nombre fanfic: SU JUGUETE PREFERIDO IV
nick autor: Dana69
fanfic: SU JUGUETE PREFERIDO IV
Dana69
Los personajes no son mios, son de Chris, bla bla bla...
Se lo dedico a todos los
seguidores de la serie y a todos los escritores de
fantics ya que gracias a ellos me anime a escribir este relato.
Rafting: NR-18
Miro el reloj, las dos de la madrugada. Me muevo en la cama y noto que Scully
no
esta.
Me froto los ojos y trato
de enfocar. La busco por la habitación, pero no esta.
Veo una tenue luz que sale del baño.
Me desperezo un poco y me
dirijo al baño. Abro la puerta y veo a Scully
sumergida en la bañera. Se ha llevado una de las velas que estaban en
la
habitación. No se ha percatado de mi presencia.
Me acerco sigilosamente a ella. Me agacho.
La espuma la cubre casi
totalmente. Uno de sus brazos esta apoyado en el borde
de la bañera. Comienzo a recorrerlo desde la mano con uno de mis dedos.
Abre los ojos, me mira y sonríe.
M: Te echaba de menos.
Y me vuelve a sonreír.
Sigo recorriendo su brazo
hasta llegar a su clavícula. Asciendo por su cuello
hasta detenerme en sus labios. Los entreabre y lo besa, suavemente al principio
para succionarlo después. Su mirada esta clavada en la mía, siempre.
Me inclino y mis labios
sustituyen a mi dedo. La beso lentamente. Atrapo su
labio inferior y lo muerdo.
Me alejo momentáneamente
de ella, pero parece no gustarle porque el brazo que
tenía sumergido sale a flote y me agarra del cuello llevándome
hacia ella. Se
incorpora y me besa con pasión.
Tira de mí y caigo sobre ella.
M: Scully!!
S: Jajaja Mulder!! Que poco equilibrio tienes!!
M: ¿Equilibrio?
Comienzo a hacerla cosquillas.
No para de moverse, chapotea intentando atrapar
mis manos. En este momento no se si hay más agua dentro o fuera de la
bañera.
Por fin se hace con el control de mis manos y junto con las suyas las coloca
detrás de su espalda.
Me besa lentamente, alejándose
en varias ocasiones para volver a apoderarse de
mis labios una y otra vez.
Echa la cabeza hacia atrás.
Beso su cuello hasta llegar al lóbulo de su oreja,
lo mordisqueo, lo succiono, arrancándola los primeros gemidos.
Libera mis manos, las cuales
comienzan a moldear sus pechos una y otra vez hasta
que son sustituidas por mis labios. Mi lengua hace pequeño círculos
alrededor de
su pezón hasta que me apodero de él.
Scully esta totalmente echada
hacia atrás. La sujeto por la cintura mientras
sigo concentrado en su pecho.
Entre gemidos logra incorporarse.
Eleva sus brazos llevándose los míos consigo.
Nuestras bocas están a escasos milímetros. Respiro su aliento.
Nuestros brazos
se elevan por encima de nuestras cabezas con las manos entrelazadas. Scully
rompe nuestra unión. Sus manos bajan acariciando mis brazos, mi vientre,
hasta
llegar a mi pene.
Me besa mientras su mano
se mueve rítmicamente bajo el agua. La detengo y la
coloco sobre mí.
Scully comienza a moverse,
primero lentamente, para después ir acelerando el
ritmo hasta convertirse en algo frenético.
Me desplomo sobre su pecho al terminar.
Me rodea con sus brazos
y nos mece lentamente. Nos quedamos así durante unos
minutos.
Salgo de la bañera, cojo una toalla y se la acerco a Scully.
S: Voy a darme una ducha, en un segundo salgo. Ve secándote tú.
Me besa y echa la cortina.
Comienzo a secarme mientras
pienso que a mí tampoco me vendría mal una ducha.
Dejo la toalla en el estante, abro la cortina y me meto nuevamente en la bañera.
S: Mulder!! ¿No te ibas a secar?
M: He decidido que yo también quiero una ducha caliente.
La beso y aprovecho su sorpresa
para arrebatarle la esponja. Empiezo a enjabonar
todo su cuerpo, poco a poco, recreándome, disfrutando del momento. Ella
se deja
hacer.
Una vez que la he enjabonado
entera me coge la esponja y hace lo mismo conmigo.
