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Tema:
Tiene algo de Shipper y algo de Misterio.
10:15
a.m.
Sus
ojos tardaron unos segundos en acostumbrarse a la oscuridad en la que se veía
rodeado. Sacó su arma y la mantuvo con firmeza entre sus manos, dispuesto a
disparar contra el peligro que su instinto le decía que lo acechaba. La
habitación en la que se hallaba era pequeña y la oscuridad le impedía verla
detalladamente. Una luz a sus espaldas lo hizo girar sobre sí mismo, para
encontrarse con una mujer de aspecto espectral; su oscuro cabello contrastaba
notablemente con la palidez de su
piel y el blanco vestido que llevaba puesto emanaba una luz blancuzca opaca.
Extendió un brazo y flotó hacia él, quien no se movió, como si una extraña
fuerza le impidiera mover sus músculos; ella atravesó su mano por el pecho de
él, sintió como la mano helada se cerraba en un puño oprimiendo su corazón.
El silenció fue interrumpido por el ruido de pasos lejanos que se fueron
acercando lentamente, hasta que este sonido se transformó en un ruido
persistente y firme.
Mulder abrió los ojos lentamente y se dio cuenta de que tocaban la puerta. Se levanto pesadamente, todavía sentía la opresión en el pecho como si la helada mano realmente haya intentado detener los latidos de su corazón. Se dirigió hacía la puerta y se encontró con Scully; quien sostenía un expediente y lo agitaba juguetonamente mientras se apoyaba en el marco de la puerta.
- Ya era hora de que despertaras.- comento en tono de reclamo.
- ¿Qué hora es?.- preguntó Mulder mirando su reloj.
- ¡Pero si son…- comenzó a decir Mulder sorprendido de darse cuenta de que se había quedado dormido.
- Las 10:15.- lo interrumpió Scully.
- Mulder, siempre acostumbras llegar tarde pero creo que dos horas tarde es algo poco común en ti y menos por quedarte dormido.- dijo Scully mientras se sentaba al lado de él en el sillón y miraba como daba un largo bostezo.
- ¿Qué es eso?.- preguntó mientras terminaba de bostezar y señalaba el expediente que Scully tenía en su mano.
- Es un expediente x que Skinner nos asigno esta mañana.-
- De qué se trata.- dijo Mulder mostrando más interés.
- Un maestro muere de un paro cardiaco delante de 30 alumnos, los cuales afirman haber visto a una joven introducir la mano en el pecho del hombre durante el mismo.- dijo extendiéndole un dibujo de una joven de cabellos oscuros.
- Este es el boceto que hizo la policía según las descripciones de los estudiantes.-
- ¿Qué sucedió con la chica?.-
- Según los alumnos salió por la puerta del aula…….flotando.-
Mulder escuchaba mirando el boceto atentamente; había visto a la chica antes, en el sueño, tenía los mismos oscuros mechones sobre el rostro.
- Los alumnos ¿dijeron que emanaba una luz blancuzca o cómo apareció en el aula?.-
- No; no dijeron nada sobre una luz; o por lo menos no aparece en sus declaraciones, y entró al aula de la misma manera en que salió…Mulder ¿no pensarás que es un fantasma? o sí.-
- En realidad no lo sé.-
- Mulder ¿te encuentras bien?.-
- Sí.- contesto pensativo.
- Bueno…vístete y prepara una maleta. Nuestro vuelo sale en dos horas.- dijo dirigiéndose hacía la puerta.
Aeropuerto
John F. Kenedy
12:05
a.m.
Scully esperaba impacientemente a Mulder; estaba preocupada por él, esa mañana lo había notado muy extraño.
Pero se tranquilizo al verlo llegar corriendo, con la misma sonrisa de siempre.
- Mulder ¿crees que algún día llegarás a tiempo a algún lado?.- pregunto Scully sarcásticamente.
- Si eso llegara a pasar, puedes estar segura de que soy un clon o que mi mente está siendo controlada por un ente desconocido.- bromeo Mulder con una gran sonrisa en su cara.
- Si, está bien.-
Ya en el avión Scully miró sorprendida cómo Mulder se dormía. No era costumbre de él quedarse dormido en los aviones, ni siquiera era su costumbre dormir.
Mulder
se encontraba en un pasillo, tenía su arma en la mano, aunque sabía que no lo
ayudaría a defenderse de lo que lo perseguía. Corrió por el pasillo hasta que
se tropezó con un hombre de aproximadamente 35 años, de pelo castaño y ojos
claros.
-
Huya, ella lo atrapará mientras duerme, evite dormir o lo matará.- dijo el
hombre mientras desaparecía lentamente.
