Nunca Demasiado Tarde 2
Por Lorena xcullyARROBAteleline.es
Spoilers: toda la serie y la película FTF
Sinopsis: he intentado -y espero haber creado- un episodio más o
menos parecido a lo que CC nos tiene acostumbrados, ya sabéis lo
de ellos-se-quieren-y-se-aman-mucho-pero-no-se-besan, pero con
una final de lo más shipper. Aunque no sabré si lo he
conseguido sino me lo decís, a si que ¡escribirme!
********
Si Mulder muere yo también moriré.
Si él se va, todo, el trabajo, las investigaciones, los
testigos, los expedientes... todo dejaría de tener sentido para
mi. Si él me deja yo no sabría que hacer, en que creer ni como
vivir. Si no sobrevive matará no solo su vida, su carrera, sus
sueños, sino también los míos; acabará con seis años de
trabajo juntos, de compartir alegrías y penas, muertes y
nacimientos, triunfos y fracasos. Si él se va a donde quiera que
vallan las almas de los hombre buenos, honrados y sinceros, se
llevará también la mía, y yo me quedaría vacía, sin sentido,
muerta. Si él deja de luchar, se llevará consigo media parte
mi, esa parte que no puede estar sin él, esa parte que se alegra
si el sonríe y que se entristece si él llora, esa parte que
cree sin preguntar en esas estúpidas teorías y que le sigue a
donde quiera que va con los ojos cerrados, ese medio corazón que
me está quemando el pecho. Como ahora, cuando mi racionalismo y
mi ciencia me han abandonado, ya no quieren ayudarme, y me dejan
sola con mis penas y mis miedos. Miedos por él.
Por que si Mulder muere yo también moriré.
Dana Scully
***************
Hostpital Community General
Washington DC
2:56 a.m
Scully abrió la puerta de golpe, empujando a un enfermero. Pero
ni siquiera se volvió para ver como estaba. Fue directa a
información para preguntar por Mulder. Fue esquivando a
enfermos, enfermeras y doctores, derribando una papelera llena de
guantes de látex; pero en su mente había un único pensamiento:
Mulder
-Quiero saber sonde han ingresado a un hombre llamado Fox Mulder
-¿Quién es usted? -le preguntó la chica de información, un
poco molesta por el tono que había utilizado Scully
-¿Eso qué importa? ¡¡Donde está!!
-Espere....
-¡¡DONDE ESTÁ!!!
-Disculpe, ¿a quién está buscando? -le dijo un hombre
agarrándola por el brazo.
-¿Usted quien es?
-Soy el doctor Green ¿Buscaba a Fox Mulder? ¿El agente Fox
Mulder?
-Si, si. ¿donde está? ¿como... como se encuentra? ¿qué....?
-Tranquila, esta bien. Contestaré a todas sus preguntas, pero
por orden. Lo primero: ¿quien es usted?
-Me llamo Dana Scully, soy su compañera, su.... amiga.
-Ya. Pues su .... amigo no se encuentra muy bien. No se que
demonios ha podido pasarle pero se encuentra en estado crítico.
Ambos comenzaron a andar hacia la habitación donde se encontraba
Mulder.
-¿Puedo ver el informe?
El médico se quedó un poco sorprendido
-Bueno, si, pero tal vez no entienda algunos términos....
-Yo soy doctora en medicina.
El médico le paso una carpeta blanca. Scully la abrió y empezó
a leer en voz alta sin darse cuanta. Su tono se iba volviendo
más dramático y su voz más tenue, más entrecortada.
-"... se encuentra en coma profundo....., no responde a
estímulos externos ...., las pruebas y radiografías han
revelado que no hay lesiones ni hemorragias internas...,
Se quedó callada un momento.
-¿Aún no tienen los resultados de los análisis de sangre?
-No, no. Pero tienen prioridad absoluta.
-Creo que ya se lo que encontrarán
-¿Qué?
Llegaron a un habitación, donde el médico se paró. Antes de
abrir la puerta, miró a Scully como con pena, lástima.
-Bueno.... necesita el respirador artificial para que sus
pulmones sigan respirando.... y tiene muchos cables y tubos a su
alrededor...
-No se preocupe, estoy acostumbrada a ver cosas así.
El doctor Green abrió la puerta y dejó pasar a Scully primero.
Ella entró, no muy decidida y miró a Mulder echado en la cama.
Era verdad, estaba lleno de cables y tubos, y, aunque también
era verdad que Scully había visto a muchas personas así...
cuando lo vio su corazón se partió en mil pedazos. Estaba tan
indefenso, tan vulnerable.... le sentía tan lejos.... Ni
siquiera notó cuando una lágrima resbaló por su mejilla. Se
acercó lentamente y le cogió la mano. Estaba fría. Se agachó
un poco y le acarició la cara suavemente. Notaba su respiración
a través del respirador. Era pausada y profunda. Estaba en coma.
