IF ONLY IT WAS TRUE

Autora: Federica Fabretti :fedefabbARROBAtiscalinet.it ;fedefabbARROBAtiscalinet.it

 

Traduccion y adatapcion: Lola de Miguel Duran lolaspookyARROBAhotmail.com ;

y Roma X  fossanovaARROBAyahoo.com ; Bueno, para ser justos, Lola hizo toda la traduccion, cosa que se le agradece mucho, y yo solo hice algunas correciones.... Gracias Lola, por tu preciosa ayuda ....    ( Roma X)

 

Tipo: X File; Angst; Apto para todos...

 

Renuncia: Ni Mulder, ni Scully son mios o de Federica. Partenecen a Chris Carter y a la Fox.

 

Resumen: El instinto protector de Mulder, desde años reservado para Scully, ahora tiene un nuevo beneficiario.... Por una vez, es el X File que tocara a la puerta de Mulder.....

 

Dedicatoria de la autora: A Luciana, a Monica, y a mi mejor amiga Noemi....

 

 

IF ONLY IT WAS TRUE ( Si solo fuera verdad)

 

 

 

Lugar desconocido

10.30 P.M.

 

No tenía que pararse. ¿Hace cuánto que estaba corriendo? Ya no lo sabía ni ella misma. Tenía hambre. No se acordaba de la última vez que había comido. Un restaurante. A lo mejor, poniendo cara de afamada, el camarero se apiadaria de ella y le daria un cacho de pan y alguna rodaja de jamón de york. No, no podía parar. Esto ero lo único que sabía con certeza. Tenía que irse lo más lejos posible. No tenían que encontrarla. Pero el cansancio le nubló la vista y no se fijó en un bache que había en el asfalto. Cayó. Levantó la cabeza con un esfuerzo evidente, sus piernas ya no respondían. Algunas lágrimas, retenidas desde hacía días, recorrieron su cara. Sabía que estando ahí, en el borde de una carretera, la encontrarían rápidamente.

Apoyó la mejilla en el suelo y sus ojos se abrieron de par en par. ¿Una puerta abierta a esas horas? Si llegase a élla, podría ser su salvación. Almenos, por esa noche.

 

***

Frente al apartamento de Mulder

11.21 P.M.

 

Llegado a su casa, después de dos horas de estar corriendo, tenía la ropa deportiva sudada, aun con 10 grados la temperatura, ahi fuera.

Dios... por qué no lo había pensado antes? Habían pasado tres días desde que Scully se había tomado unos días libres, y el no había hecho otra cosa que trabajar en el nuevo caso que le había adjudicado Skinner. ¿Casi lo había resuelto, si, pero con qué consecuencias? Tres días encerrado en la oficina de día y en casa de noche. Siempre con la nariz en el caso. Y ni siquiera era un Expediente X.  Electrizado por haber corrido tanto, decidió también subir las escaleras hasta su apartamento en vez de coger el ascensor. Pero apenas después de haber puesto el pie en el primer escalón, se paró al escuchar un leve lamento que provenía de la parte de las escaleras, donde no llegaba la luz. A primera vista no logró ver qué animal se había refugiado ahí atrás, seguramente para resguardarse del frío del invierno. Su mente le decía que no tenía importancia, de seguir adelante y darse una buena ducha. Total.... ¿Qué podía ser? Un gato, o quizás un perro. Pero el instinto le hizo seguir adelante. Y el suyo le fallaba pocas veces. Adentrándose en la parte oscura, se dirigió hacia el sitio del que provenían esos pequeños gemidos. Pero cuando descubrió qué era la figura que se camuflaba entre la sombras, se quedo con la boca abierta.

 

**************

SI SÓLO ESTO FUESE VERDAD

de Federica S. Fabretti

 

***

Detrás de las escaleras

11.41 P.M.

 

No hubiera sabido decir con exactitud cuánto tiempo estuvo mirando esa figura demasiado grande para ser un gato y demasiado pequeña para ser un hombre. La niña le miraba con los ojos llenos de terror. Seguía temblando y sacudiendo la cabeza sollozando lentamente. Mulder la tendió una mano, para ayudarla a salir de ahí, preguntándose qué haría una niña sola en aquel sitio.

 

-          “¡No por favor!! ¡No me haga daño!! ¡Basta!" - Lloró la pequeña, con un tono de voz tan bajo que Fox la escuchó malamente. Entendió que alguno la debía de haber asustado. Y mucho, teniendo en cuenta la situación emocional de la niña. Él era un psicólogo, y sabía lo que tenía que hacer.

 

-          "No te haré daño, mira" - Dijo dulcemente a la pequeña, mostrándole su placa del FBI. Sabía que los niños se fían de los policías.  -"Soy un agente federal, yo ayudo a las señoritas, no les hago daño". - Mulder vió que ella no se fiaba nada de él por lo cual provó con otra táctica: - “¿Me has visto alguna vez?" - Le preguntó con una sonrisa. Ella sacudió la cabeza. - “¿Y entonces cómo sabes que te quiero hacer daño?". - Si al menos supiese el motivo de su miedo, podría haberla ayudado más. ¿Quién era? ¿Qué hacía ahí?

 

-          "No puedo salir, ellos están ahí fuera y si me ven, me harán daño. Y..... a lo mejor me lo hace tú!" - dijo señalándolo.

-         

-          "No te preocupes, no te haré daño" - Replico para tranquilizarla. Después se sento en el suelo cerca de ella y le extendió la mano. - "Mucho gusto, me llamo Fox Mulder, y tú?"

-         

-          "Alexia" - Respondió en voz baja. Al menos había dejado de llorar.

 

-          "Alexia...?"

-         

-          "Sanders" - Continuó la niña mirándole de modo extraño. Posiblemente se preguntaba cómo él no conocía su nombre.

 

-          Seguramente las personas que le habían hecho daño lo sabían. Mulder se veía en buen camino.

 

-          "Alexia es un nombre bonito. ¿Me puedes decir cuántos años tienes, o es un secreto? Sabes, muchas chicas prefieren no decir qué edad tienen. O mienten." - Intentó de bromearla, esperando que por ese camino confiase más en él.

-         

            Ella asomó una sonrisa y le respondió con gran satisfacción a Fox: - "Nueve".

-         

-          "Mhm, nueve años... bueno, entonces eres lo suficientemente mayor como para entender. Estás herida?" - preguntó, con la secreta esperanza de que le dijese que no.

-         

-          Estuvo unos instantes callada, después respondió: - "Tengo algún que otro corte y me duele la cabeza"

-         

-          Fox recapituló mentalmente. Tenía que sacarla de ahí. - "Alexia, mira, ahora vamos a pedir una ambulancia y después..."

-         

-          "No!!!" - Gritó ella bastante fuerte esta vez. - "Si llamas a una ambulancia, ellos me encontrarán!!! He visto en TV ER e sé que todos los hospitales te piden los datos! Y si eres pequeña, localizan a tu padre!" - Recomenzó a llorar e intentó escapar pero él la paró y la hizo volver a sentarse.

-         

           "No te vayas! Quieres que te encuentren?" - Le preguntó a la pequeña.

          

           "Si voy al hospital me encontrarán!" - sollozó.

          

-          "Y entonces quieres esperar aquí congelándote?" - Le preguntó dulcemente. Ella no respondió. Ni siquiera le miró a los ojos.  - "Mira, yo vivo en el número 42 y tengo que subir a dar de comer a mi pez. Quieres venir?"

-         

-          Ella negó con la cabeza. Todavía no tenía la seguridad necesaria como para fiarse de un desconocido. Provó una última táctica. - "Bueno, entonces yo me voy... Si cambias de idea, me vienes a ver, si te quieres quedar ahí, no hay problema" - Dijo Fox calmado.

-         

            Empezó a andar cuando escuchó una voz que le llamaba. - "Agente Mulder?"

-         

-          Antes de girarse, hizo desaparecer esa sonrisa que le había aparecido repentinamente en los labios. - "Si?"

