Nombre del Fanfic: NEVER BE THE SAME AGAIN

Capitulo: IV

Autor: Lourdes B

Dedicado a: A todas las que gusten leerlo!!

Clasificacion: Arcadia's Dream

Romance

Aventura

Fanfic:  
 
Dos horas tarde… 
 
Al estar analizando y discutiendo la información que les proporcionó Skinner, Scully se pudo dar cuenta que el Agente Mc Kenzie era muy inteligente y agudo en sus observaciones, que además era muy racional en sus opiniones muy al contrario de Mulder, sentía que de cierta forma tenía gran afinidad con él al respecto, en general le parecía bastante agradable, sin que le pasara por alto que era un hombre más apuesto del promedio normal, lo que en conjunto hacía considerablemente agradable su presencia. 
 
Los hechos se situaban en un pequeño poblado al norte de Carolina, donde 8 mujeres se habían extirpado los ojos por mano propia, sin explicación aparente, y después de haberlo hecho no lo recordaban, era un caso bastante dudoso porque en realidad las autoridades no encontraban motivos para creer que pudieran haber sido agredidas por otra persona, pero en el informe no venían las declaraciones de las víctimas por lo que Scully y su nuevo compañero estaban bastante confusos al respecto. Scully se encontraba sentada en su escritorio, Julian había optado por traer una silla hacia el de ella para sentarse frente a frente mientras trabajaban. 
 
S: ¿Qué opinas? 
Mc: Pues la verdad es que tenemos muy pocos hechos para dar una opinión firme, no se tú pero yo creo que deberíamos trasladarnos al lugar de los hechos para averiguar más… - le decía mientras la miraba directamente a los ojos, lo que ocasionó que ella se sintiera un poco nerviosa, después de todo llevaba demasiados años sólo trabajando con Mulder. 
S: Si… tienes razón – esquivando la mirada para tratar de disimular – deberíamos salir de inmediato. 
Mc: Si me dices donde vives puedo pasar a recogerte – le ofreció amablemente. 
S: Mmmm… - Scully dudaba – No quiero molestar, mejor nos vemos en el aeropuerto. 
Mc: ¡¡No!! Por favor, déjame pasar por ti… te aseguro que no es ninguna molestia – lo dijo tan convencido y haciendo con los ojos un gesto que se le antojó bastante familiar y ante el cual no pudo más que ceder. 
S: Está bien, gracias… te anotaré la dirección… 
Mc: ¿En una hora esta bien?  
S: Perfecto… - dijo finalmente sonriéndole. 
 
IOWA misma hora 
 
La Agente Davis se encontraba sentada al frente del ordenador en su bien equipada oficina, cuando Mulder hizo su aparición, llegando tarde a la cita con ella. 
 
A: Creí que habíamos dicho a las 10:00 – le dijo sin voltear a mirarlo y su tono aunque trataba de ser neutral dejaba ver un dejo de molestia. 
M: Lo siento, es que el vuelo se retrazó un poco y llegué más tarde de lo previsto – le decía mientras se quitaba el abrigo y lo colgaba en el perchero de la entrada, no se veía preocupado por su retrazo lo que a ella le molestó aún mas. 
A: Y… ¿Pudiste… ver a tu… compañera? – Enfatizó la última palabra. 
M: Si, afortunadamente se encuentra bien – trató de cerrar el tema con ésta frase, le resultaba un tanto incómodo sentir que era interrogado a cerca del tipo de relación que llevaba con Scully, pero April no cedería tan fácil. 
A: Entonces… ¿Valió la pena… dejar todo tirado por ir corriendo a verla? 
M: Yo no salí corriendo… - Se estaba sintiendo acorralado y eso le desagradaba – es solo… es mi compañera y quería ver como estaba… 
A: A la gente normal con una llamada le bastaría… no recorrerían medio país a media noche para volver al día siguiente… - era bastante insistente cuando quería. 
M: ¿De que trata esto April? ¿Me estas interrogando? 
A: No, los siento, es sólo que me tienes intrigada con tu relación con la Agente Scully. 
M: ¿Intrigada? Ya te he dicho que somos compañeros, eso es todo… 
A: ¿Tratas de convencerme a mi o de convencerte a ti mismo? – Lo instaba. 
M: April por favor… deja eso ya… las cosas son tal como te lo he dicho ¿está bien? 
 