No respondía a nada. No sabían que le pasaba. Se estaba
muriendo ante sus ojos. Puede que no despertara nuca. Puede que..
-Señora, espere.... no es en esa habitación...
-¿Donde esta mi hijo?
-Espere...
-¿Donde está?
-Ahora está con el doctor y su esposa.
-¿Qué....?
-Es aquí
Entonces entraron una enfermera bastante regordeta y la madre de
Mulder con la cara descompuesta en la habitación. Scully al
verla entrar se volvió y se limpió las lagrimas.
-Hola, señora Mulder
-Hola, Scully
-Dana, Dana por favor
-Dana. ¿Como está? -le preguntó acercándose a su hijo.
-Bueno... pues.... está en coma y ...
Teena la miró con cara de "la verdad, por favor", a
Scully le entraron ganas de llorar otra vez.
-No saben que le ocurre, las pruebas no revelan nada.... no
tienen muchas esperanzas.
Teena se volvió para mirar a su hijo de nuevo, y le cogió la
mano a Mulder, como Scully unos momentos antes. Sos ojos se
empañaron y no pudo evitar empezar a llorar allí mismo, con el
doctor, la enfermera y Scully, Dana, allí.
-Oh, vamos, no se preocupe. Encontraremos una solución, no nos
vamos a rendir. Nunca.
Puso una mano encima de su hombro, Teena se volvió y ambas se
abrazaron. Cada una tenía unos motivos diferentes para llorar,
para necesitarse la una a la otra, cada una quería a Mulder, de
forma diferente, más que a su propia vida.
La enfermera les dijo que tenía que cambiar las sábanas de
Mulder, así que todos salieron fuera de la habitación. El
doctor les dijo a Teena y a Scully que debía visitar a otros
pacientes pero que volvería en un par de horas. Amabas se
quedaron paradas delante de la habitación de Mulder.
-¿Por que... por que lo hizo?
Scully se sorprendió ante la pregunta de Teena
-Buscaba respuestas, señora Mul.... Teena.
-¿Respuestas?
-Sobre la desaparición de su hermana, y los responsables de lo
que le pasó
-Ah...! Siempre igual.... no puede dejar a los viejos fantasmas
tranquilos?
Teena se dio cuenta de que había dicho sus pensamientos en voz
alta
-Oh, lo siento, yo... estoy cansada.....
-Tranquila... ¿por que no se va a descansar? Yo me quedaré
aquí con Mulder
-Esta... esta bien.
Le puso la mano sobre el hombro de Scully, sonrío levemente y se
fue. No sabía como hablar de su hijo, no sabía como asimilar
los sentimientos que tenía hacia él. Siempre era muy
complicado, y ahora le dolía la cabeza. Pero Fox era lo único
que le quedaba ahora, no podía permitir perderlo a él también.
4:17 a.m.
Scully abrió despacio la puerta de la habitación de Mulder, por
que no quería despertarlo. "Como si pudiera", se dijo.
Nunca se acostumbraría a ver a Mulder tan callado, tan relajado,
tan plácido. Siempre, aunque estuviera muy cansado o no hubiera
dormido nada en tres días seguidos, su mente seguía despierta,
pensando en nuevos retos, en nuevas formas de encontrar la
verdad. Y, aunque Scully no se hubiera dado cuenta de ello,
todavía, era esa fuerza, esa confianza de Mulder en sus propias
creencia, lo que le hacia a ella confiar tanto en él. A creer en
su trabajo, en sus 'intuiciones ', en su testigos,.... en lo que
el consideraba lo más importante. Y entonces se preguntó si
Mulder la consideraba importante a ella. Si realmente ella
significaba lo mismo que él para ella.
Seguramente no.
Imposible.
Mulder nunca le había dado signos de que ella le importase más
de lo que le importaría cualquier compañera o amiga que lo
hubiera soportado durante más de seis años. Confiaba en ella,
si. La respetaba, si. Pero no la quería. Eso no. En la cabeza de
Mulder o había sitio para esos sentimientos, eso no sería
propio del Mulder siniestro, del Mulder rastreador, del Mulder
que ella había conocido, respetado, ayudado, salvado y del que
se había enamorado en este tiempo.
"¿Pero he pensado yo eso?"
Enamorado.
Amor.
Palabras que suenan extrañas hablando de Mulder.
9:32 a.m.
-Dana, Dana despierta....
Teena movió tímidamente el hombro de Scully para hacerla
despertar.