-         

-          "He cambiado de idea, voy con usted." - Intentó levantarse, pero sus piernas le fallaron y Mulder la cogió en brazos.

-         

-          "Tú eres bueno, verdad?" - Preguntó pasando al "tú" con desenvoltura.

-         

-          "Si, pequeña... soy bueno." - Cuando vió que la niña se estaba durmiendo, le dió una pequeña sacudida. - "Ey Alexia!! No te duermas! Me escuchas?"

-         

           "Por qué no me puedo dormir?"

-         

-          "Por ahora es mejor que no te duermas. Cuando te haya curado, podrás dormir un buen rato, pero antes no" -. Era mejor hacerle creer que fuese este el motivo. La principal preocupación de Mulder era ese corte en la cabeza. Aún no siendo muy profundo, se veía que era efecto de un buen golpe. Subió las escaleras acariciándola el pelo. Entró en casa y cerró la puerta con un golpe seco. Después la dispuso suavemente en el diván.

-         

-          "Bueno, qué tal estás?"

-         

-          "Me duele la cabeza".

-         

-          "Sabes lo que vamos a hacer ahora? Te das un buen baño en la bañera, con las cortinas echadas, y mientras hablamos para estar seguro de que no te duermes".

 

La niña rió suavemente. Era la primera vez que la veía sonreír. Notó los cortes que tenía en la cara, en la naricita y justo encima de los ojos, color chocolate. Su pelo era marrón oscuro, le llegaba hasta los hombros, tenía una camiseta de manga larga sucia y rota, encima de los pantalones que no tenían un aspecto mucho mejor. No parecía estar mal alimentada, aunque era muy delgada y no aparentaba nueve años.

-         

-          "Vale, pero tú no te vayas".

-         

-          "No, me quedaré en el baño contigo, pero yo estaré detrás de las cortinas. No me digas que no sabes bañarte!" - La provocó él rogando que respondiese afirmativamente. Para bañar a una niña, no sabía ni por dónde empezar.

-         

-          "Si! se bañarme! tengo nueve años!" - Respondió la niña con condescendencia, como si Mulder le hubiese hecho una pregunta cretina. Ahora, la expresión de su cara era la de una niña de su edad.

-         

-          "Mientras tanto yo voy a mirar si tengo algo de ropa para dejarte para esta noche, si no, tendrás frío".

-         

-          "Significa que me puedo quedar aquí?" pregunto lentamente Alexia.

-         

-          "Claro que si! ¿Quieres irte?"

-         

La niña se levantó de golpe y sin darle tiempo para entender lo que iba a hacer, le abrazó lo más fuerte que pudo.. Esa niña que no le llegaba ni siquiera a la cintura le enterneció de tal manera que respondió al abrazo espontáneamente, sin ni siquiera pensarlo. La cogió en brazos y la llevó al sofá. - "Espérame aquí, que tengo que hacer una cosa.” - Dicho esto se encaminó hacia el teléfono, cogió la corneta, pero un grito hizo que se le resbalase de las manos. Se giró y vio que Alexia le miraba con una mezcla de miedo y resentimiento en su mirada.

-         

-          “¡Sabía que no me tenía que fiar de tí!" gritaba ella.

-         

-          "Eh.....! Espera, cálmate! ¿Por qué lloras?"

-         

-          "Les estás llamando!!!"

-         

-          "No! No les estoy llamando a ellos!!! ¿Mira, escucha mi llamada, así entenderás que no te estoy traicionando, de acuerdo?" - La niña le miró por un momento con dos lagrimones en la cara. Después asintió.

-         

-           Mulder marcó el número y esperó. "Vamos, por favor, responde!"

 

           "Scully"

 

           "Oh! !Por fin!!! Hola Scully soy yo..."

 

           "Me habías prometido que no me llamarías!" - Le regañó ella .

 

           "Si, es verdad, pero es que no es un asunto de trabajo. Necesito consejo médico."

 

           "Te encuentras mal?" - Preguntó Dana. Su voz había cambiado de entonación.

 

           Él sonrió. - "No, yo estoy bien, pero te tengo que preguntar una cosa."

 

          "Dime.”

 

-          "Si un niño ha recibido un golpe en la cabeza y tiene un corte con muy mala pinta pero no pudieras ir al hospital, tú qué harías? ¿Es preocupante?"

-         

“¿Estás hablando ipotéticamente o en el caso en el que trabajas hay algun niño de por medio?"

 

           "Habías dicho que no querías saber nada. ¿Qué... has cambiado de idea?" - La provocó él.

 

-          "Ni siquiera en sueño! Estoy disfrutando unas bonitas vacaciones con mi familia y no quiero oír hablar de trabajo. ¿Entonces... el niño percibe los mensajes?"

-         

           "Si"

-          "Hazle seguir tu dedo con los ojos y mira si lo hace sin problemas. Después coge una linterna y mira si sus ojos reaccionan a la luz. Pero sería mejor que le llevaras a un médico. A estas cosas no hay que restarles importancia."

-         

“¿Eso es todo?"

 

           "Si, pero... para estar del todo seguros ¿Desde hace cuando que ese niño se dio el golpe?"

 

           "Imagino que desde hace unas cuatro horas"

 

          “¿Y está despierto?"

 

          Fox miró a la niña que observaba a los peces rojos maravillada. Sonrió. - "Decididamente"

 

          "Entonces no tendría que haber problemas. Pero repito: es mejor que le lleves a alguien más experto que tú"

 

          "Gracias Scully! Estamos en contacto! ¡Diviértete!"

 

          "Mulder espera!"

 

          "Si?"

 

          “¿Estás seguro de que no eres tú el enfermo?"

 

         “¡Que sí! Pero si te he hablado de un niño!"

 

         "Por eso mismo"

 

         Mulder imaginó la cara de Scully sonriendo por la indirecta y sacudió la cabeza sonriendo él también.

 

        "Adiós Scully!"

 

***

 

Casa de la Familia Scully

0.01 a.m.

 

-          “¿Otra vez tu compañero?" - Preguntó Charles.

-         

-          “¿Te importa decirle que te deje en paz al menos en vacaciones, por favor?" - Dijo Bill resoplando. Mulder no le caía nada bien y además cada vez que llamaba a Dana, ella salía corriendo.

-         

           "No me llamaba por trabajo"

 

           “¿Y entonces para qué?" - Preguntó su madre entrando en la habitación con una pila de mantas para la noche.

 

           "Si quieren que sea sincera... no lo entendi"

 

 

Apartamento de Mulder

12.43 a.m.

 

-          "Bueno, entonces.... ¿Estás lista?"

-         

-          "Si, pero esta me queda un poco grande.”

-         

-          Mulder se dio la vuelta y se encontro a Alexia, con el pelo suelto en los hombros, todo brillantes, con los pies descalzos  y la camiseta de lana del pijama de Mulder, con las mangas que le llegaban a las rodillas. Se quedó un momento mirándola, después se echó a reír.

-         

-          “¿Un poco larga? Pero si yo creo que te queda precioso! Un precioso pijama caliente caliente!"

-         

-          Ella sonrió y después le dio las gracias.

 

           "De nada pequeña!" - La cogió en brazos y la llevó al dormitorio. - "Venga, ahora métete debajo de las sábanas!"

 

          “¿Y tú dónde duermes?"

 

          "Dormiré en el sillón"

 

         "Vale, buenas noches"

 

         "Que sueñes con los ángeles!"

 

***

 

Apartamento de Mulder,

2.13 a.m.

-          --“¿Cuándo os la llevareis?"—

-         

-          -"Esta noche"- Alexia gimió y se giró hacia la derecha, sin despertarse.

 

           --“¿Qué le ocurrirá?"--

 

           --"Usted no se preocupe, vaya a recoger lo que necesita"--

 

Se giró de nuevo otras dos veces. Grandes gotas de sudor le perlaban la frente y bajaban hasta mezclarse con las pocas

lágrimas que había derramado.”

