Título: Spy Scully III.

Autora: Rovi Adams.

Disclaimer: ¿Cuántas @#%$&* veces tengo que decir lo que ya todos sabemos de memoria?

Dedicatoria: A Carlita esperando que le haya ido bien de vacaciones (yo también tendré las mías!)

Tipo: Algo entre MSR y H (no estoy muy segura).

Feedback: ladies and gentlemen, your opinions plzzzzz xpecial_girlARROBAhotmail.com



Black Night Café


S: No quiero que nos veamos mas. No quiero que siga interfiriendo en mi trabajo.

M: De acuerdo - dijo disgustado. - Buenas noches.

S: . Adiós. Wow! Es la cita mas corta que he tenido en mi vida.

Scully espero un rato a que Mulder desapareciera de su vista y salió. Fue entonces cuando se percató de la presencia de dos hombres en un auto frente al café. Pero no le dio mucha importancia al ver que los dos hombres salían del auto y se dirigían al café. Entonces entró en su auto y se fue a su apartamento.


Residencia de Gianni Lombardi.


Gianni había recibido toda la informacion de los hombres que habían visto a Scully hablar con Mulder la noche anterior, pero para sorpresa de estos, a él no le pareció cosa rara. Aun así tuvo precaución.

S: Hola Gianni. ¿Cómo amaneciste?

L: Bien, preciosa. Y dime, ¿cómo te fue anoche?

Ella se detuvo en seco y respiró profundo. Los nervios empezaron a atacarla, mucho mas al ver la cara de molesto que Gianni tenía.

S: ¿Anoche? No muy bien que digamos.

L: ¿Peleaste con tu amigo?

S: Sí, es muy tonto - dijo siguiéndole el juego.

L ¿Tonto?

Anderson se hartó del entrometimiento de Gianni y lo miró fijamente con enfado.

S: No me espíes.

L: Oh vaya, ¿vas a sacar las uñas ahora?

S: No te conozco, Gianni, pero tú tampoco me conoces a mí. Hablo en serio.

L: No te enojes - dijo tocando su cabello.

S: ¡No me toques! No te acerques a mí. No puedo confiar en quien no confía en mí.

Ella salió dejando a Gianni con las palabras en la boca. Luego uno de los hombres que trabajan con él entró al despacho.

H1: ¿Necesita algo?

L: Averigua quien es el hombre con el que ella estaba.


Oficinas del FBI.


Sk: ¡No se meta en esto Agente Mulder! ¡Esta arriesgando la investigación!

M: Sí, señor, pero...

Sk: ¡Pero nada Mulder! ¿Que va a decirme? ¿Que la agente Anderson está jugando con el caso? ¿Qué no está preparada?

M: Veo que le informan bien de todo lo que sucede.

Sk: Claro que sí. Soy quien supervisa esto y debo saber todo lo que se mueve. Así que no crea que pasara desapercibido si vuelve a intentarlo. Y si me avisan algo de eso, le suspenderé por unas cuantas semanas y quedará fuera.


Residencia de Gianni Lombardi.


S: (al teléfono) Sí, quiero que las flores estén temprano. ¿El bufet? Está listo. La señorita Rosenberg prefiere las rosas blancas. ¡Dije blancas! (a Isabel) ¡Uy! Estos preparativos ya me tienen harta.

I: Y no sabes nada. Yo aun me pregunto como he sobrevivido a todas las fiestas que da Lombardi. No sabes lo exigentes que son los diseñadores y las modelos.

S: Pero a esa Rosenberg nadie le gana. Sabanas de seda, pan francés para desayunar, agua mineral de tal marca... ¡diablos! Ni la princesa Diana.

I: Ja, ja. Lo hace porque sabe que le soportarán todo. Es una de las mejores. Bueno, debo seguir con lo de la música y la decoración. Nos vemos luego.

S: Adiós. A ver, aun faltan invitaciones por entregar. Menos mal que son solo dos: Mónica Gish y John Patrick. ¿Y estos quienes son? Mejor me voy a mi recámara a terminar lo que falta.


Oficinas del FBI.