Continuó
corriendo hasta llegar al final del pasillo donde había una puerta. La abrió
lentamente y entró a la habitación aferrándose al arma como si fuera su única
salida. La puerta se cerró a sus espaldas dando un fuerte ruido; miró hacia
atrás esperando encontrar a la persona que la había cerrado pero no había
nadie, intentó abrir la puerta pero estaba atascada giró sobre sí mismo y vio
a la joven que emanaba luz cerca de él. Empezó a empujar la puerta en un vano
intento de tirarla abajo, pero esta no cedía. Retrocedió para alejarse de ella
pero tropezó y se vio acorralado en una de las esquinas de la habitación.
Disparó varias veces pero parecía no hacerle daño. Flotó lentamente hacía
él; se agacho e introdujo su mano en su pecho. Un alarido escapó de sus labios
mientras sentía cómo la mano se cerraba en su corazón.
Mulder se despertó sobresaltado; muchos pasajeros lo estaban mirando y Scully lo miraba con mucha preocupación.
- Mulder, está bien fue solo una pesadilla; estabas gritando por lo que te desperté; tranquilízate por favor.-
- Scully, no fue solo una pesadilla ella estaba ahí e intento matarme; y no me mires como loco y me pidas que me tranquilice.-
- Mulder cálmate y cuéntame tu sueño.-
- Corría por un pasillo y me tropecé con un hombre que me advirtió que ella me mataría en mis sueños; que no debía dormir…
- ¿Cómo era el hombre?.-
- Era blanco, como de 35 años, pelo castaño, ojos claros.
- Bien continúa.-
- Luego entré a una habitación donde quedé encerrado y ella apareció; introdujo su mano en mi pecho y apretó mi corazón…¡intentó matarme!.-
- Mulder; creo que el caso te está afectando.- dijo Scully.
- Scully soñé con ella ayer en la noche; antes de enterarme del caso.-
- Mulder…-
- Creo que el hombre que me advirtió era el maestro.-
- Creo que dejar de dormir no será un problema un problema para ti.-
- Eso espero.-
Instituto
Armstrong
14:00
p.m.
Mulder
y Scully caminaron por el pasillo repleto de adolescentes en busca de la oficina
del director.
-
Esto me trae recuerdos de mi adolescencia.-
-
Recién me entero que saliste de ella.- contesto Scully sonriendo.
-
Disculpa ¿podrías decirnos dónde se encuentra la oficina del director?.-
preguntó a un muchacho que pasaba
por su lado.
-
Vete al diablo.- le contestó y siguió caminando.
-
Scully ¿perdiste el tacto para hablar con muchachos?.- Mulder la miró con una
sonrisa pícara, a lo que ella contestó con un golpe cariñoso en el pecho.
-
A ver; inténtalo tu.- lo desafió.
Mulder
detuvo a un muchacho con el que tuvo una animada charla sobre deportes que
finalizó preguntándole dónde estaba la oficina del director.
-
Mulder hiciste trampa.-
-
No la hice.-
-
Claro que sí.-
-
Scully estás paranoica.- contestó Mulder riendo mientras tocaban la puerta del
director. Una voz le dio permiso para pasar.
El
director resultó ser un hombre de baja estatura y de anteojos; se encontraba
leyendo unos papeles y ni siquiera levantó la vista para ver quien era.
-
Somos los agentes del FBI Fox Mulder y Dana Scully; venimos a investigar el
homicidio de….- recién entonces levantó la vista y miró a los agentes.
-
Harry Evans; el maestro.- lo interrumpió Scully
-
Disculpen.- dijo cerrando la carpeta que estaba leyendo.
-
¿Qué nos puede decir sobre el maestro?.-
-
Era un gran maestro de literatura; tenía la capacidad de cautivar a sus
alumnos.-
-
¿Notó algún cambio en él en sus últimos días?.- preguntó Mulder.
-
No, solo que no dormía bien y consumía mucho café. Aparte de eso, nada más.-
Mulder
le dio un pequeño codazo de complicidad a Scully.
-
Por casualidad ¿no tendrá una foto de él?.- el director se levantó y se
dirigió a una fotografía enmarcada que colgaba de la pared la tomó y se la
extendió a Mulder, señalando a un hombre de aproximadamente de 35 años, de
pelo castaño y ojos claros. A lo que siguió otro codazo de parte de Mulder.
-
¿Quiénes son los alumnos que vieron el suceso?.- pregunto Scully.
