Título- Hoy es un simple día más.

Autor- Lourdes Dergal.

Nick- Dana Keil

E mail- d_keilah_sARROBAyahoo.com

Rating- AP

Tipo- Viñeta

Disclaimers- Mulder y Scully son propiedad de 1013 productions y la Fox (q si fueran míos... jejejej) No tengo intención de lucro y no hay intensión de violar el copyright.

Summary- mmm... se me hace la parte más difícil de describir. Creo q trata de cómo es la verdadera relación de Mulder y Scully, una relación que va más allá del amor.

Nota- Tal vez descepcione a mis amigos x philos shippers, pero la verdad hay que aceptarlo, CC es noromo!! Jejejej

 

Dedicatorias- Dedicado a mis amigas del internet. A ti Gill en especial por siempre darme ánimos para seguir adelante. A Scully, por ser tan buena compañía y por... mmm... crear a Willliams!! Jejeje En fin no quiero aburrirles así que nombrare a todas que para mi son muy especiales cada una: A Spookygirl (Spoooo!!) a Lurdess (q bonito nombre tienes eh!) a las 3 Emilys, Emily, Emilyx y Emily Mulder, a chica spooky (chicaaa!!) A Katherine, a Samantha, a M-X (uf uf esos tequilitas... jejej)

A Dana, a Future Fighter, a FTF, a Buzy, a mfa, a Miyazuka, a Agente Scully, si se me olvida alguna perdon que si no van a decir que las dedicatorias son más largas q el fan fic jejeje.

Feedback- Porfavoooor!!! Qué mas puedo decir.

 

 

/***/

 

 

Hoy es un simple día más. Un simple día con un simple caso a resolver, con las simples circunstancias que me llevan a amanecer cada día. Estoy en una simple y anodina habitación de hotel. Todo parece tan simple, pero a la vez es tan complejo. Es la complejidad que nadie puede imaginar, nadie que no este en mi vida, ni siquiera un agente federal, ni siquiera Mulder. Sé que él me conoce más que nadie, mas hoy mi vida dió un giro a tremenda velocidad; tal vez a una velocidad que mi mente no puede asimilar. Mi vida cambio, mi concepción acerca de Mulder cambio.

Jamás imagine lo mucho que cualquiera de sus actos me puede afectar, la mínima muestra que el ponga a una frase casual que por azar va dirigida hacia mi, y mi mente, o ya no sé si mi corazón, quiere creer que tiene algún objetivo diferente al de sólo darme una respuesta a una pregunta que he formulado con un propósito distante al de aspirar a recibir una respuesta simple.

 

Esto es absurdo, no entiendo porque mi mente se aferra a los acontecimientos de hoy, será porque yo los había deseado más que cualquier otra cosa, pero mi racionalismo un tanto absurdo -lo acepto- me prohibía de cierta forma abrirme a algo más allá.Si el Mulder que siempre creí conocer no era mas que una imagen proyectada en mi mente que estaba guardad a cerrojo para que yo no pudiera abrirla y cono cer realmente lo que me llevaria a ver su interior; un interior tan alejado a un bufón agente federal y tan parecido a una persona normal que va de la mano a su anormalidad.

Anormalidad? A que diablos le llamo anormalidad? A un aficionado comedor de pipas? A una persona que se ducha, y se remolinea en la cama con la esperanza de retroceder en el tiempo y evitar que el molesto sonido del despertador suene. Tal vez jamás antes quise abrir ese cerrojo. Deseaba que continuara así, como yo creia que era simple mas nunca pense que fuera tan complejo. Esta noche él me ayudo a abrir ese cerrojo, pero aún no entiendo como es que fue posible, como ambos llegamos a cambiar en una situación tan simple y mas común que cualquiera de los otros casos en los que hemos trabajado.

 

Hoy |era| un día normal, simple. Me levanté de la cama detestando a sobremanera el pitido resonante de mi reloj despertador de mesa. Me dirigí al baño para darme una buena ducha que pudiera despertarme por completo. Al salir noté que no tenía hambre en lo absoluto así que preferí ir en seguida al trabajo sin detenerme a desayunar el agrio yogurt que comunmente comía.

