"SOMOS UNO"
Disclaimer: Como todos sabemos ya, estos personajes no me pertenecen a mi
sino al cerebro superdotado de CC, y a DD y GA y a los guionistas, la 1013,
la Fox, los maquilladores, productores, Bla, bla, bla….
Lorena <XcullyARROBAteleline.es>
Spoiler: ¿Supongo que has visto la serie, no?
Sinopsis: Scully comienza un diario en donde los sucesos se sucederán de un
modo inesperado.
NOTA: Si eres NoRoMo ¿qué haces leyendo esto?
 


"SOMOS UNO"
9 de Septiembre de 1999
Hola otra vez.
Estoy segura de que hoy no ha sido uno de esos días que quieres guardarte en
la memoria para siempre, los que recuerdas con una sonrisa en los labios
mientras esperas que se vuelva a repetir alguna vez, esos que cuentas a tus
amigos por que ha formado un parte importante de tu vida..
Ha sido más bien un día normal, un típico día en mi vida.
¿Por que lo escribo entonces?
¿No me prometí que solo escribiría cuando sucediera algo muy importante
digno de mención?
Hoy me levanté como cualquier día y me he dado una ducha. Desayune y me
vestí deprisa, como siempre. Cogí el coche y me encaminé hacia la oficina,
que por supuesto ya estaba ocupada.
Hasta ahí era como una copia de ayer, y del día anterior, y de todos los
días anteriores durante seis años.
Pero, como sé desde hace tiempo, las cosas nunca suceden como habías
planeado.
Y hoy no iba a ser menos.
Nada más entrar en el despacho noto que tu ya llevas allí bastante tiempo:
hay una mezcla de colonia y sal en el ambiente, de aire cargado y cansancio
mezclado con la promesa de un nuevo día y una nueva verdad, que inunda toda
la habitación y todo mi ser.
Y te veo.
Sentado en la mesa, comiendo pipas, con tus gafas de leer y unos papeles
sobre la mesa. No levantas la mirada, no saludas, no sonríes; solo sigues
leyendo interminables frases de absurdos informes que intentan suplir los
vacíos de una vida de engaños.
Yo, acostumbrada a mañanas oscuras y silenciosas, sin apenas dirigirnos la
palabra más que pequeñas palabras de cortesía, con cada uno pensando en sus
cosas y ambos pensando en lo mismo, pongo la chaqueta en mi silla (si, si,
por fin tengo mi propia silla) y la cartera en la mesa (su mesa) y, me dejo
inundar por tu aroma, tu fatiga, tu culpabilidad, tu sonrisa al darte cuenta
de que ya he llegado, tu desorden, tu honestidad, tu "hey, Scully, te
quiero", tu partidos de baloncesto, tus lágrimas derramadas por batallas
perdidas, y por tu esperanza en que algún día te verás liberado de la pesada
carga de buscar una verdad que tal ve no sea la que tu esperas y que tal vez
no tenga ningún sentido ser hallada.
Entonces te levantas y comienza el nuevo día para mí. Un nuevo caso que
investigar, un nuevo motel con habitaciones separadas que no afanamos en
mantener, una nueva discusión que nos llevara a otro expediente X, y así
hasta el próximo día en que todo vuelva a empezar.
-Deberíamos darnos prisa si queremos llegar a tiempo al interrogatorio
-Tranquilo, Mulder, no van a empezar sin nosotros, Somos lo expertos
¿recuerdas?
-(Sonríes) Veo que nos hemos levantado de buen humor hoy, doctora Scully
-Y yo veo que hoy hemos dormido menos horas de las que necesitamos.
Me miras y por un segundo puedo ver en el profundo abismo de tus ojos el
dolor, un dolor que no te deja dormir, ni comer, ni vivir, y con el que
tienes que compartir las pocas alegría de tu vida. Entonces me arrepiento de
haber dicho eso, aunque no lo haya hecho adrede. Con Mulder hay que tener
cuidado.
-Será mejor que nos vallamos, Scully.
-Si, ya voy.
Te adelantas y me abres la puerta, entonces me miras y me dices:
-Por cierto, hoy estás muy guapa.
Con eso basta.
Con cuatro palabras basta.
Con eso y mucho menos, tienes el poder suficiente sobre mi como para hacer
que tiemble el mundo a mi alrededor. Como para hacer que todo y todos
desaparezcan y ya nada más tenga sentido. Solo Mulder y yo en un mundo
perdido de una galaxia lejana.
Desde ese momento ya no tuve conciencia de haber hecho nada mas: de haber
realizado el interrogatorio a un sospechoso, de haber practicado dos
autopsias de las víctimas, de haberme presentado junto con Mulder ante
Skinner para darle el informe, ni de haber ido al despacho a recoger unos
papeles y despedirme de ti por que tenías que hacer nosequé.
Solo ahora, después de haber cenado las sobras de la comida y haberme
cambiado y haber repasado mentalmente todo lo que ocurrió antes de que no me
acuerde de nada; ahora, en la intimidad de mi dormitorio, con la tenue luz
de la lámpara adumbrando mi pequeño secreto, creo que puedo afirmar que
estoy loca por ti.
Estoy segura que de eso ya lo sabía desde hace mucho tiempo, pero solo ahora
soy realmente consciente de ello. De que con una sola de sus miradas puedes
desbarajustar cualquier teoría científica por muy probada y demostrada que
este; que solo con tenderme su mano puedes salvarme de todos los demonios
que cada noche invaden mis sueños; que solo con decirme "Te quiero" embutado
de somníferos puedes hacer que se estremezca todo mi cuerpo hasta la locura.

