Nombre del Fanfic: Un vestido blanco
Autor: Giselle
Clasificacion: Mission X-Files
Romance
Suspenso
Angst / Drama
Fanfic: Título: Un vestido blanco
Autora: Giselle
Tipo: XFILES (con toques MSR y angust)
Resumen: Un vestido, un bosque, sueños extraños, Mulder, Scully, y un misterio por resolver.
Disclaimer: los personajes de este relato pertenecen a Chris Carter.
Spoilers: ninguno
Unos pies descalzos andan por un suelo de tierra mojada, paso tras paso buscando nada, como guiados por una extraña fuerza, sin mirar el cómo ni el por qué, los pies caminan bosque adentro; altos árboles que tapan el claro de luna, una fuerte brisa y suaves gotas de agua sucia, los pasos se paran y en el suelo cae, con un vestido largo blanco de encajes y satín, con sus cabellos pelirrojos sobre su rostro, mojados. Mirada perdida, como zombi en vida, respiración agitada y la suave brisa ahora se intensifica mientras un par de lágrimas surcan su pálido rostro, inerte, neutro, sin vida.
Y entonces abrió los ojos (pipipi pipipi).
Mulder se incorporó y apagó el despertador, mientras con su mano se acariciaba la sien, pensativo y confuso, era la segunda vez que soñaba con ella, ¿qué hacía soñando con Scully?, ¿qué hacía que Scully caminase descalza en sus sueños bosque adentro, como hipnotizada por algo que no supo adivinar?
Se calzó con sus zapatillas de piel de albornoz y se preparó el desayuno decidido a contarle a Scully ese sueño tan extraño.
Llegó al trabajo preguntándose cómo reaccionaría, pero ella no estaba. El sótano más vacío que nunca, su presencia la llenaba. Decidió esperar, pues aun era temprano, y cuando se decidió a poner algo de orden en el cajón del escritorio sonó el teléfono como un estrépito material, antinatural, rompedor de la tranquilidad que yacía.
-Fox Mulder
-Mulder soy yo- su voz sonaba algo apagada, medio quebrada
-Scully ¿estás bien?
-no, era eso lo que venia a decirte, me he levantando con un tremendo dolor de cabeza y de garganta- tosió y se aclaró la garganta
-Scully ¿saliste anoche?
-Mulder ¡si es miércoles! ¿cómo voy a salir entre semana? ¿tan irresponsable me crees?
-nada Scully, nada, olvídalo, olvídalo, ahora descansa, que es lo que tienes que hacer
-ya.. siento dejarte así, pero al menos necesito estar unos días en casa, el viernes si estoy mejor me reincorporo, ¡prometido!
Después de colgar se percató de que no le había comentado lo de su sueño, pero se la veía algo a la defensiva desde la pregunta pertinente de si había salido, así que decidió posponerlo.
A la noche la volvió a llamar para ver como estaba, y ella le agradeció su atención y le dijo que andaba algo mejor después de los medicamentos -y una buena dosis de miel en vena- bromeó ella, se le veía de mejor humor. Mulder se alegró por ello e iba a aprovechar su buen humor para contarle lo de sus sueños pero no le dio tiempo –Mulder tengo que dejarte, me llaman al fijo, debe de ser mi madre, hablamos mañana
A Mulder no le dio tiempo a decir nada más cuando del otro lado sonaba el pitido del final de llamada –bueno, otra vez será…- dijo algo decepcionado.
Llegó el viernes, y la oficina ya estaba más tranquila, Mulder había tenido que reeditar 5 informes de casos anteriores por unos fallos en las fechas y se había pasado todo el jueves delante del ordenador, inclusive por la noche.
A la tarde Mulder decidió ir a visitar a Scully ya que no la veía desde el martes, compra un paquete de palomitas para hacer en el microondas e iba a alquilar una peli en su videoclub habitual pero éste estaba cerrado sin avisos ni carteles que señalasen el por qué. –bueno, .. nos conformaremos con lo que haya a la vista.