-
La mayoría faltó al colegio, les di permiso por que podrían haber quedado
conmocionados luego del incidente; pero hay tres alumnos que se encuentran en el
colegio: Margaret Thompson, Mary Wolf y Gary Gibson. Los encontrarán en el
laboratorio.- dijo de manera de despedida.
Mulder
y Scully se levantaron y se dirigieron a la entrada.
-
Agentes, si la muerte de Sr. Evans no fue por causa natural espero que lleven el
caso con discreción, tengan en cuenta que es un Colegio de prestigio.-
-
No se preocupe.- dijo Mulder abriendo la puerta.
El
laboratorio era una sala con cuatro mesas y varios instrumentos, probetas,
microscopios, etc.
-
¿Ustedes son los estudiantes del profesor Evans?.- pregunto Mulder.
-
Sí.- contestó una joven de pelo rubio y ojos verdes.- Yo soy Mary Wolf.-
-
O sea que tú eres Margaret Thompson, y tú Gary Gibson.- concluyo Scully señalando
a los dos jóvenes restantes, uno era el que le contestó groseramente a Scully
en el pasillo.
-
Oh, gran deducción Sherlock.- dijo secamente Gary Gibson.
-
¿Podrían describir el incidente del Profesor Evans?.- solicitó Mulder.
-
El profe estaba dando clases; entró una joven que flotó hasta él, le metió
la mano en el pecho y el profe cayó muerto.- resumió Gary Gibson.
-
¿Cómo era la joven?.-
-
Pálida, tenía la piel blanca, el pelo muy negro, usaba un vestido blanco y
emanaba una luz blancuzca opaca.
-
Scully a mí me parece familiar y creo habértelo mencionado.- insinuó Mulder.
-
Está bien, tenías razón pero ¿cómo la matamos? Esta tras de ti y no podrás
estar despierto toda tu vida.- dijo Scully saliendo del laboratorio seguido por
Mulder.
-
Tienes razón ¿Debemos averiguar quién es?.- aceptó Mulder.
-
Tal vez la policía haya logrado algo con el boceto.- sugirió Scully.
-
Llama y averigua, quisiera hablar con la psicóloga del colegió.-
-
¿Qué se te dio por tomar terapia?.-
-
Quisiera saber si Harry Evans le comentó algo sobre su atacante.-
Mulder
caminó hasta encontrar la puerta que tenía como título Psicología entró y
vio una mujer regordeta de un metro sesenta con unos pequeños anteojos.
-
¿Es usted la psicóloga del colegió?.-
-
Sí, lo soy.-
-
Quisiera hacerle unas preguntas sobre la muerte de Harry Evans.-
-
Por supuesto.-
-
Notó algo raro en él en sus últimos días.-
-
Si dormía muy poco, le pregunté sobre eso y me confesó algo muy raro.-
-
Continúe.- pidió Mulder mostrando interés.
-
Me dijo que lo habían intentado matar mientras dormía varias veces y que por
eso temía dormir, y que lo habían intentado sedar para que pudieran atacarlo
en sueños.-
-
Eso es interesante.-
-
Yo le recomendé que viera a un terapeuta amigo mío pero se negó
rotundamente.-
-
Muchas gracias.- dijo Mulder marchándose.
Se
encontró con Scully en el pasillo.
-
Scully el maestro sufría las mismas cosas que yo, ella se le aparecía en sueños.-
-
Ella fue identificada…-
-
¿Quién es?.-
-
Mulder ella murió hace dos años; se llamaba Diana Peterson, venía a este
colegió y Harry Evans era su maestro; su padre vive cerca podríamos ir a
interrogarlo.-
Residencia
Peterson
18:45
p.m.
La
casa de William Peterson era bastante grande para alguien que vivía solo. Los
atendió un hombre de 45 años en su rostro se podía ver la angustia y la
amargura de alguien que tiene una herida que todavía no sana. El padre de Diana
Peterson describió la vida de ésta como alguien que no llegó a cumplir sus
sueños, que nunca se enamoró, la vida le había jugado una mala pasada.
Mulder
comprendió entonces la razón de por que mataba, era una venganza contra la
vida, había muerto de paro cardíaco; sufría una enfermedad cardiaca, y por
eso detenía los corazones de sus víctimas. Pero algo que no comprendía y que
no sabía si llegaría a comprender era porque él.
Jamás la había conocido ni visto en su vida.
Interrumpió
sus pensamientos para despedirse de William Peterson y ya fuera de la casa los
compartió con su compañera.
-
Scully; ella hace una venganza contra la vida, no lo entiendes, los paros
cardíacos… todo está claro. Lo único que no entiendo es por qué yo.
