DOS CAMINOS

 

Autor : Starbuck Scully

Disclaimer : Esta es una historia basada en "The X Files", ninguno de los personajes me pertenecen (aunque si no fuera por nosotros los fans está serie no hubiera sobrevivido mas allá de la primera temporada, pero en fin, hay que decir que no es de uno), es propiedad de Ten Thirteen Productions y Twenty Century Fox.

Dedicatoria : A mi familia , que desde hace años ha tenido que soportar mi fanatismo que raya en la locura. Especialmente a mi mamá que fue quién me dio a conocer esta maravillosa serie que se ha transformado en mi razón de ser.

A mis amigas, las que no les gusta la serie (y que tendrán que convertirse si no quieren que esta amistad termine, Natalia eso iba para ti), a Teresa que es una de las mejores amistades que he tenido, todo gracias a "The X Files" (espero que tu fanatismo vuelva algún día).

A mis amigas que son tan fanáticas como yo: a Consuelo "Invisigothx", a Cacao mi nueva ultra shipper amiga (como yo ji, ji), a Giny Scully que recién estoy conociendo (gracias por tu valiosa sugerencia) y a mi amiga Ana María.

A todos los integrantes del grupo The X Files Chile, por sus excelentes convenciones y reuniones, son geniales.

A todos los que lean este fanfic.

Sobretodo a Chris Carter, Gillian Anderson y David Duchovny, aunque nunca lean este relato, gracias por haber hecho de esta serie mi razón de vivir. ¡Larga vida a ustedes!.

Spoilers : Requiem, En Ami y algo de Emily.

Categoría : MSR, ANGST.

Feedback : d_scullyARROBAentelchile.net  

                   Espero sus comentarios (tengan piedad, es mi primer fanfic).

 

 

"Principia como termina... en la nada".

No , no ocurrirá esta vez ya que los hechos que desencadenaron al presente me han liberado de ello ¿Soledad? .Ya no puedo sentirme sola , no cuando hay una vida creciendo dentro de mi , cuando existe un pequeño rayo de esperanza que nos conduzca a la felicidad , a veces pienso que ella no existe para nosotros y me reprendo una y otra vez por mi pesimismo . Me  pediste que creyera , que creyera en ti , quiero creer , de verdad quiero hacerlo ya que no tengo otra alternativa , no puedo abandonar ahora , si lo hago ellos ganan. "Ellos" , una simple palabra asignada a algo que no puedo identificar , ¿hombres del gobierno partes de una conspiración que me negué tanto tiempo a creer?, ¿extraterrestres?, la verdad no lo sé , lo único que sé es que te han quitado de mi lado cuando mas te necesito , a veces busco algún motivo para no quererte tanto , porque los días sin ti me están matando y estas noches sin ti se han vuelto a hacer tan largas, pero no puedo encontrarlo, ahora menos que nunca ya que el dolor por tu ausencia me da la fuerza para no me rendirme , no mientras no encuentre respuestas , mientras sepa que estas ahí , esperando por mi , en alguna parte."

 

Dana Scully cerró su cuaderno de notas y lo dejó junto a su lápiz sobre su velador , luego apagó la luz y se arropó en la cama .

-Mañana nos espera un largo día -dijo mientras se acariciaba el vientre abultado a sus seis meses de embarazo. Sabía que le costaría dormir , desde la desaparición de su compañero apenas podía conciliar el sueño.¿Compañero era aún la palabra correcta?, la verdad era que no quería pensar en ello, aunque por su puesto era mas que eso , era el padre de su hijo, lo había amado desde la primera vez que lo vio , mas que a nadie en el mundo.

 "Aquí solo estamos los mas indeseables de FBI" -Le dijo a manera de saludo- . No era la forma mas galante de presentarse a una mujer, pero desde el principio supo que ese insubordinado agente "Spooky Mulder" significaría mucho para ella.

Habían sido compañeros desde hacia casi ocho años, mejores amigos, una relación de  respeto y confianza que había crecido a lo largo del tiempo hasta volverse indispensables el uno para el otro.

