Nunca Demasiado Tarde 3
Por Lorena xcullyARROBAteleline.es

Spoilers: toda la serie y la película FTF
Sinopsis: he intentado -y espero haber creado- un episodio más o menos parecido a lo que CC nos tiene acostumbrados, ya sabéis lo de ellos-se-quieren-y-se-aman-mucho-pero-no-se-besan, pero con una final de lo más shipper. Aunque no sabré si lo he conseguido si no me lo decís, a si que ¡escribirme!
 
***************
Scully no podía abrir los ojos, la luz era demasiado intensa. Y el ruido hacía que le zumbaran los oídos. Pero no se movió. Sabía que debía resguardarse si no quería que la luz le produjera las mismas quemaduras que la otra vez con Cassandra. Pero no podía moverse. Allí estaba en peligro, ahora era vulnerable ante cualquier enemigo. Pero no quería moverse. La nave -Si, era una nave!!- se iba acercando más, y el ruido que se iba haciendo insoportable, a si que Scully no tuvo más remedio que taparse los oídos con las manos todo lo fuerte que pudo. Intentó abrir los ojos pero le resultó imposible. La luz la cegaría.
Ahora la nave debía estar justo encima de ella, según calculó. Casi no podía mantenerse en pie, aunque no sabía muy bien por que. Le escocía la piel y sentía como el calor se iba haciendo cada vez más fuerte, ahora se dio cuanta de que debía haberse puesto la chaqueta antes de venir ¡pero como iba a adivinar lo que vería!
"Maldita luz", pensó. Ojalá pudiera verlo. Quería verlo. No solo por saber si realmente era lo que Mulder había dicho que era, por averiguar si la verdad por la que tanto habían arriesgado los dos, por la que tanto habían luchado, por la que tanto habían perdido, existía realmente. Sino por que ella QUERÍA VERLO. Quería creerlo. Dana Scully quería creer. Increíble. Pero ella aún no se había dado cuenta. Ella pensaba que lo hacía por Mulder, por el respeto que le tenía, a él y a su búsqueda, por que se lo debía; y en parte era verdad, lo hacía por Mulder. Pero por otra parte ella, solamente ella, y nadie más que ella, quería verlo.
Scully sintió que el calor era menos intensó y pensó que quizá la nave se estaba alejando . No podía dejar que se fuera sin haberla visto. No iba a estar tan cerca y a dejarla escapar. No. En un impulso abrió los ojos y la vio. Solo un momento. Durante un par de segundos. Pero la vio. Luego tuvo que cerrar los ojos de nuevo. Entonces se empezó a sentir muy, muy cansada y notó que la cabeza le daba vueltas. Estaba perdiendo el equilibrio y se sentía muy mareada. Pero no le importaba. Lo había conseguido. Pensó en Mulder, en la cama del hospital, en el respirador, en los latidos de su corazón, en la gente rodeandolo y en él mirándola a ella, mirándola directamente al alma. Y entonces se desmayó.
 
 
Encontraron a Scully desmayada en medio de las ruinas del almacén. Se encontraba bien, tenía algunas quemaduras en la cara y los brazos, como las que se hizo cuando desapareció aquella vez con Cassandra Spender, pero estaba bien. Solo necesitaba descansar, pero Mulder insistió en acompañarla a la ambulancia y en quedarse con ella en el hospital. Dijo algo de que quería estar con ella cuando despertase.
 
Hospital Trinity. Washington DC 4:53 p.m.
Bill Scully entró por la puerta principal, como muchas otras veces atrás, para ver como se encontraba Dana después de una "loca y estúpida misión Mulder" como solía catalogarlas desde hace tiempo.
"¿La habitación era la 313 o la 314?"
Seguramente Dana fue a buscarlo, seguramente siguió una de sus estúpidas indicaciones y se metió en un lío. Siempre acaba haciendo lo que ese desequilibrado quiere. Como vea a ese Mulder lo mataré, no permitiré que la vuelva a hacer daño, le mataré.
