Expediente Roswell

por Bjorka

 

Me apresuro a contestar mi celular que esta sonando. Creo haberlo dejado sobre la cama. “nunca me dejan tranquilo” digo. Quién será ahora algún tonto caso nuevo, es lo más probable. Tomo el teléfono, “como lo pense” Skinner dice la pequeña pantalla. Contesto.
- Mulder.
- Mulder, habla Skinner, necesito tus sservicios, tengo un nuevo caso para ti.
- Lo imaginé. ¿De qué se trata esta vezz?, Narcotráfico, prostitución, lavado de dinero.
- Esta vez tengo un archivo X, tu eres el indicado para investigar este caso.
- Por fin un caso que valga la pena. ¿QQué paso?
- Hasta el momento no se sabe mucho, peero un fenómeno ocurrió en Roswell, Nuevo México.
- Vaya, nuevos rumores del área 51.
> - No Mulder, esta vez son más que rumorres. El agente Pierce y sus hombres seguían las pistas de un tiroteo en un café de la localidad, según me informaron. De acuerdo a algunos turistas la bala impactó a una de las meseras, sin embargo, ella resultó estar completamente ilesa a excepción de unas manchas de kepchup en su ropa. Los testigos afirman que su misteriosa recuperación se debió a la intervención de un chico que se le acerco mientras ella se encontraba tirada en el piso. El comisario de ese distrito envió a analizar el vestido de esta chica con Stevens, quien descubrió un agujero de bala, residuos de pólvora y que, además de kepchup, también había sangre. Claro que él no reportó estos resultados al comisario.
- Pero Skinner, me dices que asignaron este caso a Pierce, a ese lunático.
- Si, y lo más extraño es que él, despuués de haber trabajado en el caso por más de cinco meses, quiere abandonarlo. En su último reporte indicó que no existen pruebas concretas de que algo anormal haya ocurrido en ese pueblo. Sin embargo, el agente Samuels fue interrogado, y según su declaración no estaba de acuerdo con dejar el expediente inconcluso. Nos contó que tuvieron en custodia a uno de los sospechosos y descubrieron algo extraño en sus células sanguíneas. Sin embargo, éste escapo.
También informó de la ocurrencia de un fenómeno atmosférico inusual. Según señalo, se trataba de un rayo de luz que nacía del cielo y que se pudo ver desde muchos kilómetros la noche de la captura del sospechoso. Se trataría de un escenario similar a los reportados anteriormente como precedentes a una abducción, pero no se reportó ningún desaparecido esa noche; bueno, solo unos chicos que no avisaron en su casa que no llegarían.
- Vaya caso Skinner, me hubiera gustadoo tomarlo de un principio. Ahora mismo preparo mis cosas para irme a Roswell. Siempre quise ser quien descubriera los misterios de ese pueblo. Quién sabe si a lo mejor descubro la verdad respecto al choque del 47.
- Buena suerte Mulder.

Cuelgo apretando NO, y procedo a marcar el numero de mi compañera, mis movimientos son condicionados, su numero lo he marcado tantas veces como he hablado de aliens. Pongo el teléfono en mi oído y escucho que contesta. “Scully” - dice su Voz.
- Scully, tenemos un gran, gran Caso. AAlista tus cosas, en 30 minutos paso por ti.
- Mulder, de qué se trata esto, adonde vamos.
- El área 51 Scully, vamos a Roswell, NNuevo México.
Antes de que me invada con sus herejes preguntas corto la llamada con un apresurado “en 30 minutos, nos vemos”.

*************

Falta poco para legar a nuestro destino. El viaje fue agotador, pero valdrá la pena. Después de terminar de contarle los detalles del caso a Scully, ella no ha parado de darme explicaciones científicas que explican cada acontecimiento. Incluso me demostró como la bala, con un simple roce pudo haber roto la tela del vestido, rasguñar la piel de la chica y explicar la existencia de la sangre. No entiendo como aún cree que la tierra es el único planeta habitado. Después de todo lo que hemos vivido, lo hemos visto.
- Llegamos Mulder.
Leo “Bienvenido a Roswell”. Ella termina su larga exposición científica refiriéndose a varias teorías respecto de lo que pudo causar el resplandor. Sus palabras llegan a mis oídos, pero mi cerebro no las procesa, solo intento convencerla de que la he escuchado atentamente. Incluso, cada cierto tiempo asiento con la cabeza. No quiero que ella me lave el cerebro ahora, que estoy a cargo de descubrir uno de los misterios más grandes de la historia, tan grande como el Triángulo de las Bermudas o como el monstruo del lago Ness.
Estamos en Roswell. Es un pueblo pequeño como hay muchos otros, nada mas que más desértico. Se nota el calor por sus calles vacías. Ingresamos a lo que debe ser el centro del pueblo. Hay unos cuantos almacenes, minimarkets, una tienda de antigüedades, una lavandería, un restaurante. Me detengo.
- Tienes hambre –le pregunto a Scully.<
- Claro, no escuchas mi estomago.
Leo “Crashdown Café”, y sigo buscando un buen estacionamiento.
- El nombre del café es tan apropiado aal lugar – comenta ella, haciéndome reír.
Estaciono bajo un árbol media cuadra hacia arriba. Bajamos del auto y nos dirigimos al café.
- Me pregunto si ocurrió acá el famoso tiroteo – comparto con Dana.
- Las posibilidades deben ser 2 de 1, nno deben haber muchos cafés por acá – me contesta.

Entramos al lugar, abro la puerta cedo el paso a Scully, que con mucha seguridad y desplante entra tomando asiento en la tercera mesa desde la puerta, hacia la izquierda. La sigo sentándome frente a ella. El lugar es bastante acogedor y no hay casi nada de gente, solo un chico de notorias orejas que coquetea con una de la mesera de cabello oscuro. Ella se da cuenta que estamos acá, nos echa una mirada y luego le comenta algo al chico, que trata disimuladamente mirarnos mientras ella, libretita en mano y vestida con un galáctico vestido y unas adorables antenitas, se dirige hacia nosotros.

