chapter = Séptima parte
author = Luvi_trustno1
dedicate = Disclaimers: Mulder, Scully, Skinner, The Lone Gunmen, etc., no me pertenecen, solo juego un poquito con ellos. Y desde luego los nombres Chris Carter, Gillian Anderson, David Duchovny, etc., son invención mía, cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia.
Spoliers: Ninguno, créanme.
Clasificación: A ver si ustedes me dicen, jejeje…
Dedicatoria:. A mi queridísima amiga Altamirus, de verdad aprecio que me dediques tanto tiempo; a Katherin_m_s, quien me dio ánimos para escribir cuando apenas comenzaba, a Angelita, por todo lo que me enseña, a Nymphadora, por su gran apoyo, a Spooky2, es un honor saber que lees lo que escribo; a conocimiento acumulado, en fin… a todos y cada uno de ustedes que de un modo u otro me hacen llegar sus palabras, sus puntos de vista. Gracias por hacerme sentir su cariño.
Feedback: ya saben: evanescence_xARROBAlycos.es.; prometo contestar cada uno
Nota 1: Aunque ahora que estoy enviando esta parte todavía no ha salido publicada la sexta, quiero pedirles disculpas… Intenté que esta pudiera ser la final, pero ya vi que la inspiración no llega. Perdónenme si resulta muy largo.
Nota 2: hago mención a Fight the Future, Triangle, Hungry y All things.
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Rating = touchstone
Type = Angst
fanfic = Jugando a ser tú: Séptima parte.
Westward Beach.
Malibú – California.
8.32 p.m.
- ¡Alloha! –dijo alguien apenas saltó el corcho de la botella de champagne.
Era una amena reunión entre amigos que reían y bailaban alrededor de la enorme fogata, otros hablaban casi vociferando en la barra, muy bien surtida para la ocasión.
Sólo dos personas parecían permanecer ajenas a la algarabía.
En la esquina de la barra, David Duchovny tenía la vista clavada en la mujer que se hallaba a unos metros de él, algo separada del grupo, dándole la espalda.
Llevaba el cabello recogido, un vestido corto de gasa blanca con tirantes que exponían su piel a la brisa nocturna. Miraba fijamente el mar mientras las llamas se reflejaban en ella dándole la apariencia de una bella estatua dorada.
De pronto, ella echó a andar lentamente hacia la orilla sin que nadie pareciese darse cuenta de ello.
- Dame una botella de esas y dos copas –pidió David al barman.
Cuando las tuvo en sus manos, echó a andar en dirección de la mujer intentando pasar desapercibido, algo que no le fue difícil de lograr.
- Últimamente te abruma la muchedumbre –le dijo suavemente.
Ella se volvió sorprendida.
- Hola –le sonrió y bajó la mirada- ¿Y a ti?
- Yo siempre le he tenido pavor al gentío- se sentó en la arena.
- Y planeas celebrar a solas –dijo Scully señalando la botella e imitándolo.
- ¿Cómo crees?... –él levantó las dos copas que llevaba entre los dedos de la otra mano.
Scully sonrió y volvió a mirar el mar.
- ¿Por qué no ha venido tu esposa? –ella se llevó la copa a los labios.
- Tuvo que ir a Washington, algo sobre la posibilidad de co-producir –Davd le alcanzó una copa.
- Eso es bueno.
- Sí –suspiró y bebió un largo sorbo- creo que su carrera va mejor que la mía.
Scully se volvió a mirarlo.
- Tú no crees eso.
- No me malinterpretes, Gillian, no tengo celos. Ella es una gran mujer, es bella, talentosa y aprecio infinitamente todo lo que hace… -él volvió a llenar las copas.
- ¿Pero…?
David apretó los labios y en el inferior se dibujó con nitidez el pliegue que tan bien Scully conocía.