"Creo que era la 313"
Primero está ÉL, tan arrogante, tal altivo, y con una mente tan trastornada ¿como es posible que tenga una placa y una pistola? Tenía que estar encerrado junto con sus hombrecillos verdes y sus conspiraciones en un manicomio. Y luego está ELLA tan independiente, tan decidida. Quiere decidir por ella misma, quiere ser libre, no me escucha. ¿por que lo hace? ¿es que no se da cuenta de que no le conviene?
"Definitivamente es la 313"
Cuando se recupere de ésta, le voy a decir unas cuantas cosas, y tendrá que escucharme. Hombre que me escuchará. La obligaré si hace falta, a ver si se da cuenta de una vez. Y en cuanto a él..... ¡no lo quiero ver por aquí!!!!!!
Bill se asomó por la ventana de la 313 para ver si estaba dentro Dana, y cuando vio lo que estaba pasando no pudo reaccionar. Y luego le dieron ganas de matar a Mulder y de zarandear a Dana a ver si reacciona.
 
Mulder se acomodó en la cama, el taburete en que había estado sentado las última tres horas le había dejado el trasero dolorido. A Mulder le pareció que la cama era especialmente mullida. Le cogió la mano a Scully y la acarició. Aún no se había despertado, desde que la encontraron tendida en el almacén, había estado descansando como una bella durmiente. Mulder no se cansaba de contemplarla, tan plácida, tan tranquila, tan bella. Ahora ya no la veía como antes, ya no la veía igual. No es que ella hubiera cambiado, si no que Mulder ha cambiado su perspectiva sobre ella: ya no es su escéptico compañera, su inseparable amiga, su único lazo con las personas cuerdas, la única persona en el mundo que le ha creído alguna vez y que, a pesar de sus locuras, sigue confiando en él; ahora la veía como una mujer, como una bella, inteligente y sensual mujer que había estado a su lado en los momentos más difíciles durante más de seis años. Y él no se había dado cuenta hasta.......
Notó que la mano de Scully se movía entre las sullas. La miró y vio como sus ojos empezaban a parpadear, extrañados por la luz. Esperó hasta que los abriera del todo y lo mirara a la cara.
-¿Qué....?
-Oh, Scully, eres tan, tan... estúpida, tan....
Se acercó lentamente a Scully y con sus manos acarició sus mejillas. Ésta sonrió levemente, no parecía nerviosa. Sabía lo que iba a pasar a si que cerró los ojos lentamente, Mulder también lo hizo y sus labios se juntaron en una beso más largo y profundo que el primero.
Mulder se separó mientras abría los ojos y la miró, ella aún los tenía cerrados.
-Si vuelves a hacer una estupidez así yo mismo apretaré el gatillo. ¿Me oyes?
Scully sonrió, pero no dijo nada.
-¿Por que le hiciste, Scully? ¿por que.... fuiste allí sola?
-Por que.... yo... quería verlo, Mulder, quería ver lo que ves, quería sentir lo que tu sientes; yo.... en aquellos momentos.... quería creer. -esto último lo dijo como para si misma, como si se acabara de dar cuenta de lo que decía.
Mulder no dijo nada, solo la miraba. Lo que le acaba de decirle, de confesarle era desolador, fantástico, pero desolador. Acaba de confesarle que quería creer, que QUERÍA CREER. ¿cuantas veces Scully le había dicho que creer no tiene importancia, que es lo más fácil? ¿Cuantas le había reprochado el tener ese estúpido póster de I WANT TO BELEVIE? Y ahora ella le decía que quiso creer.
-¿Qué..... qué fue lo que viste?
-Bueno, no estoy segura....
-Dana
-Esta bien. Al principio solo era una fuerte luz, una cegadora luz blanca. Yo no podía abrir los ojos. Luego oí un fuerte ruido, me zumbaban los oídos a si que me los tapé. Poco a poco la luz se hacía menos intensa y yo intentaba abrir los ojos.... hasta que lo vi
-¿El que?