- Bienvenidos – nos dice dándose cuentaa que no somos del distrito – ¿Qué desean pedir? –Continuó.

Procedo al igual que Scully a mirar el menú, al empezar a leerlo una sonrisa demasiado notoria nació en mi rostro, desvió la mirada al rostro de Scully que mira mas que extrañada el menú “Oh por Dios” logro leer en sus labios. El menú tenía una colección de comida con nombres tan apropiados a toda la locura extraterrestre. Finalmente me decido.
- Quiero una hamburguesa Saturno.
Miro a Scully quien muy desconcertada me devuelve la mirada.
Quiero Marcianos invasores – dice Scully.
No puedo evitar reírme de su rostro, muerdo mi labio para calmar mi risa. La chica sonríe también, debe estar tan acostumbrada a vivir esta situación que ya no le debe ni molestar que uno se ría de los originales nombres.
- Algo más – pregunta la chica – ¿algúnn refresco?.
Veo la sección de refrescos, con nombres más originales y escalofriantes como sangre de alíen, quien pediría un refresco llamado así, bueno, tal vez yo.
- Sangre de Alíen ¿es realmente de fressa? – le pregunto con cara de asco.
- Si - responde riendo -¿le traigo una??
- Dos, trae dos – dice Scully.
La chica se da media vuelta, mientras se dirige al mesón observo que el chico de las orejas nos había estado observando, bueno a lo mejor solo miraba a la chica, pero una vez que se dio cuenta que yo lo descubrí rápida y nerviosamente corrió su cara, delatándose.

- Simpática chica – comentó Scully, yo asiento con la cabeza.
- Crees que ella podría darnos algo de información – continuó.
- Intentémoslo – le respondo.

Veo a través del ventanal de la cocina a otro chico de peinado muy extraño, se parece bastante a mí a la edad de 16 años. El chico le pasa la comida a la mesera que nos atendió, ella se dirige hacia nosotros y nos entrega lo que pedimos. Y antes que se diera la vuelta, Scully ataca.
- Te podemos preguntar algo.
- Claro – dice sonriendo inocentemente..
- Yo soy Dana, Hola.
- Eh, eh, mi nombre es Liz – dice nerviiosamente.
- Bien Liz, nosotros estamos acá investtigando unos fenómenos que han ocurrido últimamente – dice mientras saca su placa. Se la muestra a la chica quien con enormes ojos la observa, ella en un movimiento disimulado mira al chico de las orejas y luego voltea mirándome. Noto su nerviosismo que la delata que algo esconde.
- Tú eres la chica del disparo ¿cierto??
- ¡¿Qué?! ¿La chica del disparo?..... ¿¿qué disparo? – en su nerviosismo da vuelta nuestros vasos de sangre de alíen – Ay cuanto lo siento – intenta limpiar el desastre con su delantal – vuelvo enseguida, ay que desastre – se da la vuelta casi corriendo, la llamo intentando que se quede, pero no escucha.
- Qué pregunta es esa – Me dice Scully..
- Es ella –le digo con toda seguridad.<
- Sólo se puso nerviosa al ver que érammos del FBI.
Puedo ver que Liz va a la cocina y tras ella va el chico de las orejas. Puedo ver que otra mesera le conversa un rato con ella y va a preparar unos refrescos. La chica rubia vestida con el mismo vestido y las mismas antenas toma los jugos y nos entrega a nosotros.
- Cuanto lo siento – poniendo los jugoss sobre la mesa – mi amiga es un poco nerviosa, no sabe como comportarse ante la ley. Y no se preocupen que toda la comida es un regalo de la casa.
La chica intenta irse pero nuevamente Scully la ataca con una pregunta.
- ¿Liz te contó que éramos agentes?. - Eh........... sip. Ella esta cambiánddose su vestido, enseguida viene.
- ¿Tu también estabas en el tiroteo? – pregunto directamente.
- Eh yo, yo si, si estaba – se pone nerrviosa pero intenta calmarse.
- Entonces fue acá – reacciona sorprenddida Scully.
- A quien le dispararon entonces – preggunto seriamente – A ti o a Liz.
- A..a...a nadie, nadie salió herido, ggracias a Dios.
- Perdón, hice la pregunta equivocada...... ¿quién de las dos termino manchada con kepchup?
- Ah, esa fue Liz, si, si ....ustedes yya vieron cuan nerviosa es, cuando vio a los tipos discutiendo y luego la pistola se desmayo cayendo sobre un frasco de kepchup – muy nerviosa intenta irse – bien yo los dejo – con sonrisa fingida.
Se da la media vuelta mete sus manos a los bolsillos del delantal y saca un pequeño frasco que comienza a oler.
- ¿Tenia razón o no? – le digo descaraddamente a Dana.
- Si pero ¿tenias que ser tan directo?<
- Si, Quiero llegar al fondo de esto luuego.
Es mejor ser director y si tienes la posibilidad de resolver las cosas de una vez intentarlo, y bueno, si te equivocas no hay nada mas que hacer que agachar la cabeza, pero en esta ocasión no fue así. Si hubiera seguido los procedimientos de Scully, hubiéramos descubierto esto una semana después.
Terminamos de comer, dejamos unos dólares de propina y nos paramos de nuestra mesa, me adelanto a abrir la puerta de café miro hacia el frente “UFO CENTER” leo, miro a Scully de una manera que no fue necesario decirle una palabra para que accediera a que entráramos.
- Esta bien, vamos – dijo al mirar mi rrostro.
Cruzamos la calle y entramos al UFO CENTER, el lugar estaba muy oscuro, poca gente lo visitaba, supongo que porque es día de semana. Bajando las escaleras me fijo en informaciones, es el mismo chico de las raras orejas, lo sigo observando hasta que el se da cuenta de que llegamos, me da una rápida mirada y luego mira hacia otro lado, pretendiendo no haberme visto. Scully también se da cuenta que el chico esta acá “¿cómo habrá llegado?” Me pregunta asombrada. Reacciono “es Verdad, nunca lo vimos salir”. Luego pienso; quizás salió por la puerta trasera.
Nos dirigimos intencionalmente a informaciones.
- Buenas tardes – nos dice – en que less puedo ayudar.
- Bueno – leo su credencial – Max, dondde está todo lo relacionado con el choque de 1947.
- Por todos lados – bromea un poco descconcertado, saca uno papeles y nos los pasa – Aquí esta el mapa del lugar, puede empezar la exposición por la derecha, es la mejor manera.
- Gracias Max – le digo y dio la vueltaa.
Tomo el folleto e intento ubicarme donde estoy, “señor” escucho que me llama el chico. Me devuelvo donde él quedando Scully de espaldas observando curiosa el lugar.
- Tome, un regalo – y me pasa dos graciiosas mascaras de Alíen.
Con un “Gracias” me alejo nuevamente me pongo una de las mascaras y me dirijo a Scully.
- Scully- la llamo, me mira abre bien ssus ojos y suelta en carcajada.
- Tu estas tan loco como todos en este pueblo. Hasta el momento no he visto nada que no este relacionado con alíen y platillos voladores.
Recorrimos todo el lugar y encontramos datos bastante interesantes sobre seres de otros planetas por todos lados, aunque estoy seguro de que la mayoría, si no es que todos, son una gran farsa. Scully no dejaba de rebatir cada uno de los argumentos que contenía cada caso. Luego de terminar nuestro recorrido voy donde Max, mientras Scully como buena forense se dedicaba a analizar la famosa autopsia de un alíen.
- Sabes de algún lugar barato donde podder pasar la noche.
Le pregunto estudiando cada uno de sus movimientos, estaba bastante tranquilo aunque respondía a todas mis preguntas tímidamente. Presiento que ese chico esconde algo, sabe algo que también esconde Liz y la otra chica rubia y tengo que averiguar que es.

