fanfic_name = El final de la búsqueda I

chapter = I

author = Señora del Fantasmal

Rating = touchstone

Type = Angst

fanfic = El final de la búsqueda I

Escrita por: Señora del Fantasmal

Disclaimer: Los personajes de Fox Mulder, Dana Scully, Samantha Mulder y Walter Skinner son propiedad de la Fox , de la 1013 y de su creador Chris Carter.

Spoilers: Todos los capítulos en los que hagan referencia a Samantha. Ubicado durante la séptima temporada, antes de ";All Things"

Resumen: El encuentro más esperado se convierte en una irreparable tragedia.

Tipo: Mucho Angst y UST.

Nota: Para la realización de este relato, los episodios "Sein und Zeit" y"Closure" nunca existieron.

El final de la búsqueda.

Su hermana se desplomó sobre el pavimento con una herida mortal en el pecho. Sangraba rojo, evidencia de que era la verdadera Samantha y no uno de los clones que le habían mostrado en sus investigaciones. La sangre de los clones era verde y nociva para cualquier simple ser humano; pero ésta no. Tenía que ser una de sus horrendas y tan vividas pesadillas que lo asaltaban cada noche. Era la única y más lógica explicación para lo que estaba ocurriendo en ese preciso instante.

La sangre fluía abundante y roja de un orificio exactamente en medio de su corazón, recordándole al mismo tiempo que su propio corazón había quedado así, destrozado. Sus torturantes sueños terminaban generalmente cuando él comenzaba a llorar todavía dormido, de manera que esta situación no podría ser una de sus crueles e incesantes pesadillas, porque de ser así, ya tendría que haber despertado con un grito. Las lágrimas descendían en torrente por sus mejillas, combinándose con las gotas de lluvia que no conseguían diluir la sangre; sin embargo, el escenario permanecía inmutable.

Sentado en el suelo con las piernas estiradas, se abrazaba al cuerpo sin vida de su hermana, enterrando la idea de separarse de ella. Sus brazos aprisionaban su inerte torso y su rostro contraído por el llanto se ocultaba tras el cabello castaño de la que había significado durante años su razón de vivir, a pesar de todos los tropiezos. ¿Cómo seguir viviendo luego de esta tragedia?

Esa tarde había recibido una llamada de un desconocido que le concertó una cita con la promesa de proporcionarle datos sobre el paradero de su hermana. Apuntó en un papel la dirección, empacó una muda de ropa, le dejó una nota a Scully y sin demora subió a su auto, dispuesto a enfrentar lo que le estuviera esperando en Raleigh, Carolina del Norte. Los datos provenían de una fuente dudosa, pero no podía detenerse a analizar sus acciones. ¡Se trataba de Samantha! Esa pequeña niña de ocho años a la cual habían raptado estando él a su cuidado. Si morir formaba parte del riesgo que estaba asumiendo, no intentaría esquivarlo, porque por ella él era capaz de todo. No había podido defenderla en su momento, tenía 12 años cuando la perdió; pero ahora era un temerario hombre de casi 40 con la leve oportunidad de resarcirse, y se aferraría a cualquier esperanza que le tendiesen.

El encuentro se llevó a cabo en un descuidado parque colindante a calles solitarias. Mulder pensó que si su informante decidiera descargar su revólver en su cabeza nadie lo notaria. Estaba nervioso, pero hizo hasta lo imposible para aparentar serenidad. Nada de lo que le contaba era novedoso, más bien, era un condensado de sus averiguaciones durante los últimos siete años: El cáncer negro, híbridos extraterrestres, pruebas con seres humanos... ¡Nada nuevo! Comenzaba a exasperarse, cuando la inconfundible silueta de una mujer se materializó entre las sombras. La oscuridad y la espesa lluvia no le permitían verla a plenitud, pero tenía la sensación de que era ella; la persona que había venido a buscar. Pronunció su nombre con incredulidad y ella caminó hasta situarse a pocos metros de su cuerpo. Estaba tan cerca que podría haberla tocado; sin embargo, sus músculos estaban entumecidos. Su mente aún no podía asimilar lo que aquel hombre le estaba ofreciendo. ¿Realmente es ella? Preguntaba sin cesar su sentido crítico. La otra parte, su lado inmaduro e impulsivo, sólo quería abrazarla por todo el tiempo que no pudo hacerlo.

El tiempo no bastó para hablarle, ni siquiera para tocarle. Su oído percibió el estallido de una pistola y al instante el cuerpo de su hermana se ladeó hacia atrás y golpeó contra el cemento. No pudo interponerse. Le había fallado por segunda vez, y en esta ocasión sin una ilusión a la que sujetarse. No existía un camino de regreso.

Samantha estaba muerta.

CONTINUARÁ...

Comentarios, sugerencias a quequeeg0824ARROBAhotmail.com ó a sra_delfantasmalARROBAhotmail.com

17/10/2004

feedback = Sí/Yes

email = quequeeg0824ARROBAhotmail.com