Disclaimer: The X-Files y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Chris Carter, 1013 y la Fox. No pretendo violar el copyright ni gano dinero con esto.
Tipo: Post-episode, POV-Scully,
Spoilers: Requiem, All Things
Rating: AP
Resumen: Diálogo interior de Scully.
Nota de la autora: Ya sé, no he visto ninguno de los dos
episodios pero después de conocer el final de la 7ª temporada
es imposible no quedarse estupefacto por lo sucedido.
Definitivamente CC se ha trastocado y el escenario imposible que
miles de shippers se imaginaron se ha hecho realidad. La verdad
es que no comprendo cómo podrá seguir la próxima temporada con
tal panorama, pero bueno lo hecho hecho está y ya no hay marcha
atrás así que este relato pretende ser un humilde ejemplo de
esa inquietud despertada entre los fans de la serie. Después de
esta pequeña reflexión sobre la serie decir que espero todo
tipo de comentarios, críticas y sugerencias, gracias a todos y
espero que os guste la historia.
IMÁGENES DEL FUTURO
Ana
<<Inside my skin there is this space
It twists and turns
It bleeds and aches
Inside my heart there´s an empty room
It´s waiting for lightning
It´s waiting for you
And I am wanting
And I am needing you here
Inside the absence of fear>>. Jewel Kilcher
*****
Imágenes y otros recuerdos son en este instante el alimento de mi memoria. Yo no tengo una memoria fotográfica, pero aun así puedo con suerte dibujar en mi mente las siluetas de la gente que se cruzó con mi mirada, la figura de un hombre entre la callada multitud, una sola voz haciendo callar a todas las demás.
Mi vida es una gran pregunta que espera respuesta, es un
diálogo imaginario e interminable que sólo encuentra respuestas
esquivas pero sinceras en mi interior; ¿y dónde están las
respuestas definitivas? Tú responderás la gran pregunta.
-¿Cuándo desapareció?
-Hace unos meses, es un tiempo inexacto que se expande en un universo imposible para la física. Antes creí compartir su angustia, el dolor del que ha perdido algo y espera su regreso, comienza una búsqueda desesperada capaz de destruir su cordura. No sé si llamarlo solidaridad, tal vez sentimiento compartido, compasión. Ahora se revela claramente ante mí todo su ser: ahora soy yo quien ha perdido algo, no es algo definitivo, eso ya lo he vivido, es algo peor, la incertidumbre y la duda, la posibilidad de un encuentro que no llega. Siento con toda intensidad su pérdida así como él soportó durante años la culpa del fantasma que le susurraba cada noche "no hay nada que perdonar"; puede que él no quisiera oírlo.
>>Mi situación me hace comprender la impotencia y la frustración, ¿dónde está? Puedo remover toda la tierra o buscar bajo las piedras teniendo la seguridad de que no volverá hasta que ellos quieran. ¿Y quiénes son ellos?, conspiradores, extraterrestres; puede que esto último sea lo que más me asuste, lo que yo he negado constantemente se ha burlado de mí de esta cruel manera. Es gracioso, dolorosamente gracioso y malvado.
-¿Le pediste que no se marchara?
-Puede que internamente yo ya supiera que él iba a marcharse, era algo intuido e inevitable pues la felicidad no puede existir para nosotros, debe de ser algo prohibido. He llegado a esta conclusión pero espero equivocarme, espero equivocarme mil veces en mi pesimismo, renegar de mi escepticismo para creer en un milagro o en un destino soñado por mis deseos, nunca quise creer con tanta fuerza.
>>No le pedí nada, nunca lo hago porque él no me escucha; sí lo hace pero entonces me abraza y se va. Entonces yo lloro en prolongación del llanto eterno que él me contagió, aprendí a llorar con una sonrisa en los labios. Y descubro que los milagros existen, que llegan cuando una menos se lo espera, cuando ya se ha acostumbrado al dolor pues ha conseguido interiorizarlo.
-¿Cómo sucedió?
-Es algo científico, definitivamente fisiológico y sin embargo no encuentro ninguna explicación lógica para mi estado, mi estado... aun salta esa risa tonta dentro de mí al pensarlo, ya no es sólo una ilusión, es una realidad que crece a la vez que el vértigo que provoca mirarme los pies casi escondidos, tan lejos, tan increíblemente lejos.
