Título: La hija del mar
Autor: Gillian Terol
E-mail: dana.xARROBAterra.es o gillianterolARROBAhotmail.com
Tipo: MSR, X-File (metafórico), y no sé si esto existe, pero F (filosófico).
Raiting: AP
Resumen:Mulder y Scully en busca de la hija del mar.
Disclamer:No son míos

Nota de la autora: Entre el relato, podéis encontrar estrofas de
poemas de Antonio Machado, algunos variados y otros intactos.

Dedicatorias: Vivo al lado del mar.......... Dedicado a marineros, pescadores
y gente que perdió la vida luchando con el mar. Y dedicado al mar
tranquilo que nos regala baños y alegría.







PABELLÓN PSIQUIÁTRICO DE NORTH WAIT
11:21 a.m



Sr Panders (P): Puede llegar a ser sencillo olvidar. Un día te despiertas y
no quieres recordar lo que ocurrió, y entonces llenas tu vida de nuevas
vivencias y los recuerdos quedan sumidos en una laguna oscura vallada donde
nada más se puede entrar si tienes la llave. Y esa llave está tan escondida
en lo más profundo de tu alma que es casi imposible recordar donde la pusiste.
Pero entonces, un día, ocurre algo. Puede ser un sueño, puede ser una sonrisa
de un niño al cruzar la calle, puede ser el beso de un enemigo que necesita
de tu ayuda o, simplemente, puede ser que tu vida necesita recordar para
poder seguir tu camino, el camino que todo el mundo debe recorrer algún día.
Mulder (M): ¿Me está diciendo que no recordaba lo que le pasó siendo joven
hasta ayer?
P: Agente Mulder, no se puede hacer desaparecer tu pasado, ni en un millón de
años. Pero si puedes enterrarlo bajo tierra pesada y dejarlo allí, al menos,
hasta que llega alguien con una pala y lo saca a la luz.
Scully (S): Y debo suponer, que la persona que trajo la pala fue su hija ayer.
P: Veo que está despierta.
S: Señor Panders, ¿no es cierto que usted está aquí por ser demasiado
"imaginativo"?.
P: Si lo que está sugiriendo es que esto es una mentira alimentada por mí
subconsciente enfermo, pregúntenle a mi hija.
S: ¿Se refiere a esa hija que apareció aquí ayer y de la cual no sabía nada
desde hacía más de 20 años y que ha desaparecido de nuevo misteriosamente?..
P: Oigan, no les pido que me crean, sólo vayan a mi pueblo. A ese pequeño
pueblo de pescadores donde cada leyenda parece tan real que hasta los niños
corren si algún anciano empieza a relatarlas.......................

*****************************************************************************



Era un niño que soñaba con un caballo de cartón. Abrió los ojos el niño y
al caballito no vio. Con un caballito blanco, el niño volvió a soñar; y por
la crin lo cogía mientras decía: ¡Ahora no te escaparás!.
Apenas lo hubo cogido, el niño se despertó. Tenía el puño cerrado. ¡El
caballito voló!.
Quedose el niño muy serio, pensando que no era verdad el caballito soñado. Y
ya no volvió a soñar.
Pero el niño se hizo mozo, y el mozo tuvo un amor, y a su amada le decía: ¿tu
eres de verdad o no?.
Cuando el mozo se hizo viejo pensaba: todo es soñar, el caballito
soñado y el caballo de verdad.
Y cuando vino la muerte, el viejo a su corazón preguntaba: ¿Tú eres sueño?.

¡Quien sabe si despertó!.

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PUEBLO DE PESCADORES DE NORTH WAIT
1:21 p.m.


Los agentes del FBI llegaron al pueblo cerca de la hora de comer, la gente
recogía los puestos en el mercado, y los pescaderos guardaban en hielo el
pescado que había sobrado.

Mulder aún permanecía absorto. La historia que ese hombre les había contado
superaba con creces la imaginación de cualquier ser humano.

S: Mulder, déjalo ya.
M: ¿Qué?
S: No puedes pretender entender esa historia, no tiene lugar en el mundo
real.
M: Scully, ¿cómo sabes que no es real?.
S: Los niños no desaparecen entre las aguas del océano para reaparecer
20 años después.
M: Pero ¿no viste como lo contó?. La historia, las anécdotas, esa niña......
S: Son leyendas de pescadores. Él mismo lo dijo, en este tipo de pueblos
todo el mundo cree en esas leyendas.
M: Pero ¿y si esas leyendas tuvieran fundamento?
S: Todas las leyendas tienen un fundamento, pero no tiene por qué ser
necesariamente sobrenatural.
M: Puede que tengas razón.