- Pero a veces no me siento bien conmigo mismo, yo… a veces siento que me he encasillado y que no soy capaz de hacer nada más- sonrió con tristeza- En ocasiones me pregunto si no sería mejor que existiera Fox Mulder y no David Duchovny…
- ¿Y qué te hace suponer que uno debe existir en lugar del otro? –Scully no supo cómo brotó la pregunta de sus labios, pero tuvo conciencia de que lo hizo al encontrarse la mirada fija de David en su rostro.
- Creo que me perdí algo…
- Es sólo que… bueno, ¿no lo has pensado? Sólo imagínalo, que en este momento, en algún lugar, Mulder estuviera en esa oficina a oscuras dándole vueltas en la cabeza a algún nuevo rapto mientras tú estás aquí conmigo… O que tal si en este momento estuvieras sentado conversando con Dana Scully y no con Gillian Anderson.
- Estás sonando como una de esas teorías de Mulder… -rió David.
- Sí –ella suspiró- parece una locura –apuró el contenido de la copa.
David volvió a llenar ambas con el líquido dorado y durante un rato bebieron en silencio. Luego él fue el primero en hablar.
- ¿Quieres caminar? –Scully levantó la copa en señal de pregunta- No te preocupes, alguien las encontrará o en el peor de los casos se las llevará el mar- sonrió.
Se pusieron de pie y aún en silencio echaron a andar, hasta que se alejaron lo suficiente del resplandor de las luces, hasta que la música era únicamente un lejano susurro.
- ¿Por qué no me lo dices? –ella se volvió sorprendida- ¿qué es lo que te sucede?
Ella negó con la cabeza. Algo que atenazaba su garganta le impedía pronunciar palabra. Ahogó un sollozo. David la rodeó con un brazo por los hombros y ella se refugió en su regazo, rodeando a su vez con sus brazos la cintura del hombre.
- Tiemblas… -él se separó unos instantes, se quitó la chaqueta blanca que llevaba y se la colocó sobre los hombros.
- Gracias –ella sonrió. Pese a la oscuridad, Scully no le sostuvo la mirada.
¿Qué era lo que estaba mal? David no podía dejar de preguntárselo, incluso al llevar las manos al rostro femenino, incluso al acariciar su barbilla
Estaba mal que estuviera casado con una mujer maravillosa que lo amaba y aún así en este momento ella fuera una imagen borrosa de algún póster, estaba mal que estuviera parado frente a su mejor amiga y no pudiera sentir otra cosa sino que la deseaba. Podía adivinar la mirada asustada de ella fija en su rostro, exactamente igual que en aquella escena del pasillo.
Eso era lo que estaba mal, porque por un instante él olvidaba quien era para volver a encarnar a Fox Mulder y es que la mujer que tenía sujeta por el cuello no parecía ser simplemente su mejor amiga y no podía hacer otra cosa que dejarse llevar a través del camino que trazaba el cálido aliento de ella que llegaba tan claramente hacia su rostro y depositar sus labios sobre los de ella y esta vez no habían existido los ensayos previos ni las risas previas por un banquito puesto adrede para que ella se viera casi a su altura. Ahora sólo podía continuar besando aquellos labios que antaño lo sedujeron, lo atraparon y lo llevaron a éxtasis inimaginables… Pero incluso eso estaba mal, porque en lugar de de poder palpar la lengua de ella que lo exploraba, sólo pudo sentir el sabor salado de algo cálido que humedecía sus labios mientras ella alejaba el rostro y murmuraba…
- No puedo… no puedo…
- Gill, yo… los siento mucho… -trató de excusarse- sé que esto no sucedía desde hace mucho y es que yo…
- No, no, no, no… -Scully intentaba recuperar el ritmo normal de su respiración- Es que no lo entiendes…
- Dios Santo, desde luego que no lo entiendo. Puedo pensar que es por Tea, o por el accidente o por…
- No me importaría que estuvieras casado, si fueras él….
- ¿Quién él? –David se sorprendió- ¿Por qué no me dijiste que había alguien en tu vida?
- Es que tú… -ella llevó una mano al rostro masculino- te le pareces tanto… -la voz volvió a quebrársele.