*****************

Llegamos al Hotel, bastante modesto por cierto. Por más que bromeé con Scully diciéndole que ¿para que íbamos a rentar dormitorios separados? Ella no cedió. Sabía que no lo haría. Ella esta en el cuarto de al lado, seguramente leyendo alguna revista de ciencias, mientras yo, en cambio pongo unas monedas al vibrador de la cama y tomo algunos folletos que rescate del UFO CENTER. Mientras mis ojos recorren cada palabra y la cama hace vibrar plácidamente mi cuerpo caigo en un profundo sueño.

La mañana siguiente fui despertado por el insistente ring del teléfono, eran las 9 de la mañana y Scully quería comenzar con las investigaciones.
Mientras ella se quedó en la biblioteca revisando los periódicos locales, yo fui a dar algunas vueltas por el pequeño pueblo.
Lo primero que hice fue visitar la comisaria de Roswell. Donde hable con Jim Valenti, el comisario del pueblo. No fue de mucha ayuda hablar con él, porque negó completamente que haya ocurrido algo sobrenatural en Roswell. Una completa farsa la conversacion, como conclusión *El comisario esconde algo*
Conducía en el pequeño auto arrendado y decidí hacer un pequeño break en una peculiar tienda de artículos de alíen, entre a ella y una linda mujer atendía en el lugar.
- Buenas tardes – me dice entre tímida y coqueta.       
- Holaaa......... – alargando para que me diga su nombre.
- Amy, Amy de Luca. Así que Turistas enn Roswell ¿en esta época del año?
- Hola Amy, mi nombre es Fox Mulder y nno, no soy turista, para nada, no andaría vestido así. Me gustaría hacerle algunas preguntas.
- Claro, como no.
Me mira con sus intensos ojos azules mientras saco mis documentos para mostrarle mi identificación del FBI, me siento frente de ella, separados por el mesón del negocio. Y cuando le muestro mi credencial su tierna y picara mirada se transforma en una asustadiza y húmeda mirada “de que se trata esto” me reclama con su nerviosa voz, “que pasa” le digo pretendiendo me explique el por que de su temor, al no recibir ninguna respuesta trato de aclarar la situación “ Amy, tranquila, solo estoy investigando unos fenómenos que nos reportaron”, inmediatamente su rostro dibuja una enorme sonrisa que refleja tranquilidad “fenómenos” se dice burlándose de si misma. “ así que....... Agente Mulder” me lo dice un poco en broma “que quieres saber”, y unos ruidos de llaves y alguien que entra nos interrumpen y distraen, es la mesera rubia del Crashdown junto al chico del pelo extraño, quienes al verme se paralizan por unos segundos en la entrada, pero luego ella me saluda amablemente y el chico, con una expresión de extrañeza que delatan sus ojos y ceño, se despide de ella y se va. La joven se acerca a Amy con un “Hola mamá”, y ahora el sorprendido soy yo. “¿Conoces a María?” me dice Amy luego del beso de llegada de su hija y es ella quien le explica a Amy la escena de ayer en el Crashdown.
Mientras María va a su cuarto Amy comienza a hablarme de María y me cuenta que ha cambiado mucho últimamente y no sólo ella, porque hablo con la madre de Liz y le dijo que ya las chicas no eran las mismas niñas que confiaban en sus madres y que corrían a contarles sobre cualquier cosa que pasara.
Poco a poco, sacando conclusión de esta conversacion de madre preocupada me empiezo a dar cuenta de algo. “Desde cuando empezó a cambiar María” le pregunto a Amy, y ella me responde justo lo que pensaba, desde el año pasado esta actuado diferente y su última salida juntas fue a finales de agosto y los disparos fueron en septiembre. Esto definitivamente significa que María y a Liz están implicadas.
Necesito que ellas confíen en mi, algo absolutamente imposible de conseguir, pero que voy a tener que intentar de alguna forma para terminar con este expediente.