Los dos agentes llegaron a una pequeña casa antigua pero bien cuidada, con
flores en cada ventana.

M: ¿Seguro que es aquí?
S: Sí Mulder. Aquí es donde vive el que fue el patrón del señor Panders.
M: ¿Que edad tiene ahora?
S: Pues, déjame mirar.............. 81.
M: Wow!.
S: Sí, era casi 15 años mayor que Panders.
M: Con esa edad, aunque hubiera pasado de verdad lo relatado por Panders, no
creo que lo recuerde.
S: No subestimes a la gente anciana Mulder. Mi abuela es capaz de recordar
cuantos puntos le dieron a su hermana cuando se abrió la cabeza al caer del
balcón de su casa. Hasta recuerda cómo tomó su madre el hilo y lo esterilizó
con agua hirviendo en la cacerola de barro que tenían en aquella época.
M: Anda, dale al timbre.

Scully apretó el botón de plástico y un sonoro "ding, dong" llamó la atención
de los agentes. Sólo las casas tan antíguas como esa tenían ese tipo de
timbres.

La puerta se abrió poco a poco dejando ver a una mujer mayor que, por la
cara que puso, no esperaba esa visita.

S: Hola buenos días.
Sra Marthis (Sra Mt): Hola. ¿Puedo ayudarles en algo?
M: Pues usted creo que no, pero su marido espero que sí.
Sra Mt: ¿Qué?.
S: Somos agentes federales señora Marthis- dijo Scully mientras mostraba su
placa- no ocurre nada malo, sólo esperamos que su marido pueda contestar a
unas preguntas para poder ayudarnos.
M: ¿Podemos hablar con él?
Sra Mt: Claro, pasen.

Ambos agentes entraron en la casa y la señora Marthis cerró la puerta.
Luego pasaron al salón donde la mujer les pidió que esperaran un momento.

S: ¿crees que podrá ayudarnos?
M: Scully, no lo sé. Pero sea como sea, hay que intentarlo.

Sra Marthis: Mi marido les está esperando en su cuarto. Está arriba.
S: gracias señora Marthis.

La señora se despidió con una sonrisa y se metió en la puerta contígua, la
cocina.

Mulder y Scully subieron la empinada escalera hasta llegar a una habitación
con luz.
Al entrar, lo que vieron les llegó por sorpresa. Un anciano estaba sentado
en una mecedora dirigida hacia la ventana, a su lado, una botella de oxígeno
alimentaba su vida por unos conductos que llegaban hasta su nariz.

S: ¿Señor Marthis?
Sr Marthis (Mt): Pasen, mi mujer me ha dicho que son agentes federales. ¿Qué
he hecho?
M: Nada, que nosotros sepamos.
Mt: Lo suponía, ustedes nunca se enteran de nada.

El anciano sonrió haciéndoles ver que estaba bromeando.
Scully, enternecida por el humor del hombre, respondió a la sonrisa de
Marthis con otra idéntica.

Mt: Síentense en la cama, es antígua pero cómoda. Siento no poder recibirles
en el salón, pero ya no tengo los huesos como para bajar escaleras.
M: Tranquilo señor Marthis, estamos bien.

Mulder y Scully se sentaron en la orilla de la cama mirando al anciano.

Mt: ¿Y bien?.
M: Senor Marthis, ¿recuerda los sucesos acontecidos el 22 de marzo de 1959?

La cara del hombre cambió súbitamente, quedando ahora, seria y fría. Distante.

Mt: ¿Cómo alvidarlos?

Scully y Mulder cruzaron miradas por un momento. Se acordaba. ¿De qué?.

S: Su compañero en el pesquero, el señor
Mt: Panders, Martin Panders.
S: Eh....., sí. El señor Panders nos relató hace poco una historia bastante
difícil de creer y........
Mt: Y quieren saber si yo recuerdo lo mismo.
M: Exacto.
Mt: Soy el único pescador del "Ángela" que sigue vivo a parte de Martin. Los
años pasan y te vas quedando sólo. Pero antes de nada, cúentenme, ¿Cómo
está ese lobo de mar?.
S: ¿El señor Panders?.
Mt: Ahá.
S: Panders está internado en el centro psiquiátrico del pueblo.
Mt: Eso lo sé.
S: ¿Entonces?.
Mt: mmmmmmmmmmmmmmm, ¿qué recuerda él?.