He vuelto a leer lo que escrito y no me reconozco. No ha sido Scully la que
ha escrito, si no una parte de mí que ha tomado momentáneamente el control
de mi ser y ha plasmado en un trozo de papel lo que he tardado mas de una
vida en reconocer.
Creo que ha sido demasiado por hoy.
Mañana será otro día.
 
 
 
12 de Septiembre de 1999
¿Cuantas mentiras puedo decir al día?
Tres, tal vez cuatro, aunque la mayoría tienen importancia.
A veces me salen sin querer, sin darme cuenta. Me dices que has visto tal
película en no sé que canal y me preguntas si yo la he visto, y yo sin
pensar te contesto que sí, sin ser consciente de que si me preguntaras a que
hora fue o que me pareció el final yo no sabría que contestarte.
Otras están un poquito más calculadas. Un partido de fútbol al que sé que te
interesaría ir y "casualmente" esta mañana me han regalado dos entradas y no
se a quien dárselas; 'Yo estaba segura de que había dicho "habitaciones
individuales", supongo que el gerente del hotel donde tenemos que alojarnos
se habrá equivocado'; necesito que me ayudes con este informe, pero en mi
apartamento no se puede por que están haciendo obras....
Podría contar miles, pero cualquier excusa esta justificada por el hecho de
poder estar contigo a solas un poquito mas, de poder robarle poco a poco
terreno a esa verdad que te tiene prisionero en tu soledad y culpabilidad
por no haber sido más valiente y poder estar más cerca de ese corazón herido
que está pidiendo ayuda a gritos.
Antes me costaba mucho parecer natural cuando le mentía, por que pensaba que
se me iba a notar mucho y que me descubrirías y yo me pondría tan roja que
no podría volver a mirarte a los ojos; pero ahora ya eso me da igual, por
que hace tiempo que sé que tú lo sabes y te has callado en silencio
aceptándolo como una forma cobarde de poder estar juntos.
Algún día seré lo suficientemente valiente como para poder decírtelo sin
recurrir a la mentira.
Algún día.
 