No la conocía.-
-
Mulder, tal vez supo que te iban a asignar el caso.-
-
Si, puede ser.- Mulder se resignó con esa respuesta; se sentía cansado.
Motel
20:15
p.m.
Mulder
se recostó en la cama y comenzó a comer semillas de girasol. Miró con
ansiedad la puerta que comunicaba su cuarto con el de Scully. Deseaba cruzar esa
puerta y decirle cuánto la amaba y cuánto le costaba contener el impulso de
besar sus labios cuando estaba demasiado cerca. Pero temía ser rechazado. Que
ella no le correspondiera en su amor.
El
teléfono resonó en la habitación, él se dirigió a su saco y lo tomó.
-
Mulder.- atendió.
-
Agente Mulder; tengo información que le podrá ser útil en el caso que
investiga.- contestó del otro lado del teléfono.
-
Nos podremos encontrar en el colegio Armstrong…..vaya sólo.- a Mulder no le gustó como resaltó la última palabra; su
instinto le decía que era una trampa.
-
¿Quién es?.- preguntó Mulder.
-
Eso no importa, lo que importa es la información que pueda darle.-
-
¿Cómo lo reconoceré?.-
-
Créame lo hará.-
-
¿A que hora?.- Mulder empezaba a aceptar sus condiciones.
-
A la medianoche.- Mulder miró su reloj; las 8:30, le quedaban tres horas y
media.
-
Está bien.- el hombre colgó sin darle tiempo de agregar nada.
Mulder
decidió ducharse para hacer algo durante la espera. Mientras la hacía escuchó
cómo se abría la puerta que comunicaba su cuarto con el de Scully.
-
¿Mulder?.- la voz de su compañera se escuchó en el cuarto.
-
¡Aquí!…estoy en la ducha.- contestó desde el baño.
-
Oh…lo siento; mejor…-
-
No Scully, ¿qué sucede?.-
-
Eh…hay una cafetería cerca y…bueno tengo algo de hambre.-
-
Bueno, vayamos.- dijo Mulder saliendo en toalla del baño.
Scully
se dio vuelta y se sonrojo, a lo que Mulder sonrió a sus espaldas.
-
Eh…bueno, te espero en el auto.- dijo mientras salía de la habitación.
-
Está bien.- Mulder se cambió rápidamente y se dirigió hacia el auto.
-
Ya nos podemos ir dijo mientras subía.
Condujeron
hasta una cafetería casi vacía. Se sentaron y charlaron sobre los siete años
que llevaban juntos.
En
un momento Scully se irguió sobre la mesa y limpió con una servilleta un poco
de salsa que había en los labios de Mulder.
Sus
rostros estaban muy cerca; demasiado para que Mulder pudiera contenerse. Sus
labios se rozaron y los dos correspondieron en el beso.
-
Te amo.- las palabras se desbordaron de su garganta sin barreras que pudieran
contenerlas; la miraba con intensidad; en sus ojos podía leerse la sinceridad y
honestidad de lo que acababa de decir. Las palabras tomaron por sorpresa a
Scully, quien aún se encontraba erguida sobre la mesa y lo miraba con sorpresa.
Scullly
bajó la mirada, como si hubiera cometido un error. A Mulder se le hizo un nudo
en la garganta al ver esta reacción.
-
Mejor nos vamos.- dijo Mulder rompiendo el incómodo silencio que había entre
ellos.
Pagaron
y volvieron al motel. El viaje de regreso fue silencioso y cada uno se dirigió
a su habitación.
Mulder
ya en su habitación miro su reloj, 11:35. Dejo una nota en su cuarto por las
dudas Scully entraba y no lo encontraba en él y se dirigió al colegio.
Instituto
Armstrong
11:55
p.m.
El
pasillo del colegio, a oscuras, le recordaba al pasillo de su sueño. Camino por
él y vio como Gary pasaba
corriendo a su lado.
-
¡Huya; ella esta aquí!.- lo escuchó gritar mientras lo veía correr hacia la
entrada del colegio.
Luego
sintió una descarga eléctrica en el cuello y todo se vio borroso.
Motel
12:15
p.m.
Scully
se encontraba en su cama, no podía dormir. Se levantó y se dirigió al cuarto
de Mulder; debía hablar con él respecto a lo sucedido en la cafetería.
Tocó
la puerta varias veces pero nadie
contestó, por lo que entró en el cuarto; la habitación estaba vacía, la
puerta del baño estaba abierta y la luz apagada. Prendió la luz de la mesa
y encontró una nota que decía que se encontraría con un contacto en el
colegio.