Una lágrima se deslizó lentamente por su mejilla al recordarlo.

-Es normal esta sensibilidad durante el embarazo -pensó como tratando de justificar que ella , la siempre fuerte agente Scully se permitiera esa debilidad.-Vamos , no llores , al bebé no le hace bien, ellos pueden sentirlo todo -susurró mientras se enjugaba las lágrimas.

 Poco a poco la fue consumiendo el sueño , hasta que los primeros rayos del sol la despertaron a la mañana siguiente.

 

9:25 A.M.

Hospital Memorial

Washington D.C.

 

Scully se encontraba en la sala de espera de ginecología del hospital , esta era la tercera ecografía que se realizaba y la enfermera pronto la llamaría para que ingresara a la sala , o al menos eso esperaba ya que su vejiga amenazaba con estallar de un momento a otro después de haber bebido un litro y medio de agua .

"Esa es la parte desagradable de todo esto"-pensó -. Pero en realidad no tenía gran importancia si tomaba en cuenta el que pronto tendría la posibilidad de ver a su bebé.

La verdad era muy afortunada por ello , por el hecho de estar de estar embarazada , y pese a ser científica no lo podía explicar .Scully era estéril , lo era desde su desaparición o abducción como la prefería llamar Mulder , donde sumado a las pruebas a las que la sometieron, que por resultado le ocasionaron un cáncer del que también se había curado milagrosamente, le habían sido extraídos la totalidad de sus óvulos.

"Nunca supe cuanto deseaba tener un hijo hasta que ya no pude tenerlo" .Le había confesado una vez a su madre y ahora sentía que la vida y tal vez Dios le estaba dando una nueva oportunidad.

 

-¿Es el primero?-una voz de la hizo salir de sus pensamientos.

-¿Perdón?-preguntó -Disculpe, estaba distraída.

-¿Es su primer hijo?-quién le preguntaba era una sonriente mujer de mas o menos su edad , que por su aspecto debía tener casi los mismos meses de embarazo que Scully, estaba sentada a su lado , acompañada de un niño de unos cuatro años que debía de ser su hijo pero como había estado absorta en sus pensamientos no había notado su llegada.

La pregunta la tomó por sorpresa , y por un segundo no supo que contestar , la verdad es que hasta el momento no se había detenido a pensar en ello . Esto la llevó a devolver sus mente a la idea que hace unos pocos instantes la ocupaba .Hace tres años había descubierto que con uno de los óvulos que la habían sido extraídos, habían creado a una niña, su hija, su nombre era Emily Christine, era una preciosa pequeña, de cabello rubio cobrizo , grandes y penetrantes ojos azules como los suyos .Por su puesto pidió inmediatamente la custodia, de verdad la quería junto a ella, era su propia sangre y pese a que lucho por ella, la ley no estaba de su lado, le dijeron que su trabajo y su vida personal no eran  compatibles con los cuidados que esta niña necesitaba, especialmente porque no se encontraba bien de salud, sufría de una grave anemia, que poco a poco la condujo hacia lo inevitable, su dolorosa muerte, pese a los cuidados y conocimientos sobre la materia, de Scully y otros médicos, ¡Dios, solo tenía tres años!.

 

Cerró los ojos un instante y respondió.

-Si, es mi primer hijo- dijo devolviéndole la sonrisa. "Después de todo- pensó-.El primero que nace de mi".

Al parecer la otra mujer pretendía seguir conversando con ella pero una enfermera las interrumpió.

-¡Dana Scully!- llamó en voz alta buscándola con la mirada y al encontrarla le comunicó que era su turno.

-Disculpe- le dijo Dana a la mujer que se encontraba a su lado.

-Está bien y suerte- le deseó.

Se levantó de su asiento y se dirigió a una habitación donde se encontraba el médico a cargo de la ecografía, quién la saludó cortésmente y le indicó que se subiera a la camilla.

-Veamos, ¿estás nerviosa?- le dijo mientras esparcía el gel sobre su abdomen.