-Bueno, era.....
-Vamos, ¿el que?
-Era una nave. Solo la vi un momento, luego tuve que cerrar los ojos. Pero la vi.
-"Ver para creer"
-Si -dijo Scully sonriendo. Mulder le volvió a coger la mano, esta vez más fuerte. Entonces la puerta se abrió y un Bill con cara de poquísimos amigos entró en la habitación.
-Hola, Bill -le saludó su hermana
-¡Hoo!, Sera mejor que me valla
-Hola Dana, vaya Mulder ¿ya te vas? -exclamó Bill, aunque no parecía una pregunta, sino más bien una orden.
-Si, se me ha revuelto el estómago.
Se acercó a Scully y le dio un beso muy lentamente en la mejilla, muy cerca de la comisura de los labios, estando seguro de que Bill los había visto besarse antes.
-Hasta luego -le dijo sonriendo. Se levantó y miró a Bill un momento, luego se fue sin decir nada. Al pasar por la ventana se volvió para mirar a Scully, que estaba mirando hacía allí, sonriendo. Mulder también sonrió.
-¿Cómo estás, Dana?
-Bien. -le dijo secamente- A que ha venido eso
-¿El que?
-"Valla, Mulder, ¿ya te vas?"
-Bueno, eso fue lo que dijo, ¿no?
-Bill, por favor. No tengo ganas, ni fuerzas, para discutir contigo sobre eso, otra vez.
-¿Es que no te das cuenta? ¿NO te das cuenta de que te está equivocando?
-¿De que estás hablando?
-De él, Dana. No te conviene. -se acerco a la cama de Dana y se sentó donde antes estaba Mulder- Dana, es.... manipulador, siniestro, ¡ y además está loco! ¿Es que no lo ves? ¿No ves que te utiliza para que le ayudes con sus estúpidas teorías de conspiraciones y extraterrestres y todo eso?
-¿Qué?
-Sabes de lo estoy hablando, pero no quieres escucharme. Ah! -dio un profundo suspiro- Os he visto antes, he visto como... -parecía que lo decía con asco- he visto lo que ha ocurrido
-¡¡¿Qué?!!
Bill se levantó de la cama y paseó hasta la ventana. Miró por ella un rato y de repente dijo:
-Le quieres ¿verdad?
-¿Qué? -su voz ya no sonaba firme, sino entrecortada, como si dudara.
-Tú le quieres
Scully no contestó. Bajo la cabeza para evitar la mirada de su hermano. Ya no podía negarlo, no solo a los demás, a Mulder, sino a si misma. Le daba miedo decirlo, tenía pánico, pero tenía que empezar a aceptarlo -Dios mío, hablaba como si fuera una enfermedad terminal- tenía que aceptar que le quería, QUERÍA A MULDER
-No puedo creerlo, ¡No puedo creerlo! Eres la última persona que yo imaginaría con él -la verdad es que siempre había pensado que acabaría solo, persiguiendo OVNIS hasta que algún día se matara en el intento. Pero ahora su hermana le estaba diciendo que le quería ¡le quería! No podía creerlo
-¿Crees que él es el hombre de tu vida?
-¡No lo se! No lo se. Pero sea lo que sea es decisión mía, Bill.
-Siempre fuiste la rebelde, la intrépida. Papá no pudo contigo -le dijo sonriendo
-Vamos, Bill, es mi vida, es lo justo. Si me equivoco afrontaré las consecuencias, pero sabre que he sido yo la que ha decidido.
-Eso es lo que siempre he admirado de ti, tu decisión, tu tenacidad, yo nunca he sido así. Yo.... me he dejado llevar, nunca opiné en nada
-Eso no es verdad, Bill. Ahora tienes el trabajo que siempre has querido y una hermosa familia, sería yo la que tendría que envidiarte.