-Oh, oh.... Dios mio, ceo que me he quedado dormida.....
-Si. ¿has pasado toda la noche aquí?
-Pues.... si..... - "mierda, ¿pero como he podido quedarme
dormida? La última vez que mire el reloj eran las seis y
media...." - ¿Qué hora es?
-Son las nueve y media.
Scully se levantó de la silla, miró a Mulder y le susurró un
"hasta luego". Siguió ha Teena hasta otra habitación
donde se encontraban el doctor y otro hombre trajeado.
-Las he reunido aquí por que tenemos que hablar de algo... un
tanto desagradable.
El doctor les indicó unas sillas para que ese sentase. Entonces
cogió una carpeta y comenzó a hablar
-Bueno, han pasado más de 6 horas sin que halla habido ningún
cambio en el estado del paciente y no parece que valla ha
haberlo. Creo que el coma en el que se encuentra el agente Mulder
es irreversible, y aunque pudiera recuperarse, su cerebro y por
consiguiente, sus funciones vitales, estarían seriamente
dañadas.
La madre de Mulder miró nerviosa a Scully, pero ésta tampoco
sabía muy bien por que les decía eso el doctor Green.
-Aquí, el señor Smithers, -el aludido hizo un pequeño gesto de
saludo- nos ha notificado los términos de su testamento.
El médico le hizo un gesto a Smithers para indicarle que podía
hablar.
-Bueno, se que es un momento difícil, pero el señor Mulder ha
declarado en su testamento que....
-Qué no quiere vivir a costa de una máquina, lo he leído -dijo
Scully con pesar.
-Bueno no exactamente
-¿Qué quiere decir?
-El agente Mulder cambió su testamento hará cosa de seis meses.
En esta nueva versión declara.... -cogió una hoja que había
dentro de una carpeta amarilla y leyó textualmente- ...que si se
hallara alguna vez en estado vegetativo la única responsable de
su vida sera la agente especial Dana Scully, que... tendría
plena autoridad para tomar cualquier decisión acerca de su
estado y las posibles vías de curación....
Scully no podía creerlo. Mulder había cambiado su testamento y
la había nombrado única responsable se su vida, de su
futuro...¿Por qué? Miró a la señora Mulder, ella la miraba
con la misma cara de sorprendida que ahora debía tener Scully.
Señor Smithers ¿es eso posible? -le dijo tímidamente la madre
de Mulder, que aun trataba de asimilarlo.
-Pues, si. Debido a los conocimientos médicos de la agente
Scully, no hay ningún impedimento que le prohíba ejercer su
derecho sobre el agente Mulder.
-Bueno, agente Scully... usted es la que decide. Ahora el agente
Mulder está en sus manos. Se dará cuenta de cuanta
responsabilidad conlleva eso -le dijo el doctor Green
"Ahora el agente Mulder está en sus manos. Ahora el agente
Mulder está en sus manos. Ahora el agente Mulder está en sus
manos...." esas palabras no paraban de retumbar en su
cerebro.... "en sus manos....."
-Yo.... yo necesito reflexionar..... ahora no puedo.....
-Claro, claro. Lo entiendo. Tiene que tomar una decisión ,pero
no tiene que ser ahora mismo. Solo le diré un cosa: sería un
error, por no decir una crueldad, prolongar algo que sabemos de
antemano que no se va a arreglar, ¿no cree?
Scully no dijo nada. El señor Smethers se despidió de ambas y
le dijo a Scully que le notificase su decisión cuando la
tuviera.
-Le acompañaré -le dijo el doctor al señor Smethers.
Scully los vio salir, y ambas se quedaron mudas en la
habitación. Ese silencio hacía que la situación fuera my
embarazosa.
-Yo... no sabía que Mulder había.....
-Lo se, Dana, no te preocupes.
-No se que hacer, señora Mulder, estoy.... muy confundida
-Teena, por favor. No te preocupes, tomes la decisión que tomes,
estoy segura de que harás lo mejor para mi hijo.
-Puede estar segura
-Ahora necesito descansar, nos vemos luego.
-Claro
Teena abrió la puerta de la habitación y salio de allí sin
decir nadas más. "¿Por que ese mutismo? ¿Por que no me ha
preguntado nada, que voy a hacer o si tengo alguna idea? ¿Por
que no le ha molestado que fuera a *mi* a quien le encomendase su
futuro?"
Scully estaba muy confusa. Pasó unos cuantos minutos sin saber
que pensar, sin poder decidir, no podía creerlo. No solo
confiaba en ella como para contarle todos -o casi todos- sus
secretos, sino que demás le confiaba su vida. Era demasiada
responsabilidad. "¿Por que lo has hecho Mulder?"