Después de llamar un par de veces y no encontrar respuesta decidió entrar con su propia llave, pensando que estuviese quizás en la ducha, pero su decepción y preocupación aumentaron cuando se percató de que estaba solo allí ¿dónde estás Scully?
La buscó en la cocina, la buscó en el baño, la buscó en su habitación.. y entonces lo vio, el vestido, el vestido de su sueño, el vestido que llevaba Scully, ahora lo tenía delante, colgado de un perchero antiguo, un vestido de palabra largo de tirantas, ajustado bajo el pecho, era precioso, pero daba una extraña sensación el observarlo.
En ese momento unas llaves se oyeron en el salón, Scully había llegado, Mulder aun confuso, analizativo de la situación que tenía ante sí avisó de su presencia a Scully que se encaminó a su cuarto –¿Mulder?, hola, ¿qué estás haciendo aquí?
-ehmm, hola, vine a ver como estabas y.. – abrió la bolsita que llevaba en la mano mostrando su interior, el paquete de palomitas para cocinar
-oh, gracias Mulder, es un detalle
-¿dónde estabas?, pensé que seguías enferma
-ah, pues bajé a la farmacia, no, ya estoy bastante mejor, pero bajé para comprarme unos caramelos para la garganta, ya sabes, .. para rematar el problema- dijo con un ápice de simpatía en la voz y en la mirada y una joven sonrisa que apareció de la nada. Lo que relajó la situación.
Se aguantaron la mirada, ella sabía que había algo más, lo notaba, y entonces él desvió su mirada hacia el vestido, y ella siguió el camino con la suya.
-¿y ese vestido?
-lo encontré ayer buscando en el cuartillo del trastero un abrigo, era de mi hermana, de Melissa, era el vestido que llevaba en la fiesta de fin de curso cuando se graduó.
Mulder asintió más relajado, pero con nuevas dudas, ya sabía a quien pertenecía ese vestido, pero.. ¿por qué soñaba con el vestido de la hermana de Scully? y lo más siniestro ¿por qué soñaba que la que lo llevaba era Scully?, miles de por qués se agolpaban en su mente, pero sin atreverse a salir, quizás solo fuera cosa suya, quizás estaba montando historias imaginarias de unos simples sueños y casualidades, pero ¿acaso no es él el que tenía la filosofía de que las casualidades no existían?
Decidió limitar sus pensamientos a Scully, las palomitas y una buena película, si ella lo dejaba.
Terminó la película, y Mulder no se había enterado de nada; de nada había servido limitarse a mirar la pantalla y escuchar lo que decía, de nada, .. y después de dos intentos infructuosos de preguntas a Scully con una sola respuesta –shhh, calla Mulder, ¡que no me entero!, cedió a intentar, al menos por esa noche, averiguar más cosas. En fin, era tarde, muy tarde.
Mulder volvió a casa después de despedirse de una adormilada Scully. Esa noche Mulder volvió a soñar con ella, el mismo sueño de las últimas noches.
El sábado por la tarde decidió hacerle otra visita sorpresa a Scully, esta vez quería aclarar las cosas, no podía dormir por las dudas, y cuando lo hacía, era para provocar más porque soñaba otra vez. Hoy llovía, llovía como en su sueño, y un escalofrío recorrió su nuca al entrar al apartamento de Scully usando de primera mano sus llaves; ella, como ayer, no estaba, pero sí el vestido de la otra vez, y esta vez estaba algo húmedo y con algunas manchas de barro.
Y él se preocupó, ¿qué significaba esto?, ¿eran sueños o no eran sueños?, ¿qué pasaba con Scully y con ese vestido?
Esta vez Mulder se sentó en el sofá con los brazos cruzados y la cabe gacha, pensaba lo que podía, con la poca información que tenía buscaba teorías descabelladas con resultados patéticos.