Sk: Los agentes de la señorita Rosenberg pidieron seguridad para la fiesta. Ellos han escuchado el rumor sobre Lombardi y hablé con ellos. Ustedes irán a la fiesta y estarán al pendiente de ella.

D: Y ¿qué hay de las invitaciones?

Sk: Ya les llegarán, agente Doggettt.

Reyes (R): ¿Algo mas que debamos saber?

Sk: Sí, ahora les diré todo lo que necesitan saber.


Residencia de Gianni Lombardi.


Anderson estaba terminando de organizar su vestimenta y los accesorios que utilizaría para la fiesta. En ese momento Gianni entró sin tocar.

L: Tienes buen gusto, Sharon.

S: Y tu muy mala educación.

L: Aun enojada, ¿eh?

S: ¿No se nota? Ahora te pido que me dejes sola. Tengo muchos asuntos pendientes.

L: Oh vaya. Conque muy ocupada.

S: Claro, o se te olvidó que hay una fiesta mañana en la noche que nos tiene a todos de cabeza.

L: Tienes razón. Ah, antes de que lo olvide, no tienes que venir aquí despues de la fiesta. Y puedes tomarte el día siguiente libre. Te lo mereces.

S: Gracias - atinó a decir mientras Gianni salía. - ¿Estará drogado? Me dio el día libre. ¿Y no tengo que venir a ayudarle despues de la fiesta? Hmmm... alguno de sus romances locos. ¿Locos o fatales? Oh, oh... ¡Farah Rosenberg!

Anderson terminó de arreglar todo rápidamente. Salió como loca, casi se cae por las escaleras y el pobre repartidor ni entendió bien lo de las invitaciones que faltaban. Para su suerte, Gianni no estaba en casa, así que podía salir con mas facilidad. En cuanto encontró un teléfono público, marcó el número de Skinner.

Sk: Hola.

S: Soy yo, Scully. Tengo que hablar urgentemente con usted. Es sobre la fiesta y una de las modelos.

Sk: ¿Dónde está ahora?

S: Cerca de la casa de Gianni. En un teléfono público, no podía hablar desde allí.

Sk: Si se refiere a Farah Rosenberg no se preocupe. Usted no estará sola, encontrará compañía en la fiesta. Adiós.

S: Y quie..., ¿señor? - el tono le avisó que había colgado. - ¡Ay! ¡Pero que tacañería para hablar! Solo espero que no mande a Mulder, porque sí se armará la grande.

Ella optó por olvidarse un poco de todo y empezó a caminar sin rumbo. La investigación, la fiesta, Mulder, las mentiras y no ver a William, ya la tenían agobiada. Cada segundo se arrepentía de haberse metido en este lío. Pensó que sería facil, pero encontrar pruebas era cada vez mas difícil. Mientras todas esas ideas cruzaban su cabeza, se dio cuenta de que la casa estaba ahora mas sola que nunca y sería su oportunidad para revisar el cuarto que no pudo abrir. Se devolvió corriendo y así mismo entró, esta vez casi tumbando al jardinero.

S: La llave, la llave, dónde está la llave. Mejor dicho: las llaves. O mucho mejor dicho: el paquete de llaves! Bueno, tendré que estudiar la cerradura, yo que soy nada buena en eso. A ver, Danita, aplica tu física, química y todas las "logías" e "icas" que sabes y abre esa maldita puerta.

Al ver el tipo de cerradura, empezó a descartar llaves y luego a probar las que se parecían labor que le llevó unos cuantos minutos y que era interrumpida cuando alguno de los sirvientes pasaba por allí.

S: No sirve, no sirve, no sirve, esta es, esta es, tampoco - decía mientras probaba las llaves. - otra que no sirve, a ver... yes!!!!!!! ¡I'm the queen of the world!! ¡Yuhuuuu! Oops, Dana cálmate.

El cuarto no era una habitación ordinaria. Scully no sabía definirlo con exactitud. Era una especie de cuarto de música y biblioteca. Cerró la puerta con cautela y empezó a estudiar todo a su alrededor.