Mulder imaginó la vida de esos dos pescadores, dejando a sus familias en
tierra, sin saber si volverán con vida a sus hogares, déjandose la piel por
un puñado de pescado que luego desaparecería en los estómagos de muchos de
sus vecinos. Eran auténticos héroes de guerra. Una guerra en la que siempre
gana el mismo..........el mar.

S: Señor Marthis, antes de contarle lo ocurrido, preferíriamos que nos
contara su versión.
Mt: Quieren saber si voy a mentirles.

Scully agachó la cabeza como si su madre le hubiera pillado cometiendo una
travesura.

M: Entiéndalo señor Marthis, tenemos que estar seguros, es una historia
bastante........... extravagante cuanto menos.
Mt: Si lo entiendo, lo que no comprendo es por qué ahora. Por qué les cuenta
esto ahora, y a ustedes.

Ambos agentes mantubieron el silencio, luego, al cabo de un par de minutos
el anciano empezó a hablar................

Mt: Todo pescador tiene dos batallas que pelear: en sueños lucha con Dios; y
despierto, con el mar.

El hombre, girando un poco más la mecedora, quedó frente a la ventana y
mirando el océano, como si estubiera viendo los detalles que contaba, empezó
su historia.

Mt: Hay miles de leyendas que circulan entre los pescadores. Pero no sólo en
este pequeño pueblo, si no en todos los pueblos de pescadores, en todas las
casas de los marineros, en todo hombre que vive por y para el mar.
A veces, recuerdo parábolas muy famosas en estas tierras, y advierto que
tienen toda la razón.
Cuando sueñas y, al despertar, descubres que lo soñado nunca se hará realidad
te aferras a la vida y dejas de soñar, por miedo a perder la cordura, por
miedo a vivir en el pais del verbo, que fue mentira. Pero luego descubres
cosas que no pensaste tan hermosas, como el amor. Y entonces te preguntas
a tí mismo si estás soñando de nuevo, como antes. Luego, un día, sin saber
por qué, te despiertas. A veces es por una mala noticia, otras por
la pérdida de una hija. Como Martin.
Aquella noche vino a verme con la pequeña Laura, su hija. Una niña preciosa,
dulce, un cielo.
Yo era su patrón, y me pedía permiso para llevar a su hija a dar un paseo en
el barco, era su cumpleaños, 11 añitos. 11 preciosos años difíciles de olvidar.
Yo no podía dejarle el barco así como así, yo sólo era el patrón, no el dueño
del "Ángela", pero sí podía ir con ellos.
Nos fuimos los tres mar a dentro, la noche era exquisita. La brisa, el sonido
del mar, las estrellas en el cielo, una noche verdaderamente increible.
Yo llevaba el timón del barco, Martin y Laura estaban en la proa viendo las
estrellas. Desde dentro, podía escucharles reir e incluso cantaron una
canción, creo que era la canción favorita de la pequeña Laura.
El mar, quieto como una estátua de mármol, enfureció de golpe dejando paso
a una ola enorme, 20 o 25 metros de altura. De esas que no esperas ver nunca,
por muchos años navegando que lleves, porque te dan miedo, porque si las ves
temes por tu vida.
Martin cogió a Laurita y yo intenté birar el barco.
Era extraño, porque el resto del océano seguía en calma, sólo esa ola que se
acercaba a nosotros interrumpía el plácido sueño de las aguas.
Cuando ya creíamos que todo iba a treminar, aunque mal, la ola frenó en seco.

S: ¿Frenó?.

Mt: Eso he dicho señorita. La ola frenó. Dejó de moverse. Quedó a medio metro
de nosotros, alta, imponente, con el agua moviéndose por ella, pero sin
avanzar ni retroceder, como si estubiera obsevándonos.
Laurita sonrió a su padre y le pidió que la soltara. Martin, nunca entenderé
por qué, soltó a la pequeña que se acercó a la ola. Sacó su manita por la
borda y metió un dedo el agua. Una luz inundó el barco, y nunca
mejor dicho. Me cegó, también a Martin.
Luego ya no había nada, ni ola ni....... ni...... ni Laurita.