Descuelgo la ducha y la voy aclarando lentamente. El agua se desliza por su
piel. Mi lengua sigue el rastro que esta deja. Voy lamiendo todo su cuerpo de
arriba abajo. Se deja caer sobre la pared. Sus nerviosas manos no dejan de
revolver mi pelo mientras mi lengua juguetea entre sus piernas. Las separa
lentamente permitiéndome mayor libertad de movimientos.
La presión del agua
sobre su sexo y mi lengua entrando una y otra vez en él la
hacen llegar nuevamente al orgasmo.
Asciendo lentamente besando
su ombligo, su vientre, su pecho, y me detengo en su
boca.
Sus besos son perezosos.
Noto su respiración agitada sobre mis labios. La rodeo
por la cintura con uno de mis brazos mientras que con el otro vuelvo a colocar
la ducha.
El agua sigue cayendo sobre
nosotros mientras nos besamos. Su respiración se va
normalizando.
Cierro el grifo y cojo una
de las toallas. Envuelvo a Scully en ella. Cojo otra
para mí y me la coloco alrededor de la cintura.
Se dirige a la habitación.
La sujeto, la rodeo con mis brazos desde atrás y la
beso en el cuello. Ella ladea su cabeza y se recuesta sobre mí. Caminamos
torpemente hasta la cama. Dejamos caer nuestras toallas y nos metemos bajo las
sábanas.
S: Te quiero.
M: Y yo a ti Scully. ¿Qué
hemos hecho todo este tiempo? ¿Por qué hemos sido tan
cobardes con nuestros sentimientos?
S: Nos estábamos
preparando Mulder. A mi modo de ver, tú y yo teníamos antes de
llegar a esta situación, algo que muchas parejas no llegan a tener nunca.
M: Supongo que así es.
Se acerca y me besa. Gira
sobre si misma a la vez que me dice que deberíamos
dormir unas horas y me da las buenas noches.
Me acerco a ella, la rodeo
con mis brazos y me inclino para besarla en la
mejilla.
M: Buenas noches mi amor.
Aspirando su dulce aroma caigo en los brazos de Morfeo.
Son las 7:30 cuando torpemente consigo parar el despertador. Scully se revuelve
entre las sabanas. Se da la vuelta y se tapa la cabeza con la almohada.
Decido dejarla dormir mientras
me ducho. Cuando salgo de la ducha la encuentro
en la misma posición en la que la deje.
Me coloco la ropa interior
mientras la llamo varias veces. Ella hace caso omiso
de mis llamadas.
Me acerco a los pies de
la cama, levanto un poco las sábanas y me meto bajo
ellas. Lo primero que encuentro son los piececitos de Scully. Empiezo a besar
uno por uno cada uno de sus dedos. Cuando he besado todos subo a lo largo de
sus
piernas mientras las mueve lentamente.
Yo sigo concentrado en mi
ascensión. Llego a su sexo y deposito pequeños besitos
alrededor de él, una dulce tortura...
Veo su ombligo y mi lengua
se encamina hacia él, se introduce en él...
En estos momentos Scully mueve sus manos hasta mi cabeza obligándome
a
levantarla para mirarla.
S: Hmmm Mulder... ¿Te he dicho ya lo mucho que me gusta despertar a tu lado?
M: Hmmm No, aún no lo has hecho!
Y me arroja una de las almohadas.
Me incorporo, solo para colocarme a su altura, y comienzo a besarla.
S: Buenos días.
M: Buenos días dormilona.
Nos quedamos abrazados unos
minutos hasta que me levanto y comienzo a vestirme.
Scully entra en el baño. Cuando sale termina de arreglarse y nos vamos
a
desayunar.
M: Lo primero que haremos
será ir a hablar con las ex-mujeres de los
desaparecidos en la actualidad y luego con las correspondientes a los
desaparecidos hace 10 años. Veamos que pueden decirnos sobre ellos.
S: Las direcciones están junto con los expedientes ¿Los cogiste?
M: Sí, están en el coche.
Terminamos de desayunar y nos dirigimos a hablar con la primera de las
ex-mujeres de uno de los desaparecidos. Llegamos a la dirección que teníamos
y
llamamos a la puerta.
M: ¿Señora Simons?
S. Simons: Sí, soy yo.
M: Somos los agentes Mulder
y Scully del F.B.I. Queríamos hacerle unas preguntas
acerca de su ex-marido, el señor Forrester.