 

             --“¿Y si la devolviesen o pidiesen más dinero? ¿No podemos obtenerlo nosotros dos?"--

 

 -- "No. Todavía nos puede ser útil. Y además no nos pedirán más dinero, Esta gente es estúpida. No encontrarian el modo de hacerlo. Encima son cobardes. Es una gran ventaja a nuestro favor"—

 

 

      --“¿Pero si lo hiciesen?"--

 

      --"Nosotros sabríamos cómo cerrar sus bocas para siempre"--

 

     La niña empezó a llorar y a murmurar en voz baja la palabra. - "No".

 

     --"Aquí están los docuementos"--

 

     --"Bien. Dales lo que les espera. John. ¿Escuche bien, nada de estupideces, está claro?"--

 

     --"Claro."--

 

     --"Antes del amanecer todo habrá terminado"--

 

     *Todo habrá terminado*

 

     *Todo acabado*

 

     *Acabado*

 

    "NO!" gritó la pequeña.

 

Mulder se despertó sobresaltado con los lamentos angustiosos de Alexia. Se levantó del sillón rápidamente y fue a verla. Estaba sudorosa y se movía continuamente, girándose de una parte a otra de la cama y murmurando palabras como. - "Dejadme Ir!!!  No..... -  ¡No! no me llevaréis!" - Que repetía continuamente.

 

Mulder la movió ligeramente para despertarla. - "Alexia" – Murmuro. -  "Alexia despierta! Sólo es un mal sueño!" - Alexia abrió los ojos de golpe y miró a su alrededor, aterrorizada. Apenas ver a Mulder, se le lanzó a los brazos continuando a llorar.

    

            “¡Van a venir a  por mí! Sí! Vendrán aquí y me cogerán!" - Lloró abrazaándole fuertemente.

    

           "No Alexia, no se te llevarán nunca más. Aquí estarás a salvo." - Le aseguró él.

    

           “¿Me lo prometes?"

    

           "Si, te lo prometo." - Asi, hablando, la abrazó. - "Ahora mírame."

    

            Pero la niña no se atrevía a soltarse. Él volvió a intentarlo: - “¿Qué pasa? ¿No me quieres mirar?"

    

            Ella levantó lentamente la cabeza. Le miró con los ojos llenos de lágrimas. -  “¿Y como les alejarás de mí?"

   

           "Creo que te olvidas de que soy agente federal, tengo una pistola." -  Le dijo guiñándole un ojo.

   

            La niña le miró fijamente antes de hablar. - "Es verdad. Tú lograrás pararles"..

   

            Él sonrió y después le dijo: - “¿Quieres que me quede contigo hasta que te duermas?"

   

-          Ella movió la cabeza afirmativamente. Él la cubrió con las mantas y se sentó a su lado. Ella, sorprendiéndole, se le acercó, le cogió la mano y apretándola fuerte, se acurrucó muy cerca de él.

-         

           "Buenas noches Mulder." - Murmuro Alexia.

  

           "Buenas noches pequeña" - Murmuró el agente.

  

           Mulder no la oyó lamentarse más esa noche.

 

***

Apartamento de Mulder

Cuatro días después

10.13 s.m.

 

"No, señor.... mononucleosis. Si, el doctor dice que es muy peligrosa." - Estaba hablando con Skinner por teléfono desde hacía ya un rato. El director adjunto se estaba informando sobre las condiciones de salud de su agente, que había pedido unos días libres por enfermedad. - "Si... yo creo que con dos semanas, máximo tres me bastarán...bien, gracias señor." - Terminó Mulder.

 

Ya había pasado una semana y Alexia se seguía despertando por las noches. Pero hacía dos días que ella sólo se despertaba para ver si Mulder se encontraba a su lado. Él tenía el sueño ligero y se despertaba siempre que sentía que su manita apretaba más fuertemente la suya. Si, porque Alexia no soltaba su mano en toda la noche.

 

En ese momento ella estaba merendando un buen vaso de leche con galletas y él avanzaba el trabajo que tendría que hacer al reentrar a trabajar.

 

Él y Alexia no hablaban nunca de lo que le había pasado o de su pasado, como por acuerdo mutuo. Pero Mulder quería verdaderamente ayudar a esa niña y si para hacerlo tenían que hablar de cosas desagradables... puff... también lo harían. Así se levanto y se sentó frente a ella. Alexia le sonrió pero siguió comiendo sin hablar.

-         

-          "Alexia, tenemos que hablar de una cosa seriamente"

-         

            La niña dejó de comer su galleta. Le miró con ojos atemorizados y asintió.

-         

-          "Entonces" empezó Fox "se que no te gusta hablar de esto, pero si queremos resolver esta situación, me tienes que contar algunas cosas"

-         

            Ella bajó la mirada y murmuró: "Yo estoy bien así. ¿Por qué tenemos que cambiar?"

 

           "Alexia.... ¿No has notado que hace cuatro días que no sales de casa? Además no te puedes quedar aquí siempre conmigo..."

 

            “¿No te gusto?"

 

            “¿Pero.... qué dices? Claro que me gustas!"

 

            "Y entonces.... ¿Por qué? ¿No quieres que esté siempre contigo, verdad?"

 

            "No, es sólo que..." -  No sabía que responder. - "...que no soy tu padre " intentó que comprendiese.

 

            "No..."

 

            "Perdona... ¿Pero es que no echas de menos a tus padres?"

 

            Alexia no respondió.

 

-          "Lexi?" - Le había puesto ese sobrenombre cuando una noche se había levantado llorando. Él le preguntó que si le imporataba que la llamase de aquél modo, ella, había respondido que no.

-         

            Levantó la cabeza y le miró a los ojos pero siguió sin emitir ni un sonido.

 

           "Qué pasa? ¿Ya no te fías de mí? ¿Por qué no me quieres responder?"

 

          Interminables segundos pasaron hasta que Alexia volviese a hablar: "No, no les hecho de menos."

 

Mulder se preguntó qué familia tenía que haber tenido aqulla niña. Un día después de haberla encontrado, Fox había hecho una llamada para ver si había alguna denuncia de desaparición de menores en la última semana. Había encontrado cuatro, pero eran descripciones demasiado diferentes de Alexia. Después se le ocurrió algo impactante. Deseó con todo el corazçon que no fuese verdad.

         

          - “¿Te hacían daño?"

 

-          Alexia no respondió, pero su carita dejaba ver miedo y terror. Mulder continuó: - “¿Te han pegado?" - Dijo con calma fingida.

-         

            "No, no me han pegado"

 

-          Fox pensaba que su respuesta fuese afirmativa, se quedo de piedra con la respuesta. - "Entonces... ¿Qué te han hecho? Dímelo, por favor"

-         

-          "Yo..." - Lexi balbuceaba, como si le fuese difícil decir nada más. - "Mi madre hacía siempre lo que decía mi padre. No le desobedecía nunca y él me odiaba."

-         

-          “¿Por qué dices eso? A lo mejor tú lo entendiste mal... hay veces que los niños no entienden bien lo que los mayores quieren decir."

-         

-          "No. Yo lo entendí bien." dijo mortificada "Mi padre quería un niño. Yo no le gustaba. y claro, mi madre que le seguía en todo lo que hacía, también empezó a odiarme. Tenía que estar atenta de todo lo que decía o hacía, si no mi padre comenzaba a gritar y cuando se emborrachaba llegaba a tirar cosas a mi madre. Muchas veces le he oído decir cómo habría preferido a un niño."

-         

            Mulder escuchaba con atención todo lo que decía la niña, tendiéndole una mano.

 

            "Y después llegaron ellos." - Continuó.

 

            “¿Ellos.... quienes?" - Dijo Fox, prestando más atención si cabía a lo próximo que diría la niña.

