La segunda oportunidad que me dio la vida IV
Disclaimer: ¡Chris! Por más que quiera jamás tendré tu imaginación, pero
mientras tu inspiración vuelve para que veamos buenos episodios, intentaré
entretener a los shipper.
Autor: Meli Lucas
Gracias a todas aquellas personas que soportan mi x-philomanía y mi mulderismo
elevado al cubo.
Esto va dedicado a todos los que tenemos la esperanza que la relación entre M&S
sea más perfecta que hasta ahora.
Resumen: Un regreso inesperado le cambia la vida a Mulder y a Scully
La segunda oportunidad que me dio la vida IV
Ha sido la mañana más difícil que hemos vivido en muchos años. Scully se quedó
dormida después de llorar por más tiempo del que hubiera deseado.
Tal vez no es el momento de pensar en mis fantasías sexuales, pero sentí
escalofríos por todo el cuerpo cuando se me sentó encima, a pesar de todo ese
dolor que siente mi corazón al sentirme culpable de cada gota de frustración y
rabia que ha derramado junto a mí.
La acosté en su cama junto a su pequeña, y me quedé junto a ellas,
contemplándolas, tratando de retener por una eternidad, el paisaje que se
presentaba ante mis ojos.
Mis dos angelitos juntos y sin pesadillas que me atormentaran su presencia en mi
vida.
Si supieran cuanto las amo a las dos, y las grandes esperanzas que tengo que las
cosas salgan bien y podamos ser felices de una sola vez.
Pero también sé que no se nos va a hacer tan fácil como quisiéramos ya ahora
sólo nos queda esperar que quieren ellos a cambio de nuestra niña.
Estoy hablando de nuestra niña sin saber quien es el verdadero padre, tal vez,
como en aquella otra oportunidad, sea el producto de un experimento.
En algunas ocasiones mi imaginación vuela muy alto, sueño con dejar ésta, ahora
absurda búsqueda y dedicarme a Dana y Emily, pero sé que hasta que sepamos que
ella está bien no lo podré realizar.
Además para ese sueño ocupo el consentimiento de Dana.
No sé cuantas horas he pasado contemplándolas.
Lo mejor que podría hacer es ir a prepararles el desayuno para dejar de
desvariar estas locuras de adolescente.
Siento los párpados pesados, mi cabeza de duele como si me hubiera tomado una
botella de tequila entera.
Me estiro en la cama y me asusta sentir un bulto a mi lado.
Decido abrir los ojos y me encuentro con unos grandes ojos azules iguales a los
míos, es hasta entonces que entiendo todo lo ocurrido en la mañana.
“Buenos días tesoro” No puedo dejar de tocar su cara para saber que estos
momentos son reales y que no estoy soñando.
“Hola” Me contesta entre bostezos todavía.
“¿Tienes hambre? Vamos a la cocina para ver que te preparo ¿Quieres?” Me
contesta con la cabeza. Y nos levantamos de la cama.
Solamente drogada podría creer lo que ven mis ojos. Mulder está en mi cocina,
con el delantal puesto y su cara llena de harina. Además de su cara, el piso, la
mesa, el fregadero y la refrigeradora, sin mencionar que las cáscaras de
naranjas y de los huevos bailan por todos lados, menos en el basurero.
“¿A quién planea matar, Agente Mulder?” Le preguntó con un tono serio que me
causa demasiada gracia.
“Buenos días princesitas, como podrán ver quería darles una sorpresa”
“Y vaya sorpresa que nos diste. Voy a durar toda la mañana en arreglar este
tiradero”
“No te preocupes, primero nos deberíamos sentar a desayunar, porque me quedaron
deliciosos los waffles. ¿Te gustan Emily?”.
“Creo que estos no me van a hacer mucha gracia” Le contestó con una sonrisa en
los labios. “¡Ah! Y no sabía que los payasos de caras blancas hacen desayunos”
“¡Sí hacen desayunos y también cosquillas a las chiquillas bonitas!” Le contestó
Mulder mientras salía corriendo detrás de ella para alcanzarla en el sofá y la
acribillaba a punta de cosquillas.
Desayunamos en un cómodo silencio y aunque nadie me lo crea los waffles y el
jugo de naranja estaban deliciosos. ¡Lo que hace el amor!.
Mientras me daba una ducha, Mulder y Emily acomodaron la cocina, que a muchísimo
costo quedó totalmente acomodada.
Me extrañó que Emily trajera una maleta con ropa recién comprada. Me dolió que
hablara de su abuelo con tanto cariño, si fue él que nos separó y nos hizo todo
el daño que pudo.
Traía ropitas preciosas, algunos overoles, vestidos, blusitas. ¡Qué lástima que
ese desgraciado sea tan malo! Por dicha ella tiene una buena imagen de él.
“¿Nos vamos, mami? Papi ya está casi listo, se está terminando de poner su
corbata”.
¿Papi? ¿Mulder? ¿De dónde habrá sacado eso esta niña?
“¿Papi?” Le pregunté casi por inercia.
“Sí, mi abue me dijo que Mulder era mi papá y tú mi mamá” Me terminó de partir
el alma. Mulder el padre de mi hija. Esto es imposible.
“¿Te gusta la idea?” Preguntó Mulder al salir de la recámara.
No cabe duda que esos trajes se le ven de mil maravillas.
“Sí, me encanta que ustedes sean mis papás. Pero entonces me queda una duda”.
“¿Cuál duda cariño?” Le vuelve a interrogar Mulder, mientras se agachaba para
estar a su altura.
“¿Por qué ustedes no son como los papás de mis compañeras del kinder? Ellos se
dan besos de papás y siempre andan de la mano”.
La gran y temida pregunta. Ahora sí que nos metimos en problemas. ¿Cómo le voy a
decir a esta niñita inocente que sus padres no viven juntos y que nunca han
estado juntos.
“¿Por qué ustedes no son como los papás de mis compañeras del kinder? Ellos se
dan besos de papás y siempre andan de la mano”.
Scully tomo un color verduzco que creí que iba a volver a caer al piso, pero es
más fácil que la niña no se enteré de cómo llegó a este mundo.
“Claro que somos como los demás papás. Mira” Y me levanto del suelo y beso
tiernamente a Scully en los labios.
Así, tomados los tres de la mano nos fuimos al hospital para comprobar la salud
de nuestra pequeña.
¡Me besó! Un beso de Mulder en mis labios, un dulce roce de amor de padres, de
un amor a una pequeña que aún así no estoy segura que sea de él. Y a pesar que
mi corazón me dice que ella es mía, cabe la posibilidad que no lo sea.
Ingresamos a la niña en la sección de pediatría, nos ayudó muchísimo uno de los
amigos de Scully de la facultad.
En estos momentos se llevaron a Emily para realizarle estudios tomográficos y
radiólogos. En algunas horas tendremos los resultados de éstos y los análisis de
sangre. Ambos nos hicimos los estudios del ADN para saber que es nuestra, sin
embargo el amor de padres es más fuerte que cualquier otra cosa y no necesito de
estudios que me digan si debo querer o no a esa niña.
CONTINUARÁ...
Cuéntame si te gustó. Me gustaría saber que piensas y tus sugerencias serían
estupendas. Sé que tu tiempo es muy valioso y prometo que no me extenderé mucho.
Lucas_spookyARROBAhotmail.com