Entonces lo vio claro: supo que debía hacer. Ella era
científico, la fuerza de sus creencias se basaba en su fe en la
ciencia ¿no? Pues la utilizaría, utilizaría sus conocimientos
científicos para salvar a Mulder y no tener que tomar ninguna
decisión....... no quería pensar en esa posibilidad. Salvaría
a Mulder como él la había salvado millones de veces. Aunque
tuviera que dar su propia vida.
Laboratorio médico del Hospital Community General 12:54 a.m.
El análisis de la sangre de Mulder reveló lo que Scully ya
sabía que encontrarían: las células extraterrestres que había
en las muestras de Arnol, Kathy y el chico de la limpieza. Solo
que en las muestras de Mulder la cantidad de estas células
estaba en un número mucho menor, tal vez por ello Mulder seguía
aún vivo y no había sucumbido como los demás. Scully se
encontraba delante del microscopio sin saber que hacer. Por
primera vez esos aparatos, tan cercanos a ella, tan usados en
tantas ocasiones, le parecían inútiles e inservibles. Por
primera vez no sabía que hacer con ellos, na sabía como
utilizar sus conocimientos en el bien de Mulder, no sabía que
hacer. Su ciencia la había abandonado, o tal vez era Scully la
que la había abandonado. No lo sabía muy bien, por que ahora
estaba confusa. Desde que supo que Mulder le había,
literalmente, confiado su vida, se sentía tan perdida, tan
confusa , que nada de lo que había parecía llevarla a ninguna
parte.
¿Por que?
¿Que le pasaba?
El doctor Green le había dicho que era un "crueldad"
mantener algo que sabemos de antemano que no va a arreglarse. ¿Y
el que sabía? ¿Acaso sabía él que Mulder no iba a vivir?
¿Sabía que estaba condenado a sufrir lo mismo que Kathy y
Arnol? No. Ella lo impediría. Ella lo salvaría. Se lo debía,
no solo a Mulder, sino a ella misma, tantos años enamorada de el
y ahora no iba a dejar que se escapara de las manos.
"Después de mas de seis años no va a librarse tan
fácilmente". Scully no pudo por menos que sonreír ante sus
propios pensamientos.
Volvió a mirar por el microscopio. La sustancia no se había
multiplicado ni había remitido. Simplemente estaba allí. Nada
más. Tal vez acabase por desaparecer ella sola. Tal vez las
propias defensas del cuerpo terminaran expulsandola. Tal vez se
quedara allí para siempre, inerte, haciendo que Mulder
permaneciera en un coma profundo el resto de su vida. Tal vez un
ángel bajara del cielo y tocara a Mulder haciendole despertar. O
tal vez llovieran sacos de dormir.
-¡Pero que demonios hace usted aquí!
Scully se volvió sobresaltada y vio que el doctor Green venía
con unos papeles en la mano
-Soy científico, doctor Green, y busco una cura para Mulder
-¿Una cura? ¿Para Mulder? Siento decirle, señorita Scully, que
su amigo ya esta MUERTO ¡Es que no lo ve! NO hay cura para él ,
sus células están muertas, y usted lo sabe. Peor no quiere
aceptar la evidencia
-¿¡¡Quiere callarse!!? Solo dice estupideces, no voy a dejar
que muera
-Lo siento, agente Scully, pero apelo a su sentido de la razón,
usted como científico debería darse cuenta de que no puede
hacer nada por él, NADA. Que su compañero le diera pleno poder
para tomar la decisión por él no significa que deba jugar con
él, experimentar con curas imaginaras o tratamientos poco
fiables.... hasta que se de cuenta de que todo lo que ha hecho no
ha valido para nada. Es duro, lo se, pero esa es la verdad.
-La verdad ¡la verdad! Que sabrá usted de la verdad. No voy a
rendirme
Scully empujó al doctor Green y abrió la puerta. Es ese momento
pasaba por ahí Skinner, que se acercó por que los vio salir de
la habitación discutiendo acaloradamente.
-¡La decisión es mía, no suya doctor, a si que no se
entrometa!. Yo se lo que es mejor para Mulder, no Usted
-No trato de entrometerme, lo único que pretendo es que se de
cuenta de que su razón esta siendo nublada por sus sentimientos
hacia el paciente....
-¡¡Usted no me conoce y ya se cree con derecho a juzgarme!!!?
-¡Calmese, agente Scully! -le dijo Skinner, que se había
acercado a ellos.
-¡No me diga que me calme! ¡No quiero calmarme!
-Pues necesito que se calme, Mulder la necesita.
