Título: Los humanos son
complicados
Autor: Gillian Terol.
E-mail: dana.xARROBAterra.es
Página sobre la serie: www.iespana.es/controldepureza
Resumen: Alguien ayuda a que Mulder y Scully hagan lo que sus corazones
quieren hacer.
Tipo: MSR
Raiting: AP
Disclamer: Me niego. I´m sorry.
Nota de la autora: es un relato bastante rarito y puedo asegurar que no es
ni por asomo, de los mejores que he escrito, pero me ha parecido bastante
bonito y tierno para una fecha que acabamos de pasar.
Hay momentos en la vida, donde dudas de lo evidente. El ejemplo; dos
agentes federales que se aman en silencio dudando si el otro siente lo mismo
o no. Y eso es realmente estúpido.
Probablemente si no fueran ellos mismos estarían completamente seguros, pero
siendo así, la cosa cambia, ¿no?.
¿Nunca se os han ido los ojos hacia la persona que os gusta y la habéis
pillado mirándoos?, seguro, pero........¿a qué piensas que te miraba porque
ha notado que te comportas diferente?, o tal vez piensas que te miraba porque
te ha pillado antes mirándolo tú a él y sentía curiosidad. ¿Por qué no
simplementes te limitas a pensar que te miraba porque le gustas tanto como
te gusta esa persona a tí?. Pero no lo haces, ya puedes tener las pruebas
delante de tus ojos que hasta que no te diga "te quiero" no estarás segura
de lo que siente.
Cada vez tengo más claro que los humanos sóis muy complicados. Por eso
ese que está ahí arriba nos envía de vez en cuando a nosotros, o.......¿es
que no os habéis fijado que de repente un día, vuestros miedos se hacen menos
audibles y sentís la necesidad de acercaros a esa persona sin importar lo que
venga después?. Y , ¿Qué creéis?, ¿qué sin más ni más os sentís así?.
Pues no, somos nosotros.
¿Queréis saber cómo se hace?. Es sencillo, se toma una pareja, en este caso
ellos dos, luego se observa con detenimiento qué es lo que le hace falta a
cada uno para dar el paso definitivo, y luego, por un rato , se lo damos.
El resto viene de manos vuestras, os sentís tan bien que surge lo que
inevitablemente, debía haber surgido antes.
Veamos, ella lo piensa todo demasiado, démosle un poco de locura, de esa
que no hace daño a nadie, démosle impulsividad.
Él tiene miedo a todo, sobretodo a perderla, démosle seguridad.
Ahora sólo hay que observar cómo hace efecto lo que les hemos regalado......
APARTAMENTO DE DANA SCULLY
Dana Scully permanecía sentada en el sofá mientras su compañero pasaba canales
en el televisor.
S: Mulder, por favor.......¿puedes dejar el mando quieto aunque sólo sean 5
minutos?.
M: Estoy haciendo zapping Scully.
S: Te lo voy a poner más sencillo, o paras o te hecho de mi casa.
M: Valeeeeeeeeeeeeeee.
Mulder apagó la "caja tonta" y dejó el mando a distancia encima de la
mesa de cristal que tenía delante.
M: Gracias por dejarme pasar aquí la noche.
S: No tienes por qué darlas.
M: Gracias de todos modos Scully.
S: De nada.
M:.....
S: es gracioso.
M: ¿qué?
S: Que se te inundara la casa de pronto.
M: A mi mucha gracia no me hace ¿Sabes el pastón que tendré que pagarle al
fontanero?. Se me va a ir medio sueldo con ese tío.
S: Me refiero a la situación. Cuando te vas todo estaba en ordén, y cuando
regresas había explotado una tubería que ni siquiera sabías que existía y
tenías la casa como para hacer un campeonato de saltos olímpicos.
M: La verdad es que no pasa mucho, no.
S: Es como si alguien te lo hubiera roto.
M: ¿Crees que el fumador quiere que muera ahogado?.
Scully se hechó a reir por el comentario de Mulder mientras que en un rincón
del apartamento, sin ser visto, había un pequeño ser que miraba gracioso como
su plan de estropear la tubería estaba saliendo perfectamente. Pero ahora ya
no podía hacer nada más, les había dado la situación y lo que ellos
necesitaban, ahora todo dependía de si sus sentimientos eran lo suficiente
profundos como para emerger esa noche, o no.
M: Te ves cansada Scully, vé a dormir si quieres.