- Gill, no sé de quien me estás hablando –él la cobijó entre sus brazos.
- De Mulder…
David sintió que el corazón se le helaba. La separó de él lentamente, con la preocupación a flor de piel.
- Gillian ¿te das cuenta de lo que estás diciendo?
- Lo sé, lo sé –ella se limpió el rostro con las manos- sé que parece una locura y yo misma no lo creería si no tuviera mis recuerdos…
- ¿A qué te refieres? –David empezó a sonar desesperado mientras ella parecía empeñada en guardar silencio- ¿Gill?
- Yo no soy Gillian Anderson, no soy actriz, no tengo una hija…-murmuró pero luego levantó la mirada. Sonaba bastante segura cuando agregó: -Mi nombre es Dana Katherine Scully.
- A ver, tienes que tranquilizarte…
- Mulder sí me creería
- ¡Oh, vamos!
- ¿Tienes un encendedor?
- ¿Qué? Sí, pero… -él hurgó en sus bolsillos y extrajo uno- No entiendo.
- David, ¿por qué pusieron el chip en mi nuca? ¿Por qué mi abducción?
- Te embarazaste Gill, tenían que justificar tu ausencia sin que eso significara la desaparición de tu personaje. Pero eso ya lo sabes.
- ¿Entonces el chip no es real?
- ¡Sabes que no, por Dios del cielo….!
- Quiero mostrarte algo –ella se volvió de espaldas e inclinó la cabeza hacia abajo- Vamos, mira….
David todavía dudó unos instantes pero finalmente decidió que el mejor modo de convencer a Gillian de la verdad era siguiéndole el juego. Así que encendió la llama y la acercó al cuello.
Y allí estaba, en la blanquísima nuca de la mujer había una pequeña cicatriz .
- No puede ser – murmuró.
Pero a medida que sus dedos iban recorriendo la pieza metálica que se podía percibir bajo la piel, la duda iba cediendo lugar a la más ilógica realidad.
Scully se giró con lentitud y la llama del encendedor se reflejó en sus ojos.
- Bienvenido a los Expedientes X.
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Annapolis – Maryland.
Apartamento de Dana Scully.
- De acuerdo, vaquero –dijo Gillian apanas Mulder hubo cerrado la puerta tras de sí- ¿ya puedes quitarme esto?
Y levantó significativamente el brazo izquierdo, tirando con él la muñeca derecha de Mulder a la que se hallaba unida por unas esposas. Él accedió sin decir nada.
- No te lo tomes como algo personal –dijo ella dirigiéndose al sofá mientras se frotaba la muñeca- Pero esa no es mi idea de estar unida a un hombre.
- Pues lo lamento, pero tenía que asegurarme de que no intentarías algo tonto, señorita…
- Gillian, Gillian Anderson es mi nombre –dijo ella empezando a hurgar en sus bolsillos.
Mulder se puso en alerta, había tenido la precaución que quitarle el arma cuando subieron al auto, pero no creyó necesario registrarla.
- Tranquilo –dijo ella mostrándole una pequeña caja plateada de la que extrajo un gracioso cigarrillo marrón, muy largo y delgado.
- Tú no fumas…
- No, Scully no fuma –dijo ella encendiéndolo- Y creo que ya quedó claro que yo no soy Scully- echó la primera bocanada de humo.
- Entonces… ¿Gillian? –Mulder no podía dejar de sorprenderse de la fuerza de la mirada de ella- ¿Por qué no me cuentas todo?
- ¿Y por dónde quieres que empiece, agente Mulder? –retadora.
- ¿Te parece por el principio? –irónico.
- ¡Qué gracioso! Pues te sugiero que te sientes porque es muy largo y complicado Fox –ella le dio una entonación especial a su nombre y no pudo evitar sonreír ante la incomodidad que causaba- yo no soy un ET si es lo que piensas, no soy tu enemiga….
- Estás suplantando a mi compañera –él se dejó caer en el piso, pegado a la puerta.