Cuando Mulder dijo esto April se levantó de su asiento para dirigirse a donde se encontraba él parado aún y dirigió sus manos a su corbata para arreglársela, se notaba la prisa con la que se la había colocado y trató de acomodarla, al tiempo que lo miraba a los ojos de manera intensa… 
 
A: Eso me alegra… - ya había terminado con la corbata pero no se separó de él, invadiendo su espacio personal, demasiado para su gusto – realmente espero que sea verdad…  
 
¿Trataba de insinuarse? Mulder se puso bastante nervioso ¿ella estaba intentando ligar con él o era su imaginación? No podía negar que era muy hermosa, tal vez del tipo de mujeres que a él siempre le había llamado la atención, pero extrañamente aunque sentía cierta atracción con ella, había algo que le impedía tener un acercamiento mayor, por lo que sin más dio dos pasos atrás y se fue a sentar a su escritorio… 
 
M: Bien, ¿te parece que sigamos discutiendo las soluciones del caso? esto ya nos ha llevado demasiado tiempo… 
A: Pareces demasiado apurado en terminar… - con decepción tal vez – bien, como quieras… ésta mañana……………………………… 
************ 
Departamento de Dana Scully 
10:30 p. m. 
 
Contestadora: Estás llamando al casa de Dana Scully, por el momento no te puedo contestar, deja tu mensaje y me comunicaré más tarde… 
 
Era la décima vez que marcaba a su casa, no entendía el por que, era ilógico pensar que ella estaba después de las primeras tres veces que marcaba pero aún así insistió. Le había marcado también varias veces al móvil, pero lo tenía apagado. No entendía porque Scully no estaba a esa hora en su casa, era bastante tarde, ella no acostumbraba a salir, usualmente él le marcaba a esa hora y siempre contestaba sus llamadas, de pronto pensó que tal vez había salido con alguien, la idea de que tuviera una cita lo invadió provocándole enojo, no tendría por qué sentirse así pero era algo que salía de su control, no importaba, mientras ella no se diera cuenta él podía sentirse como quisiera, pero la duda seguía molestándole. De pronto el enojo pasó a ser preocupación, ¿y si le había ocurrido algo? Recordó lo sucedido algunas noches atrás y entró en pánico, de inmediato y sin medir las consecuencias llamó a la persona que creyó lo sacaría de dudas. 
 
Sk: Diga… 
M: Señor, habla el Agente Mulder… 
Sk: Dígame Agente ¿ocurre algo? 
M: No… no señor… - estaba dubitativo – solo quería saber algo… - calló por unos segundos. 
Sk: Agente son casi las 11 de la noche, si tiene algo que decir dígalo de una vez…  
 
Fue entonces que Mulder midió las consecuencias de su llamada, sintió vergüenza, pero ya estaba hecho, tenía que preguntar lo que quería saber. 
 
M: He estado tratando de localizar a la Agente Scully, pero no atiende el teléfono de su casa y tampoco el móvil. 
Sk: Lo que sucede Agente Mulder, es que no se encuentra en su casa, y seguramente no atienda el móvil porque esta viajando en avión. 
M: ¿¿Cómo?? ¿La envió a investigar un caso? ¿Después de lo que pasó la última vez? 
Sk: Agente Mulder, ella se encuentra perfectamente bien… 
M: ¡Pero esta sola! – Mulder interrumpió a Skinner casi gritando. 
Sk: Tranquilícese, no fue sola, le he asignado un nuevo compañero, el Agente Mc Kenzie cuidará bien de ella. 
M: ¿Un nuevo compañero? Ella ya tiene un compañero, señor, no necesita otro. – Mulder estaba comenzando a sentirse molesto, no le gustaba nada que otro trabajara en su sección, ni con su compañera, a decir verdad, tenía la sensación de que lo que más le molestaba era que otro trabajara con Scully. 
Sk: Agente, se presentó un caso para su sección, usted esta colaborando con otra oficina y teniendo en cuenta los acontecimientos recientes no podía dejar que ella se fuera sola, así que le tuve que asignar otro compañero de manera temporal. ¿Algún problema, Agente Mulder? 
 
Mulder se disculpó con su jefe, y cortó la comunicación. No le gustaba nada lo del nuevo compañero, le daba mala espina. Era su culpa, por haber aceptado ayudar a April en un caso que no tenía nada que ver con su trabajo. ¿Qué tal si se llevaba mejor con el tal Mc Kenzie que con él? ¿Se harían amigos? ¿Y eso a él qué le importaba? Scully tenía derecho a tener todos los amigos que quisiera. ¿Y si se convertían en más que amigos? ¡¡Diablos!! ¿Qué le estaba pasando? ¿Por qué pensaba en esas cosas? A él no le molestaba que ella saliera con alguien ¿O si? Tenía que dejar de pensar en eso, estaba demasiado confundido. Se sentía muy molesto al imaginarla trabajando con otro como lo hacía con él, y peor aun, al imaginar que otro la tomara en brazos para consolarla, como había hecho él mismo tantas veces.  
¿Qué era lo que le pasaba con Scully? No podía estar celoso, ella era su compañera, su amiga, sólo eso ¿O no? 
 