-Pero no lo haces, no. La Dana Scully que yo conozco no se rebajaría a eso, la Dana Scully que conozco formará su propia familia, una familia de pequeños Spookys Scullys (*me quedó con la versión inglesa que queda mejor*)
Ambos rieron, relajando el ambiente. Bill se acercó a Scully, se volvió a sentar en la cama, y la miró un momento. Luego se abrazaron .
-Me alegro de estés a mi lado, Bill
-Yo también.
 
 
Scully fue dada de alta esa misma tarde, después de que la enfermera le hiciera unos análisis de sangre que solo revelaron que se encontraba perfectamente. El médico le recomendo reposo y le recetó una pomada para las quemaduras. Bill se prestó a acompañarla pero Scully le dijo que no hacía falta, que prefería ir ella sola, pero que le llamaría en cuanto llegase. Skinner le recomendó, o mejor dicho, le ordenó, que no fuera a trabajar en una semana, a lo que Scully no tuvo más remedio que aceptar. Los Pistoleros Solitarios la llamaron justo antes de irse del Hospital, para disculpar su ausencia, ya que estaban a puno de cazar algo "importante", según ellos. A saber lo que sería. Prefirió no averiguarlo. Pero lo que más la entrañó fue la ausencia de Mulder. No es que ella necesitara que la llevara a casa o algo así, es solo que le chocó que no estuviera allí, con ella, después de lo que había pasado.
" Tal vez no sabía que me iban a dar el alta. Pero podía haber lo preguntado. Tal vez lo que pasó fue solo por que yo lo hice cuando él estaba en mi situación. Pero a mi me pareció que era algo más. Tal vez para él no signifiqué lo mismo que para mi. Puede que él solo lo hiciese por que se sentía culpable por lo que me había pasado. Puede que ahora mismo ni siquiera se acuerde, estará con otro expediente en sus manos dispuesto a segur con su vida normal y corriente mientras yo me muero por él. O puede que...."
Es increíble lo mucho que podemos autoflagelarnos las personas con nuestros propios pensamientos. Increíble.
 
Media hora después de salir del Hospital, Scully llegaba a casa. Cuando entró tal vez esperaba que él estuviera allí. Pero estaba vacía. Se fue a su dormitorio y quitó la ropa, puede que esperando oír otro "te estaba esperando, agente del FBI", pero su dormitorio también estaba vacío. Se sentó en su sofá y encendió la tele. No tenía ganas de pensar, solo quería relajarse. Aunque sabía que eso era imposible.
Miró el teléfono. Estaba al alcance de su mano. Un movimiento y sería suyo. Podía llamarlo para ver que estaba haciendo, tal vez algo como "hola Mulder, soy yo. Te llamaba para recordarte que tienes una cuenta pendiente con una servidora para acabar algo .... ¿recuerdas?"
O tal vez algo más directo " Mulder, o vienes aquí ahora mismo a cumplir como un hombre o veremos quien de los dos tiene las 'piernas más largas para llegar a los pedales ' "
O simplemente "Mulder, ven, te necesito"
Más claro agua.
"¿Pero que estoy diciendo? ¿Me estoy volviendo loca? No le diría eso a Mulder ni en broma. Ni borracha -bueno, borracha si, se dijo pensando en aquel oscuro y vergonzoso día en que Eddie Van Blundht, con la 'h' muda por supuesto, tuvo la genial idea de hacerse pasar por Mulder y traer una encantadora señora botella de vino y justo en el momento más crítico de la velada el verdadero Mulder tuvo otra genial idea, la de aparecer por la puerta y pillarlos in- fraganti. No sabía si darle las gracias por evitarle hacer una estupidez o matarlo para que no viera la vergüenza en su rostro.
Pero ahora era diferente, por que este SI era el verdadero Mulder, y había sido ÉL el que la había besado. Por los motivos que fuera.
Ah......!! Mulder, ¿dónde estás?