S. Simons: Pasen por favor.
S: Señora Simons, ¿Esta al corriente de la desaparición de su ex-marido?
S. Simons: Si, la policía
estuvo aquí hace unos días, al día siguiente de su
desaparición.
M: ¿Cuándo fue la última vez que vio a su marido?
S. Simons: Hará unos
5 o 6 meses. Coincidimos en el supermercado y cuando
terminamos las compras fuimos a tomar un café.
S: ¿Cómo se encontraba su él? ¿Le contó si tenía algún problema?
S. Simons: No, estuvimos
hablando bastante tiempo. Se encontraba perfectamente.
En el trabajo le iba bien, como siempre, y en su vida personal me comento que
estaba saliendo con una mujer y que su relación estaba funcionando.
S: ¿Estaba saliendo con una mujer? ¿La conoce usted?
S. Simons: No, no la conozco.
Se llamaba Karen creo recordar, pero no puedo
decirles más sobre ella.
M: Sus compañeros
de trabajo nos han dicho que no estaba saliendo con nadie
últimamente.
S. Simons: Yo le estoy hablando
de hace 5 o 6 meses, que fue la última vez que
le vi, y todo le iba muy bien. No hablábamos desde entonces, en ese tiempo
las
cosas pueden cambiar mucho.
S: Señora Simons ¿Cómo describiría a su marido?
S. Simons: Es una persona
muy introvertida. Le cuesta entablar relación con
otras personas. Sus padres murieron cuando era un niño. Se crió
con su tía, y
vivió con ella hasta que nos casamos. No tenía muchos amigos,
como ya les he
dicho, le costaba relacionarse. Cuando me conoció pase a ser la única
persona en
su vida. Era demasiado absorbente conmigo. No podía hacer nada si no
era con él.
La situación llego a un punto en el que yo ya no pude soportarlo más.
Me sentía
presa. Más que amor se convirtió en una obsesión por mí.
M: ¿Fue ese el motivo de su divorcio?
S. Simons: Sí, ya
no lo soportaba más. Puede que no lo entiendan, pero llego un
momento en mi vida en el que no hacía nada sin él. Me llevaba
al trabajo, me
recogía. Comprábamos juntos, todo o hacíamos juntos. Yo
le quería, pero la
situación llego a ser extrema, sus celos le podían.
S: Comprendo.
M: ¿Cree usted que
ha podido abandonar la ciudad o salir de viaje sin
comunicárselo a nadie?
S. Simons: No lo se, pero
no lo creo, siempre ha vivido aquí y como ya les he
dicho le cuesta relacionarse no creo que cambiara de ciudad.
S: Muchas gracias por todo
señora Simons. Si tenemos alguna otra pregunta nos
pondremos en contacto con usted.
S. Simons: De acuerdo. Si encuentran a Robert por favor háganmelo saber.
M: Gracias señora Simons. La avisaremos si damos con él.
S. Simons: Gracias, así lo espero.
Salimos de la casa y nos montamos en el coche.
S: Bien Mulder, pues seguimos como al principio.
M: Como al principio no
Scully. Sabemos algo más del señor Forrester. ¿Crees que
tendría motivos para desaparecer?
S: ¿Quieres decir que ha podido salir de la ciudad?
M: Si, a eso me refiero.
Piensalo Scully, ¿Qué le retenía aquí? No era muy
popular que se diga. Un hombre solo, con pocos amigos, no se, en fin, pudo
buscar otro camino en la vida.
S: De acuerdo Mulder, supongamos
que así fuera, ¿Se fue solo o con el señor
Adams? Recuerda que son dos los desaparecidos. Y además, ¿Se fue
con lo puesto?
Cuando estuvimos en sus casas estaba todo como si pensaran volver.
M: Hmm no se Scully, quizás
huyeran juntos, la vida del señor Adams tampoco
debía de ser gran cosa.
S: Muder!!!
M: Es una teoría Scully, solo eso.
S: Te olvidas que tenemos también a John, otro vigilante agredido.
M: Es lo único que no encaja en mi teoría.
S: Mulder vayamos a hablar
con la ex-mujer de Adams a ver si soluciona alguna de
nuestras dudas.
Arranco el coche y nos dirigimos hacia el trabajo de la señora Hollister,
la
ex-mujer de Adams. Llegamos al banco. Entramos y preguntamos por ella. Una
amable señorita nos indica cual es su despacho. La seguimos. Llama a
la puerta y
nos hace pasar.