IOWA 9.00 a. m. 
 
Mulder estaba revisando unos expedientes del caso, por lo que no notó que April le hablaba hasta que ella casi le gritó. 
 
M: Lo siento, estaba absorto en estos documentos. ¿Qué decías? 
A: Decía que en media hora debemos reunirnos con nuestro informante. ¿Estás seguro de que estabas concentrado en el expediente? – Lo dijo con un tono que a Mulder no le hizo gracia. 
M: ¿Qué quieres decir? 
A: Que creo que sigues pensando en tu compañera, aun estás preocupado por ella y por eso no pones atención al trabajo. 
M: Mira, April… - Estaba empezando a hartarse de los cuestionamientos de esa mujer – No tengo que darte explicaciones de lo que pienso, ni de por quien me preocupo, pero sólo para que veas que me concentro en mi trabajo, te voy a decir que no tengo que preocuparme por Scully, Skinner le ha asignado un compañero temporal que, según él, va a cuidar muy bien de ella, así que ya ves, no hay nada que me distraiga – su tono de voz dejaba ver que el asunto del compañero no lo ponía nada contento. 
A: ¡Estás celoso! – se veía decepcionada. 
M: ¿QUÉ? ¿Por qué iba a estarlo? Ya te he dicho que solo somos amigos. 
A: Seguro, pero tú quieres que sean más que eso, la amas. – le dijo como dolida.  
M: ¡April, no seas ridícula! No estoy enamorado de Scully, es mi compañera ¡Por todos los cielos! Vayamos a ver a tu informante y terminemos con esto de una vez por todas. 
 
Sin esperar a que ella lo siguiera, salió de la oficina dando un portazo. 
Esa mujer lo tenía harto con sus interrogatorios acerca de Scully y su relación con ella ¿que acaso no entendía lo que le había dicho? Ellos eran amigos, él no amaba a Scully, le dijo la verdad. 
Porque no la amaba ¿Cierto? 
 
 
North Caroline 9.15 a. m. 
 
Scully y el Agente Mc Kenzie se dirigían a la estación de policía local para revisar las declaraciones de las víctimas. Esperaban que una vez que las pudieran leer o interrogar a alguna de las mujeres, las cosas estuvieran un poco más claras. 
 
Julian estacionó el coche frente a la estación de policía, ambos se bajaron y se dirigieron a la entrada, Él iba delante de Scully, ofreciéndole un panorama perfecto de su espalda, ancha, y su trasero. “¡Por Dios!”, pensó ella, “¡Este hombre tiene un trasero perfecto!”. 
“¡Dana Katherine Scully! ¿Qué demonios te pasa? Es tu compañero de trabajo, por Dios, ¡deja de mirarlo de ese modo!”, se regañó mentalmente, y sacudiendo la cabeza se dispuso a alcanzarlo. 
 
Pasaron la mañana revisando las declaraciones sin sacar nada en claro, estaban como antes de llegar, sin ningún punto donde empezar la investigación, así que a la 1.00 decidieron parar para ir a comer algo. 
 
 
Luigui's Restaurant 1.20 p. m. 
 
Los Agentes estaban sentados uno frente a otro, disfrutando de su almuerzo, Scully había pedido una ensalada, y para beber un té helado sin azúcar. Él aun miraba la carta sin decidirse. 
 
J: ¿Eso es todo lo que comerás, Dana?  
S: Pues, si, me gusta comer sano. 
J: Si tú dices que es sano, seguramente lo es, aunque, francamente, yo lo encuentro poco apetecible – Ella se rió divertida, era lo mismo que siempre le decía Mulder. 
S: ¿Y tú que vas a pedir? 
J: Bueno, me he decidido por una hamburguesa con queso con doble ración de papas fritas – Le dijo sonriente. 
 
Scully no pudo evitar recordar a Mulder otra vez, ¿sería que a todos los hombres les gustaba la misma comida? ¿Y por qué demonios estaba acordándose de su compañero? Porque lo extrañaba, era la pura verdad, extrañaba discutir con él sobre sus locas teorías, sus bromas, sus indirectas. ¿La extrañaría Mulder, tanto como ella a él? No, seguramente estaría demasiado ocupado con April, ya que ni siquiera la había vuelto a llamar, seguro que ella no discutiría ninguna de sus tontas teorías sobre ovnis. 
 