 

-          "Unos hombres con chaqueta y corbata. Venían cada vez más a mi casa y eran simpáticos conmigo." - Se paró. Respiro profundamente y prosiguió con el relato: - "Hace un poco de tiempo, me desperté por la noche porque tenía sed. Estaba entrando en la cocina cuando escuché cómo mi padre hablaba con uno de esos hombres. Uno en chaqueta y corbata le decía que me trataría bien y les habrían ahorrado mucho dinero."

-         

-          Mientras escuchaba la historia, Mulder entendió el motivo por el cual Alexia era reticente a hablar del tema.  – “¿Y después, te fuiste?!”

-         

            Ella negó con la cabeza "No, me quedé a escuchar y..."

 

-          Alexia le contó con una claridad envidiable, demasiada para una niña de su edad, lo que veía cada noche en sus sueños. Nunca cambiaba, era como una cinta que, cuando se terminaba, se rebobinaba  y volvía a empezar. Se lo había aprendido de memoria.

-         

 

            Pero Mulder seguía sin entender... -  "Si esos tipos no dijeron nada.... ¿Como sabes que te querían hacer daño?"

 

           "Porque en cuanto mi padre salió de la cocina, uno de esos señores le prguntó a otro que fumaba...”

 

-          “¿Estamos seguros de que no nos la reclamarán más adelante? Porque si fuese algo mal... sería un poco difícil devolvérsela entera. No nos olvidemos de Gibson..."

-         

           "Espera... Que nombre has dicho?" dijo Mulder

-         

-          "Me acuerdo. Gibson porque así se llama el actor de Arma Letal, pero el apellido... me parece que era algo como Sais, o... Tais, algo así."

-         

-          Los ojos de Mulder se habían abierto como platos. No, no podía ser...  - "Lexi... ¿No será por casualidad *Praise*?" -  Preguntó con un hilo de voz.

-         

“¡Si! ¿Como lo has sabido?" - Preguntó Alexia curiosa.

 

            Pero Mulder no tenía tiempo para responder. - "Y después qué más dijeron?"

 

            "Mhm... no me acuerdo" - Balbuceó ella.

 

            "Por favor, Lexi, es importante. Cierra los ojos e intenta recordar"

 

            La niña siguió las indicaciones. - "El otro señor dijo una palabrota...

 

            "Calla imbécil! No digas nombres. ¡Y no, no cambiaran de opinion!"

 

-          “...después mi padre volvió y dijo que mi madre también había dado su permiso. Escuché sólo que me vendrían a recoger al día siguiente. Esa noche me escapé de casa." - Alexia comenzó a llorar. -  "Y no quiero volver con ellos! Por favor no me lleves de nuevo a mi casa!"

-         

           Mulder se acercó a ella y la abrazó fuertemente. "No te preocupes, no les volverás a ver." le susurró al oído.

 

          “¿De verdad?" preguntó ella levantando su naricita.

 

          "Si, de verdad pequeña. no te harán daño. Nadie te hará daño."

 

***

 

Apartamento de Mulder

Dos días después, 8.21 p.m.

 

Después de aquella discursión, Mulder no volvió a preguntarle nada sobre sus padres. Aquel día había entendido lo que había pasado. Por eso no se había hecho ninguna denuncia. Los padres de Alexia pensaban que los hombres habían venido a recoger a la niña como habían hablado. Se lo tenía que decir a Scully. Provó en el móvil, pero una voz electrónica le dijo que no estaba disponible. Así que fué a ver qué estaba haciendo Alexia y la encontró mirando atentamente la televisión. Pensó que a lo mejor era bueno advertirla de que en breve iba a conocer a una persona nueva.

 

              “¿Alexia?" la llamó.

 

             "Dime!"

 

             "Te quería decir que..." - Las palabras de Mulder fueron interrumpidas por el sonido del timbre.

-         

-          Los ojos de Alexia se abrieron aterrorizados. Fox se llevó un dedo a los labios y la hizo una señal para que se fuese a la habitación. Apenas la niña hubo cerrado la puerta tras de sí el preguntó: - "Quién es?"

-         

-          “¿Mulder?" - Habló una voz al otro lado de la puerta. -“¿De verdad eres tú? ¿No estás mal?”

-           

-          “¡Normalmente abres sin preguntar!" - Fox suspiró tranquilamente, al reconocer la voz de Scully. ¿Pero qué hacía ahí? Abrió la puerta dispuesto a preguntárselo. - "Hola Scully! ¿No estabas de vacaciones?"

-         

-          "Si, pero es que tenía ganas de trabajo" - Le sonrió Dana.

-         

“¿Si? Pues entonces pasa, que te voy a poner al corriente de una novedad"

 

            "Eh! estaba bromeando! Déjame un momento de tranquilidad que acabo de llegar!"

 

           Mulder le dedicó una sonrisa enigmática. - "Espera y verás."

 

           “¿Por qué me parece que dentro de nada me vas a enseñar una nave alienígena?"

 

-          "No, es mucho más bonita que una nave alienígena" - Esperando que Alexia oyese el cumplido. - "Ven Alexia, está todo bien!" - levantó la voz Mulder.

-         

-          “Alexia? ¿Quién podía ser?” - Se preguntó Scully, dirigiendo la mirada hacia el dormitorio de Mulder. Tenía que admitir que la curiosidad podía con ella.

-         

-          “¿Ya ha llegado la pizza Mulder?" - Una niña que no tenía ni 10 años irrumpió en la sala. - "Menos mal porque tengo un hambre..."

-           

-          Interrumpió la oracion nada más ver que no era un repartidor lo que había en la sala. Se vislumbró el miedo en su mirada y corrió hacia Mulder que la cogió en brazos.

 

-          Él se giró hacia Dana, mientras tranquilizaba a la pequeña, susurrando palabras que Scully no llegó a entender. La niña, más segura, se giró hacia Dana mirándola con una mezcla se sospecha y curiosidad.

 

-          "Hola Alexia" - dijo Dana.

 

            Ella sonrió debilmente, se giró y siguió tocando el jersey de Mulder, de tacto suave.

 

           "Escucha Lexi" - Fox esperó a que levantase la cabeza antes de continuar. - "Ahora le contaré todo, pero tú no..."

 

           Alexia no le dejó terminar. -  "Dijiste que no se lo dirias a nadie!" - Le acusó.

 

-          "Cálmate. Como te decía, no tienes de que preocuparte, porque de ella nos podemos fiar. Además yo a ella nunca le he escondido nada, y no pienso empezar a hacerlo ahora, entendido?"

-         

-          Alexia se giró nuevamente para mirarla y Dana sostuvo la mirada sin ni siquiera pestañear.

 

            “¿Usted es la que disparó a Mulder en el hombro?"

 

            Ella sonrió. - "Si, soy yo. Esa vez no te digo cómo me enfadé con él." respondió mirándole con el rabillo del ojo.

 

-          “Esas palabras hicieron que Alexia se girara de golpe a mirar a Mulder como esperando algun gesto. Mulder sonrió recordando ese momento y la miró con afecto. Alexia se levantó y los miró con estupor. – “¿Pero es que vosotros siempre habláis así?" - Quiso saber.

-         

“¿Por qué? ¿Cómo hablamos?" - reguntó Mulder perplejo.

 

           "Quiero decir que no has gritado, no te has enfadado..." - Insistió Alexia.

 

           ¿Es que tenía que gritar? ¿Por qué?" - Preguntó cada vez más perplejo.

 

           "Bueno, es que mi madre jamás se habría permitido hablarle así a mi padre..."

 

-          "Sabes Alexia..." - Comenzó Dana: - "Yo siempre digo lo que pienso" - Interrumpió para mirar un momento a su compañero - "Especialmente a él. Hay tantas veces que no me puede soportar, pero te aseguro que no ha habido ni una vez que haya levantado la voz por algo que yo haya dicho. No sería correcto ni para mí ni para nadie. ¿Tú que dices?"

