nombre fanfic: SU JUGUETE PREFERIDO V
nick autor: Dana69
fanfic: SU JUGUETE PREFERIDO V
Dana69
Los personajes no son mios, son de Chris, bla bla bla...
Se lo dedico a todos los
seguidores de la serie y a todos los escritores de
fantics ya que gracias a ellos me anime a escribir este relato.
Rafting: NR-18
S: Nunca debí jugar. ¿Qué significará Mulder?
M: No lo se Scully. Pero
trabajaba en una fábrica de juguetes de donde
desapareció en un primer momento, para luego volver a aparecer en el
mismo sitio
y al parecer con un tiempo determinado, un año exactamente.
S: ¿Crees que la clave se encuentra en la fábrica?
M: Creo que en esa fábrica
hay algo que hemos pasado por alto. Quiero volver
allí y mirar con detenimiento la zona de las desapariciones y todo lo
que en
ella se encuentra. Allí hay algo Scully que se lleva a la gente. Mañana
hacen
cinco días de la desaparición de los dos vigilantes. Si la historia
se repite
deberían aparecer allí exactamente igual que hace diez años.
La señora Norris aparece por la puerta esbozando una leve sonrisa.
S. Norris: ¿La han echado un vistazo? ¿Han encontrado alo que pueda ayudarles?
M: Este reloj, ¿Es el mismo que llevaba su ex-marido cuando desapareció?
S. Norris: Si, ese es el reloj del que les hable.
M: Esta parado y no se le puede cambiar ni la fecha ni la hora.
S. Norris: Se lo dije. Estuvo
funcionando hasta la muerte de Patrick. Era lo
único que poseía de su padre y le tenía mucho cariño.
S: ¿Sabe usted si estuvo funcionando justo hasta la muerte de su ex-marido?
S. Norris: Se que funcionaba,
pero no se con seguridad cuando se paro
definitivamente.
M: Señora Norris,
en la caja también hemos encontrado una pequeña agenda de
cuero.
S. Norris: Si, me la quede
porque se la regale a Patrick a los pocos meses de
casados. A él le gustaba mucho, pero apenas si la utilizaba.
S: Vera, hay unas palabras
escritas en la última de sus páginas, Nunca debí
jugar, ¿Le dicen algo?
S Norris: No, nada.
S: ¿Es esta su letra? ¿La reconoce?
S. Norris: Si, es su letra.
M: ¿No sabe que pueden significar?
S. Norris: No la verdad.
Patrick no era aficionado a ningún tipo de juego, ni
siquiera le gustaba las partidas de cartas que a veces organizábamos
entre
amigos. No se a que se podía referir.
S: Señora Norris, si no es indiscreción, ¿Por qué se divorciaron?
S. Norris: Verán,
Patrick era una persona complicada. Era muy celoso y posesivo.
No teníamos vida social. No podía hacer absolutamente nada si
no era en su
compañía. Todo eso y otras cosas fueron el motivo de nuestra separación.
M: Comprendo. Señora
Norris, ¿Podríamos quedarnos con el reloj y la agenda? Se
lo devolveremos.
S. Norris: Si, por supuesto.
S: Muchas gracias por su colaboración.
S. Norris: Ha sido un placer si he podido ayudarles en algo.
M: Si que lo ha hecho. Gracias por todo.
Nos acompaña hasta
la puerta. Scully y yo salimos y nos dirigimos al coche. Se
sienta al volante y arranca el coche.
S: Es la hora de comer Mulder.
Estoy hambrienta! ¿Paramos en un restaurante que
he visto al venir antes de ir a la fábrica?
M: Buena idea, yo también estoy hambriento.
Nos detenemos en el restaurante que Scully había mencionada. Pedimos
la comida y
mientras aguardamos a que la traigan saco nuevamente el reloj y la agenda.
S: ¿A qué crees que no debió jugar Mulder?
M: No lo se exactamente,
pero puede tratarse de un juego que se encuentre en la
fábrica. Puede que ambos vigilantes decidieran jugar y se convirtió
en algo que
no pudieron controlar.
S: ¿Pero qué? ¿Qué tipo de juego hace desaparecer a las personas?
M: No se Scully, pero la
clave esta en esa fábrica. Ya hemos visto en oras
ocasiones muñecos con poderes maléficos, sucesos que comienzan
como un juego y
se vuelven realidad.