Scully llegó con una bolsa en la mano -¿Mulder?, veo que te has mudado aquí- dice en tono neutral, no parece enfadada pero sí algo molesta -¿pasa algo?- Scully dejó lentamente la bolsa que llevaba consigo con algunas latas de té helado, pasta y un par de cosas más sobre el suelo y se colocó frente a Mulder, detrás de la bajita mesa de cristal rectangular y fue entonces cuando éste la miró.
-Scully pasa algo
-¿qué?
-pasa algo… extraño, contigo, conmigo, con ese vestido de tu hermana
-¿de qué estás hablando?
-Scully, sueño… , sueño contigo todos los días desde hace 5, sueño que andas descalza por un bosque sombrío, y llueve, llueve mucho, como ahora, llevas ESE vestido que tienes en tu habitación, y lloras, y sigues andando sin rumbo fijo, y de repente, caes al suelo. Sueño eso todas las noches Scully, explícame porque sueño con un vestido que no había visto en mi vida, y por qué sueño contigo..
-no,.. ¡no lo sé Mulder!- ella se sentó en una silla pero se volvió a levantar pensando con rapidez mientras caminaba por toda la estancia.
-yo… - Scully se mordía la uña de su dedo índice de su mano derecha en un gesto de autocontrol –Mulder yo también sueño, sueño algo parecido, pero.. en mis sueños una niña me señala, me incita a que la siga, y yo lo hago, pero no llego a ninguna parte, y después me levanto mojada, y pienso que es el sudor por haber tenido la peor pesadilla de mi vida……..- se quedaron ambos en silencio -aunque la última vez encontré un par de gotas de barro en mi sábana…
-Scully deberías de ir a un especialista, el Doctor Werber es un hipnólogo muy reconocido que..
-¡Mulder no!, ¡no pienso ir a que me laven la cabeza y me hagan creer cosas que no son!
Esto son simples sueños, y todo lo que me pasa se puede explicar, aquí no hay fantasmas ni poltergeist, aquí solo juegan mi subconsciente y los recuerdos.
-Scully tanto tú como yo sabes que esto no es solo sugestión ni sueños aleatorios, tú y yo hemos soñado casi lo mismo, y luego está el vestido..
-Mulder déjalo, no sigas por ahí, no vas a conseguir convencerme
-pero Scully, ¿acaso no comprendes que….
-¡Mulder para ya!- dijo levantando la voz.
Él dejó de insistir y girando sobre sus talones se fue sin decir nada aguantándose de no cerrar con un portazo.
Entonces Scully se quitó la rebeca que llevaba y la tiró al suelo como si de un acto rebelde de una chica enojada se tratara, después se tumbó en el sofá tratando de no pensar, y casi sin darse cuenta se quedó dormida.
Volvió a soñar con la niña y despertó como hipnotizada por su sueño, como en un sonambulismo consciente salió de su morada caminando a paso ligero hacia el bosque con el vestido puesto, le quedaba largo y como acto reflejo lo llevaba agarrado con las manos para no tropezar, no pensaba, simplemente hacía lo que la niña le decía, y caminaba y caminaba, bajo una lluvia suave pero extraña.
Mulder decidió volver al apartamento de Scully, sabía que era tarde, pero tenía la necesidad de pedirle perdón por haber insistido tanto, pero al llegar se encontró con la sorpresa de la puerta de su apartamento abierta de par en par y la ropa que llevaba esa tarde Scully tirada por el suelo, el vestido no estaba, un vestido de verano, y era tiempo de frío, y es de noche, una noche cerrada, y llovía, mucho…….. se sobrecogió al imaginarse a Scully, indefensa, vulnerable, bajo un cielo tan gris y siniestro.