S: Libros, cd, deja ver que tiene. Moby Dick, este tipo sabe de buenos libros - siguió caminando y observando hasta que vio un cuadro que llamó mucho su atención. - Bonita chica, ¿quién será?..... Agnes Lombardi, oh, la esposa de Gianni. ¿Por qué tendrá su retrato tan escondido? - al mover el cuadro notó que había algo detrás. - Hmm, ¿caja fuerte? No parece. Para que será esta palanquita.

Cuando movió la pequeña palanca, uno de los libreros se desplazó, dejando al descubierto una puerta, que al parecer llevaba a un cuarto secreto.

S: Esto se pone bueno - dijo avanzando hacia la puerta secreta. Al abrir, era una habitación sumamente fría. Parecía una morgue. - ¿Pero qué rayos es esto? ¿Una morgue en casa? - Scully se quedó con la boca abierta. Era realmente una morgue, con temperatura baja, las gavetas, todo era igual, excepto que no habían mesas para autopsias. Se acercó a una de las gavetas y notó que tenían códigos. - No puedo creer que aquí haya alguien. CS-270580. ¿Qué será ese código? Mejor abro esto y veo que..... - su respiración se cortó cuando vio que allí había un cuerpo. - ¿¡Clare Stuart!? Dios, este hombre es un monstruo. Tengo que salir de aquí.

Isabel tenía ya rato buscando a Anderson y se quedó en la habitación de esta a esperar que llegase. Por poco ve cuando sale de la habitación de enfrente. Anderson llegó a su cuarto sorprendiéndose de encontrar a Isabel.

S: ¿Isabel? ¿Me necesitas en algo?

I: ¿Dónde estabas? Llevo casi una hora buscándote.

S: Solo daba unas cuantas vueltas.

I: Supongo que irás a vestirte a tu apartamento, así que quería decirte que no olvides dejarme los informes del gasto. Debo analizarlos mañana.

S: Ok. Pero tenemos el día libre todos.

I: Lo sé, me los llevaré a casa, así adelanto trabajo.

S: Está bien. Nos vemos en la fiesta.

I: Bye.


Apartamento de Sharon Anderson.

S: ¿Tendré que aguantarme a dar la información mañana o llamo ahora? Ay no sé. ¡Pero si es tardísimo! Tengo que vestirme.

No había pasado ni media hora cuando el timbre sonó. Anderson salió del baño rápidamente y al abrir se encontró con un muy engalanado Gianni Lombardi.

L: Hola muñeca.

S: No dijiste que vendrías por mí.

L: Me gusta dar sorpresas. Ahora, por favor, termina de arreglarte porque se nos hace tarde.

Quince minutos después, Anderson salió de su habitación. Gianni ya estaba desesperándose de tanto esperar.

L: No se por qué las mujeres duran tanto para arre... - se quedó mudo al verla en un vestido azul oscuro casi negro, algo ceñido y con un generoso escote en la espalda, ella llevaba su larga cabellera (mejor dicho peluca) negra recogida en una cola que se veía bastante elegante. - ¡Wow! Valió la pena esperar.

S: ¿Eso crees? Es mejor que dejes de mirarme y nos vayamos.

L: De acuerdo - dijo sin dejar de mirarla descaradamente.

A Anderson no le sorprendió ni el lujo ni la limosina. Estaba tan concentrada en lo que había visto horas antes que solo su cuerpo estaba en la fiesta. Cuando llegaron una ola de fotógrafos y gente salida de la nada empezó a acercarse a ellos. Anderson no hacía mas que arrepentirse de haber sido la acompañante de Lombardi. Tenía que controlarse para no bostezar y dormise en el hombro de Gianni mientras este se auto-alababa. Tras un rato de mucho aguantar se le acabó la paciencia y se soltó del brazo de él.

S: Quiero tomar algo y respirar aire fresco - dijo casi susurrando.

L: Como quieras, te veo luego.

I: Estás hermosa, Sharon - dijo acercándose a ella.

S: Igual tú. Vamos a buscar alguna bebida, tengo que emborracharme para soportar esta noche.