M: ¿La niña desapareció?.
Mt: Vino igual que llegó, con el mar.
S: ¿Igual que llegó?.
Mt: Martin no era el padre de Laura. ¿Conocen ustedes a la madre?, no. Él
nunca estubo casado.
M: Por eso no aparece en el registro como su hija.
Mt: Llegó una noche, con el mar. La encontramos todos los pescadores del
"Ángela" en la orilla de la playa, después de atracar el barco en el
puerto. Escuchamos un llanto, nos acercamos y allí estaba ella, toda mojadita
, dentro de una cesta. Como si hubiera venido navegando desde un país lejano.
No se calmaba, hasta que la cogió Martin. Cuando él la tomó entre sus brazos,
la niña dejó de llorar, y sonrió. Eso fué el 22 de marzo de 1948, y el 22 de
marzo de 1959 desapareció de nuevo.
S: Mulder.
M: ¿Si?.
S: Las fechas, no cuadran.

Mulder tomó la libreta de Scully y leyó con atención, luego asintió.

M: Señor Marthins, Martin Panders nos contó la misma historia esta mañana. El
motivo de su recuerdo, según él, ha sido la visita de su hija Laura.

El hombre giró de nuevo encontrándose con la mirada de Mulder.

Mt: ¿La niña?. ¿Está bien?. Seguro que sí. Díganmelo.
S: Señor Marthins- cortó Scully- según su amigo, Laura ayer, cuando fué a
verlo al hospital psiquiátrico, tenía unos 32 años y llevaba sin verla poco
más de veinte. Usted me está hablando de 1948 y 1959, de ser así, Laura
ahora tendría unos 54 años y haría más de 40 años de su desaparición.
Mt: No puedo explicarles por qué Martin dijo que no la veía desde hacía
sólo 20 años, pero sí que puedo explicarles que Laura aparente tener menos
edad de la que tiene. Puede que por eso Martin se confundiera, tal vez
aparenta la edad de 30, entonces sí haría sólo 20 años desde que desapareció.
M: ¿Y por qué iba a aparentar sólo 30 años?
Mt: Porque es hija del mar.

Scully miró a Mulder dejando ver su exasperación, pero Mulder quería saber
qué pensaba auquel señor.

M: ¿Y usted piensa que ese era el destino de Martin Panders?. ¿Cuidar de la
hija del mar?.
Mt: Señor Mulder, el destino no existe, el destino se lo crea uno mientras
camina por la vida. No hay un camino a seguir.

En ese momento, el anciano devolvió la vista al mar y recitó con voz lejana
y llena de matices.

Mt: Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.

M: Muchas gracias señor Marthis. Nos ha ayudado mucho.

El hombre no contestó, seguía mirando el océano, como buscando a alguien.
Como buscando a Laura.

S: Si, muchas gracias por atendernos, y más estando en su estado, le estamos
muy agradecidos.
Mt: Agente Scully.
S: ¿si?.
Mt: Si quieren conocer las leyendas de estas aguas, hablen con Robert Hanson,
es el hombre de los mil cuentos.
S: Gracias de nuevo.
Mt: No se lo digo por nada. Yo nunca digo nada por nada.

Los dos agentes salieron de la habitación del anciano y bajaron a despedirse
de su mujer, quien después de invitarles a comer con la negación de ambos,
les habló de un pequeño restaurante cerca del puerto.


RESTAURANTE "LA MAR"
2:47 p.m.

Los agentes entraron al restaurante y se encontraron con un pequeño caseron
lleno de cuadros en las paredes y un mesero hablando en la barra del bar.
Mulder se acercó al mesero.

M: Hola, buenos días.
Mesero: Buenas. ¿Desean algo?
M: Una mesa para dos, por favor.
Mesero: vengan por aquí.

El hombre con el que hablaba el mesero se quedó mirando a los agentes. Era un
anciano con barba canosa y gorro de marinero.

Los agentes se sentaron en la mesa que les preparó el mesero y pidieron la
especialidad de la casa; lubina al horno. Pescado, por supuesto.

M: Scully. Ese hombre que está en la barra, no deja de mirarnos.
S: Lo he notado. ¿Sabes quien es?
M: No, déjame ver.

Mulder se levantó y se acercó al anciano.
Antes de que Mulder pudiera abrir la boca el hombre habló.