Ya en el auto encendí mi telefono móvil y a escasas cuadras de mi departamento, éste sonó. No hacía falta preguntarme quien era él que estaba del otro lado de la línea, en fin, quien más podría ser. Atendí a la llamada con la acostumbrada expresión de mi apellido y la misma voz con la acostumbrada frase que solíamos usar cada vez que marcabamos el uno al otro por el telefono móvil. Sin siquiera decir algún saludo o palabra alguna que notara pizca alguna de sensibilidad, simplemente anunciando la temprana cita que teníamos con nuestro director. Su voz se notaba fría, distante, incluso más que en otras ocasiones.

Haciendo caso omiso a esto, me dirigí deprisa para no llegar tarde a la junta que obviamente representaba un caso nuevo. Un nuevo expediente x a resolver en el que mis conclusiones cientificas y mi razonamiento se ponían a constante prueba.

Subí por el elevador al piso en el que se encontraban las oficinas administrativas y de reojo ví a Mulder de pie en el marco de la puerta. Algo no marchaba bien. Algo en Mulder no encajaba, estaba fuera de tono, ya ni siquiera parecía el mismo Mulder del día anterior y de los 7 años anteriores. No pude atinar que era eso antes de que me tomara bruscamente del brazo y me condujera hacia la oficina de Skinner. Su dureza me parecía escalofriante hasta me asustaba. Ya no era el niño con el rostro y la mirada jugetona de algunas ocasiones, ni siquiera mostró la llama que siempre se encendía en sus ojos palpitantes, en cada nuevo Expediente X a investigar. Este nuevo misterio no le provoco ni la minima expresión en su rostro. Esa frialdad me espantaba, incluso llegó a desesperarme, pero decidí no darle la mínima importancia.

Nos dirigimos al aeropuerto para poder tomar un avión hacia

Milwaukee. Qué diablos teníamos que ir a hacer hasta Milwaukee! Tal vez lo único que alcancé a notar en Mulder fue su enfado contra Skinner por mandarnos tan lejos y con un caso que emanaba insignificancia. Tomamos el avión a las 8:35 de la mañana; fue un trayecto agobiante. Mulder metido en su ordenador portátil y que yo recuerde no me dirigió mirada alguna. Lo miraba de reojo esperando que él siquiera se tomara la molestia de voltear y mirar que era lo que estaba haciendo o si detestaba tanto como él, tener que recorrer cientos de kilometros por algo que obviamente iba a ser todo menos un expediente x. Pero nada... Nada ocurrió. Esto empezaba a enfadarme, a desesperarme increiblemente. No solíamos hablar mucho durante los casos que investigabamos pero esto era el colmo. Al detenerse el avión estube intentando en vano bajar del compartimento mi maleta de viaje pero él, aún viendo mis esfuerzos sobrehumanos, no se acomedio y siguió adelante, creí que iba a ser imposible que bajara mi maleta hasta que un hombre alto y ya de pelo cano, sintio lástima por mi corta estatura y me ayudo. Esta situación llegaba a mi límite, pero aún guardando un poco la cordura decidí seguirle el juego y no decirle nada.

 

Rentamos un auto negro -mejor dicho rentó- y se fue hacia él. Creo que si no le hubiera gritado me hubiera dejado ahí parada puesto que no abrió el cerrojo de mi puerta. Fuimos a la comisaría; y el homicidio tenía todas las carácterísticas de un asesinato pasional: una mujer de 25 años, rubia, delgada, sin estudios ni trabajo "legal" muerta de un impacto de bala colocado con arma de fuego casera y se encontraba en la casa con un hombre y los únicos testigos y sospechosos son la esposa del hombre con el que ella se encontraba y éste. Maldición! Qué espera que encuentre en ésta autopsia! El "agente Mulder" me asignó que hiciera esta autopsia (con aires de superioridad) y se retiro a hacer las averiguaciones pertinentes. Durante la autopsia, deducí que Skinner hacía esto para dar cuenta de que no había motivo alguno para mantener los expedientes x abiertos; pero ahora lo que me importaba era el expediente x que se había abierto esa mañana con la actitud de Mulder, una incógnita de notable mayor dificultad de resolver que el absurdo caso que estaban "investgando".

 

Terminé la autopsia, y espere a Mulder ya que supuse que vendría por mi al terminar los cortos interrogatorios mas no imagine que vendría 4 horas después de haber  terminado la autopsia.

 

Absurdamente me preguntó -Has terminado ya?- situación que era obvia dado que había comenzado la autopsia alas 2 de la tarde y ya iban a dar las 7 de la noche. Salimos del hospital y supuse que íbamos a ir hacia el hotel donde nos hospedaríamos esta noche, pero mayor fue mi sorpresa cuando sentí com el auto daba un enfrenon en la puerta de un modesto restaurante que por el letrero, supe que era de comida internacional. Yo no había comido nada en todo el día así que me pareció excelente idea comer algo aún sabiendo que no iba a ser una velada muy agradable.

