POR UN BESO

Autora: Laura Varela

Disclaimer: Estos personajes no son míos, son de CC, pero como él no hace lo que queremos los shippers lo voy a hacer yo... (otra vez) jejejeje.

Spoliers: Hace alusión un poquitín a triangle, otro poquito a FTF... pero sobre todo, a Millennium : ), por supuesto.

Dedicatoria: Dedicado a toda la gente del canal. Especialmente a 4 que yo me sé, por las partiditas y los viernes.
A Patri, que no se cansa de aguantarme.
Y a Fanny, por todo lo que hace por mí.
¡¡Os quiero mucho a todas!!

Nota: Este relatito lo escribí entre descansos de estudiar un examen (ejemplo de que la inspiración llega repentinamente, XD) Es el primero que escribo centrándome solo en *sus* pensamientos, así que espero muchos comentarios para saber como me ha quedado, ¿vale?

Nota 2: Está clarísimo: empieza Scully, sigue Mulder.......

Cinco días. Si ya han pasado cinco días ¿por qué me siguen temblando los labios?

Es extraño... e inesperado. Porque no me lo esperaba. Podría haber imaginado cualquier incidente. Otro en la larga lista de incidentes que me han impedido besar a Fox Mulder.

Pero no.

Esta vez todo salió a pedir de boca: una televisión, una cuenta atrás, una sala bacía... y un beso. Nuestro beso. Ese que llevaba 7 años esperando que nos decidiésemos, el que ya estaba perdiendo la paciencia...

7 años. Que se dice pronto...

Y por supuesto está la famosa frasecita "El mundo no ha terminado..." ¿Iría con segundas?
Si alguien sabe lo que ese hombre quiso decir por favor que me lo explique porque yo llevo una semana comiéndome la cabeza y ya no puedo más.
Quizá era lo que su sentido del humor tenía preparado desde el principio.
O quizá fue simplemente lo primero que se le ocurrió cuando trataba de disimular el nerviosismo.

Me pregunto si él habrá sentido lo mismo que yo.
No me refiero a las dudas o el miedo, sino a esa extraña sensación de haber completado algo en su vida. Algo importante.
Algo en mi interior sabe que sí. Pude sentirlo en sus labios. En él.

Si continuo así acabaré sonrojándome (si es que no lo estoy ya...) y eso no me conviene porque él está justo a mi lado. Está redactando el informe de nuestro último caso sin desviar la vista del ordenador. Me pregunto en que estará pensando...

********************

Cinco días. Cinco largos días en los que no he parado de pensar en sus labios. Rozando tímidamente los míos.

Aun no sé porque lo hice. Por que la besé.

¿A quién quiero engañar?

Lo hice porque lo estaba deseando. Porque el momento era perfecto y no pude resistirme más.

Ella estaba allí. Preciosa. La miré. Miré sus labios. Imaginándome lo maravilloso que sería besarlos. Sintiendo sólo ese deseo. Sin hacerme ilusiones.

Como siempre.

Pero entonces ella se gira. Me mira. Y la tentación se hace demasiado fuerte y ahora si que no aguanto más. Así que me acerco. Y la beso. Al fin.

Puedo sentir por todo mi cuerpo una sensación de paz increíble. Como si eso fuera lo que me faltaba por hacer en la vida. Como si ya estuviese completo.

Entonces nos separamos. Sólo porque necesito volver a tomar aire, porque si de mí dependiese me hubiera quedado así para siempre.

Lo primero que hacemos es sonreírnos.

Y entonces me sale sin pensar: "el mundo no ha terminado". No sé ni siquiera porque lo dije. Enterremos la magia del momento con alguna parida... típico de mí, ¿verdad?

Ella responde a mi afirmación y fue allí cuando desapareció el encanto porque entonces nos dimos cuenta de lo que habíamos hecho realmente: besarnos.

Y no fue un besito para conmemorar el milenio, fue más que eso. Mucho más.

No sé si ella piensa en aquel momento tanto como yo. La veo concentrada en su trabajo. Como siempre. Era inevitable. Ha bastado menos de una semana para que ese demonio se instale de nuevo en nuestras vidas. Ese demonio llamado rutina.