Robert Hanson (R): Vivía aquí un marinero que hizo un jardín junto al mar, y
se metió a jardinero.
Estaba el jardín en flor, y el jardinero se fué por esos mares de Dios.
M: ¿Perdón?
R: El que es de mar, siempre vuelve a la mar. Sea pescador, marinero o
capitán de barco. Siempre vuelve.
M: Una historia muy bonita señor......
R: Hanson, Robert Hanson. Bonita y cierta.
M: ¿Es usted Robert Hanson?
R: Eso dije.
M: El señor Marthis nos habló de usted.
R: Lo sé. Me llamó por teléfono cuando salieron de su casa y me dijo que su
mujer les había mandado a comer aquí.
M: ¿Entonces?.
R: Hay una niña, que a veces es mujer joven y otras anciana. Ella se pasea
por las aguas viendo ir y venir las vidas de los marineros y pescadores, ella
es la hija del mar. Ella recoge las almas de los perdidos en batalla contra
su padre, y los guía hasta donde tienen que estar. Ella, agente Mulder, vivió
un tiempo entre nosotros y se llamaba Laura. Laura Panders.
M: ¿Qué quiere decirme?
R: No busque lo que los hombres de mar llevan buscando por décadas, porque
nadie puede encontrar a quien no quiere ser encontrado. Panders va a morir
pronto, Laura sólo vino a despedirse del que, en un tiempo, fue su padre.
M: Pero....
R: Déjelo agente Mulder, vuelva con esa joven preciosa, que tiene ojos de
mar, y deje en paz lo que no puede entender.
M: Ayúdeme a entenderlo. Por favor.

Robert Hanson miró a Mulder. Lo miró como una cazador mira a su presa, como
un pescador mira a su captura, y luego analizó los ojos de Mulder, y vió
sinceridad, curiosidad, y fe para seguir buscando.


HOSTAL DE PUEBLO
Habitación de Dana Scully.
Por la tarde.


R: Me dijo que quiere entender.
M: Así es.
R: Entonces pregunte lo que no entiende.

Mulder y Scully miraban al hombre sentado en la silla mientras ellos
permanecían de pie.

M: En este pueblo, todo el mundo tiene la manía de hablarnos con metáforas,
cuentos o leyendas. ¿Por qué no es usted tan claro como parece que es, y nos
dice que está pasando?.
R: Agente Mulder, he vivido más de lo que usted pueda imaginar. Llevo más
años a mi espalda que usted lleva buscando. Y durante estos años si he
aprendido algo, es que la claridad no sirve para nada. ¿Puede un sabio
esplicar lo que sabe o por qué lo sabe?. ¿Puede un cura explicarme la razón
de mi existencia o de la existencia de Dios?. No, no pueden. El sabio crea
al filósofo y el cura se basa en la biblia. ¿Y qué es la biblia si no más
que una gran leyenda?. ¿Es cierto que Adan fue expulsado del paraiso
por comer de la manzana que le dio Eva?.
S: Todo eso es muy bonito señor Hanson, pero nos sigue hablando en clave.
R: No lo entiende jovencita. Nadie de este pueblo habla en clave. La única
manera de hacer entender al mundo es así, contando lo que ocurre, contando
lo que sabemos.
M: Esta bien Hanson, cuénteme entonces por qué no puedo seguir buscando a
la hija del señor Panders.
R: ¿Cuantos años lleva buscando agente Mulder?
M: ¿A quien?
R: No lo sé, eso debería saberlo usted.

Mulder miró a Scully interesado en ese hombre más que nunca.

M: ¿Cómo sabe que busco?.
R: Porque observo, no miro, veo. Y viendo se aperende mucho más de la gente
que preguntando. Pero no ha contestado a mi pregunta. ¿Cuantos años lleva
buscando?
M: Más de los que puedo recordar.
R: Y ¿no ha aprendido a encontrar nada?
M: ¿Cómo?
R: Tiene delante de usted algo que ha encontrado y aún no ha visto. No
observa agente Mulder, usted sólo mira. ¿Cómo pretende encontrar a nadie
si no vé lo que le ofrecen sin buscarlo?.
M: No le entiendo.
R: Agente Scully.
S: ¿Si?
R: ¿Cuantos años lleva al lado del agente Mulder?
S: Pues, 9 creo.
R: Entonces, agente Mulder, hace 9 años que encontró la felicidad y aún no
se ha dado cuenta. ¿Y lleva usted búscandola tanto tiempo?.
M: ¿Por qué cree que busco la felicidad?
R: La felicidad, la vida, dá igual lo que busque. Las personas buscan lo
que pierden sólo si piensan que al recuperarlo les devolverán la felicidad.
Nadie busca algo que no quiere encontrar.
M: Eso es cierto.
R: Pues entonces observe a su alrededor, lo que perdió puede que no regrese,
pero ya encontró la felicidad. ¿Qué clase de egoista sigue buscando más,
cuando ya tiene al alcance la felicidad?.
M: Señor Hanson, perdóneme, pero usted no me conoce, no puede juzgarme.

