fanfic_name = Estela de Sangre

chapter = 1-2-3-4

author = Luvi_trustno1

dedicate = Autor: Luvi_trustno1

 

Disclaimers: Mulder, Scully, CC, 1013, Fox… ¿Ya no conocemos todos ese rollo?

 

Spoliers: Ninguno.

 

Tipo: Angst - UST

 

Dedicatoria: A mi súper amix Dimna (¿dónde andas comadre, ah?), a Nymphadora, a chilly, alderaan, selene25, angelita... en fin, a todos los que leen mis relatos, pero sobretodo a FBI, que siempre está ahí para corregirme y para analizar todo lo que escribo. Espero que este no te decepcione.

 

Nota: Algunas partes pueden contener escenas de violencia, aunque no es muy explícita, preferible considerarlo un O18W.

 

Rating = touchstone

Type = Suspense

fanfic = Uno.

 

Desde que habían emprendido el viaje de retorno e incluso cuando se detuvieron en Alpine para comer algo y cargar combustible, Scully no había pronunciado palabra alguna. Ni un solo reproche. Ahora, a mitad de uno de los tantos desiertos tejanos, permanecía con la vista clavada en la ventanilla. Tenía un aspecto cansado.

También él estaba cansado. De búsquedas infructuosas, de esa obsesión suya que lo había llevado a arrastrar a su compañera hasta El Porvenir, en la frontera con México, para encontrarse con que habían vuelto a jugar con él.

Estaba cansado de sí mismo.

El calor lo estaba ahogando. Faltaba mucho aún para llegar a Sanderson, donde tendrían que pasar la noche y luego reanudar la marcha.

La miró de reojo.

Aunque llevaba apenas una camiseta sin mangas en color gris, también notaba el brillo de las gotas de sudor asomándose sobre su piel blanquísima.

Por unos segundos se odió.

 

- ¡Mulder, cuidado!

 

Instintivamente pisó a fondo el freno y se desvió de la carretera. Había estado tan concentrado en mirarla a ella y en sus propios pensamientos que había olvidado unos instantes que se hallaba al volante.

Instantes que pudieron resultar trágicos.

 

- ¿Estás bien?

- Sí… ¿Y el hombre?

 

Entonces lo vio. Se había quedado paralizado en mitad del camino. Metros más allá, un viejo jeep que había agotado sus últimas reservas. Esa era la razón por la que había salido a la carretera para intentar detenerlos.

Mulder y Scully se apearon del vehículo.

 

- ¿Está bien? –interrogó ella.

- Sí, eso creo. Aunque me he pegado un susto de muerte –sonrió.- ¿Siempre maneja así, amigo?

 

Mulder lo miró con desconfianza. Era alto, corpulento, con pantalones y chaqueta de cuero completamente empolvados. Rubio, su rostro mostraba indicios de una barba de tres días. Pero lo que menos le gustaba a Mulder era su mirada. Demasiado fría.

 

- ¿Y usted siempre se lanza sobre los autos?

- No, bueno… Este calor…

- Sí, lo comprendo.

- De todos modos agradezco que haya ocurrido. Como ven, me he quedado varado y la verdad es que no pasan muchos vehículos por aquí… ¿Van a Sanderson?

- Sí –asintió Scully.

- ¿Podrían darme un aventón? –al ver la indecisión de Mulder, miró a su compañera- oigan, yo sé que no es fácil confiar en la gente, menos en alguien como yo con el aspecto que tengo ahora… pero por favor, no creo poder llegar hasta allá caminando…

 

Scully interrogó a Mulder con la mirada.

 

- De acuerdo.

 

El sujeto casi saltó de felicidad. Se dirigieron al auto y el extraño ocupó el asiento posterior. Mulder entró nuevamente al camino.

 

- Señorita, disculpe la molestia pero ¿tendrá algo de beber?

- Desde luego –ella buscó en la guantera y sacó una botella de agua natural. Se la ofreció.

- Gracias – bebió ruidosamente un largo sorbo- Gracias. Oigan ¿ustedes no son de por aquí, verdad?

- Tiene razón –Mulder cortante.

- Ah, lo siento, no me he presentado. Me llamo Jim Carter.

- Yo soy David y ella es mi novia, Laura –dijo Mulder ante la mirada desconcertada de Scully.

- Encantado –el llamado Jim tendió la mano a Scully.

 

Ella correspondió al saludo pero retiró rápidamente la mano. Demasiada fuerza.

La sonrisa del desconocido no le gustaba nada a Mulder. Tenía un mal presentimiento, la sensación de un mal conocido.

 

- ¿Y qué hacen por aquí, eh David?

- De vacaciones.

- En el desierto de Texas. ¡Qué gustos raros tienen!

- No te lo imaginas.

 

Durante media hora más estuvieron en silencio. Mulder no podía dejar de mirarlo por el espejo retrovisor. El sujeto no borraba un segundo esa sonrisa y en más de una ocasión lo sorprendió mirando el cuello de Scully, expuesto a causa de la coleta con la que sujetaba su cabello.

Maldito calor, lo estaba adormeciendo.

De pronto, sin que se dé cuenta, el extraño metió la mano en la chaqueta y sacó el arma. Scully sintió cómo tiraban de sus cabellos y Mulder, manoteó inútilmente intentando golpearlo mientras sentía apoyarse el frío cañón en su nuca.

Se salió de la carretera segundos antes de que sonara el disparo.

Lejanamente escuchó el grito de su compañera.

Y se hizo la oscuridad.

 

Continuará.

 

feedback = Sí/Yes

email = susurro_indiscreto77ARROBAyahoo.es