-No - pero la verdad era que si lo estaba.

-Bueno-dijo el médico mirando el monitor -Todo se ve normal.

Después de un rato en que se dedicó a chequear su estado volvió a dirigirse a ella.

-¿Te gustaría saber el sexo del bebé?.

-La verdad, no lo sé - respondió con duda.

Por lo general a Scully no le gustaban las sorpresas y esta vez no era la excepción. Lo pensó unos segundos hasta que su curiosidad no pudo más.

-Esta bien, quiero saberlo-decidió al fin.

-Ok, déjame ver- Se tomó unos segundos. -Es... un niño.

-¿Está seguro?-le pregunto emocionada.

-Muy seguro- le confirmó.

"¡Un niño! -Pensó mientras sonreía -¡Le daré a Mulder un hijo!" .Sus ojos se llenaron de lágrimas y al parecer la enfermera se dio cuenta de ello.

-¿Se encuentra bien?-le preguntó algo preocupada.

-Si, es solo que... no es nada, estoy bien.

 

11:02 AM

Edificio J. Edgar Hoover.

Oficinas centrales de FBI

Washington D.C.

 

Después del hospital, Scully decidió pasar unos minutos a la oficina. Aunque le habían dado el día libre por la falta de trabajo (solo habían por hacer unas cuantas investigaciones de rutina y Doggett, su nuevo compañero, se estaba encargando de ello), debía entregar el informe de su caso anterior a su superior, el director adjunto Walter Skinner. Un caso aburrido como todos que le habían asignado últimamente y que sería ya uno de los últimos que llevaría por el momento, ya que por su avanzado embarazo, no era prudente que se siguiera exponiendo al peligro.

Llegaba a la oficina de Skinner cuando secretaria la abordó.

-Agente Scully, el director adjunto Skinner la ha estado tratando de ubicar durante horas-

-Lo siento, es que mi celular estaba apagado y salí temprano de casa-.

-Le anunciaré al señor Skinner su llegada.

Le tomó unos segundos hacerlo.

-La espera en su despacho.

Scully golpeó la puerta y esperó hasta que Skinner le dijo que podía pasar.

-Buenos días señor, espero que me disculpe, su secretaría me dij...

-Agente Scully -La interrumpió- tome asiento por favor-. Su tono notaba preocupación y nerviosismo. Scully le obedeció.  Luego de un momento él respiró hondo antes de hablar y la miró a los ojos.

-Ha aparecido.

 

11:21 AM.

Centro médico de Georgetown

Washington D.C.

 

Llegaron lo mas deprisa que pudieron y se dirigieron inmediatamente a la unidad de cuidados intensivos donde se encontraba Mulder.

-Por aquí -le indicó Skinner.

Un médico les impidió el paso.

-Lo siento, no están permitidas las visitas- les señaló

-Soy Walter Skinner y ella es Dana Scully del FBI- le dijo mostrando su insignia.

-Yo soy el doctor Shiban y lo entiendo, pero...

Scully no los oía, estaba mirando, sin creer lo que veía, a través del ventanal a aquel cuerpo que se encontraba en la cama, estaba conectado a un respirador y a una serie de instrumentos que controlaban sus signos vitales. Era Mulder.

Skinner y el médico seguían en su discusión cuando Scully los interrumpió.

-Por favor... necesito verlo.

No sé si fue su tono de voz lleno de dolor, su estado, o la expresión de sus ojos, que hizo que el médico accediera a ello, pero lo así fue.

-Está bien, pero solo un momento- .Le dijo conmovido.

-Gracias-respondió sinceramente.

-La esperaré afuera agente-.dijo Skinner suavemente.

Ella asintió con la cabeza y se dirigió a la puerta. Se acercó lentamente a la cama en que yacía Mulder , era como si cualquier movimiento brusco pudiera romper este momento, como si fuera una ilusión o un sueño y de un momento a otro despertaría sola en su cama , sollozando como tantas veces le había ocurrido desde que él se había ido.

Pero no, esta vez parecía real.