La imagen se repite, unos pies descalzos sobre una tierra sombría, húmeda, blanda, … un bosque de altos árboles, y el vestido lleno de barro, Scully creyó soñar de nuevo al ver a la niña que le dice como siempre, de lejos, que la siga, la invita a pisar los mismos pasos que sus piececitos han pisado antes… apresurada
Andaba, y se cayó, y se levantó sin perderla de vista y siguió andando, llovía, y hacía frío, su piel ya estaba blanquecina y sus labios con un toque morado.
La niña se paró al lado de un enorme sauce, y señaló el hueco de las raíces del árbol, Scully como en un pálpito, como en una cuenta atrás, se apresuró sin respiración apenas a la niña, y paso a paso que se acercaba, su mente y su recuerdo la hacían llorar, ahora la veía de cerca, esa niña, la niña de sus sueños, era Missy, su hermana.
Al acercarse y hacer el gesto de tocarla la pequeña la abrazó desapareciendo antes sus ojos, solo pudo sentirla un instante, y sus ojos siguieron llenos de lágrimas, lágrimas por un recuerdo y algo que no entendía, ya no se esforzaba en entender, se limitaba a dejarse guiar por los hechos, hechos que la habían llevado un paraje natural protegido, después de una hora caminando por el arcén de una carretera medio en asfaltar y un camino de arena, áspera arena, ni si quiera sentía sus pies, no se planteaba ni que estuviese herida, solo se fijaba en el pequeño cofre de latón que se hallaba escondido entre las raíces del sauce.
Mulder solo pudo hacer una cosa, tratar de averiguar cual era el bosque de sus sueños, recordaba ver a lo lejos, en una montaña, como un teleférico, no lo veía bien, pero estaba ahí, quizás… podría tratarse del Parque Natural Sunshine, en fin, no conoce otra zona boscosa por los alrededores, y le sonaba de un teleférico en la villa HaselfWord a 20km de allí. Apresurado, siguiendo un impulso que quizás le llevase a ninguna parte, partió en su Ford Mondeo.
Scully por su parte, se agachó con cuidado hacia las raíces que asomaban por la superficie de esa tierra oscura y mojada, y curiosa y melancólica abrió la cajita de latón y dentro hayó una foto de su hermana y ella, un día de Halloween, vestidas de brujas, sonrían abrazadas a la cámara, también descubrió una carta que se supone, debían de encontrar la gente del futuro, un flash recorrió su mente, y junto a la carta, el colgante preferido de su hermana, un colgante con forma de luna menguante en plata, para ella tenía un gran significado mágico, era su amuleto, y lo llevaba al colegio siempre, se lo había regalado Bill en su 6 cumpleaños,
Las piernas de Scully cedieron y la dejaron en el suelo, sentada, sollozando con la cajita en una mano y el colgante en otro. Y sin quererlo hizo memoria de aquel día….
Eran pequeñas, Scully tendría unos 10 años y Missy 8, Missy vió en los telediarios que se había hallado una caja de metal del siglo XVIII perteneciente a una medio acomodada familia de campesinos que querían dejar constancia de su existencia, dentro había fotografías de la familia y enseres de los mismos, y una carta donde narraban como estaban las cosas por entonces y quiénes eran.
Melissa quiso hacer lo mismo con la suya, pero ella se negó, Scully no quería ser reconocida en el futuro, ella era una persona más discreta, y Missy era más alocada y visceral, era muy de arriesgar, y en ocasiones llamaba demasiado la atención. Missy quiso extrañamente acompañar a su madre a visitar a la tía Alice que vivía en Virginia; a la tía Alice no le gustaban los niños y de hecho no tenía mucha relación con ninguno de sus sobrinos –ahora todo concuerda… , la tía Alice tenía… tiene una casa en el campo, a 1km de aquí, del Parque Natural Sunshine.
Mulder llevaba una hora recorriendo el Parque Natural, árboles y más árboles, agua de lluvia que se colaba entre las copas de los árboles, el sonido de las lechuzas en la noche era un tanto tétrico, el lugar lo era en sí, pudo vislumbrar entre dos copas de árboles la luna, una luna llena que iluminaba el bosque casi como si fuese de día.