 
 
Casablanca Motel 10.00 p. m. 
 
Scully se encontraba tendida en la cama de su habitación leyendo unos informes sobre el caso, se quitó las gafas y se frotó el puente de la nariz, estaba cansada de leer, si Mulder estuviera en la habitación contigua, seguramente entraría en unos minutos con alguna teoría sobre como ocho mujeres se habían automutilado. Otra vez estaba pensando en su compañero, tal vez debería llamarlo ella. Tomó su móvil que estaba sobre la mesita de noche, y presionó el número uno en la memoria, le daba ocupado, bueno lo había intentado, estaría ocupado, lo llamaría en otra ocasión. Dejó el teléfono otra vez en la mesita y cuando se disponía a prepararse para dormir lo sintió vibrar.  
 
S: Scully. 
M: Scully, soy yo. 
S: ¡Hola, Mulder! 
M: ¿Cómo va el caso? 
S: Bueno, hasta ahora estamos donde empezamos. Un momento, ¿Cómo sabes que estoy trabajando en un caso, Mulder? 
M: Ayer traté de hablar contigo, y como no atendías en tu casa ni al móvil, llamé a Skinner y él me dijo que estabas en un caso y con un compañero nuevo. 
S: ¿Y por qué llamaste a Skinner? 
M: Es que me preocupé, por lo del último caso, ya sabes, pero bueno dime, ¿cómo es ese Agente Mc Kenzie? 
S: Es un buen Agente…- ¡Si te contara que tan bueno está! 
M: Ya, pero apuesto a que no es tan guapo como yo, ni tan divertido, ni tan ingenioso. 
S: Si te refieres a que no está tan loco como tú, tienes razón. 
M: Me lastimas Scully, y yo que creí que eras la única que me aceptaba como soy, y ahora veo que en cuanto tienes la oportunidad me cambias por otro – le dijo fingiendo decepción. Ella rió divertida. 
S: ¿Acaso está celoso Agente Mulder? – Le preguntó con una sonrisa en los labios, no sabía por qué, pero aunque se lo preguntó en broma, de verdad quería saber si a él le molestaba que ella tuviera otro compañero. 
M: No, es sólo que se me hace raro que otro haga mi trabajo en los Expedientes X. -  
¡Claro! Eran sus malditos Expedientes X lo único que le importaba a él, le molestaba que otro husmeara en sus archivos, y le daba envidia no estar trabajando en uno de esos casos que tanto lo emocionaban. No le importaba nada de ella, ni de cómo se sentía ella en esa situación. 
S: Si, claro, lo entiendo, esta es tu búsqueda, lo sé. 
M: No es eso, es que…  
S: Espera, Mulder, golpean la puerta – Se levantó de la cama con el móvil pegado a la oreja, el Agente Mc Kenzie estaba del otro lado de la perta – ¡Oh!, Julian, pasa, estaba hablando con mi compañero, en seguida estoy contigo. 
M: Scully, te recuerdo que las normas del FBI prohíben que dos Agentes de distinto sexo compartan habitación. 
S: Lo, siento, tengo que colgar Mulder, Julian me espera, adiós – Dijo secamente y le colgó ante la mirada perpleja del Agente Mc Kenzie que no entendía por qué ella se veía tan molesta. 
J: Dana, siento si es un mal momento, o si interrumpí una conversación importante, pero el alguacil acaba de llamarme, parece que tienen un sospechoso. 
S: No te preocupes, solo conversaba con Mulder nada importante, tomaré mi abrigo y salimos enseguida. 
Y sin decir más, agarró sus cosas y salieron los dos hacia la estación de policía. 
 
Mientras tanto, Mulder, acostado en su cama de hotel pensaba en la conversación que acababa de tener con su compañera. Ella creyó que a él le molestaba que otro ocupara su lugar, y en eso no se equivocaba, pero no era su lugar en los Expedientes X lo que le preocupaba, si no su lugar en la vida de ella, y más ahora que ella le había colgado el teléfono para salir corriendo detrás del tal Julian, debía sentirse muy a gusto con él para llamarlo por su nombre a sólo un día de conocerlo. ¡Con un demonio! Estaba celoso. ¿Y por qué diablos estaba celoso de su compañera? “¡Porque la amas, grandísimo tonto!”, dijo una voz en su cabeza. 
¡Dios! ¿Cómo era posible que no se hubiera dado cuenta antes? Por supuesto que la amaba, la amaba con locura, de hecho llevaba enamorado de ella casi desde que la conoció, sólo que no había querido admitirlo, había ocultado sus sentimientos hasta de si mismo porque estaba seguro de que ella no podía sentir nada por un loco paranoico como él. ¿Y ahora que se suponía que iba a hacer? ¿Decirle lo que sentía? No, no podía, lo más probable era que ella se espantara, o peor aun, que sintiera lástima por él. Todo tenía que seguir como hasta ahora, confesarle su amor podría ser el error más grande que pudiera cometer.  
 
