bromeaba con todas las chicas, salió con muchas, creo que hasta con el trío, jajaja!. Qué tendría yo de especial? Siento que solo lo hacía para enfadar a Rick. 
 
-Bueno Lisa, creo que ya debemos irnos.- interrumpió Rick mientras salía del balcón con Max- mañana debemos empezar los trabajos. Además, el Dr. Lang nos quiere enseñar el prototipo de dos androides que está construyendo junto a Zand. Dicen que cuando termine serán una especia como de humanos y le servirán de asistentes. 
 
-jajajja!! hasta allá ha llegado el Dr. Lang con tal de tener un asistente eficaz? según él todos sus asistentes son unos ineptos.- dijo Miriya. 
-Sabes que Lang es una persona especial desde su histórico encuentro con la protocultura. Es muy perfeccionista.- dijo Lisa. 
- Porqué entonces no le mandan de asistentes a Bron y Rico? así estaría todo el día entretenido, jajajaja!. –dijo Miriya, mientras todos reían al unísono. 
 
Mientras en su nueva habitacióón abordo del Satélite Fábrica, Edwards solo pensaba en Lisa, en la forma de eliminar a Rick, en recuperar su escuadrón y en tomar el control total. 

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