"Una velada muyy larga"   "Una velada muyy larga"   "Una velada muyy larga"  

Spookygilly

 

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Disclaimer: Todos estos personajes pertenecen a la Fox... excepto Ice, ella es mia. 
Feedback: Sí, porfaaaa 
Spoilers: Imagináos que Mulder no ha desaparecido. 
Tipo: UST-MSR... 
Dedicatoria: Se lo dedico a Antonio, para que le vuelva a renacer el espíritu shipper que todos llevamos dentro. 
Resumen: Scully invita a cenar a Mulder en casa de su madre en navidad... 

25 de diciembre 
Casa de Dana Scully 

Scully corría por toda la casa en albornoz y zapatillas. Maldiciendose a ella misma por haber hecho caso a Mulder y haberse quedado hasta tan tarde trabajando. ¡Porfavor, tenía que cenar esa noche con su familia! Como llegase tarde, la promesa que se había hecho a ella misma de arreglar las cosas con su hermano Bill, se iría al garete. Sólo le faltaban veinte minutos si no quería retrasarse demasiado para la cena. Todo por culpa de mulder. Aunque en relidad no le reprochaba nada, porque sabía que esas navidades las pasaría solo, y claro, por eso no quería despedirse ese día. Ella le había invitado a cenar en casa de su familia, pero él la contestó sonriendo, que prefería que le abdujesen, a pasar una velada con Bill Scully. Y aunque en cierta manera se alegró de que no hubiese confrontaciones esa noche, de verdad iba a echar de menos a Mulder. 
Ya habían pasado casi quince minutos, y aún le faltaba secarse el pelo y pintarse. De repente llamaron a la puerta. Scully salió hecha una furia, y maldiciendo a todo el mundo. Abrió la puerta sin preguntar antes, porque ya sabía de sobra quien era. El único al que se le ocurriría llamar a esas horas, en un día cómo ése. 
- ¿Qué quieres ahora Mulder?- Estaba sieendo muy cortante, pero su estado de ánimo no le permitía otra cosa. 
- sólo pasaba por aquí, y pensé venir a saludar. 
- pues hola. Y ahora Mulder, tengo muchíísimas cosas por hacer y me están esperando para una cena. 
- lo sé, lo sé, no te enfades. Sólo querría darte mi regalo. 
- ¿Qué es? ¿Una placa con mi nombre paraa mi nuevo escritorio?- dijo Scully sarcástica. 
- no. Es... esto.- sonrió debilmente, coomo con miedo, y le dio una caja un poco grande como para ser una placa.Scully dejó la caja en el suelo y quitó el enorme lazo que la cubría la caja. La abrió y... 
- Dios mio Mulder.- se llevó la mano a lla boca.- es preciosa- la caja contenía una hermosa gatita blanca, con poco más de mes y medio.-pero como se te ha ocurrido? 
- Pensé que después de lo de Queequec neecesitabas otro animal de compañía. Primero pensé en un perro, pero pasas mucho tiempo fuera. Así que la vi allí, y supe que era para ti. 
- Ohhh, y es tan blanquita...- Scully noo dejaba de acariciarla y achucharla. 
- Si, había algunos negros, pero ya sabees que dan mala suerte- 
Scully arqueó las cejas, pero le dedicó una hermosa sonrisa. De repente el reloj del salón dió las nueve de la noche; y Scully volvió a la realidad. 
- Aahh! Voy a llegar tarde a la cena! Y nos tendremos que llevar a... ¿Cómo se llama?- 
- no se, pensaba en algo como... Ice queeen.- 
- Muy gracioso Mulder. Pero la verdad ess que le queda muy bien. Pues bueno, tu coge a Ice, mientras yo me acabo de arreglar. Ya llegamos muy tarde. 
- ¿Llegamos?- 
- Sí Mulder, llegamos. Me da igual lo quue digas, no te voy a dejar sólo una noche cómo esta, ¿Entendido? Además, ¿Acaso te has vestido así de guapo sólo para venir a verme?- dijo Scully desde el baño. 
Mulder se encogió de hombros sin saber que contestar, porque la verdad es que sí se había vestido tan bien para ir a verla. La verdad es que esperaba que ella al final se quedase con él, pero, bueno, aunque sus planes se habían trastocado un poco, lo que importaba era que podría cenar con Scully. Y también con Bill. A Mulder le entró un escalofrío. No tenía ganas de pelea aquella noche. 
Estaba tan ensimismado en sus propios pensamientos, que no se había fijado aún en Scully. Estaba resplandeciente, preciosa, hermosísima... y muchos más de esos piropos se le vinieron a Mulder en cuanto levantó la cabeza y la miró. 
- Estás realmente preciosa esta noche Daana.- Se atrevió a decir. 
Scully se le quedó mirando fijamente y sonrió. Se acercó y le dio un beso en la comisura de los labios. Después cogió la gata y salió por la puerta. Mulder suspiró. Aquella iba a ser una velada muyyy larga. 