Scully
se cambió y se dirigió allí.
Instituto
Armstrong
12:20
p.m.
Se
encontraba en el pasillo del colegio. Sacó su arma, sabía que no le serviría
de nada contra lo que se enfrentaba pero le daba seguridad. Caminó hacia una
puerta al final del pasillo, conocía lo que le esperaba detrás de esa puerta,
y sabia que detenerlo podría costarle la vida. La habitación estaba oscura; al
entrar, la puerta se cerró a sus espaldas haciendo un estrépito; no intentó
abrirla; conocía esa situación; esta vez sintió que la mano se le introducía
por la espalda.
Se
vio transportado hacia un oscuro pasillo; al final de éste había una cegadora
luz. Se soltó de la muchacha quien pareció no darse cuenta; se veía tentada
por la inmensa paz y tranquilidad que la luz le proporcionaba.
Mulder
la tomó del brazo y la guió hacía la luz.
-
Ese es tu destino; ese es el camino que debiste haber tomado hace dos años.-
dijo señalando la luz.
La
muchacha comenzó a caminar hacia la luz, Mulder la siguió, también sintió la
tranquilidad que la luz le proporcionaba.
Estaba
cerca ya cuando una voz lo llamó.
-
¡Mulder! Oh Dios mío; ¡Mulder! ¡No me dejes! Mulder lo siento tanto Mulder;
yo también te amo.- era Scully que sollozaba desconsolada.
Mulder
se dio vuelta y caminó hacía el lado opuesto de la luz; buscando una manera de
volver; vio una nítida luz desde donde provenía la voz de Scully; se internó
en ella y abrió los ojos lentamente.
Scully
estaba arrodillada junto a él y lloraba sin consuelo.
-
¡Mulder!, gracias a Dios; ¡estabas muerto! yo te tome el pulso y no lo tenías,
no lo tenías…- dijo abrazándolo.
-
Ya, shshshshshs, ya Scully; estoy aquí.- dijo acunándola.
-
Mulder ¿quién te hizo esto?.-
-
No lo sé; debemos salir de aquí.- dijo intentando ponerse de pie.
-
Déjame ayudarte.-
-
Estoy bien.- dijo revisando sus bolsillos.
-
¡Mi arma! No está.-
-
No importa; salgamos de aquí.- dijo mientras caminaba por el pasillo seguida
por Mulder.
William
Peterson salió de un aula tomó a Mulder por la espalda y le apuntó con su
arma en la cabeza.
-
¿Dónde esta ella? Usted ya debería estar muerto.- dijo Peterson acomodando el
arma en su sien.
-
Ella se fue Willliam; algo que debió haber hecho hace dos años.- mientras veía
como Scully le apuntaba a Peterson.
-
¡No puede ser! Ella me dijo que se quedaría conmigo para siempre…no puede
ser ¡¿Dónde está?! ¡usted la mató!.- dijo presionando violentamente el
arma en la sien de Mulder.
-
Debe dejarla ir; ella está en un lugar mejor, ella es feliz.- dijo Scully sin
dejar de apuntar el arma.
William
Peterson bajó el arma y se desplomó en el suelo en un llanto imperceptible.
Mulder
se dio vuelta, se agachó y le puso una mano en el hombro.
-
William déme el arma.- pidió extendiéndole una mano.
Peterson
depositó el arma en la mano que se le extendía.
Mulder
se dio vuelta y miró a Scully.
-
Scully, respecto a lo sucedido en la cafetería…-
-
Yo también te amo.- dijo abrazándolo y besándolo en los labios.
-
Te amo…tuve miedo de perderte. Mulder tengo miedo…- dijo empezando a llorar
sintiéndose extremadamente vulnerable por casi perderlo.
Mulder
la abrazó y la sintió suya, sintió que así nadie podría arrebatársela.
……………………
El
caso quedó inconcluso; no pudimos determinar como es que una joven, Diana
Peterson, que murió hace dos años estuvo en el aula cuando Harry Evans falleció.
En
cuanto a mi compañero, se encuentra en excelente estado de salud y aún no me
explico cómo es que se recuperó
luego de estar 15 minutos sin pulso.
William
Peterson confesó haber intentado asesinar a mi compañero con la ayuda de su ya
mencionada hija Diana Peterson y ahora se encuentra en una institución psiquiátrica.
Mi
compañero y yo aún no sabemos como elegía a sus víctimas, ya que el Agente
Mulder asegura no haber conocido a William Peterson ni a su hija, a no ser por
este caso.
Así
concluyo en cerrarlo sin ninguna explicación posible.
FIN