I: (riendo) Estás en lo cierto. No hay otra salida.

Mientras ambas caminaban hacia el bar, Anderson se detuvo al ver a unas personas conocidas. Siguió caminando pero no dejaba de mirar hacia atrás.

I: ¿Sucede algo?

S: Te alcanzo en un par de minutos.

I: Ok.

Anderson caminó hacia la pareja que había visto algo sorprendida por encontrarse con semejante personalidades.

S: Parece que no soy la única incógnita aquí.

D: Así es. Soy John Patrick y ella es mi prometida Mónica Gish.

Anderson no pudo contener una carcajada por lo que acababa de escuchar.

R: ¿Qué le causa tanta risa?

S: Nada. Olvídenlo. Y díganme, ¿qué son ustedes?

R: Somos compradores. Venimos desde Cánada.

S: Perfecto. ¿Idea de Skinner? Creo que debería dejar el puesto de director adjunto por el de guionista cinematográfico. Las historias y vidas que inventa son fascinantes. Supongo que se habrán leído todas las revistas de moda habidas y por haber.

D: Ya hasta aprendí la combinación perfecta para ir a trabajar.

R: Díganos, Anderson, ¿qué ha averiguado?

S: No puedo hablar mucho aquí, pero les diré que Gianni tiene el cuerpo de Clare Stuart.

D: ¿Está loca? Clare Stuart fue sepultada.

S: Bueno, si no me creen hagan una exhumación. Comuníquenle eso a Skinner y que seguiré buscando a ver que mas encuentro. Pasen buenas noches, compren mucho y cuiden de Farah Rosenberg.

R: ¿Acaso usted no hará nada?

S: Tengo suficiente con mantener a Lombardi a mi lado, pero eso no será fácil en cuanto llegue Farah. Adiós John.

D: Adiós Sharon.

R: ¿John? ¿Desde cuando tanta confianza?

Doggettt no respondió lo cual hizo que Reyes se molestara.

R: No la soporto - dijo en voz baja.

D: ¿Cómo dijiste?

R: Que no soporto estos zapatos.

La fiesta transcurría normal. No había pasado nada de que preocuparse, pero tal como dijo Anderson anteriormente, en cuanto llegó Farah, fue imposible estar al lado de Lombardi. Ella trató de seguirle en todo momento pero a veces se le escabullía. Luego dejó de perseguirlo y se sentó a descansar un poco.

D: ¿Cansada? - preguntó acercándose a ella.

S: Sí, estoy harta.

D: Pues tal vez bailar una pieza la relaje un poco.

S: Ok - dijo aceptando la invitación.

Mientras bailaban aprovecharon para hablar mas a fondo del caso. Anderson le contó lo que había visto y como planeaba seguir con todo esto. Cuando la pieza estaba por terminar, Doggettt cambió radicalmente el tema.

D: Me debe una salida.

S: ¿Cómo?

D: Cuando acabe el caso, tiene una cita conmigo.

S: Somos compañeros de trabajo, además la agente Reyes no parece estar muy conforme.

D: No tenemos nada. Ella no tiene que controlar mi vida.

S: Por la cara que tiene yo no diría eso.

Doggettt volteó a verla y rápidamente desvió la mirada hacia Anderson. Esta no hizo mas que reir.

S: ¿Qué tal si le digo que estoy comprometida? - dijo alejándose de él cuando la música paró. Doggettt se quedó mirándola con curiosidad y algo de tristeza.

D: ¿Comprometida? - dijo para sí. - Ay no.

R: ¿Quieres quitar esa cara de idiota y ponerte a trabajar? Hace rato que no veo a Lombardi ni a Farah.

D: Vamos a ver.

Anderson volvió junto con Isabel, quien ya tenía unas cuantas copas en la cabeza.

S: ¿Has visto a Gianni?

I: Nop. ¿Para quee lo quieressss?

S: Tengo que hablar con él. Por favor, recuerda si lo viste por ahí.