S: Si, lo se Mulder.
Un camarero nos sirve la
comida. Comemos mientras seguimos hablando del caso.
Cuando terminamos pagamos y volvemos al coche.
M: Lo que esta claro es
que ha ese juego no debe poder jugar cualquiera. Hasta
el momento tenemos un perfil claro y definido de los jugadores o desaparecidos,
como quieras llamarlos.
Scully arranca el coche y nos dirigimos a la fábrica.
Una vez que llegamos vamos
hasta la tercera de las naves. Nos encontramos con
Martin que nos saluda cordialmente. Le explico que queremos volver a
inspeccionar el lugar de las desapariciones. Nos dice que pasemos y miremos
lo
que sea necesario y que si necesitamos ayuda estará en su puesto.
Nos despedimos de él
dándole las gracias y nos encaminamos hacia la zona del
almacén. Cuando llegamos tanto Scully como yo echamos un rápido
vistazo al
lugar, que se encuentra igual que días atrás.
S. Bien Mulder ¿Qué sugieres?
M: Creo que deberíamos vaciar estas cajas a ver que encontramos.
S: De acuerdo, yo empezare
por los estantes de la derecha y tú por los de la
izquierda.
M: De acuerdo.
Comenzamos a bajar y a vaciar
cajas. Encontramos una enorme cantidad de juguetes
que vamos amontonando al lado nuestro.
M: ¿Encuentras algo Scully?
S: De momento no creo que
ninguno de estos juguetes se haya llevado a dos
personas Mulder.
Seguimos vaciando cajas.
Detrás de una de ellas encuentro algo que llama mi
atención.
M: Eh Scully!! Mira esto.
S: ¿Qué Mulder?
Scully se acerca hasta donde me encuentro y mira el estante que la señalo.
S: ¿Un reloj? ¿Qué tiene de misterioso Mulder?
M: El tiempo Scully. El
tiempo es algo importante en este caso. Cinco días
desaparecen, un año y se quitan la vida, diez años y todo vuelve
a repetirse.
S: De acuerdo Mulder, el
tiempo es un factor a considerar en este caso, pero
¿Qué tiene este reloj de especial?
M: Que esta funcionando Scully!! ¿Cuánto tiempo llevara este reloj aquí?
Ambos observamos atentamente
el reloj. Se trata de un reloj de péndulo, el cual
no deja de oscilar de derecha a izquierda. Es de madera, de pequeño tamaño
y con
una serie de inscripciones laterales que no sabemos descifrar.
S: No se el tiempo que llevara
aquí Mulder, pero alguien lo ha tenido que poner
en funcionamiento.
M: Sujétalo Scully.
Scully toma el reloj en
sus manos y continua observándolo mientras yo vuelvo al
estante en el que se encontraba.
S: Mulder estas inscripciones
parecen egipcias, y estas letras árabes de aquí
¿Qué significaran?
M: ¿Qué hora marca el reloj?
S: Las 12:20. Es evidente que no es la hora actual.
M: ...
M: ...
S: ¿Qué piensas Mulder?
M: Sería posible
Scully que ese reloj comenzara a funcionar el día de las
desapariciones.
S: Mulder...
M: Piénsalo Scully,
que lo pusieran en funcionamiento los vigilantes de alguna
manera, o apropósito. Según el reloj son las 12:20 ¿No?
Imaginemos que comenzó a
funcionar en el momento de las desapariciones. Vayamos hacia atrás en
el tiempo
tomando como referencia el reloj que tenemos del señor Pendelton. Su
reloj
marcaba las 12 en el momento en que apareció, y nuevamente las 12 cuando
se
paro. Si consideramos que este reloj comenzó a funcionar en el momento
de las
desapariciones actuales sería lógico que comenzara por las 12
¿no?
S: Si, mirándolo desde ese punto de vista así sería.
M: Bien, entonces este reloj marca ahora mismo las 12:30 ¿no?
S: Si.
M: Suponiendo que empezara
a funcionar a las 12, haría media hora que habría
sido activado ¿no?
S: Si, pero ¿Dónde quieres llegar Mulder?
M: Pues que comparándolo
con la hora real que marcan nuestros relojes, las 5:30,
el reloj habría comenzado a funcionar a las 5.
S: Basándonos en tu teoría así sería.