 
 
"Llama. No seas idiota. Hazlo. Ella está allí, y tú aquí y la puerta en medio. ¿Solución? Puedes darle una patada y tirarla, puedes disparar a la cerradura y abrirla o simplemente puedes llamar al timbre. Probablemente la mejor sea a tercera opción"
Mulder seguía parado delante de la puerta de Scully sin decidirse. Había estado dando tumbos por la ciudad, y había empezado a llover y él había seguido caminando. Solo cuando miró a un escaparate y vio su reflejo en el cristal se dio cuenta de que estaba empapado. Empezó a caminar en dirección hacia aquí sin saber muy bien por que -mentira, si lo sabía, pero tenia miedo. Tenía miedo de descubrir sus propios sentimientos y de hacerselos saber a Scully, miedo de que la repuesta de ella no fuera la que él esperaba, miedo de perderla
En un impulso llamó al timbre. Ya no tenía remedio. Tendría que enfrentarse a ella - Dios mio, hablaba como si se tratara de una guerra- y decirle lo que le estaba pasando.
Oyó unos pasos y un manillar que giraba
"Esperando lo mejor preparémonos para lo peor"
 
8:36 p.m.
Mmm. Helado de chocolate. Nunca le había gustado demasiado, pero hoy le estaba sabiendo a gloria. Se acomodó en el sofá, subió el volumen de la tele dispuesta a olvidar sus pensamientos y disfrutar del resto de la película, cuando llamaron al timbre. Su corazón empezó a latir tan fuerte que Scully creyó que tal vez se le saldría de su pecho, sabía que eso era imposible... pero juraría que había estado a punto. Dejó torpemente el helado sobre la mesa y se acercó a la puerta, miró por la mirilla sabiendo que era Mulder -su adorado Mulder- el que estaría al otro lado. Estaba empapado, serio, y miaba hacia el suelo.
Giró el picaporte lentamente y abrió la puerta.
-Hola, Mulder. ¡Dios mío, estas empapado! ¿qué has estado haciendo?
"Vagando como alma en pena intentando aclarar mis sentimiento hacia ti, mi vida"
-Estaba paseando y empezó a llover
-¿Quieres....pasar?
"Si, si ,si ,si, please!"
-Claro
"¿como no voy a querer pasar?"
Mulder entró y se quitó la chaqueta, que Scully cogió y dejó en una silla en el pasillo. Se puso frente a él.
-Si has venido por lo del informe que teníamos que darle a Skinner sobre el caso, no te preocupes, me ha dicho que podemos esperar un par de días hasta que averigüemos que ha pasado realmente....
-No, no he venido por el informe Scully.
-Bueno, pues.... si has venido por tus resultados te diré que aun no los tengo, pero creo que darán negativos. Estás perfectamente -"en todos los sentidos"- y.... aún o he averiguado como pudiste sobrevivir......
-Tampoco he venido por mis resultados
-¿Entonces....?
-Sabes por que he venido. Lo sabes tan bien como yo. He venido a decirle algo, Dana, algo que debí decirte hace mucho tiempo.
Dio un paso hacia ella, que parecía nerviosa, incomoda. Se encontraban en la entrada de su apartamento, el uno frente al otro.
-Ya te lo dije una vez, pero no me creíste -y sonrió, recordando vagante el día que se despertó en un hospital después de haber -según su opinión- retrocedido en el tiempo hasta 1936 o -según la opinión de Scully- tenido un largo sueño
-Y con razón. Pero ahora te lo voy a volver a repetir, y esta vez no podrás dudar de mi, por que estoy decidido.
-Mulder, no...... no lo digas.
-¿Por....por que? -le temblaba la voz. No quería oírlo, no quería oír a Scully rechazarlo, eso sería mas terrible que un disparo en pleno corazón, que todas las burlas de sus compañeros, que desaparecieran todo los expedientes X; eso sería la muerte en vida..
-¿Y... si nos equivocamos? ¿y.... si esto no es lo correcto? No quiero estropearlo, Mulder, no quiero estropear nuestra amistad, es lo mejor que me ha pasado.
-Pero no tiene por que romperse, Scully, al contrarío, se haría más fuerte.