***************

Llegue al Hotel a cambiarme de ropa, me di cuenta que llamo mucho la atención vestido como los hombres de negro.
Scully encontró unas cuantos datos que no creo que sean relevantes en el caso. Suena el teléfono nuevamente contesto y por tercera vez en 5 minutos es Scully.
- La bala no pudo haber desaparecido – sigue discutiendo.
- Pero entonces, como es que nadie la eencontró.
- Busque en libros de artillería y de lla química de la pólvora y dicen que puede ocurrir que no habiendo balas en la pistola, al jalar el gatillo el arma puede hacer destellos con los resto de pólvora en ella.
- Eso no puede ser posible.
- Lo dice el libro, de todos modos seguuiré investigando, después del almuerzo, claro. Que hacemos llamamos servicio en tu cuarto o en el mío.
- Ninguno de los dos, vamos al crashdowwn.
- ¿Pasaremos todo el caso comiendo comiida chatarra?
- Hasta que sepamos lo que esconden esoos chicos.

El crashdown no queda lejos del Hotel, por eso convencí a Scully de quedarnos acá. Desde el Hotel caminamos 10 minuto y llegamos al crashdown, Scully como todas las otras veces me reclama por no irnos en el auto y agradece por haber traído bloqueador solar, porque acá el sol pega bastante fuerte.

Llegamos al Crashdown y María nos atiende, cuando nuestro pedido esta ya sobre la mesa, María nos pregunta si vamos a querer algo más “Solo llévale mis saludos a tu mamá” le respondí, de reojo me fijo en Scully que me mira como un gesto de “explícamelo” pero yo seguí esperando con mirada pícara esperando alguna palabra de María para seguir este juego.
- Ah, mi mamá dijo que si lo veía le diijera que cuando quisiera fuera a la casa - responde María para mi sorpresa.
- Oh, bien, dile a Amy que muchas graciias y que cualquier día voy a terminar mis preguntas.

María asienta con la cabeza y en su boca una semi sonrisa.

- ¿Quién es esa Amy? – Me pregunta Scullly, yo diría que casi celosa pero no podría afirmar algo así.
- Entre a su tienda y le hice unas pregguntas y después supe que era la mamá de María.
- Ah, una pueblerina.
- Sí, y bastante joven y linda.

Mientras me divierto un poco con las emociones de Scully llega Max y una chica de largo pelo rubio y se sientan frente nuestro, observo a la chica da pequeñas miradas hacia nosotros, como si le hubieran hablado de nosotros. Esta sentada frente mío, nuestras miradas chocan cada vez que trato de analizar sus movimientos, se nota muy nerviosa y Max parece estarle diciendo “sé más disimulada” o algo parecido, me imagino. Cada vez que veo a estos chicos, me dan unos escalofríos de solo pensar que información poseen. ¿Cómo comprobarlo? No lo sé, pero mis presentimientos casi nunca me han fallado y estoy seguro de que esta vez no lo harán.
La chica se ve bastante nerviosa y no ha parado de mirarme desde que llegaron, pero es como si estuviera obligada a hacerlo. Sus ojos penetran los míos de una manera intensa y como si a través de mis ojos entrara en mi cerebro y escarbara en él. La veo y con un profundo suspiro de ella y en una más relajada posición ya me siento liberado de esa opresión y ella muy agotada me quita la mirada, veo a Max preocupado por ella, seguramente notó que su reacción no era normal y ahora le pregunto que le ocurre, la chica parece estar bien porque comienza mirar a Scully esta vez, con la misma intensa mirada y sin siquiera pestañear, lo hace por unos segundos y miro a Scully que parece estar incomoda, “me siento mareada” me dice y noto que desde su pelo empiezan a caer gotas de sudor, miro a la chica quien parece estar muy concentrada y con los ojos cerrados, miro a Scully y no parece estar nada bien, sus ojos se cierran cada dos segundos y su cuerpo yace tenso sobre el sillón donde estamos, la veo y parece estar desmayándose y cada 5 segundos pierde el conocimientos y luego vuelve para decirme que se siente mal, la tomo por la cabeza y mi mano queda húmeda al contacto con su sudado pelo, pongo mis manos sus mejillas y el calor de su cuerpo penetra en mi piel, tomo su pulso y el latir de su venas retumbaba rápida y escandalosamente sobre su muñeca.
- ¡Llamen una ambulancia!
Grito a quien sea que me escuche despertando a la chica con mi voz, ella me ve con esa mirada de preocupación, sus ojos llorosos y su ceño fruncido, la chica mira a Max con la misma mirada que me hizo a mí, Max voltea su cabeza chocando su mirada con la mía, la chica trata de explicarle algo casi llorando a Max, y el la tranquiliza diciéndole “Isabel, ya cálmate", mientras veo que Scully esta cada vez peor, su cuerpo tirita entero y pierde el conocimiento cada 3 segundos pero yo la hago mantenerse despierta con pequeños golpes en sus mejillas.
Estos chicos cada vez están más extraños, y me hacen pensar locuras acerca de ellos, cosas como............ no, eso no puede ser, pero definitivamente hay algo anormal en ellos, definitivamente la chica tiene algo que ver con el estado de Scully, su comportamiento la delata.
Quisiera acercarme a ellos y con toda mi autoridad de agente del FBI preguntarles que le hicieron a Scully, que esconden, por que el resplandor, porque desapareció la bala, que relación tienen con el choque. Pero no puedo abandonar a Scully, ella me necesita ahora tanto como yo la necesite para este caso, yo la traje a Roswell.
A lo lejos se escucha el ruido de la sirena de la ambulancia, hay unos cuantos curiosos alrededor de nosotros, observando el estado de Scully pero conservan la distancia, María anda por todo el lugar aspirando un pequeño frasquito para tranquilizarse, mientras Max abraza a la chica y Liz me ayuda trayendo agua para refrescar el ardiente rostro de Scully.
Se escucha la ambulancia estacionar, bajar camillas y gente que entra corriendo al café, En mi temor le doy un fuerte abrazo a Scully, paso uno de mis brazos por su cadera y con el otro envuelvo su cuello, sintiendo que en mi desnudo brazo un pequeño palpitar golpea mi piel, los paramédicos se acercan y acabo de descubrir algo inusual en Scully, luego recuerdo “el chip”, Dios mío, mi piel se estremece y mi corazón se aprieta, Dios mío, es el chip de nuevo y me acerco a la pequeña cicatriz y descubro algo mas inusual aun, paso mi dedo índice por la pequeña cicatriz y siento los golpecitos, me acerco más y los paramédicos piden que me aleje, yo solo los escucho y luego los ignoro, me acerco al pálido cuello de Scully y pongo atención al sonido, el sonido que me vuelve loco de pensar lo que pueda ocurrir ahora, es un sonido silencioso y es casi mudo “beep” , un “beep” que hace quedar paralizado, que me hace reaccionar en forma nula. Los paramédicos rápidamente me apartan de Scully, tres hombres la suben a la camilla, inconsciente se la llevan a la ambulancia, quiero acompañarla hasta el Hospital, pero no puedo realizar movimiento alguno y solo me quedo contemplando como la ambulancia parte y sintiendo cada dos segundos como aquel “beep” da vueltas en mi cabeza.

