BEYOND THE SEA
Autora: Laura Varela arualfARROBAteleline.es
Disclaimer: Como todos sabréis, ni Mulder ni Scully me
pertenecen, pero esta ya es la 3ª vez que se los cojo a CC y
aún no me ha dicho nada... así que yo a lo mío.
Sí, el título se lo he plagiado, ¿algún problema?
Nota: Recomiendo a todo noromo que se abstenga de leer este relato. (pero que culto, señores!!! XD)
Dedicatoria: Dedicado a mis amigas Patri, Lidia y Ara y por
supuesto a mi super-amiga (que pijo ha quedado eso...) Marta.
Eres la mejor.
Residencia de Bill Scully
30 de diciembre
Navidad. Por esas fechas toda la familia Scully se reunía. Era una de las pocas ocasiones de las que disponían para estar todos juntos.
Bueno, ¿alguien quiere más patatas?- dijo Tara levantando la
fuente.
No, si como algo más es posible que no queráis volver a
invitarme...- contestó Margaret riendo.
Entonces Tara, entre risas, cogió las bandejas vacías y se dirigió con ellas a la cocina.
¿Cómo es que no ha venido Charlie?- preguntó Bill.
¡Oh! Casi se me olvida, llamó esta mañana, tienen al niño
enfermo- dijo Margaret.
Es una pena, y son dos ausencias- dijo Bill mirando a Dana con
recelo.
Dana estaba allí, pero sólo en cuerpo, su mente estaba a kilómetros de distancia. No dejaba de pensar en Mulder, en el caso de aquellas personas desaparecidas en aquel barco...
¡Dana! Estoy hablando contigo- dijo su hermano en tono de
reproche.
¿Qué? ¡Oh! Lo siento, ¿qué decías?- dijo ella algo
despistada.
Dana, estás en una cena en familia, no puedes estar siempre
pendiente del trabajo...
¡No lo estoy!
¿Y por qué te has traído el ordenado portátil y el móvil?
¿Eh?
No es asunto tuyo.
Te equivocas, sí lo es, eres mi hermana y me duele ver como
estás desperdiciando tu vida con ese loco.
Surgió un incómodo silencio. Dana estaba furiosa, empezaba a
estar a harta de que Bill tratase de forma tan despectiva a
Mulder.
<No tiene ni idea de lo que él ha hecho por mí...>pensó.
En ese momento sonó el timbre, lo cual los tres agradecieron,
pues el ambiente ya estaba demasiado tenso y si Scully llegaba a
responder a su hermano, la cena de Navidad acabaría
transformándose en un escenario propio de películas bélicas...
¡Ya voy yo!- gritó Tara desde la cocina.
Y corriendo se dirigió a la puerta. Al abrirla se encontró a un hombre alto y apuesto delante de ella.
Soy Fox Mulder, el compañero de Dana, ¿me recuerdas?
¡Oh! Sí, claro, pasa. Iré a avisarla.
Se volteó para ir al comedor y una vez dentro dijo:
Dana, está aquí Mulder.
Enseguida la expresión de Bill cambió, como si le hubiesen anunciado la llegada del mismo diablo...
Enseguida voy- dijo levantándose de la mesa.
Se dirigió a la puerta, donde la esperaba Mulder.
¿Qué haces aquí?- le preguntó.
Scully, siento interrumpir tu cena, pero el caso de las
desapariciones se ha complicado bastante y necesito tu ayuda.
De acuerdo, iré a por mi abrigo.
Mulder se quedó paralizado, había estado todo el camino
practicando excusas y disculpas y ahora ¿ni un reproche?, ¿ni
una discusión...?
Al cabo de un par de minutos, Dana regresó, seguida por su madre
y por Tara. Bill se había quedado en la mesa.
Al llegar a la puerta, le dijo a Mulder con prisas:
¿Qué? ¿Nos vamos?
Sí, claro. Adiós- dijo mirando a las dos mujeres que les
despedían en el hall.
Ya se estaban dando la vuelta para salir de la casa, cuando de repente oyeron la voz de Tara:
¡Eh! No podéis saltaros la tradición- y miró al marco superior de la puerta.
Mulder y Scully miraron hacia arriba a la vez y acto seguido se miraron el uno al otro: un muérdago colgaba de la alarma de incendios.
Tenéis que besaros.
No creo que importe mucho si lo dejamos pasar por esta vez...-
dijo mirando a Scully, pero dirigiendo el comentario a Tara.
Él sabía como era su compañera y sabía que no se sentía cómoda en aquel tipo de situaciones.
No, es... es la tradición- dijo bajando el tono de voz.
Entonces ambos comenzaron a acercarse hasta que se besaron en
la parte de las mejillas que más se aproxima a los labios. Fue
un beso fugaz, pero muy intenso.
Tara y Margaret sonreían mientras contemplaban la tierna escena.
Al separarse, Mulder y Scully continuaron mirándose hasta que
Scully dijo por fin:
Bien, vámonos.
Una vez dentro del coche, aparcado justo delante de la casa, comenzaron a hablar:
Me sorprende que no te hayas enfado como cada vez que te
interrumpo una cena familiar, Scully, debías estar pasándolo
realmente mal allí dentro...