- ¡No es porque yo lo quiera! ¡Estoy tan o más confundida que tú! Este maldito lugar yo sólo lo he visto en un set de grabación, yo… yo tengo una vida en algún lugar, tengo una preciosa hija a la que no puedo ver, amigos, fama, una verdadera casa en la playa y mi compañero de trabajo… bueno, él tiene tu rostro definitivamente pero no tus… tus…
- ¿Paranoias?
- ¡Sí! Yo no sé nada de esto. Puedo decirte de memoria lo que Scully dirá en un mes, si logramos volver cada una a donde corresponde, ¡pero antes de esta mañana no había visto jamás un cadáver de mierda y menos mi compañero me había amenazado con su arma o esposado como no fuera a la cama!
Mulder parpadeó y bajó la mirada; el pliegue de su labio inferior se profundizó. Gillian suspiró al ver que Mulder reprimía una sonrisa. En seguida, se puso de pie y se aproximó a él, dejándose caer a su lado, resoplando como si se sintiera exhausta.
- ¿Es más fácil creer en hombrecillos grises, verdad? –le preguntó.
- Tú pareces saber mucho de nosotros- dijo Mulder en voz baja. A estas alturas ya se había convencido de que esa mujer no era una amenaza- Físicamente eres idéntica a Scully, tienes sus huellas y no me sorprendería que tuvieras su mismo ADN, pero eres tan diferente –en su rostro asomó la sombra de una sonrisa triste- Scully me diría que puede ser desdoblamiento de la personalidad o un caso de histeria…
- Sí, si, sí. Imagino que te induciría revolver en tus conocimientos psicológicos. Pero vamos, hombre –añadió palmeando su hombro- tú sabes que no es cierto.
- ¿Cómo es que sabes tanto de nosotros?
- Porque de donde yo vengo, Mulder y Scully no existen; David y yo los caracterizamos para la televisión y déjame decirte que lo hacemos muy bien –ella sonrió abiertamente ante la mirada atónita de Mulder- A veces nos llaman así los fans…
- ¿Fans?! –Mulder se sorprendió- Es difícil pensar que alguien sienta aprecio por nosotros…
- Pues te aseguro que son cientos de miles en todo el mundo
- Tal vez ella debiera permanecer allá- murmuró Mulder más para sí- lejos de mí…
- Yo no creo que ella quiera eso –Gillian se puso repentinamente seria.
- ¿Por qué tengo siempre que dañarla?
- Eso no es cierto…
- Tú eres parte de aquellos que gobiernan nuestras vidas –la cortó casi con cólera- Ya de por sí es difícil aceptar que no somos sino marionetas de alguna mente retorcida que ha sido capaz de hacerla abducir y someter a pruebas…
- ¡Aguarda! –Gillian gritó- ¡Eso no es cierto!...Oye, realmente la abducción fue una idea que surgió para justificar mi alejamiento de la serie cuando me embaracé. Nunca se filmaron más de dos escenas respecto de eso.
- Es por ello que Scully no lo recuerda…
- Pues yo no juraría que esa fuera la razón –ella hizo un mohín y sonrió.
- ¿A qué te refieres?
- Mulder, si hay algo que he aprendido estando aquí es no todo lo que Scully y tú hacen es lo que David y yo filmamos… -ante la mirada interrogativa de Mulder no pudo sino terminar el pensamiento con sinceridad- Nunca se filmó una escena en la que Mulder y Scully hicieran el amor…
Mulder parpadeó con lentitud y bajó la cabeza mientras el recuerdo dibujaba en su rostro una media sonrisa.
Gillian sabía que la realidad no era exactamente como la estaba pintando, pero en sentido estricto no estaba faltando a la verdad. Percibía, por la actitud que tenía el, que había llegado en un momento en que todavía Mulder y Scully no compartían esa cotidiana intimidad que había querido insinuar Chris desde que ella escribiera “All things”. Se rió para sí misma pensando en lo que diría su director si supiera que aquello que no quería evidenciar en su filmación –y no pudo evitar reír recordando el enorme corte que metió a algunas escenas de Fight the Future- ya había ocurrido.