-No lo se, Mulder, no lo se. Supongo.... que tengo miedo, miedo... de nosotros.
-Yo también tengo miedo, pero creo que esto merece la pena, ¿tú no?
Scully levantó la vista y lo miró, él la estaba mirando fijamente, y vaya como la miraba, la derretía con sus intensos ojos azules. Entonces se dio cuenta de que él ya no era el Mulder de siempre, él que siempre la arrastra hacia horizontes oscuros, llenos de conspiraciones y tramas gubernamentales; ahora era un hombre, un hombre -que estaba buenísimo, todo hay que decirlo- que le había confesado que la quería, tanto como ella a él. Y entonces no pudo por menos que sonreír.
-¿Que te hace tanta gracia?
-Una vez di un consejo a alguien, Mulder. Le dije que un día ves a una persona y te das cuenta de que ya no es la misma que la noche anterior, que pasa de ser una simple amigo a convertirse en la única persona que puedes imaginarte a tu lado. Tal vez debería seguir mi propio consejo.
-Nos hemos estado mandando señales y no las hemos visto ¿eh?
Scully sonrió y bajó la cabeza, no quería que Mulder viera lo colorada que estaba. Mulder se acercó un paso, ya estaba muy cerca de ella, y le acarició la cara con las dos manos, levantándosela y haciendo que le mirara -pues si esta colorada, si- Pensó que tal vez iba a ponerse a llorar, como otra vez que estuvieron a punto.... pero Scully cogió la mano derecha de Mulder, y le besó la punta de los dedos suavemente. Mulder alucinaba. Luego llevó su mano (la de Mulder) alrededor de su cintura (la de Scully) y se acercó un pasito más, ya no había distancia entre ellos. Y no solo en el sentido físico, si no también en el espiritual.
Mulder la rodeó con sus brazos, entonces Scully pensó que lo de la altura era un engorro. Ahora no llevaba tacones, solo unas zapatillas de casa, por lo que el problema era mayor. Resolvió en ponerse de puntillas todo lo que pudo, Mulder la vio y sonrió. Se agachó - bastante, según comprobó Scully después- hasta que su cara quedó un poco más por debajo que la de Dana, que lo miraba sorprendida. Entonces Mulder la abrazó con más fuerza, la levantó y la besó con todas sus fuerzas, sin importarle nada más.
Así permanecieron durante un rato, sin poder "despegarse" el uno del otro. A Scully se le cayeron las zapatillas, que las llevaba en chancletas. Mulder se separó un poco de ella y abrió los ojos, Scully lo miraba fijamente como esperando a que diera el siguiente paso.
No supo como, pero cogió a Scully en brazos y la condujo hasta el salón, donde pensaba ponerla en el sofá. Pero Scully lo detuvo
-Mulder ¿olvidas que yo SI tengo dormitorio?
Con eso bastaba. Esas palabras eran suficientes. No necesitaba nada más. Scully le había dicho que si a una pregunta que él no había formulado. Le había abierto su corazón y su alma en una frase cargada de ironía y ¿por que no? sexualidad. Y claro, Mulder obedeció. La depositó con mucho cuidado en la cama y cerró la puerta de su dormitorio.
 
2:47 a.m.
Scully se despertó sola en su habitación. Al principio le pareció normal, como cada día, hasta que recordó que estaba desnuda y que su ropa y la de Mulder esta esparcida por todo el dormitorio. ¿Donde estaba Mulder? Podía haberse marchado --"como lo haya hecho lo mataré"-- Pero ¿sin sus calzoncillos?
Se levantó y se puso una bata. Salió de la habitación y se fue a al cocina, pero allí no había nadie. Lo llamó, suavemente, muy bajito. Probablemente no la hubiera oído aunque estuviera a su lado. Fue al salón, pero parecía que tampoco había nadie. Se iba a ir cuando oyó un pequeño sollozo, como si alguien llorase. ¿sería.....?
-Mulder, ¿Mulder estas bien?