 
 
15 de Septiembre de 1999
Estamos en una nueva misión, como siempre.
Ante una nueva posibilidad de avistamiento, natural.
Habitaciones separadas por un muro infernal que construimos nosotros mismos.
Lógico.
Yo me he duchado y me he echado en la cama y he decidido no encender la tele
por que prefiero imaginar que estarás haciendo al otro lado de la pared. Te
imagino con tu habitual atuendo: vaqueros y camiseta ajustada, echado en la
cama comiendo esas pipas que ya han llegado a formar parte de mi vida
cotidiana y hasta de mis sueños, y con la tele encendida en un determinado
canal de la TV por cable.
Oigo un ruido, tu saliendo de la ducha. Si agudizo un poco más el oído hasta
puedo sentir como te vistes. (Pude que yo no tenga memoria fotográfica, pero
la mía tampoco se queda atrás)
Después de tanto tiempo contigo ya me se esos pequeños detalles que haces
normalmente y que no compartes con nadie.
Nada más llegar dejas la maleta en un rincón y no la abres a menos que
tengas una gran emergencia.
Abres dos paquetes de pipas antes de salir para que cuando vuelvas a la
habitación este cargada de ese aroma salado que tanto te gusta.
Dejas las zapatillas de deporte debajo de la cama para no tropezarte con
ellas al día siguiente.
Te das una ducha, cenas encima de la cama repasando el informe. Sacas tu
pistola, tu placa y tu foto de Samanta que siempre lleva contigo y las pones
en el primer cajón de la mesilla, y pasado un rato te oigo salir.
Aprovechas que te falta un dato para pedirme pasar a mi habitación y
quedarte. Y yo, naturalmente, me he maquillado tenuemente para que no se
note y me he puesto mi mejor ropa interior (no sé para que si nunca la ves)
y me he arreglado poco el pelo anteriormente, y ahora trato de parecer
natural.
No hay mesa, no hay casi espacio en el suelo, solo una mullida cama que
parece haber sido construida expresamente para nosotros. Sin dudarlo y casi
con una naturalidad artificial, como si todo fuera parte de un guión, nos
sentamos y comenzamos a hablar.
Del trabajo primero, de nosotros después.
No se como acabamos hablando de aquella vez que me castigaron por haberme
escapado a una fiesta para universitarios con el chico que me gustaba, o
cuando Bill casi le pega a un puñetazo a mi novio por que decía que era un
cretino (¿de que me suena eso?). O cuando tu y tu hermana os subisteis a
aquel barranco para despedir a vuestro pequeño Terrier que sucumbió ante la
vejez, o tu primer beso con aquella compañera de clase de la que ya no has
vuelto a saber.
No se como acabé confesándote que muchas noches sufría por Emily, y que en
Navidad tenía unas pesadillas horribles que me hacían levantarme de la cama
y estar temblando hasta el día siguiente.
No se como acabe diciéndote que Diana Fowley no era de fiar, y que desde el
primer momento no me cayó bien por que noté en su mirada que tu habías
significado algo en su vida y viceversa, y que eso no me gustaba nada.
No se como acabaste preguntándome si eran celos, y tranquilizándome por que
ella era ya agua pasada para ti y me contaste que si, te ayudó, pero que
también fue ella la que sé marchó  por un puesto mejor.
No se como acabaste susurrándome que muchas veces habías pensado en Samanta
y en si merecía la pensa seguirla buscando. Que tal vez estuviera bien y no
necesitara ser encontrada, ser rescatada. Que a veces habías tenido la
tentación de coger tu pistola y dar por terminado tu sufrimiento, y que la
única razón por la que no lo habías hecho era por que sabias que yo te
esperaría en la oficina al día siguiente, que era por ver de nuevo mi
sonrisa y mis "enigmáticos” (utilizaste esa palabra) ojos.
Y no se como hemos acabado abrazados en mi cama, tu rodeando mi pequeño
cuerpo y yo hundiéndome en el tuyo. Reconfortándonos y reconciliándonos con
nosotros mismos.
Solo ahora, a las cinco y media de la mañana he podido escribir esto, aún
sintiendo tu respiración en mi cara, tus brazos rodeando mi cintura, tus
labios pronunciando mi nombre en sueños. Ahora, mientras te miro dormir
plácidamente, rezo por ti y le pido a Dios, a mi Dios, que no teje sufrir
más y que te alivie de tantos fantasmas tiranos que no hacen más que
atormentarme.
Espero que me escuche.
 