- ¿De qué te ríes?
- Bueno, es que… -la tomó desprevenida pero supo rehacerse pronto de su sorpresa- tienes una expresión tan cómica.
- ¿Te parece?
- Nunca he visto que alguien esté tan perdidamente enamorado de una mujer y no intente acercarse por no romper las reglas. ¡Y precisamente tú, que jamás respetas una regla!
- No se trata de reglas, Gillian….
- ¿Entonces?
- Bueno, yo…. Creo que se trata de no arriesgar la relación que tenemos…- Mulder echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos- no quisiera que un par de palabras pudieran hacer mella en lo que hemos logrado hasta ahora….
- Y prefieres vivir soñándola y preguntándote “¿qué pasaría sí…?- ella dibujó las comillas en el aire.
- A veces le envío señales, pero ella nunca se ha insinuado….- parecía estar disculpándose.
- ¡No me jodas, Mulder! ¡Has dormido con ella y dices que nunca se ha insinuado! –ella se reía a carcajadas- Tú la conoces mejor que yo misma…
- Suena estúpido, ¿no? –dijo él sonriendo. Por alguna razón se sentía más relajado.
- Sí… -ella seguía riendo.
- Oye, ¿ese tal David y tú…?
- Desde luego –mirada pícara- cuando quiero algo lo tomo y nada más… Pero eso fue en la primera temporada –suspiró- antes de que nos casáramos y tuviéramos hijos, etc.
- ¿Primera temporada?
- Antes de que te asignaran a Krycek – Mulder la miró- Mulder… ustedes construyen sus propias vidas y nosotros las nuestras, ¿entiendes?
Mulder la miró unos segundos asintiendo mientras ella le sonreía abiertamente. Por unos instantes deseó poder ver reír a Scully con la misma facilidad que la mujer que estaba a su lado. Pero si fuese así, era evidente ahora, no sería ella.
“Y yo no me habría enamorado”, se dijo.
Se puso de pie y tomó a Gillian de la mano para ayudarla a hacer lo mismo.
- Vamos –le dijo.
- ¿A dónde?
- A intentar devolver todo a su lugar –dijo Mulder abriendo la puerta.
- ¡Oh, no! –Gillian se soltó de su mano- Si piensas que voy a salir con este atuendo fúnebre, arrugado y con ese jodido olor a muerto, estás muy equivocado.
- Pero…
- Mira Mulder, todo esto ha estado de cabeza bastante tiempo ya así que no creo que diez minutos más vayan a hacer mucha diferencia –dijo ella encaminándose al dormitorio- O al menos eso creo. Ya regreso.
Mulder no tuvo más remedio que cerrar la puerta. Se encaminó hacia el sofá y se sentó con los brazos y la cabeza apoyados en el borde del respaldar.
“Tengo que traerte de vuelta, Scully”, se dijo suspirando.
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Westward Beach
Malibú – California.
Hotel Free Zuma
Habitación 456
Scully estaba parada frente a la videocasetera, junto a la cual habían algunas cintas. Vio los títulos: “Behind the scenes”, “X Files: the movie”; “Triangle”, “All things”… Pasó los dedos por el borde de esta última.
“¿Sabes que te amo, verdad?”, escuchó su voz tras ella y, por unos instantes, sintió que el alma se le helaba dentro.
Pero sólo por un par de segundos, cuando la parte más racional de su cerebro le dijo que quien hablaba no era Mulder, sino David.
Se volvió justo para verlo sonreír y colgar el teléfono.
- ¿Por qué no te sientas? –le dijo- Ponte cómoda.
- ¿Las llevas porque las estudias o únicamente por narcisismo? –le dijo mostrándole la cinta.
- Un poco de ambas, creo –David sonrió- En realidad soy algo perfeccionista y me gusta repasar algunas cosas en las que me parece que pude hacerlo mejor.
- ¿Puedo ponerla?