Estaba sentado el suelo en una esquina acurrucado con los brazos rodeando sus piernas, y estaba llorando. Tenía puesta una toalla. Scully se sentó a su lado.
-Mulder, ¿que....?
-Fox, por favor
Su voz sonaba como un susurro. Ni siquiera la miró, se limitó a dejar que ella le cogiera su mano
-¿Y que pasa con lo de "conseguí que hasta mis padres me llamasen Mulder"?- le dijo, intentando quitarle dramatismo a la situación
-Bueno, tú no eres mi madre, y definitivamente tampoco mi padre a si que...
-Mulde..., Fox, ¿que te pasa?
-La he perdido, Dana, la he perdido para siempre. Se la han llevado y ya no voy a volver a verla
-No te tortures así, Fox, no pudiste hacer nada más. A veces.... las cosas están fuera del alcance de nuestra mano.
Mulder levantó la vista y la miró. Siempre estaba allí cuando la había necesitado, aunque se hubiera comportado como un idiota, aunque estuviera enfadada con él, aunque por su culpa mataran a su hermana, le provocaron un cáncer que casi la mató, la hayan sometido a numerosas cuarentenas y sea el asmerreír de todo el FBI , ella siempre estaba allí para él. ¿Pero de verdad era posible que Dana Scully estuviera enamorara de él?
-Aún no me lo has dicho, Dana
-¿Que? -se sobresaltó Scully- ¿Decirte el que?
-Que me quieres
-Tú tampoco me lo has dicho a mi
-¿Como que no? -le dijo riendo- Te lo dije y no me creíste, pero te lo volvería a repetir siempre, Dana Scully TE QUIERO
-Fox, yo....
Lo miró como esperando no tener que decirlo, era muy duro para ella, que siempre podía hablar sobre sus sentimientos con cualquiera mientras no fuera con la persona que era responsable de la mayoría de ellos.
-Yo....
Pero Mulder quería oírlo, y, muy en el fondo, Scully sabía que ella necesitaba decirlo.
-Yo también te quiero, Fox.
Entonces no pudo evitar reírse
-¿De que te ríes?
-Vaya, jamás pensé que yo fuera decir estas palabras acurrucaba en el salón de mi casa, a las dos y pico de la madrugada y.... a TI! Pero supongo que es al estilo Mulder, no puede ser como los demás.
-Así soy yo- dijo sonriendo, pero sus ojos seguían lleno de lágrimas. Se sentía culpable por su hermana, por que la había fallado, y no quería sentirse así ahora, ni mañana, ni nunca. Por Scully, por él, por *su* futuro (el de ambos, se entiende). Pero no podía evitar llorar. Scully se dio cuenta y entonces se acordó de algo que encontró que quizá le ayudase.
-Fox, yo.... quiero enseñarte algo, es..... una hoja que encontré entre los escombros del almacén, antes de que la..... de que la nave me sobrevolara
-¿Una hoja?
-Si, un mensaje
Mulder la miraba confuso
-Un mensaje de tu hermana para ti, Fox
-De mi hermana....
-Si, debió dejarlo allí pensando que volverías a buscarla, supongo que no quiere que sufras por ella, por su recuerdo.
-¿Que..... que pone? -Mulder no tenía fuerzas para leerlo
-Bueno, la hoja está en mi cuarto, pero..... supongo que tu sabrás lo que significa. Decía "nunca será demasiado tarde para jugar al Stratego"
Mulder sonrió, y se frotó los ojos quitándose las lágrimas. Ahora sabía que ellos se volverían a encontrar algún día y que ya nadie los separaría, que tendrían tiempo para poder recuperar el tiempo perdido y para poder olvidar. Y también supo que Dana y él nunca se dejarían de amar, como lo habían estado haciendo en silencio. La abrazó y la besó en los labios, sabiendo que ella pensaba lo mismo que él.
 
nota: El por que Dairen se comió los sesos del pobre señor Arnol y como lo hizo lo dejo a la imaginación de cada uno, que bastante he hecho yo ya. He dicho.