S. Hollister: Buenos días, ¿En que puedo ayudarles?
M: Somos los agentes Mulder y Scully del F.B.I.
S. Hollister: ¿El F.B.I.? ¿Es por la desaparición de Chris?
S: Así es.
S. Hollister: ¿Le han encontrado?
M: No, aún no. ¿Cuándo fue la última vez que hablo con él?
S. Hollister: Hará unas dos semanas.
S: ¿Cómo se encontraba su ex-marido?
S. Hollister: Estaba atravesando
un mal momento. Hacía poco que había terminado
su relación.
S: ¿Qué relación?
S. Hollister: Chris salía
con una mujer. Llevaban unos diez meses más o menos de
relaciones, pero cuando hable con él habían roto hacía
un par de semanas.
S: ¿Sabe algo de esa mujer?
S. Hollister: No. Verán
uno no habla mucho a su ex-mujer de la persona con la
que comparte su vida, y yo la verdad tampoco le pregunte sobre ella. Me
interesaba por él sí, pero por como le iba en líneas generales.
S: ¿No sabe de nadie que pueda conocer a esa mujer?
S. Hollister: Como no fuera
algún compañero de trabajo no se me ocurre nadie
más.
S: Con ellos ya hemos hablado
y nadie supo decirnos si salía con alguien, por lo
visto su ex-marido es muy reservado.
S. Hollister: Si, si que lo es.
M: ¿Sabe usted si
tenía pensado dejar el trabajo, cambiar de ciudad o
simplemente tomarse unas vacaciones en breve?
S. Hollister: No, no lo
se, pero no lo creo. No me comento nada al respecto, si
hubiera tenido pensado hacer algo así me lo habría dicho, sabe
que me preocupo
por él aunque ya no estemos juntos. ¿Piensa usted que ha podido
irse de la
ciudad?
M: Es una posibilidad a considerar.
S. Hollister: No creo que
Chris se haya ido a ninguna parte. Algo le ha
ocurrido, de eso estoy segura.
S: Señora Hollister ¿Puede decirnos como es su ex-marido?
S. Hollister: Chris es una
persona tremendamente sensible y cariñosa, pero a la
vez es muy tímido e introvertido. Cuando le conocí prácticamente
tuve que
declararme yo porque el no era capaz de hacerlo. Siempre le ha costado
relacionarse, no tiene muchos amigos, más bien compañeros de trabajo
diría yo.
M: ¿Le puedo hacer una pregunta personal?
S. Hollister: Si, puede.
M: ¿Cuál fue el motivo de su divorcio?
S. Hollister: Verán
es un poco complicado. Básicamente fueron los celos. Chris
es una persona enormemente celosa. No podía hablar con nadie ni estar
con nadie
si no era en su presencia y aún así le molestaba. Teníamos
muchas discusiones
por eso. Llego un momento en el que todas esas peleas fueron minando nuestra
relación y le pedí el divorcio. No reacciono muy bien como pueden
suponer, pero
termino por aceptarlo.
S: ¿Le comento su ex-marido el motivo por el cual termino su última relación?
S. Hollister: No, lo siento.
Chris solo me comento que tuvieron problemas y que
todo había terminado. Siento no poder decirles más sobre ella.
M: No se preocupe. Gracias por todo señora Hollister.
S. Hollister: A ustedes. Si saben algo de él por favor comuníquenmelo.
S: No se preocupe, así lo haremos.
Salimos del banco y nos volvemos a montar en el coche.
S: Tenemos a dos desaparecidos con idénticas vidas.
M: Así es, ¿No te resulta extraño?
S: Si, sobre todo por el
hecho de que tienen exactamente las mismas
características que los desaparecidos de hace diez años.
M: ...
M: ...
S: Mulder, ¿En que piensas?
M: Scully, ¿Qué sabemos de John? Es decir, ¿Qué clase de vida lleva él?
S: Su vida no tiene nada
que ver con la de Adams y Forrester. John esta
felizmente casado y tiene dos hijos, ¿Por qué?
M: ¿Y si se acerco
a lo que fuera que sea lo que hace desaparecer a las personas
y algo le ataco o lo expulso de allí porque no cumplía los requisitos?
S: ¿Y que le ataco?
¿A qué se acerco? Y más importante, ¿Qué
o quién es lo que
hace desaparecer a las personas?