Mulder se levantó y salió del cuarto. No estaba enfadado, estaba dolido, le
habían dado conde más le dolía.

S: Señor Hanson, no puede pretender saber todo de todos con sólo mirarlos.
R: Así está el problema, si sólo mirara no vería nada.
S: No empiece con sus juegos de palabras porque yo no soy el agente Mulder, y
unos cuentos bien narrados no pueden hacer que caiga de bruces contra el
suelo.
R: No, claro que no. Usted piensa que tener los pies pegados a la tierra es
mucho mejor que nadar en la vida, ¿verdad agente Scully?.
S: Usted no nada, bucea.
R: Jajajajja. Ya va aprendiendo el lenguaje de North Wait.
S: Suelo observar mucho.
R: Sí, ya veo que lo ha aprendido.
S: Señor Hanson, puede marcharse cuando guste.
R: ¿Me está hechando?
S: No, le estoy invitando a salir.
R: Entiendo. Me iré, pero antes escuche lo que tengo que decirle. No pueden
llegar a un pueblo con siglos de tradición y pretender comprenderlos
en un par de días. Así no funciona el mundo, y Panders lo sabe. ¿Por qué les
contó su historia?. Puede que esté sólo, puede que aún tenga esperanzas
de que Laura vuelva, puede que crea que ustedes pueden encontrarla de nuevo.
Pero eso es imposible. Regresen a sus casas o quédense a admirar el mar,
pero les repito lo mismo de antes; no quieran encontrar lo que millones
de personas de mar llevan buscando durante años sin ningún resultado.

El marinero salió del cuarto de Scully y encaminó su pasos hacia su casa.

Ella, con la mente en blanco, pensando en nada y en todo, entro a la
habitación de su compañero atravesando la puerta que comunicaba los dos
cuartos y que siempre, estaba abierta.

S: Mulder.

Mulder estaba sentado en una silla, tal y como horas antes habían visto a
Marthis. Pegado a la vantana y observando el océano. ¿O buscando algo en él?.

S: Mulder.
M: Scully, acércate.

Ella apremió su paso hasta quedar al lado de su compañero.

S: ¿Qué haces?
M: Ven, mira- dijo señalando el mar- ¿qué ves?.
S: Agua.
M: Sí, agua. Litros y litros de agua. ¿Cómo puede al agua esconder tantos
misterios?.
S: Mulder, el mar no tiene misterios, los crean los familiares de los hombres
y mujeres que han perdido la vida entre sus aguas para calmar su sed de
preguntas.
M: Quédemonos unos días Scully.
S: ¿Qué?
M: Quédemonos a decansar, a ver, a entender. Quedémonos a intentar ver lo que
dice ver Robert Hanson.
S: Mulder, ese hombre sólo ve años de triste soledad.
M: Es un marinero Scully, ellos siempre están solos son el mar.
S: QUédemonos si quieres. Pero hagámoslo para relajarnos y olvidar el trabajo
Mulder, no para seguir buscando nada.
M: Claro, hagámoslo por eso. Además, hay una cosa en lo que Hanson tenía
razón.
S:......
M: Yo ta encontré algo, pero aún no he sabido como tenerlo.

Scully enrojeció sin saber con seguridad si Mulder se refería a ella o no.
Pero era lo que más deseaba, que se refiriera a ella................


¿CONTINUARÁ?

Vale, creo que me he pasado con tanta metáfora. Así que antes de continuar
escribiendo algo que os aburra decidme si debo hacerlo.
Si quieres saber cómo sigue esto dímelo:
dana.xARROBAterra.es
gillianterolARROBAhotmail.com