M: Bien, suponiendo que
fuera puesto en marcha en el momento de las
desapariciones debió de ser a las 5 de la mañana, puesto que a
las cinco de la
tarde los vigilantes no estaban de servicio.
S: Mulder, no tenemos nada
que apoye esa teoría. Este reloj pudo estar
funcionando antes o bien después de las desapariciones, o pudo ponerlo
en marcha
cualquier empleado.
M: Si, lo se Scully, solo
es una teoría, pero de ser como yo digo los vigilantes
habrían desaparecido a las 5 de la mañana cuando estaban de servicio.
Y
basándonos en eso volverán a aparecer mañana a esa misma
hora y en este mismo
sitio como sucedió hace 10 años.
S: De acuerdo, si estas en lo cierto mañana a esa hora aparecerán.
Scully se acerca a mí y me agarra de la corbata aproximándome hacia ella.
S: Mañana por la
noche tú y yo tenemos una cita en este mismo sitio, a no ser
que tengas algo mejor que hacer.
M: Hmm tenía otros
planes, pero si es contigo, me da igual este sitio o
cualquier otro.
S: Mulder!!
Me suelta la corbata, gira
sobre si misma con uno de esos exquisitos movimientos
con los que me deleita, y se aleja de mi mientras la sigo con la mirada
hipnotizado sin dejar de sonreír.
S: Mulder, voy a acercarme
a preguntarle al capataz a ver que puede decirme a
cerca del reloj, si lo reconoce, si alguien sabe de su existencia y pudo ponerlo
en marcha. ¿Vienes?
M: No Scully ve tú,
yo voy a continuar con los estantes que faltan a ver si
encuentro algo más que pueda ayudarnos.
S: De acuerdo.
Se aleja mientras yo sigo
buscando entre las cajas que quedan. Vacío todo el
contenido de las mismas. Entre Scully y yo hemos vaciado todos los estantes
y
agrupado las cosas por montones según el tipo de juguetes.
Observo los estantes vacíos
y los diferentes montones que me rodean en el suelo,
pero no veo nada que pueda relacionar con dos desapariciones.
M: Ese reloj tiene que ser la clave.
Me siento en el suelo y
sigo revolviendo entre los juguetes. Al cabo de un rato
aparece Scully trayendo consigo el reloj.
S: Mulder ¿Has encontrado algo más que nos ayude?
M: No Scully, no veo como
todo este montón de trastos puede haber causado la
desaparición de alguien. ¿Qué te ha dicho el capataz?
S: No ha sido de gran ayuda.
No sabía de la existencia del reloj. Dice que aquí
no fabrican relojes de este tipo y que desconoce como ha podido llegar hasta
aquí. Le he peguntado quién se encarga de traer aquí los
juguetes en mal estado
y de organizar este almacén y me ha dicho que es él personalmente
quien se hace
cargo de él. También me ha dicho que tiene acceso cualquier empleado,
pero que
por razones obvias no suele entrar nadie. Ambos hemos preguntado a algunos de
los empleados acerca del reloj y nadie ha podido decirnos nada sobre él,
nunca
lo habían visto.
M: Ese reloj no ha llegado
hasta aquí solo Scully, alguien lo ha tenido que
traer. No es algo que se fabrique en esta fábrica. Alguien lo ha puesto
aquí a
propósito, en este lugar.
S: De acuerdo, pero ¿Quién? y ¿Por qué aquí?
M: Desconozco qué
o quién, pero quien quiera que lo trajera aquí trato de
esconderlo.
S: Creo que podríamos
volver a hablar con el señor Bellows, al fin y al cabo es
su fábrica, quizás el sepa algo sobre el origen del reloj.
M: Pensaba en lo mismo Scully.
Organicemos un poco todo el caos que hemos creado
y vayamos a hablar con él.
Colocamos más o menos
el almacén, más menos que más tengo que reconocer, el
orden no es precisamente una de mis virtudes, y salimos hacia la primera de
las
naves donde se encuentra la oficina del señor Bellows.
Llegamos y su secretaria
nos dice que no se encuentra en su oficina, se marcho a
la hora de la comida diciendo que si surgía algo importante le llamara
a su casa
que estaría allí toda la tarde. Nos facilita la dirección
y nos marchamos no sin
antes darla las gracias.