Cuando el sonido de la sirena desaparece recién alcanzo a reaccionar. Suspiro, y veo que todos me observan, trago y veo que nadie se me acerca. Con el corazón en mis manos observo a Max y los otros chicos, debo hablar con él pienso, pero también debo ir al hospital. Este sería el momento exacto donde descubriría todos los misterios, acaban de atentar en contra de Scully de eso estoy seguro, pero como descubrirlos. Me acerco a ellos y al verme me observan con temor, sus ojos titilan y sus labios tiemblan por la culpa que deben sentir.
- ¿Quiénes son ustedes? – le pregunto aa Max y a la chica dejándolos mudos – ¿Qué acaban de hacer? – Pregunto abandonando el lugar y dejando claro que encontraré las respuestas.

************

Scully quedó en el Hospital en coma, los doctores no saben porque ocurrió y los síntomas no pertenecen a ninguna enfermedad relacionada. Tres científicos están realizándole a Scully exámenes y estudiando su caso.
Ahora yo voy camino al Crashdown, son solo las 7 de la tarde y aun debería estar abierto.
Paso por el Crashdown y me encuentro sólo con una acabada señora, llamada Agnes, que atendía el lugar. Voy a la casa de Amy a buscar algo de información con María, entro a la tienda y Amy amablemente me saluda, le pido que llame a María y vuelve con las dos chicas, Liz y María. Ambas parecen estar muy asustadas, salimos del negocio para hablar y me piden que por favor aun no diga nada, hasta hablar con los demás. Secretamente me pasan un pequeño y arrugado papel, el que veo luego de subirme al auto, lo veo y era un mapa desde la carretera hacia el interior. Luego vienen a mi mente las palabras de Liz “no digas nada a nadie hasta hablar con ellos”. Sí, si por fin voy a descubrir que ocurre, este papel me llevara ha la verdad que he perseguido durante tantos años. Rápidamente conduzco hacia la dirección que me indica el papel, la carretera empalmaba con un pequeño camino de tierra y piedras por el cual debía ir, avanzo varios kilómetros hasta llegar a un barranco, el lugar era maravilloso, el corte de las rocas formaba un embalse que reflejaba el azul intenso del cielo contrastando con el color ocre del desierto. Pero el lugar estaba vacío, sin plantas, sin animales ni personas. “Estos chicos me engañaron” pienso, miro a mi alrededor y luego hacia una colina donde veo un jeep “deben ser ellos” pienso, me acerco veo a cuatro chicos en el jeep, dos chicas y dos chicos.
Max se levanta de su asiento de piloto del jeep caminando hacia mí. Me detiene a medio camino, parado frente a mí, me observa con sus misteriosos ojos semi abiertos por culpa del intenso sol.
- Sabemos que podemos confiar en ti – ddice, interrumpiendo el silencio.
- Necesito que me expliquen varias cosaas.
Y se aparta el camino abriendo la invitación para ir con los demás. Max viene tras de mí, mientras me acerco alcanzo a divisar a la chica Isabel, al chico del pelo extraño y a otra chica que nunca había visto entre ellos.
Escuchando el sonido del viento, que era lo único que interrumpía el profundo silencio, comencé a temer por lo que iría pasar, pero siempre con la esperanza de descubrir la verdad.
- ¿Cómo esta tu amiga? –Pregunta Isabell preocupada.
- ¿Que le hiciste? – le pregunto con mii voz clamada pero con autoridad.
- Ey, si te vas a poner así, nos vamos de acá, me entiendes – dice el chico de pelo raro.
- Ella quizás no este bien ahora – dicee la chica que no conozco – pero encontraremos la forma de que se recupere, por eso no te preocupes.
- Fox, ¿cierto? – pregunta Max y enseguuida asiento con mi cabeza no muy convencido.
- Mulder, Agente Mulder – corrijo.
- Yo provoque todo y tu lo sabes – dicee Isabel – yo entre en tu mente...... necesitábamos saber por que nos estaban investigando, te hice unas preguntas y respondiste con toda sinceridad y supe que tu no eres como Pierce. En cambio cuando quise entrar en la mente de tu amiga no fue tan fácil ella poseía esa cosa, un chip. El que se activo al entrar yo, dejándola como esta ahora.
- Pero porqué – pregunto más que intriggado, sabiendo que la respuesta cambiara mi vida para siempre - ¿Qué eres? ¿De dónde eres?
- Mira Mulder, sabemos que nos has busccado durante toda tu vida, sabemos lo que le paso a tu hermana, pero te aseguramos que nosotros no tenemos nada que ver con eso.
- Entonces ustedes son........
Al fin, aunque todavía no me dicen con todas sus palabras * somos extraterrestres *, pero lo son..... el momento más esperado en toda mi vida y no les puedo creer, me están fastidiando, me están jugando una broma, es que......... y la nave.
- No, no – continuo – no puede ser, ¿¡uustedes!?.... debe ser una broma.
De pronto veo el cielo nublarse o más que eso, el cielo se pone negro intenso, y es como un eclipse solar, como si la luna se hubiera acercado tanto a la tierra, que la tengo a unos cuantos kilómetros de mis ojos, pero me fijo bien y es una nave, la nave madre........... ellos no me mentían era verdad. Del centro de la nave sale una cegante luz blanca que nos envuelve a todos y nos empieza elevar para entrar por sus enormes compuertas y mientras entrábamos en la absoluta oscuridad de la nave, yo sin ver nada cierro mis ojos y para cuando los abro, estoy parado en el mismo embalse al borde del barranco y los chicos están frente mío.
- ¿Qué paso? ¿Qué hicieron? – Pregunto muy perturbado.
- Solo te hice creer que lo que viste dde verdad estaba pasando, pero solo puedo hacerlo por un momento – Dice la pequeña rubia.
- Entonces de verdad ustedes son........... esperen, ¿qué más pueden hacer? ¿qué otros poderes tienen?
- Podemos manejar la estructura molecullar de las cosas – dice Max – eso es algo que todos podemos hacer. Isabel puede meterse en la mente de las personas, lo que hizo contigo y tu amiga. Michael con su energía puede lanzar cosas o personas. Tess puede hacer creer que ocurren cosas, que en realidad sólo pasan por tu mente.
- Y tu Max, ¿cuál es tu habilidad?
- Puedo manejar la estructura molecularr hasta de personas, así fue como le salve la vida a Liz.
- Estas diciendo que era verdad, a Liz le dispararon aquel día. Ella pudo haber muerto, pero tu estabas ahí y la salvaste arriesgando tu propia existencia. ¿Por qué Max? ¿Por qué arriesgaste la vida de todos ustedes por salvar a Liz?
- Cualquiera habría hecho lo mismo – diice después de un rato de silencio – simplemente no era aun su hora de...... morir – dice y traga.
- Es lo mismo que va a hacer ahora por tu amiga – dice Isabel, salvando a Max de la incomoda situación – Max, intentará desactivar el chip y a la vez, salvar la vida de tu amiga.
- ¿Porque están haciendo esto por nosottros? Después de todo, nosotros venimos acá por ustedes.
- Mulder, conocemos como piensas y sabeemos que no nos vas a entregar al gobierno.
- y..................¿Qué les hace penssar eso?.
- Tenemos una misión acá. Sabemos que eentenderás nuestra posición acá en la Tierra – Dice Isabel – yo entre en tu mente, ¿o no recuerdas?
- Se nos hace tarde, camino al Hospitall te cuento todo – dice Max.
- ¿camino al Hospital? – Pregunto sorprrendido – ¿Vamos a ver a Scully?
- Vamos a salvar a Scully.

