"LA LÓGICA AL PODER"
Disclaimer: No, que no son mios, pero ayudan a descargar tensiones.
Feedback: Como no me mandéis feedback, u os voy a poné "Do vela neegrraa"
Spoilers: nooorr.
Dedicatorias: Este definitavamente se lo dedico a Melissa Scooby. Por leerme el pensamiento. xD
Tipo: Supongo que Viñeta por el tamaño, ¿me atrevo a poner, emm, H? y un UST que roza los límites del MSR.
La lógica al poder.
Genial.
Supuse que en el FBI había gente razonable.
Supuse que tendrían más capacidad que la portera de mi piso.
Supuse mal.
¿Qué pasa cuando no hay terroristas, secuestradores, etc, etc, etc...? Que el FBI se aburre. ¿Y que hacen cuando se aburren? Por supuesto, nada bueno.
¿Qué que quiero decir con nada bueno? Pues eso, que lo que más le tira a la gente es hablar, y cuanto más hablen, y peor lo pasen los aludidos, pues es más divertido para todos.
No creáis que lo digo por decir, no, no, lo mio es totalmente por conocimiento de causa. ¿Por qué creeis sino que a Mulder le llaman "Spooky" y a mi "la doctora hielo"? No me extraña, que llevando casos, tan raros como llevamos Mulder y yo, nuestro por ciento de casos resueltos sea más alto que el de cualquier otra sección del Boreau. Si es que mira que son torpes. Deberían estar fregando pisos y no protegiendo a la gente de este país. Bueno, rectifico, hasta los que friegan tienen más dignidad que toda esta panda de insensatos juntos.
Antes me solían dar igual las habladurías, los rumores que circulaban sobre nosotros dos, pero hoy ya no. Estoy hasta la @#~$~@de los dichosos rumores. Porque hoy ya ha sido demasiado. Cuento:
Dato 1: Yo estaba en el despacho de Mulder, tranquilamente, repasando informes y mirando de vez en cuando como Mulder tiraba lápices al techo.
Dato 2: Entre informe e informe, y mirada y mirada, bebía un bote de coca-cola light, que no es que me guste, pero debo cuidar mi linea.
Dato 3: Como era de suponer, la coca-cola bajó, y yo me dirigí al baño en dos zancadas.
Dato 4: La mierda de baño del sótano estaba roto.
Dato 5: Subí al baño de señoras de la primera planta.
Ok, hasta ahí bien, todo bien. Pero lo malo empieza ahora; justamente en el Dato número 6:
Dato 6: Hay tres mujeres más en el baño cuchicheando. Lo cual me da lo mismo así que paso de ellas, pero de repente se ríen y me miran. Y yo con cara de lela. Un "¿Qué?" muy débil salió de mi garganta.
Dato 7: La más alta de ellas, y asquerosamente parecida a Diana Fowley, se acerca a mi con cara de guasa. Y con una vocecita asquerosamente dulce, va y me dice:
-Oye Dana, ¿Es verdad eso que se comenta por ahí?-
-¿Qué se comenta por ahí?- información lo primero.
-Pues verás, pero no te enfades, ¿Eh?, es que me lo dijo Jennifer, de la tercera planta, que a él se lo dijo Richard, de la quinta, que a él se lo dijo un amigo que tiene un amigo que dice que conoce a Fox Mulder.-
Dato 8: ¿Se puede saber por qué cojones me conoce todo el edificio y cuando entro cada día el único que me saluda es el guarda de seguridad y es sólo porque vino nuevo hace unas semanas? ¿Se puede saber por qué cojones tiene que hablar de mi la gente??
Dato 9: Sigo con el dato 7.
-Vale, muy bien, ¿Pero qué es lo que se comenta de mi?
Dato 10: Después de que la zorra Fowley 2, me contase dicho rumor, mis piernas tambalearon, así que me eché para atrás, con tan mala suerte que pisé un rimmel que estaba en el suelo.
Dato 11: ¿¡Se puede saber qué hacía un puto rimmel en el puto suelo del puto baño de las p... vale, eso no. De las mujeres?!?
Dato 12: como consecuencia de esto, patiné, y me caí de culo al suelo. Hasta ahí todo bien, un poco magullada pero bien. Pero al incorporarme oí un "crash", que venía directamente de la parte trasera de mi falda. Si antes os he dicho que tomaba coca-cola light, era solamente porque antes de ayer estuve comiéndome tres botes de helado de chocolate mientras veía por vigésima vez "Los puentes de Madison". Así que ahí estaba yo, con el culo en el suelo, con tres zorrillas mirándome divertidas, con un puto rimmel enganchado a mi tacón, y con un "crash" que resonaba todavía en mis oidos. Me faltó poco para empezar a aplaudir y pedir dinero por el espectáculo que estaba dando. Después de esto me levanté con el poco orgullo que me quedaba, y me fui directa al baño, pues mi vejiga seguía enorme.
Dato 13: Salgo del baño, y lo único que deseo es volver a mi sótano y enterrarme entre las montañas de papeleo que tenemos acumulado. Pero claro, era mucho pedir. Asomo la cabeza por la puerta de los lavabos y ya oigo un par de risitas. OK, el asunto está claro: las zorrillas del baño ya han ido con el cuento, y como no, esto se ha extendido más rápido que el évola. Así que planteo mi huida:
*pasillo: correr por el pasillo.
*ascensor: cogerlo lo más rápido que pueda.
*escaleras: por si el ascensor no llega.
*llaves: para cerrar la puerta del despacho con la esperanza de que eso detenga a los intrusos.