Tomó su mano con cuidado, mientras con la otra acarició lentamente su rostro y sin poder aguantar mas comenzó a llorar, lloró por todo el tiempo que habían estado separados, lloró por verlo allí postrado en esa cama, creía que nunca podría vaciar todas las lágrimas que había tenido que contener, nunca le había gustado demostrar su debilidad frente a los demás, ni siquiera frente a Mulder, pero el dolor y la emoción eran demasiados y no tenía vergüenza por dejar aflorar sus sentimientos.

Un ruido a sus espaldas la hizo volver la cabeza, era el doctor Shiban quien ingresaba cautelosamente al cuarto no queriendo molestar a Scully, pero fue inútil, ella ya había notado su presencia. Scully secó rápidamente sus lágrimas con el dorso de la mano y se aclaró la voz, solo esperaba que no quebrarse frente a él.

-¿Cuál es su estado?- le preguntó sin desviar la vista de Mulder.

-El señor Mulder llegó esta mañana al hospital en estado de coma, su estado es muy delicado, no tenemos evidencia de comprensión de lenguaje o...

-O respuesta voluntaria a estímulos externos- Al ver la cara de desconcierto del doctor se apresuró a aclararle.-Disculpe, soy doctora en medicina y... estoy familiarizada con estos casos.

Mas que familiarizada a raíz de su profesión, la joven agente conocía esto de cerca por una situación mucho más personal, luego de su desaparición seis años atrás ella había aparecido en este mismo hospital en las mismas condiciones de Mulder y por extraño que parezca, nadie pudo jamás informarles como llegó ella allí, y la verdad, sospecha que en este caso ocurriría lo mismo, pero antes quiso asegurarse de ello.

Scully suspiró y por fin formuló la pregunta.

-¿Cómo llego aquí?.

La miró fijamente durante lo que pareció una eternidad.

-Lo siento pero ya terminó el horario de vistas.

 

10:13 PM.

Residencia de Dana Scully

 

Aunque insistió en quedarse, ni siquiera sus privilegios como agente del FBI hicieron que los médicos cambiaran de opinión y luego de estar casi todo el día en el hospital, no le quedó mas remedio que volver a casa. Skinner insistió en llevarla pero ella lo convenció de que estaría bien, necesitaba estar sola, tenía demasiadas cosas en que

pensar. Poco convencido la dejó ir, pero antes la hizo prometer que lo llamaría una vez que llegara, solo después de esto la dejó marchar. Después de saber que Scully estaba embarazada, Skinner se había vuelto muy aprensivo con ella, estaba siempre pendiente  de su cuidado, no permitía que se arriesgaran tanto ella como el bebé. Se había

transformado en un amigo, alguien que había comprendido su dolor, además, llevaba dentro un gran sentimiento de culpa ya que en al momento de la desaparición de Mulder se encontraba con él y pese a ello no pudo hacer nada por evitar que se lo llevaran.

Solo esperaba que algún día la agente Scully pudiera perdonarlo.

Para ella había sido un día demasiado agitado, demasiadas sorpresas, demasiadas emociones, demasiadas coincidencias...

Era como si la historia de su abducción se estuviera repitiendo paso a paso esta vez en Mulder. Sabía quién estaba detrás de todo esto y no descansaría hasta hacerlos pagar por todo. Les habían quitado tanto, el padre de Mulder y la hermana de éste, su propia hermana y también su hija, no permitiría que le arrebataran lo mas preciado que tenía.

Dana se disponía a abrir la puerta del apartamento pero ya no hacía falta, estaba entreabierta y ella sabía que no había sido un descuido de su parte. Algo andaba mal.

Tomó su arma y le quitó el seguro, luego entró cautelosamente dando gala de las habilidades que había aprendido en Quántico. El lugar estaba a oscuras y un persistente olor a tabaco delataba al intruso, Scully no necesitaba prender la luz para averiguar de quién se trataba. El Fumador, sentado en la sala, graduó la luz hasta que fuera suficiente para que ella pudiera ver su rostro algo demacrado pero sorprendentemente repuesto. Le dio una calada al cigarrillo que tenía entre los dedos.