Sigue revisando papeles, cotejando datos... mientras mis dedos teclean en el ordenador como si estuviesen programados. Y no sé ni lo que estoy escribiendo, porque mi mente está a cinco días de aquí...

********************

Vale. Ya no puedo más.

¡Nos besamos, por el amor de Dios! Y todo sigue como antes... es inconcebible, no puede estar pasando.

¿O sí?

Hace un año nuestros labios se rozaron por primera vez, pero todo siguió igual.
Me dijo te quiero, pero todo siguió igual.

¿Es culpa mía? ¿Suya? ¿O de los dos?

No.

Es culpa del miedo. Del miedo al cambio, de perder lo que ya tenemos.
Pero yo he llegado a un punto en el que ese maldito miedo ha pasado a un segundo plano y lo único que me importa ya es estar con él, pero de una forma nueva.

Dios mío, creo que ha mirado hacia aquí... me ha mirado a mí y juraría que ha sonreído.

Creo que estoy delirando...

Estupendo. El maldito informe se me ha escurrido de las manos. Antes no me afectaban así sus miradas... ahora hasta puede llegar a conseguir que pierda el control de mis dedos. Increíble.

Bien, supongo que tendré que agacharme. ¿Podemos detener el tiempo unos segundos para que no tenga que verme en tan ridícula situación? Creo que no...

********************

¿Habrá pasado realmente? Es decir, ¿no lo habré soñado?
Hay veces que tengo que cerrar los ojos y recordarlo de nuevo (bendita memoria fotográfica) Y entonces me doy cuenta de que ha pasado de verdad, de que nos hemos besado de verdad.

Necesito volver a verlos. Sus labios. Están ahí, tan cerca. Pero tan lejos...

Así que giro la cabeza y con un disimulado y rápido movimiento de mi cuello fijo mi vista en sus labios. Y no puedo evitar sonreír porque es como si pudiera sentirlos de nuevo sobre los míos.

Creo que se ha dado cuenta. Quizá me sobreestimo, pero acabo de ver uno de sus informes deslizarse de su mano y aterrizar en el suelo justo cuando yo he desviado la vista.

Vacila un segundo. Así que supongo que no le apetece mucho recogerlo.
Decido hacer uso de mi buena educación y me agacho para cogerlo yo mismo.

Pero no es el informe lo que rozan mis dedos.

Su mano. Está justo debajo de la mía.

Parece que el azar ha decidido coordinar a la perfección nuestro intento de alcanzar el informe, de tal manera que hemos acabado los dos en cuclillas sobre el suelo.

Ella sosteniendo el informe. Y yo su mano.

Enternecedor, ¿verdad? ¿Entonces por qué me tiembla todo el cuerpo?

********************

Esto es increíble. Más increíble aun que cualquier expediente x que hayamos investigado nunca.

Estoy empezando a creer en el destino.

La mano de Mulder está posada sobre la mía, ¿qué se espera una de una situación así?: Peligro. Retirada.

Pero esta vez no. Es como si todo nuestro cuerpo se hubiese detenido. El tiempo no existe.

********************

Sigo parado. Y ella tampoco se mueve.

Parecemos dos estatuas de mármol.

Al fin reúno las suficientes fuerzas y la miro. Me sorprendo porque al levantar la cabeza me doy cuenta de que ella me está mirando también.

¿A qué me recuerda esta sensación? Dios mío... estamos tan cerca... otra vez.

No fue un momento de debilidad. No lo fue hace cinco días y tampoco lo es ahora.

Necesito volver a besarla.

Así que me inclino suavemente hacia ella, que permanece inmóvil.
Apenas siento mi corazón. No sé si se ha parado o si late demasiado deprisa.

De repente me veo a mí mismo en aquel hospital, besándola por navidad.

Pero esta vez no hay motivos. No hay excusas.

********************

Tenía la necesidad de decirle cuanto le necesito, cuanto le quiero.

Pero ahora que me está besando siento que ya está todo dicho...

Las palabras no importan.

Importa él. Importo yo.

Importamos nosotros.




FIN

Comentarios, sugerencias, críticas a arualfARROBAteleline.es