Y aunque no creo que los bichos estos me sigan hasta el sótano, prefiero tener todo absolutamente calculado.
Así que corro, todo lo que puedo, pues como ya he dicho antes me quedé un poco magullada de la caida, de seguro que mañana tendré más de un moratón. Doy al botoncito del ascensor, pero el puto ascensor no se mueve, así que opto por mi otra salida: escaleras. Corro hacia la puerta y la cierro detrás de mi. Uf! Me empiezo a sentir a salvo, pero como sé que aún no lo estoy, pues no tengo otra estupenda idea, más que correr de nuevo. Esta vez, claro está por las escaleras. A partir de ahí la cosa está borrosa.
Escaleras- Bien
Tacón roto- Bien
Escaleras más cerca de la cara de lo habitual- ok, ok.
Y después de esto oscuridad.
Al rato me despierto, con un dolor de cara-cabeza enorme, ¿Y sabéis quién estaba a mi lado? Protegiéndome... acunándome... dándome aire para que me aliviase... curando mis heridas... ¿Mulder? ¿Eso es lo que queréis oir? jajaja, pues vais más de culo que yo. No, no, el graciosillo de Mulder seguía en su puto despacho tirando unos putos lápices al techo. ¿Skinner? Tampoco. ¿El guardia de seguridad? nanai, de nanai. jeje, ¿Qué quien? Yo os lo digo: NADIE, eso es, NADIE. Si queréis os lo repito N-A-D-I-E. Yo triste, con el orgullo herido, con la falda rota, con la cadera, y ahora también la cara magullada, y no había un dichoso hombro en el que llorar. ¡Que mierda!. Y yo tonta de mi dije: "No me puede pasar nada más hoy". je. Tonta que soy. Después de decir estas palabras, me di cuenta, claro está. Pero ya era demasiado tarde, las "malditas" palabras ya estaban dichas.
Temblando aún como estaba, me levanté, y me dirigí al despacho. Abrí la puerta y entré. ¡Sólo esperaba un "cuanto has tardado", "¿Estás bien?", "¿Por que tienes sangre en la cara?"! pero no. Hoy mi querido Mulder estaba de lo más "elocuente". Que amor. Según pasé delante de sus narices, miró para arriba, y olfateando el aire volvió a la montaña de papeles de su escritorio. "Su", claro, porque yo no tengo. Bueno, después de su calurosa bienvenida, lo primero que se me pasó por la mente, es que en un golpe de esos, me había muerto, y ahora era un fantasma. Demasiado bueno. Así que golpeé el suelo con mi tacón sano para que me mirase de una santa vez. Mulder levantó la mirada, y dijo un:
-mmmummm- que le quedó de lo más despreocupado y volvió a sus papeles.
Dudibí du da.
Tenía tanta rabia, tanta furia, tanta... tanta, que no me cabía en el pecho, y recordando los numerosos casos de combustión humana espontánea, decidí que debía echarlo como fuera. Así que me acerqué a Mulder, le cogí de la corbata, y obligándole a mirarme, le di un beso de esos que quitan el aliento. El respondió desde el primer momento, aunque estoy segura que estaba más que descolocado. Al principio no sabía ni dónde poner las manos, pero en cuanto las puso en mi cintura, y empezó subir y bajar por ésta, lo aparté de repente, dejándole completamente enajenado. Si lo había besado era simplemente para mi disfrute, para descargar tensiones, y no para que el capullo insensible disfrutase con ello. Después de esto le miré con rabia, yo seguía llena de moratones y él nada, ni una palabra. Así que giré 30º grados, y le di un derechazo en toda la cara. Bueno, no fue exactamente un derechazo, pues tenía la mano abierta, más bien se podría calificar como una OSTIA de las que hacen historia. Y él con una cara de bobo alucinante. Si tenía pocas neuronas antes, ahora yo había acabado con las últimas que le quedaban.
-Y esto, por ser... UN HOMBRE- aplicad a la última palabra un tono como de asco. Mucho asco.
Después de esto salí por la puerta, fui a por mi coche y llegué aquí, a mi hogar, mi dulce hogar, donde vivo sola y puedo hacer lo que me plazca.
Y mientras como un bote de helado de nata con nueces, (el de chocolate lo acabé), Mulder está llamando a mi puerta como un poseso, rogándome, implorándome, pidiéndome perdón, y también algunas explicaciones, porque si ni yo misma sé porqué hice lo que hice, ¿Por qué diantres tendría que saberlo él? Y no, no me digáis que porque es psicólogo que eso no me vale.
Bueno, ok, soy blanda, me estoy rindiendo y sé que un momento a otro dejaré entrar a Mulder en mi dulcer hogar. Pero no pienso darle explicación ninguna. Es bueno de vez en cuando comportarse como un hombre, ¡no tienes porqué pensar!. Y también es bueno saber, que le tengo comiendo de la palma de mi mano. Bien, incluso me apetece que "duerma" aquí esta noche el pobrecillo. Ay! Está bien voy a abrirle.
Y cuando entra su mirada es fuego... y... ejem, voy a dejarlo aquí, porqué además se ha quitado la corbata y ya tiene esa sombra de barba que le hace tan irrestible... y... pues eso, que la parte buena me la guardo. juas, juas.
Así que os dejo. ¿Qué? AH! ¿Qué queréis saber el rumor que desencadenó todo esto? jeje, pues siento deciros que eso también me lo voy a guardar, porque ya se sabe, los rumores vuelan, y no quiero volver a desencadenarlo. Byes!
FIN