- ¿Después de tanto tiempo no tiene una palabra de bienvenida para este viejo amigo?.

Scully no podía salir de su asombro, había sabido de la muerte de ese hombre hacía algunos meses, además se había enterado de su propia boca de que estaba mortalmente enfermo y en ese entonces no le quedaban sino algunos meses de vida.

Aunque aún no podía creerlo, no por esto bajó su arma y dejó de apuntarlo, la había traicionado demasiadas veces, incluso una vez estuvo a punto de confiar en él y había sido un gran error, no caería otra vez.

- Que hace aquí- le dijo fríamente sin acercarse ni un centímetro.

- ¿Es todo?

- Pensé que había muerto.

- He visto morir a presidentes, gente mucho más poderosa, he tenido la vida de naciones enteras en mis manos, ¿cree que pueden deshacerse de mi tan fácilmente?. Soy el demonio en persona agente Scully- Se dispuso a encender otro cigarrillo e hizo una mueca similar a una sonrisa.

- Apague ese cigarrillo.

La miró fijamente y le hizo caso.

- Es la segunda vez que le obedezco agente, tiene suerte, no muchos han tenido ese privilegio, pero en consideración a su estado...

No obtuvo ninguna respuesta, Scully seguía apuntándolo así que decidió proseguir.

- El agente Mulder no se encuentra bien, dudo que se reponga.

Ella avanzó amenazadoramente hacia a él.

-¿Para eso vino hasta aquí?.

- No, en realidad quiero ayudarla... y a Mulder.

- Usted no puede, nadie puede hacerlo.

- "La cura de todas las enfermedades", ¿lo recuerda?. Nuestro pequeño viaje.

Por supuesto que lo recordaba, hacía varios meses, la había contactado con la intención de compartir importantes conocimientos con ella, algo que cambiaría la ciencia y que sabía que si se lo confiaba caería en buenas manos. Había sido toda su vida un destructor, es por eso que quería dejar un legado al resto del mundo ahora que veía el fin de su vida muy próximo. Ella, ingenuamente confió en él, le había dicho que estaba haciendo un gran beneficio a la humanidad, y lo que estaba recibiendo era de origen extraterrestre, la cura para todas las enfermedades.

- Me mintió aquella vez, es imposible, nada de eso existe.

- Nada es imposible agente Scully, eso debería usted saberlo, la prueba viviente esta dentro de usted. Aquella vez, sólo le hice un favor, ¿ha pensado en el peso que estaría cargando si esto hubiera caído en sus manos?. Se habría convertido en alguien como yo, sin nombre, sin seres queridos, sin una vida, un solitario. Habría ganado poder, pero habría perdido todo lo que tiene, es un precio alto. Tómelo como una muestra de mi estimación hacia usted.

- Piense en las millones de vidas que puede salvar.

- No me interesa ser un héroe, el altruismo no existe, nadie es bondadoso sin una razón. Satisfacción personal, reconocimiento, además, si se lo hubiera entregado ¿cree usted que le habrían permitido sacarlo a la luz?. La salud es un gran negocio para algunos y le aseguro que con aquello en sus manos, su vida se convertiría en un infierno, si es que tuviera la suerte de conservarla por mucho tiempo

- Por ahora solo me interesa la vida de Mulder.

El fumador miró unos instantes su encendedor antes de guardarlo en su bolsillo. Luego se dirigió a ella.

- Le ofrezco un trato, le ofrezco la oportunidad de recobrar la salud de Mulder.

Scully no confiaba en él, pero las circunstancias no le daban otra opción. Se resignó a escuchar lo que tenía que proponer, debía agotar todas las alternativas.

- A cambio de que.

La miró fijamente y le dijo sin titubear.

- Su hijo.

Debía ser una pesadilla de la que necesitaba despertar.

-¡Deme una buena razón para no ponerle una bala entre los ojos maldito bastardo!.

Se abalanzó peligrosamente hacia él con intención de apretar el gatillo ¿cómo era capaz? , ¿Es que acaso deseaba mofarse de su dolor?.

