Kathy Spooky
Tipo: Humor MSR
Dedicatoria:
Caro prof. tantissime grazzie per il suo aiuto. Ora so perfettamente perché Scully non ha ancora pancia, e veramente era una cosa che volevo sapere. Mi creda, ora posso spiegare l’intero proccesso, ad agni persona.
Ramellini, lei é il migiore.
¡¡¡ Mille grazzie!!!
Feedback!!!! Os ruego, que porfavor, me deis vuestra sincera opinión, que quiero mejorar.
kathy_spookyARROBAyahoo.com
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Era una noche fría y oscura. El viento hacía caer las hojas de los árboles. No había nadie en la calle. En la rivera del Potomac había una cabaña y dentro...
Fowley: ohhh... Spender, sigue, sigue!!! vamos, si, si! justo ahí! Madre mía, que bueno eres con los pies...
La escena resultaba un poco patética; Diana Fowley estaba tumbada boca abajo, en una alfombra cerca de la chimenea. Su única prenda de vestir era una toalla de baño que tapaba lo justo.
De pie, encima de la espalda de Fowley, se encontraba el Fumador, dándola un masaje con los pies.
Cuando terminó el masaje, CGB se tumbó al lado de Diana. Ella se levantó y se dispuso a hacerle lo mismo; un masaje oriental, para que se olvidara de sus tensiones.
El Fumador estiró los brazos hasta un paquete de pipas que había cerca.
CGB: Me pregunto qué verá Mulder en las pipas...
Cogió una y se la metió en la boca. En esos momentos, Diana seguía dándole el masaje, pero fue ascendiendo hacia los hombros de su "paciente" con tan mala suerte que resbaló y le pisó el cuello. Este, notó cómo la pipa se le atragantaba y no podía respirar. Empezó a convulsionarse; tiró a la Zorra... [ Oops!... decía a Diana] al suelo, pero no pudo hacer nada por salvarse. La hora de defunción del Fumador fue a las tres horas, veintisiete minutos, cuarentiséis segundos y cincuenta y tres centésimas de la noche.
Diana se vistió lo más rápido que pudo, y antes de salir...
F: ¡ Porqué se habrá muerto ahora! ¡ me tenía que dar el masaje en las nalgas!
DÍA SIGUIENTE
OFICINA DE MULDER
10.30 MAÑANA
Mulder estaba sentado en su silla, esperando a que Scully apareciera por la puerta y le contara qué tal lo había pasado anoche con Byers. Fox no entendía cómo Dana había aceptado salir con él. Bueno, para ser sinceros, sí que lo entendía...
Si ayer no le hubiera dicho que era demasiado "pija" para salir con uno de los pistoleros solitarios, nada de esto habría pasado. Pero claro, Mulder no había podido mantener la boca cerrada y lo dijo.
M:[ como me haga esperar un minuto más, me voy a buscarla a su casa...]
Y el minuto pasó, pero Fox no se atrevía a ir a por ella. Así que se dedicó a... a hurgar en los cajones de su compañera...
Scully nunca le había dicho lo que tenía dentro, es más, siempre que Mulder se lo preguntaba, ella se hacía la tonta.
Así que ni corto ni perezoso, sacó su ganzúa del bolsillo y abrió uno de los cajones.
No parecía que hubiera nada fuera de lo normal; una caja de clínex, cosméticos, tampax, un fondo de cajón falso... ¿¿¡¡Falso!!??
¡¡El fondo del cajón era falso!!
Con mucho cuidado lo quitó y... ¡vaya, vaya! un cuaderno!
Al abrirlo se encontró con un montón de folios que tenían dibujadas caricaturas, y todas hechas y firmadas por Dana Scully...
M: [ con que dibuja bien y no me lo había dicho...]
Empezó a pasar las hojas, y lo que veía le dejaba atónito. Dibujos... un poco obscenos de los tres pistoleros solitarios, de Bill, de Krichek... Pero no pudo ver más porque Scully se aproximaba al despacho. Mulder cerró el cuaderno y se lo guardó en su maletín y de un golpe cerró el cajón de Scully.
Dana abrió la puerta. Tenía unas ojeras tremendas, ojos rojos (¿del sueño?) y andaba medio coja.
M: Eh, Scully! Qué tal anoche con Byers?
S: Mulder, me da igual si soy una pija, pero no volveré a salir con los pistoleros en mi vida.
M: Pero... ¿¡es que se portó mal?!... ¡¿te metió mano?!
S: Nooo, no Mulder, Byers fue muy agradable... bueno, lo fue hasta que se cogió una borrachera y me sacó a bailar. ¡No recuerdo que alguien me haya pisado tanto en mi vida!. Dios... ¡Estoy coja!
M: Vaya, creía que te había hecho algo peor...
S: Mulder, es que no me has dejado terminar. Mi coche no arrancaba, y él no se acordaba de dónde había dejado el suyo, así que a las tres de la mañana estábamos buscando un taxi que nunca llegó. En fin, nos encaminamos hacia la guarida de los Pistoleros que estaba relativamente cerca. Cuando llegamos, Byers empezó a cantar el himno nacional americano. Frohike, asustado por los gritos, salió a la escalera para encontrarse con un Byers que estaba eufórico y conmigo, que estaba sentada en el suelo. Entre Fro y Langly me hicieron pasar a dentro, y me echaron en un sillón. Me quedé dormida. Hoy, cuando me he despertado, tenía delante a Fro, que roncaba!!!