Aparcamos frente a la mansión
del señor Bellows. Bajamos del coche y llamamos a
la puerta. Una mujer de mediana edad nos abre la puerta.
M: Hola, buscamos al señor
Bellows, en su oficina nos han dicho que estaría
aquí. Somos agentes de F.B.I. -la digo mientras la muestro mi placa-
Señora: Pasen por favor. Iré a avisarle.
M: Gracias.
Dejo pasar primero a Scully
para después entrar yo. Nos encontramos en el
recibidor. Es bastante amplio. Se comunica con dos grandes salas, una a cada
extremo. Frente a la puerta, una gran escalera para acceder a la planta
superior.
La mujer nos indica que
la sigamos y nos lleva a la sala que se encuentra a mano
derecha. Nos invita a tomar asiento mientras esperamos. Abandona la sala y la
observamos mientras sube por as escaleras hasta que desaparece de nuestro ángulo
de visión. Scully se levanta y se pasea por la sala observando la decoración
mientras yo la sigo con la mirada.
S: Mira Mulder.
Me levanto y voy hasta donde se encuentra.
S: Mira esta vitrina. Contiene
objetos egipcios con inscripciones similares a
las del reloj.
Ambos nos miramos y en ese
momento entra el señor Bellows en la sala.
Zack: Buenas tardes agentes, ¿Qué les trae por mi casa?
M: Vera, hemos encontrado
este reloj en el almacén donde desaparecieron ambos
vigilantes y queríamos saber si es suyo.
Se aproxima hasta nosotros con la mirada fija en el reloj.
Zack: ¿Me permite?
M: Por supuesto -le digo mientras le tiendo el reloj-
Zack: No, no es mío,
no lo había visto nunca. Y ¿Dicen que lo encontraron en el
almacén?
M: Así es. Mírelo bien, ¿Seguro que no es suyo?
Zack: No, no lo había visto jamás.
S: Señor Bellows,
esta vitrina de aquí contiene objetos de la cultura egipcia.
¿Le interesa dicha cultura?
Zack: No, la verdad es que
conozco muy poco acerca de ella, lo que me contaba mi
padre, él era el verdadero conocedor. Le apasionaba todo lo relacionado
con el
Egipto antiguo. Todo lo que ven aquí era de él.
M: Entonces, este reloj, ¿Pudo pertenecer a su padre?
Zack: No lo se, como ya
les he dicho no recuerdo haber visto nunca ese reloj.
S: ¿Conoce estas inscripciones? ¿Sabe que significan?
Zack: No, lo siento. Para
mi son solo adornos en una vitrina. Nunca me he
interesado por saber que significado tienen. ¿Creen que este reloj tiene
algo
que ver con las desapariciones?
M: No lo sabemos, pero es
extraño que lo hayamos encontrado en un almacén de
juguetes inservibles. Gracias por su tiempo señor Bellows.
Zack: Siento no haberles
sido de mucha ayuda. Les acompañare hasta la puerta.
Dicho lo cual los tres nos dirigimos a la puerta. Nos despedimos y volvemos
a
montarnos en el coche.
M: ¿Qué opinas Scully? ¿Crees que nos oculta algo?
S: No lo se Mulder. Quizás
dice la verdad y todo era de su padre. Quizás el
reloj también lo era y el lo desconocía.
M: O quizá no.
S: O quizá no ¿Qué Mulder?
M: Que tal vez no lo desconocía.
S: ¿Crees que nos ha mentido?
M: Lo que creo es que no nos ha dicho toda la verdad, o todo lo que sabe.
S: En cualquier caso Mulder
mañana saldremos de dudas. Sabremos si tu teoría es
correcta y si realmente este reloj tiene que ver con las desapariciones.
Mulder, antes de ir al motel
conectémonos a Internet y miremos que podemos
encontrar relacionado con estas inscripciones.
M: De acuerdo Scully.
Llegamos al lugar y nos
conectamos en uno de los ordenadores. Entramos primero
en los archivos del F.B.I. antes de buscar información por la red.
Pasada una hora nos dirigimos al mostrador, pagamos y recogemos toda la
información que imprimimos.
Salimos a la calle. Ha comenzado
a llover. Corremos hasta el coche. Arranco y
conduzco hasta el motel que se encuentra a escasos kilómetros.