I: Lo vii pero hace muuuuuucho. Iba con la ramera Rosenberg. Je, je, ya se por qué nos dieron el día libre. Pero, deejalo. Ven, me has dejado tomando sola, maalvada.

S: Vengo en un momento.

Anderson corrió hacia la salida y caminó por todo el estacionamiento. No había señas de él. Luego vio al chofer que los había llevado a la fiesta.

S: Oye Jaime (jeje, nombre predilecto de los choferes), ¿has visto a Gianni?

J: El señor se fue hace cinco minutos.

S: ¿No lo llevaste?

J: No, él se fue en su Porche. Dijo que no necesitaba de mis servicios.

S: ¿Fue solo?

J: Claro que no. Cuando no necesita de mi, es porque va bien acompañado.

S: Gracias.

R: ¡Anderson! Que bueno que la veo. Farah no está.

S: Y Gianni se fue conduciendo con una acompañante.

R: ¡Maldita sea!

S: Vamos a su casa, a ver si tenemos suerte y llegamos antes que él.


Residencia de Gianni Lombardi.


S: Esperen aquí fuera. Les avisaré si necesito algo.

Ella entró y notó que la casa estaba sola. Desde su celular llamó a Doggett y le dijo que estuviera al pendiente, que aun no habían llegado. Pasaron unos cinco minutos cuando sonó el móvil de Anderson.

S: ¿Sí?

D: Ya llegaron, ¿sabe lo que hará?

S: Sí, no se preocupe. Adiós.

Gianni y Farah entraron a la casa, mientras Anderson los asechaba desde la oscuridad.

L: Entonces muñeca, ¿dejaste por fin al tonto de Danny?

Farah (F): Sí. Soy toda tuya.

L: Eso me gusta. Ahora buscaré un buen vino para festejar.

F: Pero ya estamos ebrios, amor.

L: Eso no importa. La ocasión lo amerita.

Lombardi se levantó y pasó a otro salón. Anderson pudo ver como tomo un frasco de píldoras y una pequeña navaja. Entonces corrió hacia su habitación y llamó a Doggettt.

D: Doggettt.

S: Quiero que entres y te quedes cerca de la puerta principal. Cuando oigas un ruido y Lombardi no esté toma a Farah contigo. No será dificil, está totalmente ebria.

D: Ok.

L: Farah, mi vida, estas mas bella que nunca.

F: Supongo que eso le dices a todas.

L: No - dijo acercándose mas a ella y pasándole la copa de vino. Estaba a punto de besarla cuando escuchó un ruido proveniente de las habitaciones.

F: ¡Que es eso!

L: Voy a ver, quédate tranquila.

Gianni fue a su habitación y no vio nada. Siguió buscando por todo el pasillo hasta ver una luz encendida en la recámara de Sharon. Al entrar alli, la encontró tirada en el suelo con un montón de cosas que aparentemente se habían caido del tocador. Ella actuaba como si estuviera borracha.

L: ¡Que demonios es esto, Sharon! ¿Qué haces aquí?

S: Ehhh?????? ¡Hola jefecito! Je, je, meee equivoqué de casa. ¿Quiere un poco de whiskey? Está delicioso.

L: Mejor vete a dormir.

S: Noooooo - dijo abalanzándose sobre él. Pero él la separó bruscamente y volvió a la sala a ver que habia sido de Farah. Al llegar no la encontró alli y de muy mal humor volvió al cuarto de Sharon.

L: ¡Ves lo que has hecho! -gritó en balde pues Sharon estaba "dormida". El se acercó a ella y empezó a acariciar su rostro y su cabello. - Pareces un ángel Sharon. Ya llegará tu turno, seguro que sí.

S: <¿Mi turno? Gianni por favor, vete, vete>.

Gianni la besó cerca de los labios y salió de la habitación.

S: <¡Wakala! ¡Que asco!>

En cuanto se aseguró de que Gianni no estaba ahí, fue al baño y se lavó la cara muchas veces.

S: Conque llegará mi turno. No lo creo Gianni, no lo creo.


Continuará.....

Ustedes pueden salvar esta chica del aburrimiento: xpecial_girlARROBAhotmail.com