18 de Septiembre.
No sé por que estoy escribiendo esto, por que sé que nunca lo leerás.
No podría volver a mirarte a la cara si lo hicieras, pero supongo que sería
de gran alivio para mi pobre corazón que supieras de una vez que cada mirada
tuya es un mundo para mí y que cada vez que te alejas, mi mundo se va
contigo también.
Pero hoy has estado un poco “raro”, más de lo habitual. Has estado toda la
mañana callado y pensativo, y cuando yo te miraba para intentar averiguar
por tus pupilas, ventanas abiertas a tu alma, tu me sonreías y apartabas la
vista, como escondiéndote de mí.
Al volver a casa me has acompañado en el coche y te has quedado un rato
mirándome, y yo, sin saber como reaccionar, te he dicho que tenía prisa.
Siempre cobarde.
-Espera
Me has dicho y me has cogido la mano. Mi corazón ha empezado a palpitar tan
fuerte que es imposible que no lo escuches, esto no puede ser sano. Ahora
realmente sé que algo va mal.
-Scully, estos seis años juntos…. quiero decir, tú…, ¿han sido provechosos
para ti?
-Claro Mulder.
Te aprieto la mano como queriendo reafirmar lo que estaba diciendo.
-A tu lado he aprendido muchas cosas, me has enseñado que no todo es lo que
en un principio parece, que… debemos ser más abiertos hacia determinados
temas y, bueno, que yo y las abejas no nos llevamos bien.
Tú sonríes con mi estúpido intento de relajar la situación, aunque la verdad
es que solo consigo que estemos durante un par de segundos en un silencio
sepulcral, tú mirándome fijamente, yo intentando no llorar.
Finalmente dices que ya es tarde y que es mejor que te vayas, me das un
abrazo y mis piernas no me responden y me llevan fuera del coche a mi
apartamento, mientras mi corazón se pregunta que te esta pasando que no me
puedes contar y que te hace actuar así.
¿A que ha venido esa pregunta?
¿Quiere marcharse?
¿Quiere dejarme?
¿Quiere que me vaya…?
Como tenga algo que ver con esa Fowley…. soy capaz de decirle cuatro cosas
bien dichas.
No sé por que pero tengo el presentimiento de que te vas alejar de mi ¿por
qué?
 
19 de Septiembre de 1999
Hoy he llorado mucho.
He llorado por ti.
No por que no me hayas dejado tomar parte en tu tristeza y tu dolor, por que
entiendo que necesitabas estar solo y no con una extraña que invada tus
temores.
He llorado contigo.
Por todo el dolor que llevabas dentro y que te ha quemado por dentro. Por
todas las veces que has estado tan cerca que casi has podido tocar la
verdad. Por todos los engaños y mentiras que han constituido tu día a día.
Por todas las personas queridas que has perdido en tu búsqueda y de las que
te culpas por no haber podido ayudarlas. Y por mí, por no haber sabido ser
la compañera que necesitabas.
Por que hoy has encontrado a tu hermana por fin. Hoy has podido abrazarlas y
besarla y llorar por tantas veces como la añorabas.
Me la has presentado (aunque yo tuve el extraño sentimiento de que ya la
conocía de siempre) y me has pedido con los ojos llenos de lágrimas que me
cerciorara de era ella, que no podrías soportar otro engaño más.
Y yo te he respondido, a pesar de que sabía que eso significada perderte
para siempre, que sí. "Es ella, Mulder (siempre Mulder) es tu hermana" Y,
así como una mentira puede hacer que te quedes conmigo durante un segundo,
una verdad puede hacer que te alejes de mí para siempre.
Esas palabras aún retumban en mi mente como si quisieran llevarme a la
locura. "...tu hermana" la razón de tanta búsqueda, el motivo de tantas
culpabilidades, por lo que yo te encontré Mulder, el final del camino.
No sé quien habrá llorado más, sí tu por haberla encontrado o yo por haberte
perdido.
"Vive en Virginia con su marido y con sus hijos, Scully (siempre Scully)
mis.... ¡sobrinos!" me has dicho con una sonrisa en los labios. Yo he
sonreído también, pero la mía era una sonrisa amarga por saberte lejos de
mí.
Me has pedido que te deje ir con ella a pasar la tarde, como si yo pudiera
impedirte que alcances la felicidad que te ha sido negada desde hace tanto,
y naturalmente he mentido y he dicho que yo estaría bien (siempre "bien") y
me las podría arreglar sin ti. Y tu me has besado en la mejilla y has
susurrado un "gracias" muy cerca de mi oído, pero a mi me ha parecido áspero
y frío, como si fuera un cuchillo clavándose mil veces en mi corazón.
Ya no puedo escribir por que he vuelto a llorar.
 