Entre tanta oscuridad del verde la vegetación y el oscuro tronco de los árboles vió algo blanco que llamaba la atención… era ella, Scully, sentada con las piernas juntas cual sirena en una roca en mitad de la mar, su vestido manchado y sus cabellos mojados, y entre el agua del cielo sus lágrimas navegando, en su mano una foto y al lado una cajita. A pasos apresurados se acercaba a ella –¡Scully!
-ehh, vas a coger una pulmonía- dijo en susurros y con tacto al tiempo que se quitaba su chaqueta oscura y se la colocaba sobre sus hombros desnudos.
En silencio ella recogió la cajita y metió dentro el colgante y la foto, y Mulder la ayudño a levantarse sin decir nada más, anduvieron varios metros y ella giró su cabeza hacia atrás y susurró –adios Missy-
Mulder la oyó, miró también curioso y por qué no decirlo, temeroso, y entre una neblina espesa le pareció ver como una silueta de una niña de unos 8 o 9 años se difuminaba en el aire, pero no dijo nada.
Todo era silencio, el camino de vuelta al coche de Mulder, el trayecto al apartamento de ella, la subida a su piso hasta que ella le dijo que se iba a dar una ducha y a la lavarse el pelo.
Mientras ella se estaba duchando Mulder se planteaba que sucederá después… ¿reconocerá que lo que ha pasado se puede considerar básicamente un expediente x?, pero en verdad ¿qué es lo que ha pasado?, pensó que nunca lo sabrían, o que solo lo sabría ella.
Quería sentirse útil, sentado en el sofá con los brazos cruzados no le gustaba, así que decidió ser detallista por una vez en su vida y hacerle algo de comer, algo calentito, ambos han pasado muchísimo frío, pero ella más, descalza como estaba… un escalofrío le recorrió la espina dorsal.
Scully salió de la ducha vestida con un pijama de algodón celeste y una bata de seda blanca, y lo primero que sintió al salir es el olor a sopa caliente proveniente de la cocina.
Entrando en la cocina se topó con un Mulder un tanto peculiar, sin delantal, pero con una pinta de cocinero impresionante, solo le faltaba el bigote, el gorrito blanco y el delantal, sin chaqueta, sin corbata, con las mangas remangadas y un paño de cocina remetido por el pantalón a modo de delantal hizo sacar a Scully una sonrisa, una tímida sonrisa que solo se vislumbró breves instantes –sé que son las 2 de la mañana, pero pensé que te vendría bien… por eso de tu resfriado- dijo con delicadeza y de una forma totalmente tierna que hizo remover mariposas en el corazón de una confusa y cansada Scully, aunque ninguno tenía sueño, pero sí mucha hambre –gracias Mulder, es un detalle- Mulder le apartó en un cuenco su sopa y sacó dos vasos, en ellos virtió agua natural.
-¿tú no quieres sopa?
-no te preocupes, come tú, te vendrá bien
-¿seguro?, mira que luego no hay marcha atrás
-seguro- dice compartiendo ambos una media sonrisa en medio de tanta confusión.
Scully comenzó a tomarse la sopa ante una mirada expectante de Mulder -¿está rica?
-uhmm algo sosa, fría, y te pasastes con las guindillas pero bien- dijo irónicamente tratando de tranquilizarle.
Mulder quería sacar el tema, lo deseaba hoy más que nunca, después de lo que había visto, de lo que había pasado, necesitaba respuestas, pero no se sentía en poder de pedírselas, al menos esa noche.