-A ver si le escucha a usted. No podemos hacer nada por el agente
Mulder, aunque ella se empeñe en pensar lo contrario. A pasado
toda la nche sin dormir, tal vez cuando haya descansado lo vea
todo de otra manera.
Alguien llamó al doctor Green por los altavoces, éste le dijo
adiós con la cabeza a Skinner y se fue.
-¿Por qué no se va a casa a descansar?
Scully bajó la cabeza.
-Vamos, yo la avisaré si hay algún cambio en el estado del
agente Mulder
-No... no puedo irme, no quiero irme -su voz sonaba entrecortada,
como si estuviera a punto de llorar
-¿Por qué?
-¡Por que se muere! Y yo.... no puedo..... hacer....nada....
-dijo levantando la cabeza y mirando a Skinner directamente a los
ojos. No le importara que la viera llorar, no le importaba que la
viera así por Mulder, solo le importaba que se pusiera bien.
-No quiero dejarlo solo.
Scully empezó a llorar sin poder evitarlo. Skinner se quedó un
momento mirándola, luego se acercó tímidamente y la rodeó con
uno de sus brazos, Scully entonces se derrumbó, lo abrazó y
dejó que la lágrimas hablaran por ella. Así permanecieron un
rato, Skinner consolando, Scully desahogándose.
Por la puerta aparecieron los Pistoleros Solitarios, que habían
recibido una inquietante llamada de Scully. Cuando entraron
Frohikie preguntó a la chica de información por Mulder, pero
Langly le señaló el pasillo, donde estaba Skinner abrazando a
Scully. Skinner los vio, y les hizo una señal para que esperasen
un momento y señaló a Scully.
-Oh, vaya. Yo... lo siento -dijo un poco avergonzada Scully,
intentando secarse las lágrimas.
-No se preocupe, se lo mucho que esta la está afectando.
Sentémonos.
Señaló un banco que había a un lado del pasillo. Los
Pistoleros Solitarios consideraron que ya podían acercarse y
caminaron hacia allí.
-Hola -dijo Skinner levantándose, haciendo que Scully levantara
la vista y los viera también
-Hola, ¿cómo estas, Dana? -le dijo Frohikie
-Yo.... bien. Gracias por venir, chicos -se levantó y abrazó a
Frohikie, los demás le dieron miradas de apoyo, que Scully
agradeció.
-¿Y cómo está Mulder? -preguntó Langly
-Mal, la verdad es que... no creen que se recupere.
-¿Tan grave está?
-Se encuentra en coma, no responde a los estímulos ni a ningún
tratamiento convencional y necesita la respiración asistida para
que su corazón siga latiendo.
Silencio
-No puedo creerlo, ¿sabía que estaba infectado y siguió
adelante?
-Supongo que lo que él esperaba encontrar era más importante
que su propia vida -le contestó Scully con tristeza, pensando en
Samanta. Mulder prefirió arriesgarse por ella (Samanta), por
encontrara, antes de salvar la vida y volver con ella (Scully).
Tal vez ese pensamiento fuera egoísta, pero era como se sentía.
En el fondo, Scully siempre supo que la única mujer que podría
separarlos sería Samanta.
-¿Podemos verlo? -le preguntó Byers, y todos la miraron, como
si ella tuviera la última palabra. Los Pistoleros Solitarios
habían conocido a la Scully racional y científica, a la Scully
escéptica y visceral, incluso a la Scully más 'liberal', pero
nunca habían visto a esta Scully: una Scully enfermiza,
asustada, impotente y enormemente apagada
-Oh, claro.... su madre estaba con él, pero creo que ya se ha
ido. Yo.... -de repente se sintió mareada y se agarró a
Frohikie para no caerse.
-¿Qué te pasa? ¿Te encuentras mal?
-Ha pasado toda la noche despierta velando por Mulder, no ha
dormido nada. Y no me ha hecho caso cuando le dije que se tenía
que ir a descansar -le confesó Skinner
-Estoy, bien, de verdad. Solo ha sido un pequeño mareo.
-Dana, si has pasado toda la noche despierta deberías descansar
un poco -le dijo Frohikie
-No...
-Él tiene razón, duerme un poco. Solo nos faltaba que tú
también te pusieras enfermera -afirmó Langly
-No....
-Eh, te avisaremos si ocurre.... algo. Lo que sea
Scully se quedó callada. Ese 'algo' se le había clavado como
una espina en el corazón.
'Algo'.
¡Oh Dios!, 'algo'.