20 de Septiembre de 1999
No has ido a la oficina, pero no me he extrañado.
No has ido a comer a casa, pero yo ya lo sabía.
No me has llamado en todo el día, pero yo no lo esperaba.
Skinner no ha preguntado por ti, me imagino por que.
Ahora solo me queda saber cual es mi camino Mulder, mi camino. Y justo en
ese momento me has llamado y me has dicho que me esperas en el claro,
nuestro claro, donde tantas veces nos hemos escondido del resto del mundo
para robarle pequeñas sonrisas y confesiones al tiempo.
Y yo me he vestido y me encaminado hacia allí con la certeza de que era la
despedida final. Intenté parecer alegre y despreocupada, lo juro, pero era
tan difícil..... Estabas entre una mezcla de feliz y aliviado y triste y
agobiado. Como si aún te quedara algo por hacer.
Pero entonces fui yo la que te falle, la que no tuvo el valor suficiente
para hablar y decir lo que tu ya sabías: que tu me completas Mulder, tú eres
la mitad perdida de mi alma, el trocito de cielo que Dios me ha asignado.
Tu lo comprendiste y te resignaste. ¡Cobarde!, pense yo, ¡Estúpida! Me dije
a mi misma.
Nos quedamos allí sentados abrazados no recuerdo cuanto tiempo, pero creo
que mucho. Un segundo, tres horas ¿qué mas da? Lo importante fue que en ese
momento ambos nos dimos cuenta de que eso era una DESPEDIDA, amarga
despedida.
Quizás para unos meses, quizás para siempre.
Solo espero que en tu viaje me recuerdes y sepas que yo estoy contigo a cada
paso que das, y tú en cada uno que doy.
 
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
13 de Noviembre de 1999
El tiempo se me antoja como una larga sucesión de hechos condenados a
repetirse infinitas veces mientras pasan horas, días y semanas.
Las llamadas no sirven, las escasas cartas no son suficiente.
Te he perdido; Mulder. Y me duele tanto que he pensado un par de veces coger
mi pistola y acabar con una vida que no tiene sentido si no puedo
compartirla contigo, y he tenido que vaciar mi cargador antes de que mi
ánimo estuviera tan abatido que mi razón fuera superada por mi locura y ya
no pudiera acabar estas frases.
He pensado muchas veces por que las escribo, y solo encuentro una razón: te
las escribo a ti Mulder. Son trocitos de mi vida hechos palabras que se unen
para formar frases que te dedico. Por que cada día es distinto Mulder, cada
uno es original e irrepetible. Pero hay algo que esta en cada uno de ellos,
que se repite inexorablemente sin poder evitarlo por que ya es parte de mi
vida: TU.
Tú eres la constante de mi vida. Y ahora que esa constante a desaparecido la
ecuación de mi vida se ha quedado sin ningún sentido matemático, algebraico
o de cualquier clase. Y créeme cuando te lo digo, que de eso yo se mucho.
Llaman a mi puerta, mi madre seguro. Últimamente se pasa mucho por aquí.
Supongo que es mejor por que así tengo otra excusa mas para no quitarme la
poca vida que no se ha muerto contigo y así dar fin a una farsa.
Espero que mañana esté de mejor humor.
 