Al final es Scully quien acabó sacando el tema, por un lado no quería hablar más del tema, pero por otro lado necesitaba contarlo, ella también tenía sus dudas, sabía que Mulder tendría aun más, quizás de ese modo ambos podrían ayudarse el uno al otro
-Mulder yo… estoy bastante confusa- Mulder, que parecía distraído cuando cada uno estaba absento en sus propios pensamientos se sobresaltó al oír a Scully –Reconozco Mulder que he pasado miedo, no sé explicar, … no me sentía dueña de mis actos, sentía como si algo me llevara a donde iba, como que alguien caminaba por mí, como si viese algo al fondo de un túnel y yo solo quisiese llegar sin saber si estaba malherida, qué había detrás y que había delante, ….- Scully negó con la cabeza dando el último sorbo a la sopa tratando de ordenar sus ideas en su mente.
-Missy tenía un sueño, trataba de hacer la caja de los recuerdos y enterrarla en el medio de un bosque, para que en el futuro, dentro de muchísimos años alguien la encontrase y se supiese de nosotros, que no se perdiese el recuerdo y nuestros nombres en el olvido… era una idea bonita, pero algo egocéntrica a mi gusto.. no sé…
Cuando Missy murió, busqué desesperadamente el colgante de ella, su amuleto, quería tenerlo cerca, quería como rendirle un homenaje y convertirlo en mi amuleto, lo busqué pensando que aun lo conservaría, dado que ella se apegaba mucho a estas cosas sabes, amuletos, cartas del tarot, piedras, .. y ese era el más antiguo, la media luna de plata, … nunca lo llegué a encontrar…. hasta esta noche- Scully abrió la caja y sacó el colgante, lo observó detalladamente y lo dejó sobre la mesita de cristal.
-lo que no entiendo Mulder es.. ¿por qué la Missy de niña? ¿por qué no ví a mi hermana, ya mayor?
-creo que es algo que no sabremos nunca Scully
-Mulder tengo muchas dudas, todo me da vueltas en la cabeza, y entre ellas el vestido, ¿por qué este vestido?
¿por qué así?
¿he estado más veces allí, en ese bosque, antes? Siempre que soñaba que iba al bosque no llegaba a ninguna parte, en el sueño andaba y andaba bajo la lluvia, llorando, y llena de barro. El vestido, Mulder, estaba ya lleno de barro cuando me lo puse hoy, .. ni si quiera sé por qué me lo puse… es todo tan… inexplicable, no sé encajar las piezas, ¡ayúdame!- desesperación en su mirada latiendo, su voz quebrada y dudas en su mente, toda historia tiene un final.
Mulder abrió la cajita de latón y miró las fotografías , en una de ella estaban Scully y su hermana abrazadas, mirando de cerca de la cámara sacando la lengua, eran unas niñas.
-quizás para ella ese vestido tenía alguna importancia, quizás era el nexo de unión de tu hermana contigo, antes de que encontrases su amuleto, no sé, ¿pasó algo especial la noche de su fiesta de fin de curso?
-sé q ella se vino pronto, sé que había quedado con un chico que le gustaba desde principios de curso, llevaban saliendo solo dos semanas, ella iba muy guapa con el pelo recogido en un moño y el vestido, este vestido… yo solo la escuché llegar, se fue directa a su habitación, ya con esa edad cada una teníamos nuestra propia habitación, lo extraño era que la fiesta comenzaba a las 23.00pm y cuando volvió no eran ni las 0.00am de la noche. Al día siguiente dijo que estaba mala con la barriga y se pasó todo el día en su habitación; nosotros pensábamos que estaría de resaca, ya sabes… pero mi hermana, aunque fuese un poco alocada, no bebía por beber, y mucho menos abusaría tanto.
-¿y como volvió a casa?- preguntó Mulder tratando de rellenar ese puzzle de 1000 piezas que tenía antes sí.
-no lo sé, ella por entonces no se había sacado aun el carnet del coche, supongo que la traería … George, sí, se llama George lo recuerdo, no sé más de él la verdad, nunca lo llegamos a ver en persona ni nos contó nada más.
-¿y si ese tal George cortó con ella en plena fiesta o le hizo daño y ella acabó volviendo a casa andando?