Nos asignaron una mesa que daba hacia un balcón lleno de flores y alumbrada por la tenue luz de un qinque. Nos ofrecieron los menus y algo de beber. Aún no entiendo prque pero Mulder se apresuró y pidió por mi las bebidas.

 

-Cerveza de Raíz para la señorita y para mi... sólo té helado porfavor.- Señorita?

 

Al momento en que escuché sus palabras sentí un ligero escalofrío que recorría mi cuerpo. Ordenamos nuestra cena. Cada uno por su lado dirigiendose expresamente al mesero. Sin embargo, sentía algo extraño, ya no estaba ahí el Mulder frío e insensible de aquel día, ni tampoco el Mulder de estos 7 años. Era diferente. Era otra persona, otro ser humano frente a mi. Lo observé unos segundos y finalmente le pregunté.

 

-Qué te pasa Mulder?

-Me pasa? -Respondió creo que casi sin pensarlo... -No me ocurre nada Scully.

No podía creerle. Que me estaba ocultando? La sóla idea de que no me quisiera decir algo me provocaba dudar de mi misma.

 

-O sea que tus indiferencias son sólo imaginaciones mías...

Creo que eso sonó en tono de reproche pero me salió sin pensarlo, era eso precisamente lo que quería decir.

 

-Indiferente?- Me dijo como si no comprendiera a lo que me refería. Pero claro que se estaba haciendo el interesante, Como era posible que una persona cambiara de frío e insensible a cordial y amable. En verdad trataba de decirle que no era tan insignificante como un cacahuate como para que me dejara casi 4 horas sentada esperando a que se dignara a venir por mi. Pero no, eso sería darle demasiada importancia.

 

-Scully... la verdad es que... -Trataba de decirme algo, su voz le temblaba y estaba un tanto ronca.- Siento haberte hecho esperar en la morgue... y haberte tratado como te trate hoy pero...- Se estaba disculpando! No lo puedo creer. Si hubiera podido leer mi mente en esos momentos hubiera sentido la ternura que me invadía el ver su mirada de perrito arrepentido. Temí que mis pensamientos interrumpieran lo que tan esforzadamente me trataba de decir.

 

-La verdad es que siento que últimamente no hablamos de otra cosa mas que del trabajo.- Dijo rápidamente, como aydandose a no desertar y quedarse callado.- Creo que deberíamos tratar de otras cosas, es lo que he pensado todo el día de hoy, por eso llegue tarde a la morgue, por eso no te preste atención en todo el día...

 

Mi corazón, mi cuerpo, todo mi ser estaba cambiando; no podía creer lo que estaba escuchando, era... mas que una revelación. Sentí como mi mirada acusadora  se transformaba en una mirada de comprensión, de aceptación.

 

-Mulder...

-No Scully espera, escuchame. Por pocos segundos olvídate de  que somos compañeros en una Agencia Federal y que tenemos ocupaciones hasta el cuello. Simplemente somos dos personas simples, hablando de cosas simples, en un restaurante simple y con el único deseo de olvidarse de su vida compleja...

 

No sabía que decir. Sin pensarlo me estremecí y me dí cuenta de lo que se refería, vivir, sólo vivir que mañana tendríamos que enfrentarnos a más cosas complejas pero que nos quedaría si no más que saber que en algún momento del ayer disfrutamos de cosas simples como una cerveza de raíz y un té helado en compañía de la persona que más conoces pero nunca disfrutas.

 

Y así pasó. Una gran simple noche después de un gran complejo día. Nos burlamos de todos y de todas las cosas que en ocasiones nos perturban. Que nos quitan los momentos más preciados de la vida. Nos atrapan en una red que nos impide ver mas allá. Jamás imaginé que Mulder pudiera ser tan buena compañía. Hoy sentí una fuerza que va más allá del amor, hoy conocí al amigo, el que siempre esta conmigo pero nunca me había dispuesto a encontrar. Y lo mejor de todo fue que fueron sólo eso, momentos simples que cambian tu vida compleja a una simple felicidad.

 

FIN.

 

"Yo he estado en el ouente que mide por palmas dos mundos, el eslabón entre todas las almas por las que nosotros cruzamos en nuestra propia verdadera naturaleza"

Dana Scully

The Blessing Way.