S: No estoy cansada, es sólo que........no sé. Creo que estoy demasiado
relajada.
M: ¿Cómo se puede estar demasiado relajado?
S: Pues............échate como yo en el sofá. Apoya tu espalda en el respaldo
y mira a nada.
M: ¿A nada?
S: Sí, y tampoco escuches nada.
Mulder hizo lo que ella le pedía y poco a poco fué dejando la mente lo más en
blanco posible.
La sensación era increible, sin preocupaciones, sin nervios, sólo el silencio
su cuerpo y la armonía del ambiente. Una relajación increible.
M: Ya lo siento.
S: Hmmmm.
Scully emitió un pequeño sonido de afirmación y cerró los ojos sintiendo sólo
la presencia de su compañero a su lado.
S: Creo que podría pasar así horas.
M: La verdad es que se está muy bien.
Mulder giró la cabeza y observo a su hermosa compañera apoyada a su lado,
con una media sonrisa de tranquilidad.
Era preciosa de verdad.
Se quedó mirándola mucho tiempo, era como si no tubiera miedo a que ella
abriera los ojos y le pregutara por qué la miraba tanto, era como si en ese
momento sólo importara ese sentimiento que lo envolvía por completo.
Ella abrió los ojos lentamente y observó a Mulder. La estaba mirando de tan
cerca que podía sentir su aliento chocar con el de él. AL principio una
sensación incómoda invadió su cuerpo, y probablemente en cualquier otro
momento se hubiera levantado con algún pretexto para poder relajar la tensión
que se estaba creando. Pero por algún extraño motivo, ese día se sentía con
ganas de jugar, y sacando un impulso de lo más profundo de su cuerpo sonrió
abiertamente.
S: ¿Qué haces?
M: Mirarte.
S: Eso ya lo he visto, pero ......¿por qué?.
M: No lo sé, te veo tan relajada tan.......tú, que podría quedarme mirándote
por años.
S: Vaya, no sabía que te gustaba mirarme.
¿Esa era ella?. Desde cuando era tan impulsiva?. ¿Desde cuando decía lo
primero que le pasaba por la mente?.
M: Siempre lo hago.
S: ¿Siempre me miras?
M: Siempre que puedo.
Scully sonrió y acercó su dedo índice a la nariz de él, luego la tocó con
la yema del dedo y bajó de nuevo la mano.
S: Tenías un poco de mayonesa en la punta de la nariz.
M: Sería de la cena.
S: Supongo.
¿Por qué había tenido ese impulso, que casi no logra controlar, cuando había
visto la mayonesa?, ¿Por qué había tenido ganas de quitársela con un beso
suave y no con el dedo?. ¿Qué le estaba pasando?.
S: Me apetece helado.
M: Jajajjaj. ¿Y eso a qué viene?
S: No lo sé!. Eso es lo que estaba pensando, me siento con ganas de hacer lo
que me apetezca, ser impulsiva!. Y ahora quiero comer helado de chocolate.
Scully se levantó bajo la atenta mirada de Mulder y sacó un bote de helado
del congelador, luego cogío dos cucharas y regresó al sofá ofreciendo uno de
los pequeños instumentos de metal a su compañero.
M: Gracias.
Poco a poco empezaron a comer el helado que tan impulsívamente le había
apetecido a Scully.
M: Nunca lograré entender a las mujeres.
S: ¿Qué?.
M: En serio, esta tarde estabas hasta borde conmigo.
S: Mulder tenía derecho, me llevaste a esa tienda horrible porque según su
dueña se había abierto un agujero en el suelo que llevaba al país de los
gnomos.
M: Vale, reconozco que hemos hecho un viaje perdido, ¿pero y si llega a ser
verdad?
S: ¡Mulder!.
M: Valeeeeeeeee, pero el caso es que estabas borde. Luego, cuando has visto
mi apartamento lleno de agua te ha entrado un ataque de risa que creía no iba
a parar ni en diez años. Después, al llegar aquí, te relajas y ahora, de
golpe, te levantas llena de energía porque te apatecía comerte un helado de
chocolate. Lo digo ahora y lo repetiré siempre, nunca entenderé a las mujeres.
S: Mulder, ni siquiera nos entendemos nosotras mismas, ¿cómo pretendes que
los hombres nos entiendan?.
M: Pues también es verdad!.
De repente Scully miró a Mulder con los ojos medio vizcos.
M: ¿Qué haces?
S: Mppppppfffffffffjajajajajjajaja.