25 de Diciembre de 1999
Lo tengo decidido.
Ya no voy a esperar mas por que si lo hago sé que no tendré el valor
suficiente.
Tu llamada felicitándome por la Navidad ha bastado para ver el vacío que
tengo sin tu presencia.
A si que hoy es el día.
Hoy voy a decir adiós para siempre a Scully, a mi racionalidad y a mi temor
de ser rechazada por que se hace tiempo que me aceptaste junto a ti. Voy a
ir a nuestro sitio, a ese precioso claro que me enseñaste junto al lago y
donde lloraste amargamente en mis brazos limpiándote de toda la culpabilidad
arrastrada durante demasiado tiempo, donde me confesaste que te marchabas
por un tiempo lejos de Washington, lejos de mi pensé yo, para pensar y
reflexionar sobre la vida que ya no te pertenecía, donde me preguntaste si
quedaba todo dicho y yo fui tan cobarde que no quise encontrar las palabras
adecuadas para decirte lo que tu ya sabías; donde me diste un tímido beso en
los labios y me rogaste que no te olvidara, donde te vi por última vez y te
vuelvo a ver siempre.
Mulder yo te olvido todos los días, todas las horas y todos los segundos de
mi vida. Tanto que no lo puedo soportar.
Cuando haya despedido por fin a Scully solo quedará la Dana que te ama, la
que ha esperado con el corazón en la mano durante todo este tiempo, la que
ahora tiene el valor para confesarte lo mucho que te quiere.
Pronto estaré contigo mi querido compañero, en cuanto este avión aterrice en
Virginia, y entonces todo lo que escrito en este diario no tendrá ningún
sentido por que tu y yo seremos uno Mulder, y todo lo que yo tenga será
tuyo, y todos mis pensamientos serán tuyos también, todos mis sentimientos
serán compartidos por ti.
Por que tu y yo somos uno.
 