- Claro. Ese capítulo lo escribiste… quiero decir, lo escribió Gillian, me sorprendió en verdad. Voy a traer algo de beber- se encaminó hacia el pequeño bar que había en una esquina de la estancia, pero de inmediato volvió sobre sus pasos justo en el momento en que Scully iba a pulsar el “play”- ¡Espera!
- ¿Qué ocurre? –ella lo miró extrañada al sentir que le arrebataban el control remoto.
- Respóndeme algo, por favor… ¿Cuál fue el último caso en el que estuviste trabajando con Mulder?
- Eh… pues, en el de un sujeto llamado Rob Roberts… se puede decir que era antropófago…
- Ah, “Hungry”, debí imaginarlo –suspiró- No creo que debas ver esa cinta, Dana.
- Y la razón es…-ella arqueó una ceja.
- Acabo de darme cuenta de que hay una diferencia de tiempo entre lo que tú vives y lo que nosotros grabamos… Eso todavía no lo has vivido.
- No lo había pensado –ella dejó lentamente la cinta en su lugar- Tienes razón. Tal vez la televisión…
- ¿Qué tal este? –David le entregó otra cinta.
- ¿Triangle? ¿qué tiene de particular?
- Me parece divertido y creo que podrás descubrir algunas cosas muy interesantes acerca de tu compañero…
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Cuartel de los Pistoleros Solitarios.
En algún lugar de Washington D.C.
- ¡Diablos, Scully! –exclamó Langley- ¡Qué tal cambio!
- ¡Súper! –suspiró Frohike mientras cerraba la puerta a su espalda.
- Hola, hola –Gillian sonreía abiertamente viéndose admirada.
Llevaba unos jeans negros entallados de boca ancha, una chaqueta de cuero negra y un top rojo que dejaba bastante poco a la imaginación respecto de su anatomía.
- Déjame adivinar –dijo Frohike- Ella no es nuestra Scully.
- Nop…- Mulder se dejó caer en una silla, mientras veía a Gillian dar vueltas por la habitación, curioseando en cada aparato que había.
- ¡Wow! –exclamó ella ajena al examen al que era sometida- increíble… increíble…
- Mulder, ¿qué está ocurriendo? –intervino Byerns calmadamente.
- Es una larga historia.
- ¡Oye, deja eso! –Langley se acercó a Gillian quien estaba a punto de presionar un botón rojo- Vas a lograr que la CIA nos localice…
- ¿En serio?
- Será mejor que no toques nada –le dijo Mulder sin dejar de maravillarse de lo crédula que era- todo lo que hay aquí es de verdad y si tocas algo equivocado puedes desencadenar la cuarta guerra…
- Mulder… -Byerns nuevamente.
- Será mejor que se sienten. Esto tomará tiempo y eso es lo que no tenemos….
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- Es increíble –murmuró Scully aún con la mirada fija en la pantalla que ahora solamente emitía un fondo azul- siempre pensé que era una invención suya, que lo que decía era efecto del narcótico…
- La historia del barco o el que dijera que te amaba…
- ¿Eh? –se volvió hacia él sorprendida- Creo… creo que todo…
- La próxima vez créele.
- ¿Sabes lo que esto significa? –Scully se puso de pie y se llevó una mano a la frente- Lo que se está mostrando es una variación en la constante tiempo-espacio…
- Espera, espera… No era real.
- En tu mundo, quizás, pero en el nuestro ocurrió –refutó con rapidez- Ya nos ha sucedido antes, le pasó algo similar a Mulder con ese sujeto, Fletcher, esto…
Scully apenas se inmutó con el llamado a la puerta. David abrió, recibió un sobre, agradeció y cerró.
- … sólo puede tratarse de universos paralelos –continuaba ella mientras David ojeaba el contenido del sobre- Tiene que haber algún punto de conexión…
- Pues será mejor que nos demos prisa en encontrarlo agente Scully –dijo David agitando el cuadernillo ante la mirada interrogativa de ella- Es el guión del próximo episodio…
Continuará.
feedback = Sí/Yes
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