BILIOTECA NACIONAL DE MAPTEN
NEW JERSEY
Mulder y Scully llegaron bastante pronto a la biblioteca del pueblo.
La verdad era que para ser nacional no era demasiado grande.
Un buen salón, eso sí. Varias estanterías... lo típico. Pero nada que
llamara la atención.
Recepcionista: Hola buenas tardes.¿Puedo ayudarles en algo?.
S: Hola. Somos los agentes -dijo al tiempo que mostraba sus placas- del
FBI, Dana Scully y Fox Mulder.
La recepcionista al escuchar a Scully abrió los ojos de par en par.
Estaba asombrada. ¿agentes federales?, ¿en Mapten?.
M: Nos preguntábamos si podría ayudarnos a encontrar una información
que puede que tengan entra los libros de la biblioteca.
Recepcionista: Sí, claro. No hay problema. ¿Me dicen de qué se trata?.
S: Verá... en realidad nos sirve cualquier libro que contenga información
acerca de la historia de Mapten. Su cultura, costumbres... rituales.
Recepcionista: ¿Perdón?. ¿Ha dicho rituales?.
Scully frunció el entrecejo dejando a ver su desesperación.
S: Sí. En realidad...
M: En realidad- la interrumpió Mulder- es en lo que más interesados
estamos. Necesitamos todo tipo de información que pueda ofrecernos.
La mujer los miró de arriba abajo intentando averiguar si eran agentes
federales o unos bromista de poca monto que sólo querían hacerle perder
el tiempo.
Recepcionista: Esperen un momento, llamaré a la directora de la biblioteca.
Scully asintió y se giró para observar a Mulder. A los pocos
segundos apareció una mujer de avanzada edad con el pelo canoso y gafas
de pasta.
Amalia (A): ¿En qué puedo ayudarles?
S: ¿Es usted la directora de la biblioteca?
A: Sí así es. Mi ayudante me ha dicho que estaban buscando información
sobre rituales en el pueblo.
M: Sí.
A: Y también me ha dicho que son ustedes agentes federales.
S: Así es.
A: ¿Puedo ver sus placas por favor?
M: claro.
Ambos agentes mostraron sus placas a la desconfiada mujer y las
devolvieron a sus bolsillos.
A: Bien. Perdonen la falta de confianza, pero a veces vienen muchos
turistas curiosos que lo único que quieren es alimentar su morbo con los
cuentos de rituales y leyendas de brujas que tiene el pueblo.
S: Lo entendemos.
A: Pasen por aquí.
La mujer los condujo hasta una sala más pequeña provista de dos pequeñas
lamparitas que encendió al entrar. Las estantes, aunque no muy grandes,
estaban repletos de libros bastante antiguos que inspiraban respeto por
sus páginas.
A: Esto es todo lo que hay en la biblioteca.
S: gracias.
Scully comenzó a observar con atención la sala, oscura. Típica de un
libro de terror. Cuando la mujer estaba a punto de salir de la sala, Mulder
atrajo su atención.
M: ¿perdone?
A: ¿sí?
M: ¿Se llamaba?
A: Amalia, Amalia Simons.
M: Amalia, usted parece conocer muy bien el pueblo. SI nos ayudara creo que
iríamos más rápidos.
Amalia miró interrogante a Mulder por unos instantes, luego dirigió
su mirada a Scully, que aparentemente estaba más sorprendida que ella.
A: Claro. ¿Qué quieren saber?.
Los tres nuevos ocupantes de la sala tomaron asiento frente a una mesa
larga de madera que se encontraba el centro de la estancia.
M: ¿Conoce las muertes de los tres jóvenes que tuvieron lugar hace más
o menos una semana?
A: Es un pueblo pequeño agente Mulder. Además, los asesinatos en rituales
nunca pasan desapercibidos en este pueblo.
M: ¿Cree usted que aún quedan brujas en Mapten?
A: Con brujas o sin ellas, aún hay demasiada gente que cree en los
antiguos escritos de magia negra.
S: ¿antiguos escritos?
A: Así es -dijo la mujer mientras se levantaba para buscar un
libro entre los estantes- No creo que haya nadie en Mapten, bien sean
niños o ancianos, que no hayan leído los antiguos escritos -cogió una
escalera y se subió a ella-se escribieron en el siglo XVI, no se sabe
quien con exactitud, pero se cree que fueron las primeras brujas de
pueblo. -miró entre dos libros- aquí están.