Si a Mulder la pasara 'algo' ella no podría soportarlo. Su
corazón no lo resistiría. Pero si debía pasar ella quería
estar allí. Para verlo. Para sentirlo. Para tocarlo. No podía
resistir la idea de vivir sin él, pero si tenía que pasar, ella
quería estar allí para darle su último adiós. Por eso la idea
de dejarlo, aunque solo fuera durante unas horas para hacer algo
tan trivial como 'descansar', no le resultaba muy atractiva.
-Vamos, te acompañaré -le Frohikie arrastrandola hacia una
enfermera. Le pregunto si había alguna habitación libre, una
cama o algo así, por que Scully no lo oyó muy bien. Solo se
dejo llevar hasta una cama donde consiguió dormir entre
pesadillas y recuerdos, de Mulder, claro.
1:37 p.m.
-Fox Mulder, por favor.
- ¿Es usted familia?
-Amigo
-Un momento -la chica de información tecleó un momento en su
ordenador- se encuentra en la 236 señor. En la segunda planta.
-Gracias
-Recuerde que los horarios de visita son solo hasta las tres
-Si, muchas gracias.
Se dirigió hacia la 236 con paso decidido, mirando hacia todos
los lado para no encontrarse son alguien 'indeseado'. Abrió la
puerta lentamente y entró. Miró hacia ambos lados del pasillo y
luego la cerró. Miró a Mulder. Estaba con los ojos cerrados,
rodeado de cables y aparatos. "Nada de eso le sirve",
pensó. Tenía un respirador, sin el que no podía vivir, y
había un a silla al lado de su cama, con una chaqueta ene el
respaldo. Seguramente de Scully. Se acercó un momento, para
verlo más de cerca, pero en seguida se apartó. Muchos
sentimientos se agolpaban en su mente cada vez que lo miraba. No
podía describirlos todos, y tampoco quería conocerlos. Culpa,
remordimientos, pena, cariño, alegría.... no lo sabía con
seguridad, y aunque lo hubiera sabido, nada hubiera cambiado.
Sacó una jeringuilla de uno de los bolsos de su gabardina y un
pequeño frasco con un líquido transparente. Metió el líquido
en la jeringa y lo inyectó a la bolsa de suero que tenía
Mulder. Con mucho cuidado envolvió la jeringa con un pañuelo y
la volvió a poner en su bolsillo. "Diez segundos, estoy
perdiendo practica"
Se abrocho su gabardina y salió de la habitación, y del
hospital, tan deprisa como pudo. Lo primero que hizo cuando
entró en su coche fue sacar un cigarrillo de su paquete de
Morley y encenderlo.
2:25 p.m.
Skinner caminaba deprisa buscando a Scully, no la había visto
desde que Frohikie la convenció para irse a descansar "cosa
que probablemente no habrá hecho", pensaba. Había mirado
en la habitación de Mulder, por los pasillos, había llamado al
laboratorio para ver si estaba allí, incluso le había
preguntado al doctor Green si la había visto. Pero nadie sabía
de ella desde que sus intentos por hallar una cura para Mulder no
fueron fructuosos.
Tampoco estaba en la cafetería. Salió al aparcamiento,
dispuesto a ir a su casa para buscarla, hasta que la vio. Estaba
sentada en unas escaleras en una de las puertas traseras del
hospital, la puerta de la lavandería, según rezaba el cartel
que había encima. Skinner se encaminó hacia allí. Ya desde
lejos pudo ver que había estado llorando, tenía los ojos algo
irritados, y estaba comiendo pipas de girasol, las mismas que
Mulder siempre tenía encima de su mesa.
Al llegar Skinner, Scully no levantó la mirada, siguió mirando
al frente y comiendo pipas
-Nunca me han gustado demasiado ¿sabe? Pero cuando las como me
siento segura
Skinner se sentó a su lado
-Usted ha hecho todo lo que ha podido, no puede juzgarse por eso.
A veces las cosas esta fuera del alcance de nuestra mano
-Yo... no he podido ayudarle, ni con mi estúpida ciencia ni con
mi estúpida fe
-Yo creo que si
Scully tiró el resto de las pipas al suelo y lo miró a los ojos
-Yo creo que sin usted, sin su insistencia en que podía haber
una cura, sin sus... creencias, ahora no podría darle esta
noticia
Scully lo miró confusa, no entendía lo que le estaba diciendo.
Pero cuando Skinner terminó de hablar, el rostro de Scully
cambió y sus ojos se inundaron de lágrimas.
Scully miró por la ventana de la habitación de Mulder: allí
estaba echado en la cama, plácido, callado, pero vivo. VIVO. No
sabían como, ni por que, pero eso a Scully no le importaba, solo
le importaba que estaba vivo. Se quedó mirando unos momentos a
Mulder, hasta que no pudo contenerse más y abrió la puerta
lentamente, Mulder miraba hacía la ventana y se volvió cuando
la oyó. Iba a sonreír pero vio que Scully tenía cara de estar
muy, muy, muy furiosa con él.