-         

-          La niña la miró con una tremenda admiración, después sonrió abiertamente. - "Es justísimo! Si te digo la verdad, yo siempre esperé que mi padre dejase de tratar mal a mi madre, pero eso no sucedió nunca. ¿Sabe? ¡Usted me gusta Dana Scully!"

 

            Los dos adultos rieron, después Dana dijo: - "Dime de tú, Alexia"

 

 

***

Una hora después Mulder ya le había contado toda la historia a Scully, mientras comían la pizza que había llegado hacía un rato.

-          "Alexia, ya es tarde, es hora de que te vayas a dormir" - Le dijo Mulder.

-         

-          “¿Duerme Dana contigo?" - Preguntó Alexia con una sonrisita.

 

            "No" - Respondieron contemporaneamente los dos adultos.

       

            Scully negó con la cabeza y miró a Mulder. - "No, me voy a mi casa".

 

            “¿Por qué? ¿No eres su novia?" - Investigó la niña.

 

            "N-no" dijo él.

 

            "Trabajamos juntos, somos compañeros" - Agregó Dana.

 

            “¿Y ya?" - Insistió Alexia poco convencida.

 

            "Y ahora basta. Ahora vé al baño, venga!"  -Le dijo Mulder.

 

            “¿Volverás a verme?" - Preguntó Lexi a Dana.

 

-          "Si, claro, nos vemos mañana. Él y yo tenemos que trabajar, a lo mejor a él se le ha olvidado" - Le regañó Scully cruzando los brazos.

-         

-          "No, no me he olvidado, es más, tengo un caso para mostrarte." – Dijo, mientras la niña había corrido al baño al baño a lavarse los dientes.

-         

-          "Dentro de unos minutos me puedes decir todo lo que piensas" - Murmuro Mulder.

-         

-          “¿De verdad que no te quedas por mi culpa?" - Dijo Alexia cuando volvió con el pijama ya puesto. -  "Si queréis puedo dormir en el sillón, mis padres dormían siempre juntos. Por la noche era uno de los pocos momentos en los que no oía gritar a mi padre. vamos, que cada rato decían algo pero vamos, no creo..."

-         

-          "Eh Alexia!" - La interrumpió Mulder notando la situación embarazosa. – “¿Pero es que hoy no tienes sueño? Venga, saluda a Scully."

-         

-          "Buenas noches, Dana" - Dijo ella. Le dio un beso en la mejilla y después corrió hacia Mulder. Él la cogió en brazos y la abrazó fuerte fuerte. Después se levantó y le hizo a Scully una señal para que esperase mientra él acostaba a la niña. La cubrió con las sábanas y le dio un beso en la frente. - "Buenas noches Alexia."

-         

           "Buenas noches agente Mulder."

 

            Después de algun minuto, Scully le vio reaparecer en la sala.

 

-          "Se ha dormido. No se cómo conseguirá hacerlo tan rápido. Un minuto antes tiene los ojos como platos y en el siguiente está en el mundo de los sueños."

-         

-           Dana le miró con preocupación. - "Pero Mulder.... ¿Hace cuanto que está la niña contigo?"

 

             "Escucha..."

 

             “¿Desde hace cuanto?" - No le dejó terminar

 

              "Más o menos una semana" - Confesó.

 

              "Tenemos que resolver este problema."

 

             "No."

 

            “¿No?" - Repitió Dana enfadada. -  “¿Si Skinner llega a enterarse te imaginas lo que te haría?!"

 

            "Scully..."

 

            "Esta no te la pasaría por alto."

 

            "Scully..."

 

            "Perderías todo por lo que has luchado estos años!"

 

            "Scully escúchame!" - No había gritado, pero su tono no era muy amigable.

 

            ¿Qué?"

 

-          "No te he contado todo" - Viendo la expresión dudosa en la cara de Dana continuó. - "No podía delante de Alexia. No sabes cómo estaba cuando la encontré debajo de mis escaleras. Estaba literalmente aterrorizada. He necesitado casi un día entero para calmarla. Has escuchado su historia. Lo que no te he dicho es que se quién eran los secuestradores. ¿Te acuerdas de nuestro amigo que fuma?"

-         

-          "Mulder, por favor..."

 

-          "Si, sé que es una coincidencia enorme y se que no basta con las afirmaciones de una niña de nueve años que me habla de un tipo que fumaba..."

 

-          "Si, eso diría yo!" - Ironizó Scully.

 

           "Pero claro, cuando Alexia nomina a Gibson Praise, las cosas cambian"

 

           Ahora Mulder había captado la atención de Scully. – “¿Alexia te ha hablado de Gibson Praise?"

 

***

-          "Está bien, admitamos por un momento que todo lo que te ha dicho Alexia sea verdad y que ciertamente fuese el Fumador. ¿Que podrían querer de Alexia? A ver, me explico: según su historia, sus padres la han vendido. Yo no recuerdo que Spender haya pagado nunca por nada ni por nadie. Él coge y ya, sin escrúpulos, sin más. ¿Por qué no raptarla y ya?"

-         

-          “Las dudas de Scully tenian mucha razon de ser, pero el instinto le decía a Mulder que las cosas eran justas así.

-         

-          "Mira  ¿Porqué no vas a casa y lo consultas con la almohada? Tú sabes... la noche aconseja" - Le sonrio.

 

            Ella se levantó suspirando. - "Como quieras. Pero la situación será la misma mañana."

 

-          Mulder la vió encaminarse hacia la puerta y se llevó las manos a la cara. - "Tienes razón. Pero esta noche estoy demasiado cansado."

-         

-          “¿Te fatiga hacer de papá?" - Le tomó el pelo Dana.

 

            Él sonrió sin responder a la pregunta. Estaba a punto de salir cuando él la llamó.

 

           “¿Si?" - Dijo Scully girándose.

 

          "Tengo mononucleosis."

 

          “¿Qué?"

 

          "Si Skinner te llamase, tú síguele el juego."

 

***

Apartamento de Mulder

Añ día siguiente 9.32 a.m.

 

-          “¿Entonces, qué podrían querer de Alexia?" - Continuó Dana.

-         

-          Estaban los dos sentado en la mesa de la cocina, Scully había llegado hacía unos cinco minutos y Alexia veía los dibujos animados en la televisión.

-         

-          "Lo he estado pensando toda la noche, pero no..." -  La respuesta de Mulder se vió interrumpida por un ataque de tos de la niña que se había levantado de golpe y se apretaba su pequeño tórax. Los dos adultos fueron a verla rápidamente pero Lexi ya se había calmado.

-         

-          “¿Qué te ha pasado?"  -Pregunto Mulder.

-         

-          "A lo mejor tiene alguna décima de fiebre" - Reflexionó Scully tocándola la frente. - "Si, en efecto estás un poco roja."

-         

-          "No... yo... es que he tragado mal la sali... ¿Qué es la fiebre?"

-         

-          Los dos agentes se miraron perplejos, después Dana se dirigió a la niña. – “¿No has tenido fiebre nunca?"

-         

-          "No.... ¿Qué es?"

-         

-          "Bueno, es... una enfermedad"

-         

-          "Ah, ¿Como cuando me corté con el cuchillo?"

-         

-          "No exactamente. Tienes una enfermedad cuando tu cuerpo está mal por algo que le está pasando por dentro. ¿No has estado nunca enferma? ¿Neumonia? ¿Varicela?... ¿No has tenido nunca esos granitos que te salen cuando tienes varicela?"

-         

-          Alexia negó con la cabeza a todas las preguntas.  – “Me rompí un brazo una vez. y me he cortado... tres veces. y hace poco me caí de la bicicleta y mamá me llevó al hospital".

-         

-          "Vale, toma, bebe esto"  - Le dijo Mulder poniéndole delante un vaso de agua.

-         

-          Mulder y Scully volvieron a la mesa.

-         

-          "Sí que es extraño" - Suspiró Scully.

-         

-          “¿Qué dices?"