Residencia de los Scully 
10:15 p.m. 

Scully llamó a la puerta y le abrió su madre. Iba muy guapa vestida, y se la veía feliz. Miró un momento a Mulder, y después de saludarle le dijo a su hija en el oido: "no, si esto ya lo sabía yo...". Entraron en el salón y todos se les quedaron mirando. Estaban todos, incluso algunos amigos de su madre, y algunos tios. Dana vio a su hermano pequeño sentado en una silla, comentando algo a su esposa. 
- Charlie!- Se acercó y le dio un abrazoo.- ¿Hace cuanto tiempo que no nos veíamos? Estás fantástico. 
- Tú si que estás fantástica. Y este es....- preguntó Charls sonrientemente. 
Se nota que Bill no le ha hablado de mi. Pensó mulder y sonrió. 
-Oh! Perdón. Este es Fox Mulder. Es... mmi...pareja, esta noche.- 
Mulder se la quedó mirando sorprendido, y también divertido. Umm, su pareja. Sonaba demasiado bien. Scully presentó a mulder a los demás invitados y todos le saludaron. Scully le dejó la gata a uno de sus sobrinos, no sin antes asegurándose de que no iba a correr ningún "peligro doméstico". 
-¿No falta aquí alguien?-Le preguntó Mullder a Scully en el oido. De repente apareció Bill Scully por la puerta del salón. Con un pavo enorme en las manos. Iba sonriente, pero en cuanto vio a Mulder se le borró la sonrisa de la cara.- Si lo se me calló- Scully le dio un codazo y Mulder emitió un quejido. 
-Hola Bill- dijo Dana cortésmente. ;
-Hola- dejó el pavo en la mesa. De repennte todo el mundo estaba callado, esperando quien saltaría primero. -Ya veo que no has venido sola.- 
-pues no, ya ves- 
Y haciendo un esfuerzo sobre humano, Bill movió la cabeza y saludó secamente a Mulder. Al menos no le pegó. 
-hola- 
-hola- Respondió Fox también muy secamennte. 
La verdad es que Scully siempre se quejaba del comportamiento irracional de su hermano Bill vs Mulder, pero tenía que reconocer que Mulder no ponía mucho de su parte que digamos. Al contrario, cada vez que se veían era como una batalla a ver quien aguantaba más borderías del otro. Aunque esta vez a Scully le alegró que su encuentro no fuese a causa de ninguna enfermedad. 
Se sentaron todos a cenar. Charlaron muy animadamente, y no hubo ninguna clase de confrontación. Mulder no le dirigió la palabra a Bill, ni Bill a Mulder. A Scully no le gustaba mucho esa situación, pero era eso, o una batalla campal. Cogió su copa de vino y dio un sorbo. Estaba bebiendo demasiado esa noche, pero que diantres, de servicio no podía beber, y casi nunca salía a tomar algo. Así que aprobechó. Terminaron de cenar, y se fueron al lado de la chimenea a hablar. Sólo quedaban ya los hermanos, y cada uno se sentó con su pareja cariñosamente. Mulder se sentó en el suelo, en una alfombra de piel sintética, muy suave, y Scully se sentó entre sus piernas, acompañada de una mirada fulminante de Bill. Scully estaba un poco mosqueada porque él siempe la juzgara, y por eso se pegó más a Mulder, y él la rodeó con sus brazos. Bill estaba a punto de saltar, pero Tara le agarró del brazo y le calmó. 
-¿Sabes Scully? Charlie me ha contado coosas sobre ti. Sobre la Scully que yo no conozco.- La voz de Mulder era casi un susurro, y su aliento estaba en el cuello de Scully, la cuál temblaba al sentirlo.- Me ha contado anécdotas. Me ha dicho quien fue tu primer novio, y también me ha contado tu primera borrachera.- Scully golpeó a Mulder en la pierna. Y él soltó una carcajada. Realmente disfrutaba con eso.- Oye Scully- Su tono de voz se puso serio. -Gracias por invitarme. Ha sido una velada maravillosa y perfecta.- 
-Bueno, aún no ha acabado.- Y le miró a los ojos. Después a los labios. Se le antojó besarle pero su familia estaba delante. Así que suspiró hondo y puso de nuevo su faceta divertida.- ¿Quieres ver las fotos de mi famosa primera borrachera?- 
-¿Hay fotos? Por supuesto que quiero verrlas.- 
Scully se levantó y ayudó a Mulder a levantarse. Le cogió de la mano y salieron por la puerta. Se encontraron a Maggie en el pasillo. 
-¿No os iréis ya?- dijo ella tristementee. 
-No mamá. Subo a mulder a mi habitación.. Vamos a ver algunas fotos. 