Déjalo Mulder, por que si te apetece discutir aún estás a
tiempo de conseguirlo...
¡Oh, no!
Y condujeron toda la noche, turnándose de vez en cuando para
dormir. Apenas hablaron durante el camino y ambos se sentían muy
nerviosos... aquel beso...
Embarcadero Nº 4
8:50 AM
Tiburón, no sé a quien se le ha ocurrido ese nombre, pero
parece que se iba buscando las catástrofes...- dijo Mulder
mirando el barco.
Mulder ¿qué es lo que ocurrió exactamente?
17 horas de la tarde del día 28, 6 personas embarcan en este
barco. 2 horas después, el mismo es encontrado totalmente
vacío. Se peina la zona en 10 Km a la redonda y ni rastro de los
tripulantes. No habían llevado botes salvavidas, así que si
hubiesen saltado al mar sus cuerpos ya habrían sido hallados y
hay demasiada distancia hasta la costa como para que pudieran
llegar a nado.
Es muy extraño.
Sí, lo es.
Ayer me dijiste que las cosas se habían complicado...
Sí, han propuesto poner en barco en marcha y registrarlo por si
hay algún tipo de grieta o agujero en la zona de las hélices
por la que los pasajeros pudieran...
¿Y cual es el problema?
Los agentes de por aquí tienen otra explicación: fantasmas
¿Fantasmas?
Sí, por lo visto en el barco se cometió un crimen hace años,
un hombre murió decapitado y su cuerpo nunca fue hallado, aunque
sí su cabeza...
A ver si lo adivino: y tú quieres que nos embarquemos y que
encontremos al fantasma de ese pobre desgraciado en alta mar...
Vamos Scully, será divertido...
Mulder, hoy es nochevieja
Llegaremos antes de las 12, ya lo verás...
Está bien- dijo no muy convencida.
Saldremos a las cinco, trae el flotador...
Scully sonrió y ambos comenzaron a caminar hacia la
cafetería, después de toda una noche conduciendo se merecían
un buen desayuno, pero sobre todo, un café bien cargado.
Después de reservar un par de habitaciones en un motel de la
zona, Mulder y Scully decidieron descansar un rato, en unas horas
les esperaría un largo viaje por el océano.
Embarcadero Nº 4
17:03 PM
Mulder miró su reloj: las cinco y tres minutos. Pero al levantar la vista pudo comprobar como Scully se dirigía hacia él vestida con unos vaqueros y una camisa blanca.
Llegas tarde.
¡Oh! Lo siento, me he detenido unos minutos a ligar con un
marinero...
Será cosa de familia... Dana Scully, te presento a Albert Grant,
él pilotará el barco.- dijo señalando al hombre que tenía a
su lado.
Era un hombre de mediana estatura, de unos 60 años, pelo y barba canosos y por su vestimenta se notaba a la legua que era un viejo lobo de mar.
Encantada.- dijo Scully mientras extendía su mano para
estrechar la de él.
Bien, todos a bordo- dijo Mulder divertido.
El primero en subir fue Albert, seguido de Mulder. Cuando le
llegó el turno a Scully, este extendió sus manos, tomando las
de Scully, para ayudarla a subir.
20:45 PM
Llevaban casi cuatro horas en alta mar. Habían registrado todo el barco sin ningún resultado.
¿Alguna teoría?- preguntó Scully mientras bajaba al
sótano.
No lo sé... ¿a que latitud estamos?
8º norte 15º este, ¿por qué?
Scully ese hombre... el dueño del barco, juraría que en el
informe decía que...
No pudo continuar la frase, un tremendo ruido se oyó de
repente. Las máquinas de detuvieron y con el golpe la puerta de
la bodega se cerró, dejando atrapando a los dos agentes en su
interior.
Scully corrió hacia la puerta, trató de abrirla pero fue
inútil, estaban encerrados.
Scully, creo que fue aquí donde hallaron el barco...
Y donde nos hallarán a nosotros, ¿no es así?
¡No! Saldremos de aquí...
Entonces se oyó otro ruido y las luces se apagaron.
¿Scully?
Mulder...
Una viga cayó en medio del cuarto, separando a los dos
agentes. Cada uno se separó por su lado y montones de escombros
comenzaron a caer del techo.
Cuando cesó el ruido, reinó un silencio sepulcral. Mulder se
liberó de una tablilla que le había caído encima. Enseguida se
dio cuenta de que Scully no estaba a su lado.
¡¡Scully!!- gritó desesperado.
Seguía gritando levantando los escombros cuando de repente vio una mano entre todas aquellas vigas y tablas.
¿Scully?
Mulder...- dijo una voz débil al otro lado de la montaña de
escombros.
Mulder le cogió la mano.
Scully, ¿estás bien?
Más o menos, sí...
Tranquila, ahora te saco de ahí.
Y siguió escarbando hasta que consiguió retirar las
suficientes tablas como para hacer un agujero por el que pudiera
pasar.