-         

-          "He dicho que es extraño que Alexia no haya tenido nunca fiebre o cualquier otra enfermedad víral" - Repitió ella.

-           

-          "Los niños son propensos a las enfermedades, sobre todo aquellos poco cuidados como ella."

-         

-          "Puf... tendrá genes resistentes a las infecciones..." - Bromeó él. Sonrieron los dos por la gracia, pero su sonrisa desparació de las caras y se buscaron la mirada mutuamente.

-         

-          "No, no puede ser..."  - Balbuceó Scully.

-         

-          Se giraron contemporaneamente hacia Alexia que miraba los dibujos arropada por la manta de Mulder.

 

***

Apartamento de Fox Mulder

6.23 p.m.

 

-          "Los exámenes generales de sangre evidencian una extraña forma de leucocitos, linfocitos y enticuerpos en general" - Dijo Scully entrando en casa y dejando un carpeta ospitalaria en la mesa.

-         

-          “¿Qué significa forma extraña?" - Preguntó Mulder cogiendo entre sus manos la carpeta. La hojeó un poco, después respondió.

 

            "Significa que tienen una forma diferente de la que es normal".

 

            "Y eso es bueno o malo?"

 

-          "Bueno, hemos hecho algunos experimentos insertando en el plasma virus y retrovirus. En  cuanto las formas de vida se aproximan a un anticuerpo, este última las desintegraba completamente.” -  Scully se paró un momento. Después le miró a los ojos. - "Mulder, también hemos probado con el virus HIV. Pasados pocos minutos ha desaparecido del todo. Ni rastro. Normalmente, este virus tiene un ciclo lisógeno que dura varios años así que..."

-         

-          “¿Ciclo lisógeno?"  - La interrumpió Mulder.

 

-          "Si, es el periodo de tiempo en el cual el virus invade la celula huesped, pero en vez de empezar rapidamente la síntesis de nuevos virus - como haría un virus simple -, se integra con el ADN del huesped quedando latente por tiempo indeterminado. Quando decide despertarse empiezan los primeros síntomas de la enfermedad. En ese momento el individuo se convierte en un enfermo de SIDA. Mientras antes era solo seropositivo, osea, tenía el virus pero no estaba enfermo." Scully paró un momento para dar la posibilidad de asimilar la información a Mulder. "Decía antes que por este motivo hicimos el exámen de DNA media hora después, en los glóbulos rojos, las proteinas, anticuerpos, osea, todo lo que el virus pudiese haber infectado."

 

-          “¿Y...?"

 

-          "Y nada. Todo había desaparecido, como si nunca hubiese pasado nada." - Concluyó Dana.

 

-          Muder se levantó de la silla donde estab sentado y se masajeó el cuello. - "Bueno, ahora sabemos qué es lo que quieren de Alexia."

 

-          “¿Pero por qué pagar a los padres en vez de raptarla directamente?" - Preguntó aún con dudas Dana.

 

-          "Bueno, a lo mejor ellos también les servían. Después de todo, ellos la concibieron."

 

-          "Les podían haber raptado a los tres." - Dijo Scully todavía poco convencida.

 

-          "No se ha dicho que no lo vayan  a hacer." - Fox suspiró llevándose las manos a la cara. - "Tenenmos que protegerla. Si Lexi ha dicho que no tuvieron tiempo para examinarla, la estarán buscando. Estoy seguro. No se pueden arriesgar a perder una posible cura para el cáncer negro."

 

-          ¿Qué intenciónes tienes?" - Le preguntó ella.

 

-          Mulder suspiró de nuevo. - "No lo sé" - Dirigió su mirada hacia la niña que dormía en su cama. -  "Dios, no lo sé."

 

 

***

Apartamento de Mulder

11.21 p.m.

 

Mulder se movió entre las sábanas cuidadosamente, para no molestar a Alexia. No se podía dormir. Hace una hora había decidido con Scully que la niña estaría más segura fuera de Washington, para ser más exactos en la casa de montaña de Scully. En cinco horas, su compañera habría pasado a recogerles. Se levantó de la cama y recolocó las sábanas a Alexia y se dirigió al baño. Cerró la puerta con llave. Cerraba la puerta así desde que Alexia vivía con él.

Abrió el lavabo y se mojó un poco la cara, dejando que chorros de agua resbalasen por su torso. Se miró un momento al espejo y decidió volver con la niña.

 

Sucesivamente no supo nada más, improvisamente vio todo negro.....

 

***

Apartamento de Dana Scully

0.12 a.m.

 

Dana abrió los ojos de repente, despertada por un sonido conocido pero inesperado. Miró en torno suyo un poco confusa, después miró la hora. Un mal presentimiento le hizo descolgar rapidamente el teléfono.

-         

-          “¿Diga?"

-         

-          "Scully soy yo." - Se presentó él, con la voz ligeramente alterada.

-         

-          "Mulder que..."

-         

-          Pero no le dio tiempo a terminar: - "Scully, Lexi ha desaparecido!"

-         

-          “¿Qué?" - Exclamó ella.

-         

-          "Ya no está! Yo... yo fui al baño y después... ella no estaba... se la han llevado ellos Scully! Se la han llevado!"

-         

-          "Está bien, pero ahora cálmate" - Le interrumpió ella. Era inútil preguntarse quién la había raptado. Pero cómo diablos hicieron para averiguar dónde estaba? De todas formas, era mejor dejar las preguntas para más tarde. Mulder estaba histérico y era mejor no perder más tiempo. - "En diez minutos estoy ahí" - Dijo decidida.

 

***

Apartamento de Mulder,

0.31 a.m.

 

Scully llamó al departamento 42 y esperó a que la puerta se abriese. En menos de cinco segundos apareció Mulder agitado.

 

-          "Mulder.... ¿Qué te ha pasado?"  - Exclamó Scully preocupada señalando su cabeza. Fox tenía un corte en la frente, y chorretones de sangre resvalaban en su camiseta.

 

"Scully la tenemos que encontrar!"

 

-          "Si, pero antes diem lo que te ha pasado en la cabeza! No puedes ir a ningún sitio con esa herida así!" - Le regañó. Lo miró y dijo que requería algún punto de sutura.

 

-          "No, no tenemos tiempo! tenemos que encontrarla!"

 

-          Scully le miró preocupada: lo única que hacía era repetir esa frase desde que había entrado en esa casa. Dana tomó la cara de él entre sus manos y le miró fíjamente. - "Mulder, escúchame! Antes te curo esa herida y después vamos a buscarla. Pero tú me tienes que contar todo con puntos y señales, si no no te puedo ayudar. ¿Entendido?"

-         

-          Él asintió con un gesto de la cabeza. - "Tenemos que ir a ver a Skinner. Si es verdad que las personas que la han raptado siguen las órdenes de C.G.B. Spender, entonces sólo él nos puede decir algo." - Dijo él.

 

Scully no replicó porque sabía que Mulder no aceptaría lo que le tenía que decir. Se a Alexia la había secuestrado ese hombre, casi no tenían posibilidades de recuperarla. Por lo menos, en un corto plazo de tiempo. Por esto ya habían pasado.

 

***

Shimoda's Street

Tres días después 10.21 a.m.

 

Scully miró la hoja que le había dado Mulder. - "Shimoda's Street 13. Si. La calle es esta." - Se dijo para sí. Aparcó el coche y se dirigió hacia un edificio blanco y beige de cinco pisos. Recorrió con el dedo los nombres del telefonillo automático... Evans, Clarke, Bach, Parrish, MacKenzie, Morgan, Sanders, Par... Scully volvió hacia atrás. Sanders. Les había encontrado. Llamó y esperó.

-         

-          “¿Si?" - Respondió una fría voz masculina.

-         

-          “¿Señor Sanders?"

-         

-          "Si, soy yo. ¿Quién es?"

-         

-          "FBI señor Sanders. Tengo que hablar con usted.” -  Se presentó Scully.

-         

-          “¿Qué ha pasado?"