-Oh, Mulder eres tan, tan... estúpido, tan.... -le dijo mientras
se acercaba a grandes zancadas hacia Mulder, este pensó que
quizá le iba a dar una bofetada en la cara, pero para su
sorpresa, Scully se sentó en la cama, le acarició la cara con
ambas manos y le dio un beso en los labios. Un beso que lo
significó todo. Mucho más que un "me alegro que estés
bien" o "no vuelvas a hacerlo". Mucho más que un
abrazo de amigos o las más hermosas palabras de cariño. Era el
cielo y la tierra. Era la luz y la oscuridad. Era su Scully.
-Si vuelves a hacer algo así yo misma apretaré el gatillo. ¿Me
oyes?
Mulder solo supo sonreír. Aún no se creía lo que había
pasado, necesitaba un poco más de tiempo para reaccionar.
Scully se calmó un poco. Sus facciones se relajaron y sus
nervios también. Miró a Mulder, que parecía un poco
confundido, y le acarició la cara con su mano. Él sonrió y
acarició la mano que Scully tenía en su cara.
-¿Encontraste lo que andabas buscando?
Mulder la miró sorprendido, era la segunda vez que le hacía esa
pregunta y la segunda vez que tenia que responderle lo mismo
-No, yo.... no llegué a tiempo.
-Vamos, Mulder, no te culpes. Hiciste todo lo que pudiste, y
más. -esto ultimo lo dijo con un poco con resentimiento, como
reprochándole que arriesgara su vida sin pensar en los demás,
en ella. Mulder la miró como diciendole que lo sentía, como si
esperase su absolución.
-Scully, hay algo... que me gustaría decirte.
-¿El que?
-Cuando estaba en aquel campo buscando a mi hermana, y encontré
el almacén, yo vi cosas, Scully, las cosas que siempre he
querido encontrar. Vi pruebas, vi experimentos, vi informes. Y vi
la nave. Vi todo por lo que he estado luchando, arriesgándome,
humillandome. Vi la verdad. ¿Pero sabes en lo que estaba
pensando cuando veía todo eso, Scully? ¿Sabes en lo que
pensaba?
-No, dímelo -le dijo mientras le acariciaba el pelo. Parecía
una madre escuchando las aventuras de sus hijo después de una
gran aventura.
-Pensé... en que tú no estabas allí para verlo. En que... no
estabas conmigo en el día más importante de mi vida. Y me
sentí vacío. Me sentí solo.
Scully paró de acariciarle el pelo y le miró fijamente. Mulder
no bromeaba, aunque a Scully le hubiera gustado pensar que si,
sabía que lo decía en serio.
-Me faltabas tú, Dana. Yo...
Mulder le cogió la mano en el mismo momento en que su madre
habría la puerta y entraba en la habitación. Scully apartó la
mano y se levantó de la cama
-Oh, lo siento ¿interrumpo algo?
-No, no señora Mulder, Teena. Yo.... estaba a punto de irme
-Hola mamá
-Hola Fox, ¿como estás?
-Bien, bien.
-Bueno, yo me voy. Ya... nos veremos.
Se volvió para mirar a Mulder y le dio un beso en la mejilla.
-Volverás luego, ¿no?
-Si, claro -le contestó Scully sonriendo- hasta luego
-Adiós, Dana. Gracias... por haberlo cuidado tan bien
-No ha sido nada -le dijo negando con la cabeza. Abrió la puerta
y se fue de la habitación.
-Mamá, ¿que has querido decir con eso de cuidarme tan bien?
-¿Es que no te lo ha dicho? Se ha pasado toda la noche despierta
contigo, cuidandote. Y también esta mañana. Unos hombres muy
raros tuvieron que convencerla para que descansara un par de
horas.
Mulder sonrío pensando en los Pistoleros Solitarios.
-Te preguntaría que has hecho para acabar en este estado, pero
se que no me dirías la verdad.
Mulder sonrió.
-Fox... se que ahora no es el mejor momento, pero hay algo que me
esta rondando por la cabeza....
-¿De que se trata?
-Bueno, ....¿por que cambiaste tu testamento....? ¿ por que la
nombraste a ella... única responsable? -le preguntó sabiendo al
respuesta: por que la quería, había visto como la miraba cuando
le preguntaba si iba a volver luego, y también la de ella al
responderle que si. Había avisto la preocupación en el rostro
de Scully mientras Mulder estaba en coma, y la cara de alegría
que tenía ahora mismo. En el fondo se alegraba de que su hijo
pudiera haber encontrado a alguien así, bueno y amable, que,
aunque no comparte totalmente sus ideas, las respeta, y que le
ayuda para que....., bueno, una madre no debería pensar así,
pero.... para que no se volviera loco. Siempre pensó que se
quedaría solo, hasta que dejase de perseguir fantasmas del
pasado.