- Puede que sea su única oportunidad.

- ¡Nunca!.

El fumador se puso de pie con algo de dificultad y se dirigió a la puerta.

- Piénselo agente, piénselo.

Tomó un cigarrillo y lo encendió, luego cerró la puerta tras él. Sólo después de esto, Scully permitió que su determinación desfalleciera, dejó el arma sobre la mesa y se cubrió  en parte el rostro con las manos. No permitiría que nadie le hiciera daño a su hijo. Se sentó en el sofá y colocó las manos sobre su vientre, ¿por qué razón deseaban a su bebé?, ¿Por qué le había pedido eso?, No podía hacerlo, ninguna madre lo haría. Cerró los ojos con fuerza.

¿Y si en realidad era su única opción?.

 

Una semana después

07:04 PM.

Centro Medico de Georgetown.

 

Los días transcurrían lentamente, Scully había pedido autorización para ausentarse un tiempo del trabajo y Skinner no pudo negarse. La joven agente llegaba temprano cada mañana y permanecía hasta muy tarde haciendo compañía a Mulder, Skinner solía acompañarla algunas veces tratando en vano de convencerla de que descansara pero era inútil, le dolía verla sufrir, pero nada podía hacer por aliviarla.

Dana no le comentó a nadie sobre la vista que días atrás había recibido, no quería preocupar inútilmente a otros, nadie podía ayudarla de todos modos. Tenía la oportunidad de elegir entre dos caminos pero sabía que no tendría el valor de hacerlo.

No había ninguna mejoría en Mulder, ninguna reacción a estímulos externos, nada que demostrara que pudiera comprender lo que ocurría a su alrededor, pese a que Scully pasaba largas horas a su lado habándole sobre cualquier cosa, del bebé, de la oficina, de su vida, de cómo ya nada era lo mismo desde que el se había ido, los casos ya no eran tan emocionantes, como habían perdido interés, de que su nuevo compañero nunca ocuparía su lugar ya que este era sólo suyo y lo estaba esperando o a veces intentaba imaginar que todo seguía como antes y él solo dormía, pero este juego no duraba demasiado.

A medida que los días transcurrían, para Scully era cada vez más difícil, como médico se preocupaba de cada detalle, había estudiado mil veces el caso aunque en el fondo sabía que no había nada que ella pudiera hacer, sólo esperar, el recuerdo de la proposición que el Fumador le había hecho la atormentaba, cómo deseaba nunca haberlo oído, había dos vidas en juego y no podía elegir entre ninguna de ellas, creía que el dolor la volvería loca. Estaba tan cansada.

 

Una mañana recibió una llamada urgente del doctor Shiban, Mulder había sufrido un colapso. Scully llegó tan pronto como pudo y le informaron lo sucedido, había sido hacía algunos minutos, por suerte mientras la enfermera de turno estaba en su compañía, ahora se había estabilizado pero su estado era aún delicado, estaba muy débil. Entró a verlo unos momentos, se paró al lado de la cama y rozó su mano con la punta de los dedos, se inclinó y besó levemente su frente. Casi lo pierde de nuevo y esta vez para siempre.

- Mulder, muchas veces he querido abandonar pero la fuerza de tus convicciones ha sido aún mas fuerte y me ha alentado a seguir, me dijiste que no podía rendirme, que me necesitabas, pero soy yo quién te necesito. Todavía quedan piezas por ensamblar en este rompecabezas y...  ( su voz se quebró) debemos seguir armándolo juntos. Me has dado tanto, mas de lo que crees, aún no es tiempo de dejarnos.

Tomó su mano y la puso sobre su vientre.

- ¿Puedes sentirlo?, Él también te necesita tanto como yo.

Se sentó a su lado, recostó la cabeza sobre su pecho y cerró los ojos, podía sentir los latidos de su corazón, su contacto era tan reconfortante. Como deseaba sentir sus brazos rodeándola y diciéndole que todo estaría bien.