Max se fue de copiloto, junto a mí. A pesar de que el sea un ser de otro planeta no me da temor que estemos en el mismo auto, quizás es por que no es el alíen que todos idealizamos, verde de grandes ojos y con deseos de destruir la humanidad.
Echo a andar en auto, siendo el motor del auto el ruido que interrumpe el profundo silencio entre Max y yo, débilmente presiono el pedal del acelerador alejándonos poco a poco de Isabel, Michael y Tess. Max seguramente espera que comience mis preguntas, que son como 1 millón. Dejamos atrás la represa, ya ni el Jeep ni ninguno de los chicos son visibles. Respiro profundo, miro a Max por unos segundos y luego continuo mirando el camino de tierra y piedras delante de nosotros. Hasta que me decido en empezar con mis preguntas.
Lo primero que le pedí, fue que me explicara eso de su misión. Luego me contó como llegaron a la tierra y hasta la relación entre ellos cuatro.
Ellos fueron creados y puestos en la tierra para salvar a su planeta de la esclavitud que hoy viven. Son parte alíen y parte humano lo que explica el porque son como cualquier otro terrestre pero con poderes. Están en la Tierra porque quienes tienen el poder de su planeta, están en la Tierra tambien. Ellos suponen que pretenden tomar el control de planeta Tierra también. Entonces ahora deben encontrarlos y vencerlos y así ganaran la libertad para su planeta y al mismo tiempo salvarían a nuestro planeta de una gran tragedia.
Pedí que me respondiera sinceramente porque tenían tanto interés en salvar a Scully, y porque a mi me contaron algo que hasta a sus padres le ocultan, al principio me decía que solo porque no era su hora y que no había ningún interés oculto, pero no fue muy elocuente al decirlo, por lo que no le creí su argumento e insistí en pedirle la verdad.
- El chip de Scully esta activado – ya vencido – eso quiere decir que nuestros enemigos rastrearan la señal del chip y nos encontraran, nuestro plan es desactivar el chip y encontrar nosotros a nuestros rivales cuando estemos preparados para enfrentarlos.
Max me pidió que no le dijera a nadie acerca de esta información porque eso acabaría con ellos y con su misión.
Aunque le pedí insistentemente que le dijéramos a Scully cuando ella sanara, el se negó absolutamente. ¡Dios! Que ganas tengo de contarle, ver su rostro y restregarle un “te lo dije” durante toda el resto de nuestras. Pero no, lamentablemente tuve que prometerle a Max que no diría ninguna palabra de esto a nadie ni siquiera a Scully.
¡Cielos! De que sirve saber que hay vida en otros planetas, si no le puedo decir a nadie que todas mis teorías eran ciertas y que siempre tuve la razón. Bueno, supongo que sirvieron para confirmar que yo realmente no estoy loco y también permitir que la tierra no sea invadida por alíens.
Vamos llegando al Hospital, estaciono cerca de la entrada trasera por donde ingreso junto con Max, noto su nerviosismo al caminar por los blancos pasillos del lugar, rápidamente me contagio de su miedo, presumo que es el miedo de que todo salga bien, el miedo de un abogado antes del veredicto final, el miedo que tiene un medico antes de una cirugía. Subimos al ascensor solo Max y yo, entonces interrumpo.
- Estas seguro que esto resultara bien,, bueno, tú ya tienes experiencia.
Solo me mira y dice “experiencia sanando heridas de balas, no comas a causa de un chip”, lo que me pone más temeroso aun, aunque sé que todo saldrá bien.
Llegamos al piso donde se encuentra Scully buscamos su cuarto y hablamos con la enfermera a cargo para que nos permitieran entrar a Max y a mí. No fue difícil convencerla ya que le dijimos que Max era su hermano y yo era su novio.
Ingresamos al cuarto y ahí esta Scully, en su cama conectada a muchas mangueras y en la misma posición en que la deje, lentamente nos acercamos a su cama Max por el lado derecho y yo por el izquierdo, de inmediato pregunto “¿lo harás ahora?” y el me responde asentando con su cabeza.
Cierro bien la puerta y las persianas que daban al pasillo en 5 segundos, volviendo de inmediato a mi lugar.
Su pálido rostro, sus notorias bolsas le daban a Scully un aspecto de paz, lo que me hacia temblar. Miro a Max que parece nervioso ante la situación, me pregunta “¿dónde tiene el chip?” y sentándome al lado de Scully tomo su ligero y lacio cuerpo balanceándola hacía adelante aun sentada mostrándole la casi invisible cicatriz en su bajo su cuello. Max me pidió que la mantuviera así mientras él trataba de desactivar el chip.