Una vez en el lado de Scully, el contrario a la puerta, sacó una
linterna y buscó desesperadamente a su compañera. No tardó
mucho en encontrarla, estaba casi al lado del agujero por el que
el se había abierto camino.
Se acercó a ella y retiró la tabla que la retenía en el suelo.
Entonces se dio cuenta de que estaba herida: tenía un corte en
la pierna, no parecía muy grave, pero a le dolía bastante.
Tranquila, ya te tengo.
La alejó de los escombros y la llevó hasta la pared del
sótano. Notó que Scully estaba temblando, el derrumbamiento
había abierto una grieta y comenzaba a entrar agua helada dentro
del barco. Se acurrucó al lado de ella para darle calor. El agua
se abría camino a través de las paredes y una pequeña
película del líquido elemento cubría ya todo el suelo.
22:10 PM
El agua les llegaba ya a las caderas. Los dos permanecían abrazados en el suelo, el frío era cada vez más penetrante y los dos se temían lo peor.
¿Sabes, Scully? Creo que ya sé lo que pasa.
¿A sí?
Creo que al llegar a una latitud determinada, concretamente en la
que falleció el dueño del barco, de alguna manera, su espíritu
regresa y...
...mata a todos los que estén a bordo. Mulder, eso no tiene
sentido...
Sí, Scully, sí lo tiene
¿Y que si tienes razón? Moriremos de todas formas, el agua no
tardará en inundar todo esto.
Si tengo razón, bastará con mover el barco hacia un lado o
hacia delante, hay que cambiar la latitud.
Pero estamos atrapados, ¿cómo podemos salir de aquí?
No lo sé.
Acarició el pelo de Scully y al apartarle un mechón, se dio cuenta de que había una rejilla detrás de ellos.
Scully, tengo una idea.
¿Cuál?
Mulder apartó a Scully de la rejilla y se la mostró
sonriendo orgulloso. Scully le devolvió la sonrisa y acto
seguido el se puso manos a la obra, tenía que abrir esa rejilla
fuera como fuese.
22:50 PM
Mulder llevaba intentando forzar la rejilla más de media hora
y nada, estaba sellada. Scully le repetía una y otra vez que
cesara en su empeño, pero él estaba decidido a abrirla. El agua
ya les llegaba a los hombros y Mulder debía sumergirse en el
agua en cada intento, lo que dificultaba mucho el trabajo.
23:20 PM
El nivel del agua seguía creciendo, Scully apenas podía
respirar, el agua la estaba cubriendo casi por completo.
Mulder no se percató de la situación de su compañera hasta que
por fin consiguió abrir la rejilla, después de aflojar uno a
uno todos los tornillos con su navaja, que, afortunadamente,
siempre llevaba en el bolsillo.
Al salir a la superficie no vio a Scully. Enseguida reaccionó,
tomó aire y se sumergió. Vio a Scully, inconsciente por la
falta de oxígeno. Rápidamente se acercó a ella colocó sus
labios sobre los suyos para darle aire. Ella abrió los ojos. Él
la cogió y la arrastró hacia la superficie. Una vez arriba ella
comenzó a toser, se abrazó a Mulder y le susurró al oído:
Ya van dos veces... ¿Cuándo será mi turno?
Mulder la miró incrédulo, ¿Scully había dicho eso? A
partir de ahora tendría que dejarla más veces sin oxígeno...
Los dos sonrieron. Tomaron una bocanada de aire y, agarrados de
la mano se sumergieron en el agua para atravesar la rejilla
buceando.
Una vez en el otro lado, nadaron hasta llegar a unas escaleras, subieron por ellas y llegaron a la sala de mandos, donde encontraron a Albert decapitado.
Debemos darnos prisa- dijo Mulder girando el timón.
Avisaré por radio- dijo Scully dirigiéndose a la emisora que
colgaba de la cabina de mandos.
23:58 PM
Mulder y Scully se encontraban ya a salvo en el barco de rescate, por suerte, un pesquero oyó el mensaje por radio y acudió en su ayuda. Justo a tiempo: "el tiburón" se encontraba ahora debajo del mar.
Bonita noche, ¿Eh, Scully?
Scully estaba sentada en la proa del barco, un cielo
estrellado y un mar tranquilo se extendían frente a ella,
uniéndose en el horizonte.
Mulder se sentó a su lado, miró su reloj y se dio cuenta de que
faltaban sólo un par de minutos para las doce.
Lo siento, Scully, ahora podrías estar con tu familia y no en
un barco que apesta a pescado empapada de agua salada.
En realidad prefiero esto. -dijo cortando a su compañero.
Mulder la miró. Scully seguía mirando al mar.
El cielo- continuó- las estrellas, el mar, la luna... - dudó unos instantes- tú...
En ese momento se giró para mirarle a los ojos.
¿Yo?
Tú...
Comenzaron a acercarse cuando el reloj de Mulder anunció las
doce, ni siquiera se dieron cuenta. Comenzaron a besarse bajo la
luz de la luna.
Arriba, en cubierta, varios pescadores observaban la escena en
silencio,
Aquella era una forma estupenda de celebrar el nuevo año: las
estrellas, el mar y la silueta de dos personas en la más tierna
de las situaciones.
FIN