La relativa tranquilidad sumada a su cansancio fueron la causa de que se durmiera, solo debieron transcurrir algunos minutos cuando sintió que alguien le quitaba el cabello del rostro, abrió los ojos lentamente y pestañeó un par de veces para aclarar la vista. Pudo ver un rostro familiar que le sonreía.

"¡Dios, aún debo estar dormida!". Levantó bruscamente su cabeza y trató de despejar su mente de una vez. No, no soñaba, era la realidad.

-¿Mulder?- no podía ser cierto.

- Me da gusto verte de nuevo - Estaba tan débil que apenas si podía susurrar, pero por fin había recuperado la conciencia.

- ¿Cómo te sientes?- Scully no sabía si reír o llorar, así que al final optó por la primera

opción.

- Como un pescado recién descongelado - trató de sonreír.

- Bueno es una descripción bastante metafórica.

La emoción había hecho que olvidara algo fundamental.

- ¡Oh, por Dios! , debo informarle al médico inmediatamente - Reaccionó

- Por favor, no es necesario, estoy bien, además la mejor médico que podría tener está a mi lado.

Se miraron a los ojos unos instantes hasta que Scully no aguantó más.

- Tuve tanto miedo, pensé que este momento nunca llegaría.

- No recuerdo nada de lo ocurrido, sólo una luz fría que me envolvió hasta que se hizo tan intensa que ya no pude ver nada,  luego... ya no hay más.                  

- No te preocupes, lo que importa es que estás aquí. Es un milagro.

- Después de todo, hay algo que no puedo olvidar, era una fuerza que me decía que no me podía rendir, que aún había mucho por hacer - se detuvo unos segundos y la miró con ternura sujetando su mano con la poca fuerza que tenía - Estuviste conmigo todo el tiempo.

Scully agachó la cabeza y las lágrimas rodaron por sus mejillas.

-Scully, tú eres un milagro- Mulder estiró el brazo hasta que pudo alcanzar su mejilla con la mano y secó sus lágrimas.- Mi pequeño milagro.

Ella sonrió y tomó su mano, decidió que ya era hora de que lo supiera lo que había guardado todo este tiempo.

- Mulder, bueno... hay algo que debes saber.

- ¿Qué cosa Scully?, ¿Algo anda mal?

Scully negó con la cabeza, había pensado tantas veces en este momento, cómo se lo diría, cuál sería su reacción, pero ahora que lo enfrentaba su mente lo olvidó todo y solo se concentró en el hecho. Tomó su mano y se puso de pie para que pudiera observar su vientre, que estaba cubierto debido a la altura de la cama, la colocó sobre su abdomen y lo miró a los ojos sonriendo.

- No solo yo te estaba esperando.

Mulder no podía disimular su sorpresa, lo que hizo que Scully pensara si había sido el mejor momento, en el estado que se encontraba un emoción tan fuerte podía ser peligrosa, pero al parecer todo andaba bien.

- Scully... no puedo... no... - no sabía que decir, era imposible, era maravilloso.

- Entiendo como te sientes, también fue para mi difícil de explicarlo, la verdad aún no encuentro una explicación, no lo esperaba, pero Dios sabe como lo deseaba.

Mulder, que no podía salir de su asombro solo atinó a sonreír y preguntarse si era una alucinación. Si lo era no quería dejar de desvariar.

- Ven aquí Scully, déjame abrazarte.

Ella se inclinó sobre la cama y él la estrechó contra sí.

- Scully, sabía cuanto lo querías, y yo tanto como tú y sabía que nunca serías completamente feliz si no llenabas este vacío, ni yo lo sería, no importa cuanto me esforzara por hacerte feliz, algo faltaría en nuestras vidas.

Scully se levantó unos centímetros para poder ver el rostro de Mulder.

- Perdóname por no haber estado aquí, debió ser muy duro para ti.

- Lo fue, pero ya todo está bien Mulder, estás aquí.

- Quiero que sepas que siempre estaré contigo, pase lo que pase, nunca estarás sola.