Hasta pronto,
Dana K.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
 
-¿No han encontrado nada más?
-No señor, lo siento. El incendio que hubo ha destruido todo el equipaje,
solo se han salvado unos cuantos objetos personales y esta bolsa.
Mulder asintió y se quedó allí de pies, sosteniendo tembloroso la chamuscada
bolsa de tela y un pequeño diario cubierto de cenizas.
-¿Se… se encuentra bien, señor?
-Si, si.
Mulder parecía no estar en ese lugar. Se alejó sin saber muy bien a donde
dirigirse, sin que su mente funcionara a la velocidad normal. Finalmente se
sentó en una roca alejada de los policías y curiosos que merodeaban por allí
y sostuvo la bolsa en sus manos.
Sabía que era de ella, lo sabía por que siempre que él le decía que debían
irse y ella hacía una precipitada maleta la cogía directamente; ya la tenía
preparada como un pequeño neceser con polvos, pinta labios, cepillo de
dientes y todas esas cosas que usan las mujeres. A Mulder nuca se le
olvidará por que un día abrió su maleta por equivocación y husmeó en ella, 
le sorprendió comprobar que incluso a Scully le gusta maquillarse.
Ahora estaba toda quemada y solo pudo distinguir algunas cosas como un bote
que antes había sido de crema, algunos pegotes de plástico quemado que olían
bastante mal y una pequeña cadena de oro con una cruz de colgante.
Al principio no reaccionó, luego la cogió entre sus manos  se la colgó al
cuello. Recordó sus palabras “quiero decir adiós a Scully” y pensó que
quizás quitarse esa cadena era para ella una forma de dejar todo eso atrás.
Entonces ya no pudo resistir más y sus ojos se llenaron de lágrimas. ¿Cómo
podía sentirse después de lo que acababa de leer? ¿Qué hacer después de lo
que acaba de suceder?
“Solo dos horas, hace solo dos malditas horas que Scully estaba aún viva. Y
dispuesta a decirme que me quiere. Dispuesta a coger un avión y venir a mí.
Y de nuevo vuelvo a ser el juguete del destino y de la mala fortuna que hace
que ese avión se estrelle. ¿Tan malo fui en una vida anterior que en esta he
de pagar todos mis anteriores pecados?
Dios, ¿cuántas veces he pensado yo en ir a su casa y decírselo? ¿De cuantas
formas me he imaginado esa situación? ¿Y cuantas burdas excusas me habré
inventado para no tener que ir?
Y ahora ella se ha ido y ya nada de eso importa.”
Mulder dejó el diario y la bolsa en el asiento del copiloto y se puso al
volante de su coche. Aún tenía lago que hacer.
Fue a la casa de Samanta y pasó allí un agradable tarde con ella, su marido
(que nunca penso que le caería bien) sus hijos y su madre, que había venido
a pasar las Navidades. Todos estuvieron atentos con él y quisieron saber
como se sentía después del accidente, pero Mulder estaba extrañamente
calmado.
Al día siguiente se despidió de todos por que se volvía a Washington, aunque
lo hizo de una forma como si no fuera volver a verlos. Tuvo que ir al
depósito de cadáveres para identificar el cadáver de Scully, pero no lloró
ni pareció muy destrozado.
Al atardecer se encaminó al gran acantilado de Green Mounain, donde está la
monumental cascada de los sueños, que llaman, por que ha inspirado a muchos
poetas. Mulder sin dudarlo un momento se lanzó al agua salada, aún con la
cadena de oro en el cuello, sonriendo ante la idea de volver a estar junto
con su Scully.
Su madre lloró amargamente su pérdida, aunque ya sabía que eso iba a
suceder, y cuando fue a su habitación solo encontró una pequeña nota escrita
a mano junto con un diario quemado.
Querida Scully:
Nunca me había resultado tan difícil escribir una carta, por que nunca antes
la había escrito con el corazón en la mano para alguien que es incluso más
importante que mi vida.
No sé por donde empezar, seguro que tu me responderías que “el principio
sería una buena opción”, pero ¿el principio de que? ¿Por qué estoy
escribiendo esto si todo lo que yo pueda escribir tú ya lo sabes?
Supongo que no apruebas lo que voy ha hacer, pero no había otra salida y lo
sabes. Lo intenté, juro que lo intenté, intenté imaginarme mi mudo sin ti,
pero no pude.  No pude llegar a la mañana ¿Qué otra excusa encontraría para
levantarme todas las mañanas para ir a la oficina sino estar contigo? No
pude pasar del mediodía. ¿Qué haría yo sin nuestras discusiones en esa
comida rápida que siempre compartimos? No pude imaginarme la tarde ¿Cómo
podría seguir investigando si ya no me queda nada por hallar y tú, mi
verdad, se había esfumado? No quise llegar a la noche. Puede que eso no
tenga mucho sentido por que las pocas noches que hemos compartido eran por
culpa del trabajo, pero lo que nunca te he dicho es que tú eres parte de mis
sueños, y que si falta la protagonista principal ¿para que soñar? ¿Qué iba
yo ha hacer sin ti el resto de mi vida?
Scully (siempre Scully) que curiosa ironía que podamos enfrentarnos a
asesinos en serie, mutantes que roban órganos y sucesos que volverían loco a
cualquiera sin que nos tiemble el pulso y que en cambio seamos tan cobardes
que no podamos decirnos lo que sentimos; nos hemos estado ocultando el uno
del otro cuando estar juntos era lo que pedían nuestros corazones. Ahora lo
sé, sé que debí ser más valiente. Pero “ahora” no sirve de mucho ¿no crees?
Quiero creer ( y nunca pensé que me aferraría tanto a esa frase) que pronto
estaremos juntos y que tu Dios, que ahora es mi Dios, no nos separe en
nuestro último viaje; y cuando nos volvamos a ver, sobraran las palabras y
nuestras almas hablaran solas lo que nunca nos atrevimos a decir pero que
sabíamos desde el principio.
Por que tú y yo somos uno, Scully.
Fox  W. (solo Fox)
 
FIN