Max se sentó del otro costado de la cama, me miró a los ojos y lentamente comenzó a subir su mano cuando, esta estaba a la altura de nuestras cabezas doblo y luego estiro cada uno de sus dedos con esa mirada que penetraba hasta los huesos. Sin quitarle los ojos de encima comenzó a acercar su mano al cuello de Scully lenta y temblorosamente hasta posarla sobre la cicatriz. Todo esta en silencio. No se si es verdad o es sólo mi Imaginación pero a lo lejos alcanzo a escuchó un muy apagado y débil sonido del “beep”. Me fijo en Max que casi sudando aprieta los dientes tratando de concentrarse haciendo que su tensa mano salga una resplandeciente luz que se vuelve más y más intensa cada segundo, haciendo que su cuerpo tiemble y el mío reaccione con miedo. Su mano se relaja, junto con su rostro, luego de alcanzar el resplandor máximo y comienza a bajar la intensidad de la luz hasta hacerse absolutamente nula y es justo cuando el “beep” deja rondar por mi cabeza, Max pausadamente empieza a levantar su mano del cuello de Scully y es cuando empiezo a sentir que el cuerpo de Scully esta haciendo lánguidos movimientos, inmediatamente yo la enderezo de su incomoda postura hasta dejarla acostada sobre su cama.       
- Llama a la enfermera – le digo a Max,, que esta exhausto, pero aun así sale rápidamente de la habitación gritando “Enfermera, enfermera”
Veo a Scully quien lentamente abre sus ojos y con una sonrisa de felicidad y tranquilidad en mi rostro cuando entra la delgada mujer vestida de blanco con una expresión de preocupación en su rostro y Max tras ella.
- ¿Paso algo con la paciente? – me preggunta asustada.
- Esta bien – le dijo expresando mi fellicidad al máximo – despertó.
Y Scully quien aun desconcertada por no sabe que esta ocurriendo, comienza a pararse de su cama, se sienta y logro ver en su desnuda espalda un mano plateada estampada justo donde Max puso su mano. ¡Diablos! Pienso y en seguida digo a Scully “debes permanecer acostada, hasta que sepamos que estas bien” y se vuelve a acostar sobre la cama, ocultado la marca alíen.
- ¿Qué me paso? ¿Dónde estoy? – Fueron sus primeras preguntas.
Y cuando comenzó a hablar Scully, la enfermera le puso un termómetro, luego le tomo la presión sacándole algunas de sus mangueras.
- Esta en perfectas condiciones – dijo la enfermera luego de examinarla por un buen rato.
- ¿Pero qué fue lo que paso? – Le preguunto para despistar que nosotros tuvimos algo que ver con su rápida recuperación.
- No lo sé, al parecer solo un milagro explicaba bien todo esto, pero para ser más precisos dejaremos a la paciente en observación por esta noche –responde la enfermera.
- ¿en Observación? Pero si ella se siennte bien, ¿cierto Scully?
- Claro, además tenemos asuntos pendienntes – responde ella, dándome un gran alivio.
- No lo sé, hablaré con el doctor para ver si le podemos dar de alta hoy.
La enfermera sale de la sala y la felicidad que sentí al ver a Scully sana desaparece por este enorme nudo que tengo en mi estomago gracias a la evidencia que dejo Max al sanarla.
¡Dios! Si alguien ve la mano plateada en el cuello de Scully descubrirá a Max y ahí si que esteremos perdidos.
De verdad es un milagro la recuperación de Scully, un milagro intergaláctico, está tan impaciente por salir del hospital para terminar nuestro expediente. Preguntó que hacia Max ahí con nosotros y sólo se me ocurrió responderle que nos habíamos hecho amigos. ¿Amigos? Que excusa más tonta, como si yo fuera de esos que se hacen de amigos. A pesar de no quedar muy convenida, lo sé por el rostro que puso, pero al final inocentemente creyó.
Mientras le conté a Scully lo que había pasado con ella en el Crashdown entra a la habitación la enfermera junto con el doctor a cargo, mi corazón comienza a latir más rápido por miedo a que las palabras del doctor sugieran que Scully se queda esta noche hospitalizada. Trago y miro al anciano hombre con mirada de suplica, pero el entra silenciosamente al cuarto, toma el pulso de Scully, revisa en los registros de las máquinas a las que estaba conectada Scully moviendo su mirada de uno a otro lado del papel, asentando con su cabeza cada vez que terminaba con un papel, y mi corazón más apretado cada vez.
-¿Se siente bien? ¿Cansada? ¿Dolor de ccabeza? – Con su áspera que le repetía a Scully, pero ella siempre decía que esta en perfectas condiciones. Finalmente el doctor decide que hará, yo con el corazón en mis manos miro a Max quien parece estar tranquilo mientras ruego y imploro que la deje salir.
- Puede irse ahora, pero tiene que volvver mañana para un pequeño control, vea el horario con la enfermera – hace un gesto con su mano, como diciendo nos vemos mañana, y sale de la sala haciendo que un gran alivio libere mi cuerpo de esa enorme tensión que me presionaba cada vez más contra el suelo.
Salimos juntos con Max mientras Scully se prepara para abandonar el Hospital. Hable con Max sobre la marca que dejo en Scully y dijo que en un par de días desaparecerá, por suerte.