Bajamos del coche y volvemos a correr puesto que llueve abundantemente. Llegamos
a las habitaciones y entramos por la de Scully.
M: Uoohh!! Vaya tormenta!!
Trato de secarme la cara
inútilmente con las manos. Observo como Scully deja los
papeles sobre la cama y se quita el abrigo. Se mueve de un lado a otro buscando
donde colocar el abrigo. Entra en el baño y sale con una toalla que la
tapa la
cara.
S: Estoy empapada Mulder.
Me acerco a ella y la agarro de la cintura.
M: Estas preciosa.
Aparta la toalla y me sonríe.
La acaricio el rostro suavemente a la vez que
coloco unos mechones de pelo que caen sobre el. Mis labios buscan los suyos.
La
aprieto contra mí e intensifico nuestro beso.
Separa sus labios lentamente
de los míos y los aproxima a mi oreja mientras me
rodea con sus brazos.
S: Te quiero.
Su voz es un susurro. Sus
palabras mueren sobre mi pecho al recostarse en él. La
rodeo con mis brazos a la vez que apoyo mi cabeza sobre la suya aspirando el
aroma a lluvia que desprende su pelo mojado.
Permanecemos abrazados unos
instantes. Sujeto su cabeza y la separo de mi pecho
para volver a besarla.
S: Muder, ¿Salimos a cenar o encargamos algo?
M: Hmm, encargamos algo Scully, mira que noche. Hace un tiempo horrible.
S: Bien. Voy a darme una ducha, tu ve pidiendo la cena.
Me besa para después alejarse en dirección al baño.
Voy tras ella. Mis brazos
rodean su cintura, a la vez que mi cabeza se hunde en
su cuello.
M: Scully yo también necesito una ducha.
No dejo de darla pequeños
besitos a ambos lados del cuello. Ella se recuesta
sobre mí.
S: Mulder, tú te duchas después.
Mis manos comienzan a desabrochar
su blusa acariciando cada poro de su piel que
va quedando al descubierto.
S: Muder...
Logro desabrochársela
entera. Mis manos se posan sobre su pecho, acariciándolo
por encima del sujetador.
Ella pone sus manos sobre las mías y las detiene.
S: Mulder...
M: Hmmm...
S: Mulder tenemos que revisar toda la información que tenemos.
Su voz es jadeante. Sus
palabras dicen una cosa pero su cuerpo pide otra.
Continua agarrando mis manos mientras yo no dejo de besar una y otra vez su
cuello. No quiero dejarla pensar.
Se gira rápidamente
quedando frente a mí. Nuestros cuerpos están pegados.
Nuestras manos entrelazadas caen a ambos lados. Me besa con pasión para
después
alejarse de mí. Trato de volver a apoderarme de sus labios pero ella
suelta una
de sus manos y me detiene poniéndola sobre ellos.
S: Muder será mejor
que encargues algo ya o nos quedaremos sin cenar. Tardo unos
minutos.
Se separa de mí y se mete en el baño cerrando la puerta.
Me quedo absorto en el centro
de la habitación. No he conseguido moverme cuando
la puerta se abre y me lanza el sujetador.
S: Mulder la cena!!
M: Scully deja de provocarme o te quedas sin cenar.
Vuelve a cerrar la puerta.
Escucho su risa dentro del baño cundo me acerco hasta
el teléfono para encargar la cena.
M: Comida china será perfecto.
Hago el pedido y me dejo
caer sobre la cama. El sonido de la lluvia se confunde
con el de la ducha. Pasados unos minutos solo oigo la lluvia caer. Scully ha
terminado de ducharse.
Me incorporo y voy hasta
el baño. Abro la puerta y la veo con el pelo recogido,
envuelta en una toalla con un bote de crema entre sus manos.
Me mira y me sonríe.
S: ¿Encargaste la cena?
M: Si, comida china.
S: Hmm, perfecto.
Vacía un poco de
crema en sus manos y comienza a extenderla sobre sus hombros.
M: Déjame ayudarte.
Me mira pícaramente
y me tiende el bote de crema. Lo cojo sin dejar de mirarla.
Termina de extender la que tenía sobre sus manos y con un sensual movimiento
deja caer la toalla que la envolvía quedando totalmente desnuda frente
a mí.
En estos momentos no si dejar caer la crema y abalanzarme sobre ella o quedarme
donde estoy contemplándola.