 
North Caroline  
Casablanca Motel 9.17 a. m. 
 
Scully y el Agente Mc Kenzie se habían pasado buena parte de la noche interrogando al sospechoso, pero lo tuvieron que dejar libre, no había ninguna prueba de que hubiera podido obligar a esas mujeres a arrancarse los ojos. Así que estaban otra vez como al principio, sin ninguna pista que seguir. 
La Agente acababa de levantarse, se había quedado dormida, Julian y ella debían estar en la estación de policía a las 10.00, así que tenía que darse prisa si no quería que su compañero la fuera a buscar y la encontrara en pijama. ¿Y cuál era el problema con eso? Mulder la había visto así miles de veces. “Pero el no es Mulder, Dana”, se dijo mentalmente, mientras se dirigía al baño. 
Ya estaba casi lista para salir, cuando sonó su teléfono móvil. 
 
S: Scully – Dijo con tono profesional, aunque sabía quien llamaba 
M: Buenos días, Scully, ¿cómo amaneciste hoy? 
S: De maravilla, Mulder – mintió, estaba agotada, casi no había dormido. 
M: Yo también amanecí bien, gracias por preguntar. 
S: Lo siento, es que estoy apurada, debo estar en la estación de policía en media hora y todavía no he desayunado, ¿Necesitabas algo? – Estaba siendo muy cortante con él, pero no sabía por qué la enfadaba escucharlo. 
M: Sólo quería saber como estabas, además, anoche me dejaste a la mitad de la conversación – Le dijo con tono de reproche. 
S: No siempre puedo quedarme al teléfono contigo hasta la hora que se te ocurra, algunos sí necesitamos dormir ¿sabes? – Estaba comenzando a enfadarse, le molestaba que creyera que para ella no había otra cosa en el mundo más que él. 
M: Pues, hasta ayer no te molestaba que te llamara … 
S: Escucha, yo… - empezó a decir con tono de disculpa, pero en ese momento golpearon a la puerta, y ella fue a abrir – ¡Buenos días, Julian! Espérame un momento, ¿si? 
J: Seguro, Dana, no te preocupes, aun nos queda algo de tiempo, y te traje café, como no te vi en la cafetería supuse que no habías desayunado – Ella le agradeció con una sonrisa. 
S: Mulder, lo siento, pero tengo que irme ya, te llamo luego. 
M: No te preocupes “Dana” – le dijo enfatizando el nombre – Disfruta de tu café, y de la compañía – su tono era irónico. 
S: Lo mismo digo, “Fox”, saluda a “April” de mi parte, ¡Adiós! – y le colgó bruscamente. 
 
Julian estaba un poco confuso, creía que ella se llevaba bien con su compañero, incluso pensaba que demasiado bien si hacía caso a los rumores y a las apuestas que se corrían sobre ellos dos en todo el FBI, pero ahora parecía que estaban equivocados, lo que lo ponía de muy buen humor, porque la verdad era que le gustaba esa pequeña pelirroja, le había gustado desde el momento en que la vio, de hecho, no creía haber visto nunca una mujer tan sexy. 
 
 
Mulder hervía de rabia, ella le había vuelto a colgar el teléfono dejándolo con la palabra en la boca, y todo porque el tal Julian la necesitaba, ¿y él qué? Ni siquiera le había preguntado como estaba, sólo se limitó a insinuarle que la molestaba y que no tenía tiempo para él. Pues bien, él tampoco tenía tiempo para perder pensando en Scully y Julian, todavía tenía un caso que resolver con April, ella sí le prestaba atención y era una chica muy atractiva. Él le gustaba, se había dado cuenta, tal vez fuera hora de dejar de hacerse el desentendido respecto a eso. “Vamos, Mulder, April te está esperando”, se dijo a si mismo con una sonrisa en los labios. 
 
 
Continuará 

Continua: Yes / Si

Comentarios: Yes / Si

Email del Autor: lourdes6814ARROBAhotmail.com