La mujer bajó de la escalera y se sentó de nuevo en su silla.
A: Hay dos escritos, son del mismo año según pone en las tapas. Uno habla
de magia negra, rituales, pócimas y símbolos negros. El segundo habla
de cómo competir contra esa magia negra y esos rituales. Piensan que las
brujas del pueblo escribieron el primer texto con su "legado" para las
nuevas brujas o "novias del diablo", tal y como las suelen llamar a
veces, pero al enterarse las mujeres del pueblo que no practicaban la
magia comenzaron a practicarla para encontrar antídotos a esa magia. Y
así se crearon los dos bandos, que podrían llamar brujas malas y brujas
buenas, así las llaman los niños y aunque suene infantil creo que es un
nombre muy apropiado.
M: Entiendo... y ¿Qué puede decirme del ritual que tubo lugar la semana
pasada?
A: Pues... -la mujer abrió el libro y comenzó a leer mientras
explicaba- según esto, el ritual que hicieron alarga la vida de las
personas al beber la sangre de las vírgenes. Mmmmm... suelen hacerlo para
mantener con vida a las más poderosas brujas malignas que están en
peligro de muerte.
S: Señora Simons.
A: ¿Si?.
S: En el lugar del suceso, también se encontró un símbolo que al
parecer se usa para contrarrestar el poder del ritual. Se trata de
la estrella de David.
A: Espere -la mujer abrió el libro de los escritos de magia blanca
y buscó entre sus páginas- Sí, aquí está. Tiene razón, la estrella de
David se utiliza para aplacar el poder del ritual.
Mulder y Scully se miraron cruzando sus preguntas e interrogantes en el
aire.
M: ¿Tiene alguna idea de quien puede...
A: No- le cortó Amalia Simons- Señor Mulder, aquí, seas o no seas
practicante de magia conoces casi todos los símbolos y rituales de Mapten,
así que cualquier ciudadano puede ser el asesino.
M: ¿Ciudadano o ciudadana?.
Amalia lo miró fijamente y luego contestó...
A: Lo siento agente Mulder, no puedo serles de más ayuda. Pero en cualquier
caso, si se les ocurre cualquier pregunta no duden en venir aquí.
M: Gracias señora Simons.
S: Gracias.
A: De nada.
Los agentes salieron por la puerta de la sala y Amalia Simons cogió el
teléfono apresuradamente.
A: ¿Pat?
-.....
A: Han estado aquí.
HOTEL HOWARD´S
Media hora después.
Mulder y Scully habían vuelto al hotel para almorzar un poco. No sabían
si era el clima o el caso, pero últimamente tenían hambre de lobo. Después
decidieron regresar a la habitación de Scully para descansar un poco. Al
entrar ella dejó la chaqueta en el respaldo de la silla y Mulder la
imitó dejándola sobre ella.
S: Mulder así sólo vas a conseguir arrugarme mi chaqueta.
M: Scully, las chaquetas no se arrugan porque las dejes una encima de la
otra.
S: ¿a no?. Primera noticia.
Scully se dejó caer en la cama de espaldas y observó a Mulder sentándose
en el borde de esta.
S: ¿Sabes?
M: ¿Qué?.
S: Creo que esa mujer tenía razón en una cosa.
M: ¿En cual?.
S: Bueno -dijo mientras e incorporaba de nuevo y se sentaba apoyando
la espalda en el respaldo de la cama- hayan o no brujas, todo el mundo
en Mapten conoce la naturaleza de los rituales, así que cualquiera pudo
ser el asesino.
M: Asesina Scully, y... sí pero no.
S: ¿Cómo?
M: Pues que puede ser cualquier "mujer" del pueblo pero... porque la mayoría
aquí son brujas.
S: ¡Venga ya Mulder!
M: Scully, reconócelo, es bastante razonable.
S: ¿El qué?. ¿Qué la mayoría de las mujeres del Mapten sean brujas o
qué hayas descartado a los hombres como asesinos?, ¿Qué es razonable?
M: Las dos cosas.
S: Mulder eso es...
M: Calla.
S: ...
M: ...
S: ¿qué pasa?