-         

-          "Perdone, pero.... ¿Le importa que hablemos de esto cara a cara? ¿Baja usted o subo yo?"

-         

-          Dana escuchó cómo se habría la puerta del portal – “Hemos empezado bien! Es de muchas palabras el señor...”--

 

***

-          "Dónde está su hija, señor Sanders?" - Empezó Scully.

-         

Nada más entrar en la casa, había notado el desorden y el mal olor a alcohol. La señora Sanders había saludado, pero después de una mirada de el señor Sanders, volvió a la cocina. Era una mujer delagada. Demasiado delgada, con un delantal de cuadrados rojos y blancos y un foulard en la cabeza que cubría una cabellera de pelos casi grises.. Tenía una mirada triste y atemorizada. Todo lo contrario que Morgan Sanders. Más tripa de lo que era normal, sostenidos por unos vaqueros sucios y un jersey blanco. Un bigote rojo tapaba parte de su expresión de superioridad con la que había recibido a Scully.  Pero con la primera pregunta de la agente, esa especie de guiño desapareció, para dejar un gesto de perplejidad.

-         

-          “¿Mi que?" - Respondió el hombre al instante.

-         

-          "Su hija. ¿No tiene usted una?"

-         

-          Él bajó la mirada como si en el suelo hubiese algo muy interesante. - "Yo... yo no tengo una... una hija".

-         

-          Scully dió dos pasos adelante y cogió del suelo, cerca de la butaca, una zapatilla del número 32. - "Y entonces.... ¿De quién es esto?"

-         

-          "Ah, no.. esa es... esa es... de mi sobrina, eso. Si, se djo siempre algo cuando nos viene a ver".

-         

-          El hombre parecía estar muy satisfecho de sí mismo. Pero se estaba subiendo por las paredes y Scully lo notaba. Así que continuó: - "Así que la niña que vieron sus vecinos es su sobrina. ¿Y donde está ahora?"

-         

-          "Bueno... ha vuelto con mi cuñada y su marido. ¿Porqué me hace todas estas preguntas? ¿Pasa algo?" - Había retomado el tono arrogante. – “¿Por qué el FBI la está buscando?"

-         

-          "No es nada, no se preocupe." - Respondió Scully mirándole a los ojos. Missy le había enseñado que en los ojos de una persona se puede leer lo que está pensando verdaderamente, aunque con las palabras dijese otra cosa. Y en los ojos de ese hombre veía inseguridad. - "Lo que pasa es que hay un maníaco en el barrio y estamos tomando precauciones, sobre todo con los niños."

-         

-          La expresión de Morgan Sanders no cambió en absoluto. - "Está bien, estaremos atentos. ¿Eso es todo?"

-         

-          Dana esperó unos segunos antes de responder. - "Sí es todo, gracias y perdone por las molestias". - Tenía ya la mano en el picaporte cuando volvió a mirarle. - "Una última cosa." - Dijo, y vio cómo el hombre se ponia tenso. -  “¿Puede hacerme el favor de decirle al vecino de enfrente lo que ha pasado? No nos ha abierto."

 

***

Scully volvió a entrar en el coche y arrancó. Giró el coche y se situó delante de casa de Sanders, poniéndose en una posición en la que no pudiese ser vista por los padres de Alexia. Apagó el motor y se puso cómoda. Habría estdo allí por un largo rato.

 

***

Shimoda's Street

1.02 p.m.

 

Scully había terminado de comerse un bocadillo con jamón y, mientras comía, no había alejado la mirada del portal. Buscaba una sevilleta en la bolsa cuando tocó su móvil – “A lo mejor si..”.-- Lo cogió y marcó un número.

-         

-          "Diga!" - Dijo una voz conocida.

-         

-          "Hola Langly, soy Scully."

-         

-          "Ey Scully! ?Qué tal?"

-         

-          "Bien... escucha"

-         

-          "Hola agente Scully! ¿En qué podemos serle útiles?" – Frojike se entrometió en la conversación .

-         

-          "Tendrías que buscarme unos datos. Buscad todo lo que podais sobre Alexia Sanders. Y no os dejéis nada. Gracias chicos. Hazedme saber algo rápido. Hablamos después." - Dicho esto colgó.

 

***

Shimoda's Street

09.01 p.m.

 

“¡Aquí está!” - Las pupilas de Dana se alargaron para mirar mejor a Morgan Sanders en la oscuridad. Estar ahí vigilando durante 9 horas era tremendamente agotador, pero ahora tenía delante al sujeto, que entraba en su coche. Encendió el motor y se preparó para seguirle.

 

***

St. Richard's hospital

9.23 p.m.

 

Un hospital. Que la solución de la desaparición de Alexia estuviese en este edificio? Scully se esperaba que después de su visita al señor Sanders, este se dirigiese a quien le pudiese ayudar. Y consecuentemente que la llevase a ella hacia alguna pista fiable. Y a lo mejor el hospital era el lugar indicado. Aparcó detras del hombre y le siguió sin hacerse notar. Sanders recorria con paso veloz y agitado los corredores. Se paró delante de una puerta que se abrió si nllamra. Entró y la cerró detras de sí. Scully leyó en la puerta: Doct. F. Hebert. Mientras, el padre de Alexia hablaba bastante alto.

-         

-          “¿Qué tengo que hacer?"- Decía.

-         

-          "Nada, estate tranquilo y que no se te escape nada. No tienen nada en contra tuyo. A lo mejor el FBI había venido verdaderamente por ese maníaco." - Le tranquilizó el hombre. No le parecía una voz conocida.

-         

-          "Si, pero me dijisteis que no habría problemas!"

-         

-          "Basta! Te he dicho que no hay. Ahora vete y no vuelvas aquí a menos que no se trate de una verdadera emergencia!" - Respondió el desconocido.

-         

-          "Está bien. ¿Pero lo habéis hecho desaparecer todo, verdad?" - Preguntó Morgan Sanders.

-         

-          "Tú no te preocupes. Antes de mañana todo estará borrado. Documentos compresos, si es lo que te preocupa." - Concluyó el hombre.

-         

-          "Doctor Hebert a la sala de emergencia 2. Gracias" – Un llamado en el altavoz la hizo esconderse en la primera habitación que encontró. Salieron los dos hombres y Scully miró al médico, para ver si le reconocía, pero no le había visto en su vida.

 

Esperó a que se torciesen la esquina y salió de su escondite. Corrió hacia el despacho de Hebert y entró. La habitación seguía iluminada y ella empezó a mirar alrededor para saber desde sónde tenía que empezar a buscar. El doctor habia mencionado una serie de carpetas.

 

Era lo que parecía que tenía más importancia para Morgan Sanders. Empezaría desde ahí. Abrió los dos primeros cajones del escritorio pero no encontró nada. Prosiguió con los que estaban detrás de la butaca. Tenía que darse prisa. El tiempo era poco. Miró dentro de un archivador mientras los segundos pasaban inexorables. Eran los archivos de los pacientes del doctor. Alexia Sanders no aparecía en ninguno. Scully respiró ondo decepcionada y al volver a mirar entre las cosas, sonó el móvil.

-         

-          "Oh, mierda!" - Murmuró, buscando freneticamente el móvil y esperando que nadie hubiese oído el pitido.

-         

-          "Diga!" - Dijo irritada.

-         

-          "Eh Scully! ¿Porqué hablas así de bajo?" - Exclamó Langly.

-         

-          "Escuchad, ahora no tengo tiempo de..."

-         

-          "Tenemos noticias sobre la niña." - La interrumpió él. - "Alexia Sanders no es su verdadero nombre, se la dieron en adopción a los señores Sanders a los dos años. Es de origen soviética, de Bielorusia, para ser precisos. llegó a a Estados Unidos como Sasha Nikolajevich. No sabemos nada más." - Terminó Langñy.