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Estamos fuera del Hospital y Max se despide de nosotros. Posa su fría mano sobre la mía y le doy un fuerte apretón, respiro profundo y me pregunto si él podrá leer mi mente en este preciso momento, fijo mi penetrante mirada en sus profundos ojos cafés pretendiendo que él vea lo que pienso, pretendiendo que su intensa mirada ahonde en mi mente y vea lo agradecido que estoy por haber salvado la vida de Scully. Respiro profundo y suelto pausadamente la mano de Max sin quitar mi mirada de la suya, mis movimientos son torpes y los de Max son íntegramente seguros, trato de ponerme firme y demostrarle que no falló en confiar en mí. Mi mirada penetra cada vez mas en sus ojos y yo sólo trato de desearle suerte en su misión. Desvió un poco mi mirada creyendo que él escuchó cada unas de mis palabras, él lanza una semisonrisa y aunque parezca fingida yo sé que es signo de confianza que siente él siente hacía mí, su secreto esta bien custodiado y él lo sabe, yo así lo siento. Le doy la ultima mirada y él da un paso hacía atrás y lentamente comienza a dar media vuelta, Max se va y no encuentro las palabras correctas para despedirme de él, lentamente se aleja y alcanzo a lanzar mi última palabra ante un ser de otro planeta, palabras que fueron precisas para lo que les vendría por delante a esos chicos, las palabras alentadoras y necesarias para salir victoriosos en la guerra de mundos que tendrían que aventajar y de la que nadie más que ellos sabrá que ocurrió. “¡Fuerza!” Digo en un grito macizo, haciendo que Max gire su cabeza y me dé una ultima mirada, apretó bien mis dientes indicándole entero aliento, él con un pequeño y firme movimiento de cabeza responde a mi palabra, dejándome seguro que saldrán victorioso en la pelea. Max vuelve su mirada al frente alejándose cada vez más, mi grito y la forma de comportarme confundió a Scully quien me pregunta “¿por qué el grito?, ¿por qué esas miradas?” y ella continuaba hablándome pero yo sólo me dedique a ver como aquel héroe intergaláctico se confundía entre los humanos no dejando rastros de su origen. Pensando en todas las personas que ven a Max, Michael, Isabel o Tess y los confunden con ordinarios adolescentes, ignorando el hecho de que ellos tienen la importante misión de salvar a dos mundos, liberara a su planeta y evitar que el nuestro sea invadido. Con un sollozante respiro comienzo mi camino hacía el Hotel. Scully se hastió de que ignorara sus preguntas y ya había comenzado su marcha voy tras ella hasta alcanzarla.
He vivido los días más extraños de mi vida, comprobé que los aliens existen, porque los vi con mis propios ojos, vi sus poderes, conocí sus historia y es como si me hubieran sacado un peso de encima, siento que ya cumplí mi objetivo, tantos años, tantas investigaciones y ahora al fin encontré vida extraterrestre en la tierra. De pronto es como si ya no me importara las burlas de todo el mundo creyéndome paranoico, quizás hubiera sido mejor para mí dar a conocer mundialmente la existencia de vida alienígena en nuestro planeta, tendría los créditos, respeto y estimación, y todas las invitaciones a programas de televisión desde los científicos hasta del tipo Opra, luego tomo todo eso y lo comparó con la realización de la misión de estos chicos, que es salvar dos mundos, salvar nuestro mundo y ya no me importa ser conocido como el agente chiflado y maniático por ovnis. Algún día todos me encontraran la razón, algún día seré mencionado como parte de la historia de Estados Unidos, dirán algo así “Fox Mulder, lo creyeron un loco en su tiempo porque afirmaba la existencia de vida extraterrestre, ahora nosotros nos reímos de ellos ”, me conformo con eso.
Alcanzo a Scully quien me ignora mientras camino junto a ella, silenciosa y segura camina sin siquiera mirarme de reojo, “Scully” le digo, ella me mira después de un movimiento de ojo sin siquiera mover su cabeza “Vamos a trabajar ahora” dice, intento hacerla reír poniéndole una sonrisa estúpida y venciéndola, ella sonríe naturalmente “¿Qué descubriste Mulder?” Dice siendo la pregunta que esperaba hiciera, “lo termine” le digo fanfarroneando, “¡Qué!” Dice abriendo enormes sus ojos. Un minuto de silencio alargó su simpática expresión en el que sólo sonrió al recordar su chistoso rostro. “Pero, cómo” dice casi tartamudeando. “Tenias razón, todo esta normal”
Le digo algo derrotado “Max me ayudo, todo esta tranquilo acá” terminé diciéndole y esperando la frase de vuelta, un venenoso y mordaz te lo dije o un hiriente y burlón yo sabia. “Te lo dije, Mulder. Yo sabía” concluye, clavando profunda la puñalada que lanza ofenderme.
Seguimos caminando hacía el Hotel el sol esta a punto de esconderse y la oscuridad inunda poco a poco las calles en que caminamos, una cuadra más adelante descubro entre la quietud del pueblo un jeep al lado izquierdo de la calle, justo en el UFO Center. Apresuro mi paso haciendo que Scully haga lo mismo, mientras me acerco me doy cuenta que el jeep esta vacío, me detengo por un minuto y comienzo a caminar lentamente mi hacía el Crashdown y alcanzo a ver la imagen difusa de ellos cuatro a través del vidrio, ellos notaron mi aparición y miran hacia mí. De pronto siento que una confortable sensación de retribución me invade, continuo mirando mientras camino hasta que mi cuello ya no soporta que gire más mi cabeza. Vuelvo la mirada hacia el frente, cierro por un momento mis ojos y luego respiro avanzo seguro y con calma, con la tranquilidad de que ellos se encargaran bien de proteger mi planeta y el de ellos.

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