M: Nada, pero no me apetece hablar del caso y discutir, me apetece
descansar.
S: Serás...
M: ¿Qué?
S: mmmmmmmm... no sé, no se me ocurre nada, ¡pero seguro que eres algo!
M: Sí, claro, si no dices otra.
S: ¡Ya sabes a qué me refiero!.
M: No lo sé. De todos modos si soy algo.
Scully levantó una ceja en espera de la continuación de Mulder.
M: Soy alto, galante, apuesto, caballeroso, guapo...
S: Engreído, oportunista, siniestro... ¿sigo Mulder?.
M: ¡Vamos Scully!. No me irás a negar ahora que no estoy bien.
S: Mulder eres un creído.
M: No lo soy, soy realista.
S: Narcisista.
Mulder sonrió a Scully haciéndole ver que estaba de broma y ella alargó
el brazo hasta capturar uno de los cojines de la cama que... sin querer,
acabó en la cara de su compañero.
M: ¡eh!.
S: eh, ¿qué?
M: ¿Cómo que "eh, qué"?. Scully, me has tirado un cojín.
S: No... ¿De verdad?. Creo que no me había dado cuenta. -dijo ella en tono
irónico.
M: Acabas de declarar la guerra Scully.
Ella lo miró fijamente a los ojos y sonrió.
S: No te atreverás.
M: Apuesta algo.
S: ¡ah! no. QUe luego lo haces con tal de ganar la apuesta.
M: De eso se trata Scully.
S: Pues me niego, no apuesto nada.
M: Bueno, ¡tú te lo pierdes!.
Y dicho esto cogió el cojín que minutos antes había estado sobre su
cabeza y empezó a propinarle pequeños golpes a Scully, quien al recibir
contraatacó haciéndole cosquillas a su compañero. En ese momento Mulder
paró de darle con el cojín quedando encima de ella y con las pequeñas
manos de Scully sobre su cintura.
M: Eso es trampa.
S: ¿El qué?
M: Hacer cosquillas.
S: ¿Y qué?. Total no tienes.
M: ¿Y si lo sabías por qué me las estabas haciendo?
S: Por ver si tenía suerte y te salían de golpe.
Mulder sonrió a su comentario y se acercó a los labios de Scully.
M: ¿Sabes donde tengo muchas cosquillas?
Ella estaba temblando y nerviosa, muy nerviosa.
S: No Mulder. ¿Dónde?.
El se acercó aún más, hasta que su aliento chocaba con los labios de ella.
M: En los labios...
Y dio un dulce beso a esos perfectos labios que llevaba tiempo queriendo
probar. Luego se separo un poco para volver a hablar.
M: en la boca...
Y Mulder volvió a besar a Scully quien correspondía a sus besos
enérgicamente, pero esta vez, profundizó un poco más.
M: Y en la lengua.
Ahora sus lenguas chocaron en una desesperada lucha de caricias.
Ringgggg, ringggggg.
El teléfono sobresaltó a ambos agentes que se separaron inmediatamente como
si hubieran estado haciendo algo malo.
M: Mulder.
Sk: ¿Agente Mulder?
M: ¿Sí señor?.
Al escuchar esto Scully se incorporó y se levantó de la cama arreglándose
un poco el atuendo y el pelo.
Sk: ¿Cómo va el caso?
M: Aún no tenemos nada concluyente señor, pero vamos avanzando.
Sk: ¿Y Reyes y Doggett?
M: Bien señor, siguen investigando.
SK: Esta bien. Manténganme informado.
Mulder colgó y giro sobre sí mismo para ver a Scully. Estaba
poniéndose la chaqueta de nuevo.
S: Mulder, creo que debemos continuar. Cuanto antes resolvamos esto menos
muertes habrán.
Mulder asintió y poniéndose su chaqueta otra vez salió detrás de su
compañera.
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BOSQUE AL NORTE DE MAPTEN
NEW JERSEY
R: Bueno, aquí.
Reyes había buscado un escondite. Al final, había encontrado una pequeña
cueva a unos metros de la estrella. En la entrada había grandes plantas,
por lo que podían ocultarse sin problemas. Había lugar para ellos y para el
auto, además de buenas vistas.
D: ¿Segura que sucederá hoy?
R: Absolutamente. Solo hay que...