-ahora que lo dices, recuerdo que llovía, llovía muchísimo, como en estos días, estaba el cielo negro, y recuerdo que al día siguiente el vestido estaba colgado en la bañera de la planta de arriba secándose…- Scully miró a Mulder interrogante, pensativa, inquieta.. -Mulder, crees que fui una representación de lo que a Missy le pasó esa noche?, ¿crees que lo que quería mi hermana era encontrar su cajita? …..- Ambos se quedaron en silencio, y Scully de pronto se sintió avergonzada por lo que acababa de sugerir, -Mulder lo siento, no sé lo que estoy diciendo, siento como un estuviese viva Mulder, hablo como si siguiese aquí, …
Él puse su mano sobre la espalda de ella para ofrecerle su apoyo, -para ti aun lo está, y eso es lo que importa, y sí, pienso que tienes razón, puede que ella te condujera allí de alguna forma siendo ella misma esa noche, con su vestido, descalza, quizás le dolían los pies y acabó llegando a casa con los zapatos de tacón en la mano, y llovía mucho… quizás el dolor que sintió esa noche no lo olvidó, y la única forma de apaciguarlo era encontrando la cajita que enterró y que tú encontraras su amuleto y te enterases de lo que en verdad pasó aquella noche, que quien sabe si le cambió la vida. Quería contártelo y no sabía como….
Scully había permanecido con el rostro mirando hacia la ventana, sentada en el sofá, oyendo a Mulder y en silencio derramando unas lágrimas que necesitaban salir desde hace años.
Scully se apoyó sin mirarle en sus piernas, recostada de lado, ambos sabían cual era su cometido, consolar y dar cariño, recibir y desahogarse, por ello Mulder comenzó acariciarle el cabello ya seco notando la suavidad del mismo, notaba como se secaba las lágrimas con las manos, y le entraron unas enormes ganas de abrazarla y decirle que ya todo estaba bien, pero se contuvo, no quiso agobiarla, y se limitó a acariciarle ahora de la cintura a la cadera suavemente, tratando de divisar la tersa piel que abajo se hospeda, la notó acomodarse mejor y agarrarse fuerte a sus piernas, .. sintió unas ganas enormes de llorar. Pasada media hora Mulder de pensamientos en su cabeza, Mulder pensó que Scully estaba dormida, y con cuidado la levantó lo suficiente para él poderse incorporar, buscó un cojín cercano y se lo puso de almohada y se agachó delante del sofá para ponerse a su altura, Mulder vió en la mesita el colgante y con cuidado para no despertarla se lo puso en el cuello, sintiendo su suave piel rozar con sus manos, y dulcemente le besó la frente, cuando éste se estaba levantando para buscar una manta para taparla ella se desveló y le agarró suavemente del brazo
–Mulder espera- ella se incorporó pero Mulder la obligó a tumbarse de nuevo, -ehh, duérmete, es muy tarde- dijo sincero y lo más cercano que jamás había estado, pero ella insistió y le dijo -siento haberte hablado estos días, siento haberte echado de casa, no puedo dejar de pensar en lo borde que he sido contigo, lo siento, no soy así, lo sabes, es solo que… - parecía que iba a ponerse a llorar de nuevo, Mulder sonrió tristemente y le acarició la mejilla, ella aprovechó esa proximidad para besarle la palma de la mano y él dulcemente, tranquilo y seguro por fuera, porque en su interior era un huracán de sensaciones, se acercó mirándola a los ojos y sin esperas la besó, besó sus labios, un suave beso, cálido y tierno, no llegó a ser profundo pero sí sensual, fue corto pero lo justo pero hacerles sentir algo especial, él se retiró
–buenas noches preciosa, hasta mañana, procura descansar y abrígate no te vayas a constipar de nuevo- dijo levantándose y poniéndose su chaqueta.
Sin quitar la vista de esos ojos verdes le contestó en un susurro -lo haré…
FIN
Espero vuestros coments!! gracias por ello!!!
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