>>Lo otro también es en parte un misterio, el camino que desembocó en el presente. Eso, lo otro, también despierta sonrisas estúpidas que colorean mi habitual palidez, pero se mezclan con un molesto sabor agridulce, ese que apareció con su marcha. La cosa, a pesar de haberla denominado un poco infantilmente como un misterio, fue lo más natural que hemos hecho nunca. Llegó como un final inevitable después de haber estado combatiendo la verdad durante años empeñándonos en ir contra corriente. Vivíamos una traición hacia nosotros mismos obligados por unos músculos entumecidos y cansados incapaces de dar el paso que nuestros malditos cerebros se negaban a ordenar; la mente nunca fue buena consejera en estos temas y estuvimos demasiado tiempo bajo sus órdenes, incluso él, que se movía por impulsos.
-¿Quién abraza el desencanto?
-Nosotros ya no. Una fugaz mirada que se cruza en el espejo con el que duerme. La vacía experiencia despierta al tedio hasta llenar lo blanco de negro. Muy juntas las palabras que entrelazadas forman un todo incomprensible.
-¿Es inabarcable un corazón?
-Para nosotros ya no. Es repetitivo, constante; es igualmente predecible el sonido mas su compás cambia trepidante imprimiendo el ritmo frenético que lo invita a la locura.
>>Latente bajo el latido discreto vive el misterioso descontrol. El desconocido llama a una puerta extraña, entra en una casa ajena de la que cree haber huido tiempo atrás. Nos hemos hecho ajenos a nosotros mismos; somos unos desconocidos, sin rostro, sin nada en los bolsillos aunque tratemos de buscar dentro una excusa. Unas manos desesperadas luchan en un bolsillo.
>>No saben de esa sombra que se refleja tan familiar en el espejo. Porque al final supimos que siempre fuimos nosotros, esos que se conocían desde el principio, en un hogar regado por las numerosas lágrimas que compartimos. Ante la evidencia nos rendimos aceptando que ya no hay excusa, nos reconocimos ante el espejo y ante nuestros cuerpos.
-¿Por qué en ese momento?
-Creo que fue la tranquilidad. Era una búsqueda concluida la que nos brindaba una nueva oportunidad para ser felices sin pesadas cargas. Tras una puerta cerrada se abrió otra, simplemente fue así.
-¿Cómo era la vida antes, mucho antes?
-Antes del presente, es decir, antes de 1992. Cuando una es pequeña tiene muchos sueños la mayoría de los cuales se quedan por el camino olvidados. En una casa del gobierno igual a todas las de los demás oficiales del ejército pasé mi niñez. Bloques de impersonales viviendas no muy grandes se extendían por la calle y por toda la urbanización. Y aun así las estaciones se hacían notar entre el paisaje gris de las casas y el cielo claro del sol; hojas amarillas se deshacían ruidosas bajo los pies de los niños que las pisaban corriendo y el verde de las ramas hacía sombra en los días de calor. Era igual en muchas partes, todas las que recuerdo, siempre itinerante.
>>Y mi madre cocinaba y sonreía al tener a todos sus hijos con ella cuando mi padre estaba fuera, en el mar. Tenía un aspecto mucho más joven, más fuerzas; aun las tiene después de todo. Mis hermanos siempre se burlaban de mí en casa mientras que fuera yo era el objeto de su protección. Nos peleábamos, supongo que como todos los hermanos. Mi hermana se sentía agobiada por lo que la rodeaba, creo que se sentía así. De alguna manera pensaba que aquel no era su sitio; pero me quería, a todos a su manera.
>>Luego llegaría la etapa en que yo también buscaría mi sitio, una tímida rebeldía que crecería a la vez que mi testarudez. Puede que me faltara el aire para ser yo misma, o alguien diferente de lo que mi padre quería. Transcurrió desde la adolescencia hasta la ruptura definitiva con sus ideales cuando entré en el FBI. Serían objetos a los que me aferraría para justificarme ante el espejo, cigarrillos a escondidas pero tal vez con la esperanza oculta de que me descubrieran y me reprocharan, grita. Luego chicos que odiaban mis hermanos y hombres dominantes, superiores que serían el reto y también el escudo para mi inseguridad. El FBI sería el punto de inflexión hacia una nueva etapa, o una nueva vida.
>>La fe católica niega que estemos predestinados, niega la existencia del destino. Aunque yo me alejé de la fe sigo pensando que somos libres para elegir nuestro propio camino, aunque a veces no sé, me tienta pensar que todo esto era inevitable. Pero no, yo soy libre, varias bifurcaciones del sendero se mostraron ante mí y yo elegí esta vida, elegí seguirle. Es el libre albedrío y la voluntad de los seres humanos, soy yo quien decide y nunca me he arrepentido.