D: Esperar...
R: Sip, "paciencia es oro"
D: No sabía que pensabas así
R: Esa soy yo.
Y así, esperaron. Y esperaron, y esperaron, y esperaron hasta la medianoche.
R: Ya aparecerán...
D: ¿Enserio lo crees? Yo estoy cansado. Tengo frió, hambre, y me duele todo
el cuerpo.
R: ¡Vamos Doggie! Es como acampar. ¿Donde esta tu sentido de la aventura?
D: Lo deje en casa. Además estamos esperando algo que talvez jamás suceda.
R: ¡Agradezco tu optimismo!
D: Mira Mónica, no se que esperas que suceda, pero todo esto me extraña
mucho. No creo que nada suceda hoy...
Pero Doggett no termino la frase, porque Reyes lo silencio con un gesto.
Luego, hizo una mueca con la cabeza para que se asomara a ver. Cuando lo
hizo, del medio de la nada salieron unas luces que se dirigieron hacia
ellos. Luego de un minuto, se dio cuenta que eran unas 20 personas con
túnicas negras. Todos portaban velas, y tenían la cara cubierta.
R: ¡Bingo!
D: Tengo un mal presentimiento sobre esto...
R: Mira, mira...
Uno de los hombres encabezaba el grupo. Sin duda alguna, el era
la "cabeza" de la secta. Se detuvieron a metros de los agentes, quienes
hicieron total silencio. El hombre sacó de uno de sus bolsillos algo
parecido a una tiza de color morado, y marco la estrella. Los demás, fueron
haciendo una ronda alrededor de la figura. Entonces el jefe empezó a
decir unas palabras extrañas.
R: Parece Latín...
Reyes estaba emocionada, se le notaba en la voz. Cuando volteo a ver a
Doggett, lo vio pálido y boquiabierto.
R: ¿Te sientes bien?
D: Si, si... esto es, no sé...
R: ¿Extraño?
D: Totalmente. Ah, Dios mío...
El grupo decía cosas sin sentido. Y de repente, las voces se alzaron.
Doggett y Reyes vieron que la estrella brillaba con mucha intensidad.
Entonces, uno de los del grupo puso en el centro un caldero. El jefe se
acercó y habló casi a gritos. Pero, así porque así, se callaron. Y se hizo
silencio. Solo se escuchó el aullido de un lobo. Del caldero salió una
espuma violeta, y desde allí, un líquido surgió hacia la superficie. Todo
el grupo se alejó, todos menos el jefe. La sustancia se esparció sobre el
suelo, cubriendo la estrella, y formando encima la estrella de David. Cuando
se terminó, endureció y se transformó en roca. El jefe maldició.
D: ¡Fotografíalos!
R: No, el flash, verán el flash...
Todo el grupo, de golpe empezó a gritar. En una fracción de segundo, se
alejaron dando zancadas y maldiciendo.
R: ¿Que habrá sucedido?
CAMINO A MAPTEN - NUEVA JERSEY
1:05
D: De repente, ¡bum! Se fueron. Eso sí que es extraño. ¿Que piensas Doggie?
R: Creo que es lógico.
D: ¿Lógico? ¿Que?
R: Mira... hecho uno: en el libro de Mulder, decía claramente que la
estrella de David era símbolo de magia blanca.
D: Continua.
R: Hecho dos: ¿viste la "cosa" que había en el caldero? Tenia un color
rojizo, bordó diría.
D: Casi violeta.
R: Casi violeta. Hecho tres: el comisario dijo que había lobos en la zona.
D: ¿Insinúas que sacrificaron un lobo?
R: Sí, justamente, eso insinúo. ¿Y si el lobo tiene poderes?
D: Averiguaremos.
R: Hecho cuatro: se dibujó una estrella de David encima de la estrella
invertida.
D: ¿Y?
R: ¿Como "y"? ¿No entiendes? Símbolo negro, bajo símbolo blanco. Creo que
alguien ha intentado impedir el ritual.
D: ¿Como lo haría?
R: ¡No lo sé! No soy bruja. Pero sostengo mi teoría.
D: Se supone que ese ritual es para mantener la vida de alguien, ¿cierto?
R: Cierto.
D: La pregunta aquí es: ¿De quien?.
CONTINUARÁ....................