A este punto, Mulder se moría de la risa, pero esto no le hizo mucha gracia a Scully, que se cruzó de brazos, con una cara seria que fulminaría a cualquiera.
Pero Fox quería seguir viendo las caricaturas de Scully.
M: Bueno... verás, es que... ¡tengo que ir a comprar!
S: Mulder! me vas a dejar sola! Hay mucho trabajo!
M: Si... Lo siento... pero seguro que te las arreglarás muy bien sin mí...
Cogió su chaqueta y se encaminó hacia el nº42 de Alexandria.
CERCA DEL APARTAMENTO
DE MULDER
Diana Fowley, sentada en su coche, esperaba impaciente la llegada de Mulder. Ahora que Spender había muerto, era ella la que tomaba las decisiones y había llegado la hora de "convertir" a Mulder en uno de los suyos...
Vio que el coche de Fox se aproximaba. Decidió dejarlo solo diez minutos. Le gustaba espiarle con la cámara de la pecera, que enviaba las imágenes del apartamento a su ordenador portátil, que ahora estaba delante suyo.
APARTAMENTO DE
MULDER
Fox entró rápidamente, se sentó en el sofá y sacó las caricaturas...
DESPACHO DE LOS
EXPEDIENTES X
Scully fue a sacar un clínex de su cajón y...
S: Mulder!!! Mis caricaturas!!!
Dana salió disparada (pero cojeando por el dolor de sus pies) hacia el apartamento de Mulder.
COCHE DE LA
WARRA X EXCELENCIA
Diana no lograba ver bien lo que Mulder estaba viendo, así que salió del coche y se dirigió hacia el piso.
CASA MULDER
A Fox le lloraban los ojos de tanto reír... Los dibujos eran tremendos... La verdad es que no veías todos los días a...:
-Byers, Frohike, Langly
-Bill (hermano de Scully)
-Krichek y Marita
-Skinner!
-El repartidor de las pizzas???
-El Fumador
con las caras como monigotes...
RRING!!!
M: Es que no voy a poder ver los dibujos en paz de una vez?!
Fox se levantó y abrió la puerta de mala gana. Una super.hiper-mega-extraordinariamente-sonriente-Diana-Fowley le miraba.
Fowley: Hola Fox! ¿Qué haces?
M: Bueno... nada... miro caricaturas.
F: ¿A, si? me las dejas ver? quién las ha hecho?
M: las ha hecho Scully y te las dejo ver sólo si no se lo cuentas a ella...
F: vale! de acuerdo!
Y los dos se pusieron a ver caricaturas. Se estaban riendo mucho, cuando sus caras enmudecieron cuando apareció un dibujo del Fumador y Fowley un poco subidillos de tono...
Al ver la cara de Diana, Mulder pasó la página, pero lo que se encontró, le sorprendió mucho más; era un dibujo de él, en tanga, hablando por el móvil y a su alrededor había varias marcianitas babeando al mirarle.
F: Vaya Fox, creo que a Scully le gustas un poquillo...
Pero en ese momento una muy sofocada Scully con los zapatos en la mano entró gritando en la sala.
S: Mulder!!! Mis dibujos!!! ¿¿dónde los tienes??
F: Eh, agente Scully, es así como se imagina al agente Mulder en tanga?
Dijo Diana enseñándole la caricatura. El problema es que no sabía que Scully estaba ya un poco quemada, y que estaba a punto de explotar...
S: Túuuuuuu!!! Zorra!!! Qué haces viendo mis dibujos!!!???
F: Oh, vamos, no te sulfures, que a mí no me importa que me dibujes con CGB...
Scully, ya roja de la ira, tomó uno de los zapatos que llevaba en las manos y se lo tiró directo a la cara a Fowley, que no se lo tomó muy bien y se tiró directa hacia Dana.
F: ¿¿Pero quién te has creído que eres?? Bueno!!! Y ahora vienes y me tiras un zapato! ¿Qué más me vas a hacer? ¿Darme una paliza?
Pero no te preocupes, que no te voy a dar el placer...
Y empezó a tirar a la otra agente del cabello. Esta, entre gritos e insultos, le pegó un puñetazo en el ojo. Diana cayó al suelo, con tan mala suerte que tiró la cámara secreta que ella misma había puesto en la pecera de Mulder. El objetivo de la cámara cayó rodando por el suelo hasta llegar a los pies de Scully. Esta, lo cogió, y la cara de la Warra enrojeció. Sabía que Scully la había descubierto. Dana supuso que Mulder (que seguía sin moverse del sillón) no creería que la cámara de la pecera la hubiera puesto Diana, la reina de las brujas. Así que respirando hondo, muy lentamente se acercó a Mulder, le arrancó las caricaturas de las manos, cogió un cubo de latón que guardaba Fox en un armarito cercano. Lo siguiente que hizo, dejó a los otros dos ocupantes de la sala de piedra. Echó las caricaturas en el cubo, las prendió fuego y se sentó cerca del recipiente, en la posición del Buda, como para invocar a algún espíritu.