M: No lo se Scully. Vayamos
a las dos direcciones que nos faltan por visitar y
luego quiero volver a la fábrica. Creo que hay algo allí que hemos
pasado por
alto.
Mientras Scully continua
mirándome con esa cara que ella pone cuando la cuento
una de mis teorías, yo arranco el coche. Antes de ponerme el cinturón
me acerco
a ella y la beso para que cambie esa cara y lo consigo, me sonríe y vuelve
a
besarme.
S: No creas que estos besos
van a hacer que cambie de modo de pensar de aquí en
adelante Mulder -y me sonríe a la vez que eleva su ceja en su tan típico
movimiento-
Me vuelvo a acercar y la vuelo a besar, esta vez un beso más largo y profundo.
M: Nunca lo conseguiría, jejeje!
Y me golpea con el puño.
M: Ouchhhh Scully!!
S: Te lo has merecido. Vayamos a esas direcciones Mulder.
Llegamos a la dirección que constaba en el expediente del señor
Dawson, uno de
os desaparecidos de hacía diez años.
Scully sube las escaleras
de entrada a la casa primero y llama a la puerta. Nos
abre la puerta una pequeña anciana que nos mira con cara de pocos amigos.
S: Hola! Buscamos a la señora Preston ¿Vive aquí?
Anciana: No, ella ya no vive aquí. ¿Para que la buscan?
S: Somos agentes del F.B.I.
Los agentes Mulder y Scully. Estamos investigando un
caso y queríamos hacerle algunas preguntas.
Anciana: Brenda se fue de
aquí hará unos 8 años. Nos vendió la casa a mi marido
y a mí. Me dijo que se iba del país, a vivir a Europa creo recordar.
M: ¿No dejo ninguna dirección ni teléfono donde se la pudiera localizar?
Anciana: No aquí no, lo siento.
S: Gracias por su ayuda. Buenos días.
Anciana: Ha sido un placer. Adiós.
M: Adiós. Buenos días.
S: Bueno nos va a ser difícil dar con la señora Preston si esta
fuera del país
¿No crees?
M: Eso parece. Vayamos a
ver a la ex-mujer del otro desaparecido a ver si
tenemos suerte y no ha cambiado por lo menos de país. Si la historia
se repite,
que es lo que pienso, lo que averigüemos del señor Pendelton se
lo podremos
aplicar al señor Dawson.
Al llegar a la casa de la
ex-mujer del señor Pendelton nos abre la puerta un
niño pequeño de unos 5 o 6 años. Se nos queda mirando con
cara simpática
mientras se abraza a su osito de peluche. Scully se agacha quedando a la altura
de pequeño.
S: Hola! ¿Esta tu mama en casa?
Niño: Si!
S: ¿Podrías avisarla?
Niño: Si!
Se gira y mira hacia el
interior de la casa y comienza a llamar a su madre a
gritos.
Una mujer de unos 35 años
sale a la puerta y se sitúa detrás de pequeño
sujetándolo por los hombros, mientras le regaña por abrir la puerta
el solo nos
observa atentamente.
S. Norris: Hola! ¿En qué puedo ayudarles?
S: Hola. Somos los agentes
Scully y Mulder del F.B.I. Estamos investigando las
desapariciones de dos hombres cuyo caso se asemeja bastante con la desaparición
de su ex-marido hace diez años. ¿Podríamos hacerle algunas
preguntas?
S. Norris: Claro, pasen por favor.
Entramos en la casa y nos
acomodamos en el salón. La señora Norris manda al
pequeño a jugar a su habitación. Nos pregunta si deseamos tomar
algo. Scully y
yo declinamos la invitación amablemente y ella se sienta frente a nosotros
en un
pequeño sofá.
M: ¿Podría
hablarnos de su ex-marido y de, o que le ocurrió hace diez años
en su
puesto de trabajo?
S. Norris: Ya hace mucho
tiempo de todo eso. Ya no estábamos juntos, llevábamos
un año divorciados más o menos. Seguíamos manteniendo contacto,
pero de forma
esporádica. Recuerdo que estuvo desaparecido unos cinco días y
que lo
encontraron al cabo de os mismos en la fábrica donde trabajaba, ero él
no
recordaba nada de lo sucedido. Estuve hablando con él de lo que le había
pasado,
pero no recordaba haber estado en ningún sitio. Para él no había
transcurrido
ese tiempo.