M: ¿Qué?
S: Jajajajajajaa
M: ¿Pero qué te pasa?.¿Y se puede saber qué estás mirando?
S: Sí, jajjaj, hoy es tu día de ensuciarte la nariz. ¿Es que vas oliendo la
comida o qué?, jajajja.
M: ¿LLevo otra vez la nariz pringada?
S: Aha, jejje.
M: Vaya.
Mulder intentó limpiarse la punta de la nariz sin demasiado éxito. Scully
miraba atónita como intentaba limpiarse inútilmente el pegote de helado
y sin parase a pensar en por qué iba a hacer lo que iba a hacer, acercó
sus lábios y con un suave besito de bebé limpió el chocolate de la nariz
de Mulder.
M: Si llego a saber que ibas a hacer eso me mancho más.
S: Si llegas a saber que yo iba a hacer eso te hubieras manchado en otro
sitio.
WOW!, no , o sea.......¡WOW!. ¿Scully estaba diciendo eso?. Que lo pensara
vale, pero ¿que encima se lo soltara así, sin más?.
Mulder tubo un momento de dolor en el pecho, el miedo a que no resultara lo
que más ansiaba empezaba a dejar mella en él, y el miedo a perderla si eso
ocurría lo colapsaba.
Pero de repente, sin saber ni entender por qué, su miedo se fue desvaneciendo
dando paso a la aventura, al querer probar, a la seguridad de que si ella
se comportaba esa noche así era porque lo amaba.
M: ¿Y me habrías limpiado así en cualquier lugar donde me hubiera manchado?.
S: Puede.
Entonces Mulder metió el dedo en el helado en lugar de la cuchara y se lo
enseñó a Scully.
S: Mulder, te has equivocado, has metido el dedo en el helado en lugar de
meter la cuchara.
M: Sí, y me he manchado otra vez.
Scully sonrió pícaramente y tomando la muñeca de Mulder con sus manos acercó
su boca a la punta del dedo de Mulder introduciéndolo poco a poco entre sus
labios. Luego empezó a succionarlo muy suave y una vez dentro de su boca,
paseó su lengua por él hasta dejarlo limpio.
S: Ya está. Ya no hay helado.
Mulder no podía creer lo que estaba ocurriendo. Cuando vió que Scully no se
echaba atrás y se metía el dedo en la boca una ola de calor invadió todo
su cuerpo.
¿Estaría ella pidiéndole con esos juegos que la ayudara?, ¿estaría pidiéndole
que la besara?.
M: Coge el helado con fuerza o se te caerá encima Scully.
Al principio ella no entendía lo que intentaba decirle con eso, pero luego
observó que el bote lo tenía sostenido con la mano derecha justo encima de
su pecho.
Entonces cogió el bote de helado y haciendo un ademán de intentar meter la
cuchara en el interior dobló el cartón vertiendo el helado sobre el escote
que dejaba al descuvierto el cuello de la camisa desabrochado.
M: Te avisé.
S: No me he dado cuenta.
Mulder sonrió y agachó su cabeza hasta pegar su boca al cuello de Scully,
luego empezó a lamer el helado bajando poco a poco hasta la parte más baja
del escote.
Scully suspiraba mientras Mulder besaba su cuello y lamía su escote.
Mulder levantó la cara y cogió el helado para dejarlo encima de la mesa.
Luego tomó las manos de Scully entre las suyas y las besó dulcemente.
M: Scully, si me estás pidiendo a gritos que diga y haga lo que me está
pidiendo mi corazón lo vas a conseguir. ¿No tienes miedo?
S: No si tú estás a mi lado Mulder.
Él sonrió y acercó sus labios a los de ella.
M: Entonces creo que puedo decirte que......te quiero.
S: Yo, también te....
M: Shhhhhhhhhh.
Mulder empezó a besar a Scully en los labios mientras una lágrima
recorría la mejilla de ella.
Alguien , escondido entre las sombras sonreía complacido.
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Un caso más que he resuelto, pero por hoy es suficiente.
A veces se tiene miedo, a veces intentas convencerte de que no has visto lo
que acabas de ver. Pero, otras veces, hay que observar y actuar, puede
que os tropecéis 20 veces antes de que sea de verdad lo que intuís, pero
si no probáis suerte..........¿Cómo tendréis nunca lo que anheláis?.
Lo pienso ahora y lo pensaré hasta que me jubilen, los humanos sois verdaderamente
complicados.
FIN