Diana y Fox se miraban y luego observaban lo que hacía Dana, que permanecía quieta y callada.
Dentro del cubo, los dibujos se iban haciendo añicos y Scully, con el zapato aun en la mano se fue levantando muy muy despacio. Se acercó a Diana y le arrancó unos cuantos pelos de su cabellera y los echó en el cubo, donde se consumaron lentamente. Esta acción produjo en Fowley una extraña reacción; notaba cómo alguien se apoderaba de su mente y la obligaba a decir la verdad. Dana lo notó y empezó un interrogatorio sin haber soltado aun el zapato.
S: Diana, quiero que ahora nos confieses si eres aliada del Fumador, y si es así, el por qué de esta relación.
F: Yo no quería, pero es que él da unos masajes con los pies... Un día intenté que Fox me diera uno, pero al subirse encima mío, por poco me aplasta la espina dorsal. Además, los hombres maduros me atraen mucho...
Mulder, al escuchar estas palabras, saltó del sillón, totalmente incrédulo.
M: ¿Me dejaste por un masaje? ¿pero qué tipo de mujer eres? ¡estás loca!
S: Yo te lo dije, Mulder...
M: Cállate Scully! Lo que me importa ahora es que esta warra me dejó por un masaje!
F: Entiéndelo, Fox! N podía permitir que me dieras tú los masajes! Me habrías dejado paralítca, y encima seguro que mi cutis se habría arrugado
S: Aun más de como lo tienes ahora? No lo creo...
M y F: Cállate!!!
S: vale, vale...
La situación era muyyy rara. Mulder y Diana estaban el uno frente al otro, mandándose flechas con la mirada. Scully estaba cerca de los dos, con el zapato en la mano y el papel se seguía quemando. Mulder no iba a permitir que la cosa se quedara ahí y cogiendo a Fowley del brazo le susurró al oído:
M: Muy bien, no creo que quieras que Scully y yo vayamos diciendo por ahí que colaboras con el fumador, así que te reto a un partido de baloncesto. Si yo gano, tú tendrás que admitir que has tenido una aventura con Krichek, pero lo dirás por todo el FBI. Si ganas tú, yo cerraré los expedientes x.
Scully y Diana se quedaron de piedra, pero Fowley aceptó encantada.
GIMNASIO DEL FBI
EL MISMO DÍA
Los tres agentes habían llegado rápido, pero la pista de baloncesto estaba llena y decidieron ir al campo de tiro. Lo que cambiaba es que las que se retarían ahora serían Scully y Diana. Ambas cargaron sus armas, Mulder dio la salida. Scully hizo "diana", con diez tiros limpios y precisos. Sin embargo, Diana, parecía que se hubiese dejado ganar, ya que prácticamente no dio ni una.
Mulder, emocionado, cogió a Scully de la cintura y le dio un beso de película. Al separarse de ella y mirar a Diana, oyó cómo esta le decía alto y claro a Scully:
F: ¡Joder! Diana, ese beso era para mí...
Scully sonrió:
S: Lo siento Scully, es que soy muy buena con la pistola y además, podrías haberte quitado el disfraz antes...
Mulder no entendía lo que pasaba. Parecía que Dana era Diana y que Diana era Dana. Lo siguiente que pasó, hizo que Mulder sintiera un tremendo desconcierto; las dos agentes se empezaron a quitar una especie de caretas con pelo y todo, y resultó, como había notado antes Fox, que Scully era Diana y que Diana era Scully . ¡¡ Osea que cuando creía que hablaba con una resultaba que estaba hablando con la otra!!
M: Pero... por qué habéis intercambiado los papeles???
S: (la verdadera) Bueno, queríamos saber que sentía al estar en el bando contrario... además también nos interesaba saber si alguna de las dos te atraíamos y.... ¡¡¡yo te gusto!!! ¿verdad, Mulder?
M: pues... ¡claro Scully!
F: Bueno, Dana, he perdido a Mulder, pero te tengo a ti como amiga... Al menos me queda el Fumador... Por cierto, no sabía que el fumador diera masajes con los pies. Fue improvisación tuya??
S: No, él me dio un masaje...
F: entonces le diré que me de a mí uno...
S: Dudo que te lo pueda dar porque... mientras yo se lo daba a él, se atragantó con una pipa y... en fin... pues... que... se asfixió.
F y M: Scully!!!
S: Lo siento...
Ahora que las cosas se habían calmado, se sonrieron mutuamente, y se fueron los tres riendo a tomar un café.
FIN
Nota: queridos lectores, les ruego que si no han entendido la historia, que la vuelvan a leer y tengan la mente muy abierta, porque si no, seguirán sin entenderla, ya que es de lo más surrealista.
Por cierto, las caetas de Scully y Fowley, son total invención de Langly y Fro, que estaban enterados de todo desde el principio... ¡¡¡son unos pillines!!!