Ella asintió, Mulder tomó su rostro entre las manos, la atrajo despacio hacia el suyo y unieron suavemente sus labios.

La perfección de la escena se destruyó por causa de un agudo sonido. Scully sabía perfectamente que lo ocasionaba, un vistazo a los registros de la frecuencia cardiaca lo confirmó.

- ¡¡Código azul!! , ¡Enfermera!

No había pulso ni respiraba, Scully comenzó a practicar el masaje cardíaco mas desesperado de su vida. En un segundó el médico y las enfermeras llegaron a la sala con el equipo de resucitación. El doctor Shiban tomó rápidamente los desfibriladores del carro.

- 200 joules - ordenó - Todos atrás, descarga.

- No hay respuesta - revisó la enfermera.

- 300 joules, atrás, descarga.

- No hay respuesta.

- un miligramo de epinefrina, ¡ahora!.

- Descarga.

- Es inútil no hay pulso.

El médico se detuvo, no había caso seguir, lo habían perdido.

- Lo siento mucho agente.

Scully no quería darse por vencida.

- Continúe - le arrebató los desfibriladores - 350 joules ¡ya!

La enfermera subió el voltaje como le indicaba,  Scully aplicó la descarga, no había pulso.

- ¡Es suficiente! - el médico trato de hacerla entrar en razón - Agente, por favor.

No podía detenerse, no quería aceptarlo. Comenzó nuevamente el masaje cardiaco y respiración boca a boca hasta que el médico la detuvo.

- Deténgase, no puede hacer nada por él - La sujetó por los hombros.

- ¡No, no podemos dejarlo, continúen!

- ¡Ya basta ¡, ¡debe entrar en razón! ...Se ha ido.

Oír estas palabras fue necesario para que Scully se detuviera de una vez.

- No..., no puede ser él... estaba bien..., yo...

- De verdad lo siento.

Scully estaba tan confundida que ni siquiera oyó esto último, ni lo siguiente, y la verdad, quizás fue mejor que así sucediera.

Una enfermera lo cubrió con la sábana.

-Hora del deceso... 8:09 hrs.

 

Cementerio de Arlington

Seis meses después

 

Scully depositó un ramillete de flores sobre la cripta, se detuvo unos instantes en leer la inscripción.

 

Fox William Mulder

    1961-2001

"Sí en medio de las adversidades

persevera el corazón con serenidad, con

gozo y con paz, esto es amor"

 

Después de todo este tiempo aún le era difícil aceptar que se encontrara en aquel lugar para visitar el sitio donde yacía. Deseaba que de una manera inexplicable como solían ser los casos que investigaban juntos, él regresara un día. O poder volver el tiempo atrás y nunca dejarlo ir. Pero sabía que aquello era imposible, estaba segura que todo ocurría por alguna razón, pero esta vez parecía estar muy oculta, esperaba poder encontrarla con el tiempo, sabía que lo haría, además tenía un hermoso motivo para continuar, algo que le había traído la luz que necesitaba a su vida.

El llanto de un bebé hizo que Scully posara su vista sobre la criatura que estaba en sus brazos.

- ¿Qué te ocurre? , no querrás que tu papá vea que mal carácter tienes ¿eh?.

Scully lo meció entre sus brazos para intentar que guardara silencio, al suave balanceo  el bebé dejó inmediatamente de llorar. Contempló por unos momentos su inocente rostro.

- Tiene tus ojos ¿sabes? , se parece tanto a ti, se que en lugar donde estés puedes verlo, se que puedes oírme...  Me enseñaste tanto, excepto a como seguir sin ti y al principio creí que no lo lograría... dijiste que siempre estarías conmigo, no importa lo que pasara, y se que es así... siempre juntos, me diste una razón para seguir, nuestro hijo, es maravilloso...

Se secó las lagrimas apenas brotaron de sus ojos.

- Te amo.

Al mirar a su bebé, se dio cuenta que se había quedado dormido. Lo besó y sonrió, luego se dio media vuelta y se marchó caminando lentamente.

 

                                                 

                                                           FIN