Termino por no hacer ni
lo uno ni lo otro. Me acerco a ella. Vierto un poco de
crema sobre mis manos y las apoyo suavemente en sus hombros. Empiezo a
extenderla desde el cuello hasta los brazos. Acaricio su clavícula, sus
brazos,
bajando por ellos hasta llegar a sus manos.
Ella no deja de mirarme.
Su expresión es una mezcla entre provocadora y
divertida.
Vuelvo a echarme más
crema sobre las manos, las cuales se posan sobre sus senos
acariciándolos suavemente mientras la extiendo. Bajo por su vientre llevando
mis
manos hasta su espalda. Me arrodillo ante ella al llegar a sus piernas. Las
moldeo de arriba abajo, primero una y luego la otra.
Ella posa sus manos sobre
mi pelo, lo acaricia, lo revuelve. Mis manos ascienden
desde sus tobillos hasta su trasero donde se detienen.
La miro. Su cabeza esta
echada hacía atrás. Me incorporo. Mis manos ascienden
conmigo acariciando todo lo que van encontrando a su paso. Retiro una de mis
manos de ella y coloco la otra tras su cuello. La atraigo hacia mí y
la beso con
una pasión a la que ella corresponde.
Me alejo de ella. La miro.
Sigue quieta con los ojos cerrados y los labios
entreabiertos, esperando los míos...
Giro sobre mi mismo para
salir del baño. Agarro el pomo de la puerta para
abrirla pero ella pone una de sus manos sobre la mía mientras que con
la otra
empuja la puerta. Se aprieta contra mí. Sus manos comienzan a desabrochar
mi
camisa rápidamente. Cuando lo ha conseguido tira de ella hacia abajo.
Le toca el
turno a mis pantalones, a los cuales tampoco les da mucha tregua. Rápidamente
caen junto con mis boxers.
Posa sus manos en mi espalda
y las desliza lentamente. Se recrea en mi trasero
durante unos instantes antes de hacerme girar.
Se apodera de mis labios
con pasión contenida a la vez que sus manos siguen
moldeando una y otra vez mis glúteos. Libera mis labios, no sin antes
morderlos
en un par de ocasiones, para bajar alo largo de mi torso desnudo. Lo cubre con
una suave capa de besos. Se recrea en mis pezones lamiéndolos, mordiéndolos
suavemente antes de proseguir su camino descendente.
Se detiene en mi sexo y
se apodera de él. Sus manos acarician mi torso mientras
su boca esta concentrada en mi pene. Una locura para mis sentidos...
Viaje de retorno. Sus besos
comienzan el camino de ascenso hasta llegar
nuevamente a mis labios.
La agarro con pasión
por el cuello y la beso. Apenas si nos detenemos para
respirar. La sujeto por el trasero y la elevo. Sus piernas se aferran a mis
caderas cuando comienzo a penetrarla, lentamente al principio para ir
incrementando el ritmo de mis embestidas paulatinamente.
Nos apoyamos contra el lavabo
y mi penetración se hace más profunda. Nuestras
miradas son una. Nuestros cuerpos son uno. Nuestros labios no dejan de buscarse
una y otra vez. Noto como su cuerpo se tensa cuando ambos llegamos al orgasmo.
Nuestras bocas a escasos milímetros ahora buscan los labios del otro
con pereza.
La calma se va apoderando de nosotros. La rodeo con mis brazos cuando se
recuesta sobre mí acariciándome el pecho. Coloco una de mis manos
alrededor de
su cintura y la otra bajo sus piernas para cogerla en brazos.
Salimos del baño.
La tiendo sobre la cama
tumbándome a su lado. No dejamos de mirarnos. Solo
miradas, sobran las palabras...
Mi mano sube y baja acariciando
su vientre. Apoyo mi cabeza sobre él y ella me
acaricia suavemente el pelo.
M: Te amo tanto...
Me abrazo fuertemente a
la pequeña parte de su cuerpo sobre la que me encuentro.
Ella rodea con sus manos mi cabeza y me hace elevarme para mirarla.
S: Yo también te amo.
Sonriéndome se acerca
hasta mis labios y los besa dulcemente para abrazarme
después.
No se el tiempo que permanecemos
así, tiempo que es interrumpido cuando llaman a
la puerta.
CONTINUARA