-¿Cómo eran esos años oscuros?
-La oscuridad es una característica no necesariamente negativa. En este sentido era el escenario de nuestra relación o cómo quiera que se llame. La oscuridad tampoco es algo esencialmente falto de luz, no es completamente físico, también es un sentimiento, o un estado de ánimo. Es algo al fin y al cabo que flota en el aire, es un contexto. ¿Soy yo quién dice todo esto, doctora Dana Scully?
>>Fue una época de forjación tremendamente absorvente, los casos, a la naturaleza de los cuales yo hube de acostumbrarme a marchas forzadas, ayudaron a tejer la confianza al tiempo que servían de hérmetica prisión a nuestro aspecto más personal. El ámbiente de maldad lo impregnaba todo, menos la calidez humana que nos regalábamos mutuamente.
>>En un pasaje descriptivo podría nombrar muchas imágenes que acompañan mi recuerdo. Las cuatro paredes que constituían nuestra única intimidad estaban en un sótano en el que nadie querría estar. Una sola mesa para dos personas, una encerrada en sí mismo y la otra intentando ganar respeto y confianza; los dos fuimos obligados a compartir y a ceder en nuestras vidas de soledad voluntaria. En el archivador se acumulaban los casos extraños y sin resolver la mayoría. En las paredes fotos enigmáticas mostraban el reflejo de la tormenta que se desataba en su alma, y un reclamo de esperanza: quiero creer; yo también, Mulder.
-¿Qué quieres creer?
-Que todo lo que hicimos valió la pena. Quiero creer que antes de la oscura noche hubo un tranquilo atardecer en el cual las nubes limpiaban el rostro de las ruborizadas montañas que ensangrentadas difuminaban sus contornos hasta volverse sombras. Quiero creer que entre esos árboles fantasmales alguien pudo haber paseado plácidamente escuchando cantos alegres y no gritos desesperados. Quiero creer que la puerta que nos separaba estuvo siempre abierta, que nuestras almas fueron un libro abierto. Quiero creer que la cama no fue nunca tan fría y solitaria en nuestros sueños. Quiero creer que nuestra intimidad transgredió los límites de nuestra oficina instalándose en el coche, en los moteles, en nuestros apartamentos; en todos los espacios que dejaron de ser desconocidos.
-¿Y qué quieres?
-Quiero un atardecer tranquilo a su lado.
>>No será sólo el arrebato de una noche que me hizo ver el amanecer acompañada. Será el día entero, juntos, sin más palabras que las que susurra el viento del exterior. Sentados y en silencio esperando el atardecer y los que vendrán sin temer que el día se acabe porque mañana vendrá otro y jamás volveremos a estar separados.
-¿Cómo es la espera?
-La espera es tan dura como la búsqueda, es la fase posterior tentada por la resignación. Pero es imposible resignarse porque por él soy creyente y no pierdo nunca la esperanza. No puedo perderla pues siento la vida en mi vientre como una señal de felicidad, esto no puede acabar así, ahora no.
>>Hay demasiado tiempo para pensar, y siempre estoy pensando al acecho del despertar de mis sentidos adormecidos. La reflexión se hace repetitiva, el pensamiento se vuelve recurrente. Todo gira en un círculo que empequeñece las palabras, se convierten en ecos de un rezo. Somos capaces de morir en nuestro propio pensamiento recurrrente.
-¿Y la salida?
-La salida es el final, el desenlace. Es él. Y es la vida que crece y conduce a la ternura. La salida trivializa el dolor de los recuerdos para ver como anéctodas las imágenes del pasado, todas menos aquellas que forman parte del presente, un presente que huye del instante, es mucho más largo.
-¿Cuáles son las imágenes del futuro?
-Las imágenes del futuro son la consecuencia del presente. Ahora más que nunca existe un futuro, existió aquel camino para recorrerlo. Un paseo de su mano, la grande y la pequeña que duerme en el interior.
>>Cuando suene la dulce música se suavizará el frío
invierno que me rodea, despertará la única verdad, esa tan
simple. La sonrisa y el llanto, los nuevos y los viejos ojos se
abrirán para ver las imágenes del futuro, las mismas que yo ya
imagino. Algún día sonará inequivoca: la euforia de la
felicidad es una melodía amable.
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