-         

-          “Chicos, gracias por la ayuda"-  Dijo Scully, después apagó el móvil. Sasha Nikojevich... dónde había escuchado ella ese nombre... pero claro! Era un archivo que acababa de ver! Dana encontró la carpeta que buscaba , la estrajo del archivador y salió corriendo de la habitación sin apagar la luz.

 

***

Shimoda's Street

9.51 p.m.

 

Scully entró en el coche, dejó los folios en el asiento a su lado y salió inmediatamente para pararse dos sitios más adelante.

Apagó el motor y se quedó quieta con la cabeza apoyada en el volante. Cuando la adrenalina de su sangre volvió a su nivel normal, cogió la carpeta.

 

Paciente: sasha Nikojevich

Primera visita: 28 agosto 1994

 

Después seguían muchos otros datos sobre su vida antes de haber llegado a los USA. Ni alergias ni enfermedades, sólo muchos exámenes, tres de ellos de DNA. Casi sonrió cuando, leyéndolo ció que todo era normal. ¿Qué había creído? ¿Que a lo mejor la niña era alienígena y provenía de Vega?

 

Era una niña muy sana y terrestre de nueve años con defensas inmunitarias diferentes de las corrientes. Esta vez Scully sonrió ampliamente. Un bonito eufemismo. El adjetivo "difertentes" era decididamente reductivo. Esa niña era una posible cura contra cualquier tipo de enfermedad viral o bactereológica. Ese era el hecho. Pero por eso era por lo que Alexia había tenido siempre problemas, sin contar que la niña no sabría que los Sanders no fuesen sus verdaderos padres. A lo mejor tenía una hermana o hermano en la otra punta del mundo. Los pistoleros habían dicho qie era de nacionalidad rusa. Desde ahi podían empezar a investigar...... ¿Pero para llegar a dónde? A Alexia la habían raptado seguramente los hombres con los que ella y Mulder llevaban luchando seis años, hombres sin escrúpulos, que no se habían y no se habrían parado por nada ni por nadie.

¿Qué tenía que hacer? ¿Contar a Mulder lo que habia descubierto? No. Habría alimentado aun más su deseo de encontrarla.

Si el doctor Hebert había decidido que lo mejor era hacer desaparecer la documentación de Lexi, significava que ya no habría más exámenes.  Y esto, en la mente de Dana sólo significaba una cosa: el nombre de Alexia ya no formaría parte de esos cinco millardos de nombres presentes en el mundo. Era lo que siempre había hecho el consejo. Borrar. Scully encendió el motor y se dirigió hacia casa, llevando consigo la carpeta de Alexia. El día siguiente la quemarían. Era mejor asi.

 

***

Apartamento de Fox Mulder

Cuatro semanas después 8.21 p.m.

 

Scully entró en casa de su compañero utilizando du propia llave, después de haber esperado un tiempo prudencial a que le abriese. Hacia dos semanas que Mulder estaba de vacaciones y cuatro que había transcurrido buscando a Alexia. Como había previsto, Skinner no sabía nada (o al menos así lo afirmaba) y desde lo del St. Richards no había pasado nada nuevo. Scully había pensado que si hubiese habido alguna noticia, le habría contado a Mulder lo que descubrió en el hospital. Pero no había pasado nada. También su compañero había perdido las esperanzas.

 

Posó la bolsa en la mesa del salón y encendió la luz.

-         

-          "Mulder!" - Exclamó ella al verlo echado en el sofá a oscuras. Se había quitado la chaqueta y la corbata y los tres primeros botones de la camisa estaban sueltos.

-         

-          “¿Hace cuanto que estás aquí?" - Preguntó ella.

-         

-          "Desde esta tarde".

-         

-          Le miró por unos segundos, después le habló: - "Mira Mulder, no puedes seguir así! Tienes que aguantar. Ya no podemos hacer nada, sólo esperar que esté´bien. Se que ahora es difícil pero..."

-         

-          "Ahora sé lo que sentiste cuando perdiste a Emily". - La interrumpió Mulder, levantándose del sofá.  - "Y Lexi no era mi hija. No puedo pensar cómo te pudiste sentir cuando..." - Sacudió la cabeza, lanzándole un sobre blanco que ella atrapó al instante.

-         

-          Después se dirigió a la cocina  mientras Dana, después de haber mirado detenidamente el sobre, lo abrió.

-         

-          Mulder vió cómo los ojos de Scully se abrían como platos. - “¿Pero... qué significa?" - Preguntó ella

-         

-          "No lo sé. Espero que corresponda a la verdad, a este punto".

-         

-          Dana miró nuevamente la foto de la niña que mostraba a una niña castaña de ojos color chocolate que sonreía alegremente al objetivo abrazando a un hombre y a una mujer.

 

***

Apartamento de Mulder

1.02 a.m.

 

-          “Mulder se despertó con la sensación de que algo frió le soplava en el tímpano.

-         

-          "No te muevas!" - Le ordenó la voz.

-           

-          Había un hombre que le apuntaba con una pistola. - "Al menos déjame que gire la cabeza para mirarte"

-         

-          "Mmm... mejor que no. Es que todavía no me has reconocido?" - Le provocó

-         

-          Los ojos de Mulder empequeñecieron. - "Krycek!"

-         

-          “¡Correcto!" - Confirmó Alex.

-         

-          “¿Qué puñetas quieres?" - Le agredió Fox.

-         

-          "Dime.... ¿Has visto la foto?"

-         

-          Mulder se giró de golpe, encontrando el cañón de la pistola entre ceja y ceja.

-         

-          “¡No te vuelvas a mover o mueres!" - Susurró Alex

-         

-          “¿Qué sabes tú de Alexia? ¿Qué le habéis hecho? Te juro que si me entero de que le has tocado un sólo pelo de la cabeza te mato con mis propias manos." - Le amenazó Mulder.

-         

-          "Eh cálmate!" No tendrías que enfadart conmigo. Sólo vengo a decirte que Alexia está bien. Los que has visto en la foto son sus padre adoptivos. Es buena gente."

-         

-          “¿Y yo te tengo que creer?" - Preguntó Fox con sarcasmo.

-         

-          "Eso es problema tuyo. No te puedo decir nada mas".

-         

-          “¿Qué le habéis hecho?"

-         

-          “Nada. La rapté antes de que la pudiesen hacer algo, ahora no recuerda nada de su pasado. Le han hecho creer que ha perdido la memoria en un accidente y que ha estado en coma dos meses."

-         

-          “¿Qué?"

-         

-          "Si, lo que has oído. ¿Recuerdas la droga que injectamos a Scully  en aquel motel, verdad? el IH-28. Pero no sintio dolor, quedate tranquilo. ¿Qué quieres Krycek? ¿Por qué has hecho todo esto? ¿Tú que ganas?"

-         

-          El gesto de Alex se transformó en una máscara de piedra. "Para de preguuntar". Se alejó de la cama de Mulder siempre apuntándole: "Olvídala Mulder, ella ha olvidado todo." Dicho esto, bajó el arma y se fué.

 

***

Por más de un minuto, Fox permaneció inmóvil mirando la nada delante suyo. Después se levantó de la cama dirigiéndose a la ventana, apoyando la frente en el vidrio y cerrando los ojos esperando que el frío vidrio le aliviase un poco. Por qué Krichek había ayudado a Alexia? ¿Qué motivo había tenido? Todo preguntas sin respuesta que se fueron sumando a las otras miles que había ido depositando en su mente. Alex le había aconsejado olvidar a Alexia... a lo mejor, en parte tenia razon. ¿Pero cómo lo habría conseguido? No, ni siquiera el H-28 habría podido compensar esa misión. La ciencia podía borrar recuerdos de su mente, pero no de su corazón.

-         

-          "Lexi, espero que seas feliz de ahora en adelante..." - Susurró Mulder.

 

 

***

Lugar desconocido

0.35 a.m.

 

Alexia se giró en su cómoda cama sonriendo en sueños. - "Mulder, te quiero mucho" - Susurró girándose nuevamente .

 

 

-FIN