- La dio un beso y ambos subieron a la hhabitación. La habitación de Scully parecía haberse detenido en el tiempo. Tenía libros en las estanterías, y algunos posters de hace muchos años. Estaba pintada de rosa, y unos cuantos peluches decoraban su cama. 
Scully entró y se fue directa al armario. Sacó un album grande de fotos y se sentó en la cama. Dio unas palmaditas en la colcha y Mulder se sentó a su lado. 
-Aquí tengo mis mejores recuerdos de mi adolescencia. Era... un poco rebelde.- Mulder hizo una mueca- No pongas esa cara. Yo también puedo serlo. Mira, las fotos que te dije.- 
En ellas se veía a una jovencísima Scully, de unos quince años. Con una botella en la mano, y bailando. En otra aparecía de cara, alargando el cuello. Con ésta última foto mulder acercó más la vista y se percató de algo. 
-Oye Scully, esto que tenías en el cuelllo... ¿Era un chupetón?- 
Scully le arrancó la foto de las manos. 
-Bueno, creo que ya ha habido suficientees fotos por esta noche. 
-Oh, venga, Scully. Cuéntame quien te loo hizo. Deja salir a la rebelde Danita. 
-No me llames Danita, o te empezaré a lllamar Foxito. 
-Vaaale, vaaaale. Pero es que tu nunca mme cuentas nada. Si ahora me he enterado de algo ha sido gracias a tu hermano Charls. 
-Ufff. No sé Mulder. Mañana te cuento loo que tú quieras, vale? Hoy ya es muy tarde, y el cuello me está matando.- 
Según lo dijo Scully se ruborizó. No lo había dicho con ninguna intención, pero como a Mulder se le ocurriese darle un masaje en el cuello, su fuerza de voluntad se iría al garete. 
-Ven, siéntate aquí Scully. Te daré un mmasaje. ("adiós fuerza de voluntad") Soy bueno con las manos.- Scully se reprochó haber dicho lo que dijo, pero por otro lado... bueno, un masaje sólo era un masaje; no? 
Mulder se echó para atrás y Scully se puso de nuevo entre sus piernas. Mulder la separó el pelo muy dulcemente, y empezó a acariciarla el cuello. Ella empezó a temblar, y Mulder se acercó y la susurró al oido: 
-Disfruta Scully. Siente la vida. Confíaa en mi. 
Ella cerró los ojos y se dejó llevar. Mulder empezó a masajearla el cuello, al mismo tiempo acariciándolo. Pronto fue sustituyendo sus manos por su boca, y la fue dando pequeños y suaves besos. Scully soltó un pequeño gemido de placer. Entoncés él la dio la vuelta y la obligó a que le mirase a los ojos. 
-Te amo- 
-Yo también te amo- 
Se fueron acercando más y más. Recorriendo los pocos centímetros de separación entre sus bocas. Sus labios se rozaron. Se besaron intensamente; con tanto amor que casi les era imposible respirar. Mulder empezó a bajar la cremallera del vestido negro de Scully, y ella empezó a aflojar la corbata de él. Y después de quitar todos los peluches de la cama, se tumbaron en ella. Todas sus caricias eran tan intensas... Scully estaba disfrutando más que nunca es su vida, y cuando notó en su ingle el deseo incipiente de Mulder, su racionalidad, sus pensamientos prácticos; todo quedó atrás, y se abandonó a la pasión, al deseo, y al olor a sexo que deprendía el cuerpo de Mulder. Se amaron, se complementaron, se quisieron, se desearon, y abrazándose supieron que jamás se separarían, y que siempre se tendrían el uno al otro. 
Estaban tumbados en la cama, completamente agotados, y Mulder la abrazaba tiernamente desde atrás. 
-Debemos bajar. Aún están mis hermanos een casa, sinceramente Mulder, no se cómo hemos podido hacer esto aquí.- 
-Estábamos predestinados para este momennto.- 
-Que dulce eres cuando te lo propones. MMe gustaría quedarme aquí, pero no quiero que venga Bill, te vea desnudo, y te mate por "abusar de mi". Venga, vamos a mi apartamento. 
-¿Todavía quieres más?- 
-Lo que quiero es salir de aquí.  Bajaron al salón y se despidieron de todos los que quedaban ya allí. Dana se despidió de su madre y ella le comentó algo al oido de su hija mientras le entregaba la gata. Scully se quedó cabizbaja, y caminó hacia la puerta. 
-Vamos Mulder- 
Cuando ya llegaron al coche, la curiosidad pudo más que Mulder, y no tuvo más remedio que preguntarla. 
-¿Qué te dijo tu madre?- 
-.......- 
-¿Scully?- 
-Que no debimos gritar tanto- 
Y arrancó el coche. Bueno, al final si que fue una velada muuyyy larga. 

FIN 

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