S: Cuando apareció su ex-marido ¿Se encontraba bien?
S. Norris: Si, perfectamente, para el no había sucedido nada.
M: ¿No noto usted
nada extraño en él? ¿Le noto diferente? ¿Le comento
alguna
cosa?
S. Norris: No, el estaba
como siempre. No se si tendrá importancia, pero era
algo de lo que no dejaba de hablar, su reloj de pulsera se averió a raíz
de la
desaparición.
M: ¿Qué le sucedió? ¿Se detuvo?
S. Norris: No, no se detuvo,
pero cuando lo encontraron en la fábrica su reloj
marcaba las 12 de la madrugada del día 1 de Enero, y no era ni esa hora
ni ese
día, pero los relojes fallan, aunque Patrick se obsesiono con eso porque
no se
podía modificar. El reloj seguía funcionando pero desde ese día
y esa hora.
M: ¿No sabrá usted el paradero de ese reloj?
S. Norris: En el sótano
tengo una caja con algunas cosas de Patrick que me traje
cuando murió, el resto lo done a la iglesia, como ya sabrán no
tenía familia.
Puede que este ahí, son algunos recuerdos de nuestra vida juntos.
M: Señora Norris ¿Le sorprendió que su marido se quitara la vida?
S. Norris: Verán
es complicado. Patrick era una persona depresiva. Antes de la
desaparición no estaba pasando por un buen momento, pero después
parecía que las
cosas le iban bien, y de repente se quito la vida. Estaba viviendo con una
mujer. No puedo decirles nada de ella puesto que no la conocí, pero Patrick
era
feliz con ella. Si, me sorprendió que se suicidara.
S: ¿De esa mujer no se supo nada? ¿Sabe si la policía logro hablar con ella?
S. Norris: No les puedo
decir, me imagino que si fuera importante o relevante lo
pondrían en el expediente.
M: ¿Entre los objetos
personales de su ex-marido no había ninguna fotografía de
ella que usted viera?
S. Norris: Creo que no,
pero si esperan aquí un momento iré por la caja y
salimos de dudas.
S: De acuerdo. Gracias.
Se levanta de donde se encontraba
y sale de la sala. Scully y yo permanecemos
sentados observando la habitación.
M: Scully ¿Qué te parece lo del reloj del señor Pendelton?
S: Me parece que ya tienes una teoría al respecto.
M: Sí, pero voy a
esperar a ver si se encuentra en la caja, lo veo, y luego te
cuento mi teoría.
Scully me mira, levanta
la ceja y pone cara de resignación. Entre tanto aparece
la señora Norris por la puerta con una caja no más grande que
una de zapatos.
S. Norris: Bien, pues aquí
la tienen. Si me disculpan un momento voy a ver lo
que esta haciendo el niño mientras ustedes la echan un vistazo.
Abandona nuevamente la sala
mientras Scully y yo tenemos los ojos clavados en la
caja.
M: Bien, vamos a ver lo que encontramos.
Me incorporo un poco en
mi asiento acercándome a la caja y levanto la tapa. La
mayor parte de su contenido son fotografías de pareja, de la señora
Norris y
Patrick bastante jóvenes. Comienzo a sacar las fotografías y se
las voy pasando
a Scully.
Cuando ya he sacado todas
veo unas alianzas, que supongo serán las de su
matrimonio, unos gemelos, un pequeño pisapapeles de cristal y un reloj.
Saco el reloj y se lo muestro a Scully.
M: Eureka!!
S: Mulder!!
M: Vale Scully, necesitamos
saber si es el reloj que llevaba en el momento de su
desaparición. Cuando vuelva la señora Norris se lo preguntare.
Fíjate en la
fecha Scully, 31 de Diciembre!!
S: Y la hora Mulder, las 12 en punto!!
M: ¿No te parece
extraño? Se paro justo al año de su desaparición, cuando
se
quito la vida.
S: Intenta cambiar la fecha y la hora Mulder.
M: No puedo Scully, no funciona, no se puede mover.
Sigo observando el reloj
mientras Scully termina de vaciar el contenido de la
caja. Al fondo encontramos una pequeña agenda de cuero. Scully la examina
pero
no tiene nada escrito, esta vacía.
S: Un momento Mulder, en la última página pone algo. NUNCA DEBI JUGAR.
CONTINUARAAAA