Mulder la miró con sus ojos de niño travieso, la miró hasta
que ella comprendió que aún no estaba preparado para decirlo.
-Bueno....., estarás cansado, te dejaré para que puedas
descansar.
Teena se levanto de la cama y se encaminó hacia la puerta.
-Mamá...
Se volvió para mirarle, Mulder sonrió.
-Yo también te quiero, hijo.
Sonrió y se fue de la habitación. No tenía valor para volver a
abrazar a su hijo, por que sabía que entonces rompería a llorar
y no quería que Fox la viera así. Fuera estaba Scully abrazando
a uno de esos extraños personajes de antes, el más bajito.
Todos miraron hacia allí y Teena les dijo que podían pasar a
verlo y se despidió de Dana, ahora solo quería llorar en
silencio.
Scully dijo que ella iría más tarde, a si que los Pistoleros
Solitarios entraron en la habitación de Mulder. Scully miró por
la ventana y vio que Mulder la estaba mirando también, ambos
sonrieron, siendo participes de un secreto que se decía a voces.
-¿Perdone, es esta la habitación de Fox Mulder?
-¿Si, que desea? -le preguntó Scully a la enfermera que acaba
de parase delante de la 236
-Vengo a devolverle las cosas al señor Mulder
-Deje, yo se las daré
La enfermera dudo un poco
-Soy.... una amiga de Mulder, no se preocupe.
-Esta bien.
Le dio una caja que contenía un reloj, unas gafas, unos guantes
(¿?), las llaves de su casa y del coche y su cartera. Cogió
ésta última y la miró. Tenía una foto de su familia cuando
él era aún pequeño, y una de Samanta dedicada por detrás.
Unas cuantas tarjetas de crédito, una foto de Scully, un
calendario...
¿Qué?
¿Una foto suya?
Si. No había ninguna duda de que era ella. Fue el día de su
cumpleaños, bueno, antes de que fueran interrumpidos por la
hermana de Max claro. Ella estaba sonriendo por que Mulder le
estaba haciendo muecas raras. Fue uno de los mejores momentos de
su vida. Sacó sus llaves del bolsillo de su chaqueta y se quedó
mirando el llavero de Apolo 11, el mejor regalo que le han hecho,
con diferencia, aunque no tanto por el regalo en si, sino por la
persona que se lo regaló. Desde ese día ya nunca se le
olvidaban las llaves de su casa ¿por que sería?
Metió las cosas de Mulder de nuevo en la certera y volvió a
mirar la foto de Samanta. Debía querer la muchísimo para
haberse arriesgado así pir ella. Entonces tomó una decisión.
1003 Prosvec Street. Utah 8:17 p.m.
El almacén había sido destruido por una fuerte explosión, que
probablemente causó la fuerte luz y el ruido que Mulder le
describió. Una explosión. Anduvo entre los restos del almacén
intentando encontrar alguna pista, algo que se hubiera salvado,
una prueba. Pero todo eran escombros y cenizas. No tenía nada en
que basar las afirmaciones de Mulder, más que su propio
testimonio. ¿Y cuantas veces habían tenido solo eso? ¿Cuantas
solo tenían lo que Mulder había 'visto', sin pruebas, sin
testigos, sin nada? Y siempre que llagaban a ese punto, tenían
que volver a empezar. Todo de nuevo. Empezar un nuevo caso que
los llevaba a un callejón sin salida. ¿Hasta cuado iba a durar
eso? ¿Y cuanto podría resistir Scully?
Luz.
Luz y ruido.
Scully miró hacia arriba, de donde procedía la luz, pero tuvo
que cerrar los ojos por que era demasiado intensa. ¿Que era
aquello? Scully estaba bastante asustada, ero no se iba mover de
allí. No mientras no supiera que era aquello.
Skinner subió las escaleras que le llevaron al primer piso,
donde habían trasladado a Mulder. Calificaban de su
recuperación como milagrosa, y se decía que le darían el alta
esta misma tarde. Pero Skinner no podía alegrarse por él, por
lo menos de momento. Ahora tenía otra preocupación. Abrió la
puerta de la habitación de Mulder, lo encontró de pies mirando
por la ventana. Mulder se giró al oír la puerta
-Vaya, señor, no esperaba verle hasta.....
-Tenemos un problema, Mulder, se trata de Scully